Dos
¿PONES pucheritos porque el profesor os ha pillado en vuestra guerra de miraditas? -se burla Sabrina apoyada en la taquilla junto a la mía-
No estábamos haciendo nada de eso -replico dejando mis libros y tomando otros- y yo no hago pucheritos
Claro que lo haces -afirma ella con diversión tomando una piruleta de mi taquilla- ¿por qué guardas tantas cosas?
Todo el mundo me las pide -me encojo de hombros volviendo a cerrarla- y ya sabes que no soy de las que dicen no
Y menos a Stefan Salvatore -murmura mi prima llevándose un pequeño golpe con mis libros- ¿Por algún casual no tendrá ningún hermano? Si son tan guapos como él...
Estabas el mismo día que dijo que no -le recuerdo pasando mi brazo por sus hombros- pero te avisaré si mágicamente aparece uno
SIN ofender a nadie...la casa parece sacada de una película de miedo -me dice Sabrina en voz baja caminando hacia esta-
A mí me gusta -confieso tocando la puerta pero dándome cuenta de que estaba abierta- ¿deberíamos entrar o...?
Uno: todo lo que tenga que ver con este chico te gusta y dos: no pienso quedarme aquí fuera estando abierta -enumera ella entrando y tirando de mi mano para seguirla-
¿Hay alguien en casa? -pregunto confundida mirando a mi alrededor asombrada ante el ancho espacio-
Hijo de... -murmura mi prima tras soltar un grito al encontrarnos con un chico de cabello negro y ojos azules frente a nosotras. Su mirada me daba escalofríos-
Sentimos entrar de esta forma, la puerta estaba abierta -me excuso apretando la mano de mi acompañante-
Vosotras debéis ser Riley y Sabrina -responde el chico sin apartarse de nosotras- soy Damon. El hermano de Stephan
Y aquí está la magia -apunta Sabrina con diversión-
Sentimos asustarte, no sabíamos que estabas aquí -añado tras darle un pequeño empujón a mi familiar-
No pasa nada. Por favor. Pasad -nos invita Damon guiándonos al salón- seguro que Stefan llegará en cualquier momento
Vuestro salón mide lo mismo que mi casa entera -bromea Sabrina girando para verlo todo-
¿Cuál de vosotras es su novia? -pregunta él llevándose la mirada de las dos- bueno, no tengo ningún prejuicio si sale con dos a la vez pero...
Ella -señala mi prima con una sonrisa coqueta- sí, yo no...estoy completamente soltera
Pensé que Stefan nunca superaría lo de la última, ya era la hora -nos dice Damon con lástima- le destrozó
¿De quién estamos hablando? Creo que me he perdido -respondo confusa cruzandome de brazos-
De Katherine. Su novia -contesta él. Las dos nos miramos sin entender y volvemos a verle- veo que aún no habéis tenido la conversación de los ex. Bueno, seguro que ahora la tendréis. O quizá no quería contártelo porque no quiere que pienses que está rebotado. Todos sabemos...
Siento interrumpir, pero prefiero esperar a Stefan en la entrada -señalo con una sonrisa incómoda. Al hacer el ademán de caminar le encuentro allí mirando a su hermano con una amenazadora mirada-
No sabía que fuerais a venir -nos dice Stefan sin apartar la mirada de él-
Lo sé, siento haber venido sin avisar. Pensé que no sería justo siempre quedar en mi casa -le explico caminando hacia él-
No pasa nada. Podéis venir cuando queráis. ¿Verdad, Stefan? -responde Damon repitiendo mi acción- debería sacar las fotos de familia. O las películas caseras. Pero os lo advierto, no siempre ha sido tan guapo
¿Tú si? -le pregunta Sabrina-
Me encantaría mostrártelo -sugiere Damon con la misma sonrisa coqueta que ella-
No será hoy. Gracias por venir. Hasta luego -se despide Stefan sin tan siquiera vernos-
Claro, vámonos, Sab, adiós -respondo comenzando a ir a la entrada-
Espero vernos pronto -le dice Damon tomando su mano y dejando un beso en esta-
Yo también -afirma ella viéndolo con una sonrisa estúpida. Tiro de su brazo como ella hizo conmigo unos minutos atrás y salimos de ahí-
¿Qué ha sido eso? -me quejo con una mueca de asco-
¿Es que lo has visto? Está tremendo -admite Sabrina con una sonrisa pícara-
A mí me da miedo -replico soltando una risa abrazándome a ella-
Pues vete acostumbrándote porque le verás más. Estoy segura -contesta mi prima. No puedo evitar reír de nuevo al imaginarla con unos corazones rebotando en sus ojos como en las películas. Los Salvatores tienen cierto encanto que ninguna de las dos pudimos evitar-
NO ha llamado, ¿eh? -pregunta Bonnie repartiendo folletos de la noche del cometa a los demás estudiantes-
¿Ni un mensaje? -añade Elena-
No, estaba muy raro -suspiro arrastrando los pies con pesadez por la calle- sé que yo también puedo llamarle o escribirle pero el que nos echó de su casa fue él
Tienes razón, no le escribas, si tanto te quiere volverá a por ti -me da la razón Sabrina haciendo un rato avión de papel con uno de los papeles por aburrimiento- aunque no tendrás el número de su hermano...¿verdad? Tendríais que haberle visto, chicas
Se puso a ligar con él -señalo con diversión-
Y él conmigo -se excusa ella sacándoles miradas pícaras a las dos- la próxima vez que le vea no perderé la oportunidad
¡Esa es mi chica! -celebra Bonnie abrazándola haciéndonos reír-
ESTA es la clase de fiesta que me gusta hacer -anuncio con una sonrisa compartiendo el fuego de mi vela a cualquiera que la tuviera apagada- la gente tranquila en sus mantas, conversando, leyendo...
No se puede declarar fiesta. No hay música ni alcohol -replica mi prima. Luego me da un codazo haciendo que levante la cabeza para quejarme pero viendo que compartía mi vela con Stefan-
Teníamos que irnos a... -comienza Bonnie pero no termina la frase ya que desaparece con las otras dos chicas-
Hola -saluda él. Yo solo asiento con la cabeza en respuesta y camino lentamente para apartarme de los demás- ese cometa lleva miles de años viajando por el espacio. En solitario
Sí, Bonnie cree que es un mensajero del mal -contesto con voz misteriosa mirando al cielo-
Más bien es una bola de nieve y hielo atrapada en un camino del que no puede escapar -explica Stefan pegado detrás mío- pero cada ciencia cuarenta y cinco años puede volver a casa. Perdona por lo de ayer. Yo no soy así. No iba con ninguna de las dos, ¿vale?
Lo sé, no parecías muy agusto con tu hermano -respondo jugando con la hebilla de su cazadora negra para evitar el contacto visual que tan nerviosa me ponía- no me hablaste de él
Tienes razón, no estaba muy cómodo. No nos entendemos. Es complicado -admite él soltando un suspiro-
Me lo imagino -asiento con la cabeza sin soltar su chaqueta- también nos habló un poco de Katherine, tu exnovia, no quise que siguiera hablando. Si debo saber algo de ella es por ti
¿Qué os dijo? -pregunta Stefan tomando delicadamente mi mano para do el juego nervioso haciendo que le mirase-
Solo que te rompió el corazón -respondo enlazando lentamente mis dedos con los de él- lo siento mucho. Entenderé si quieres dejar lo que sea que esté pasando entre nosotros y te tomes un tiempo. No siempre se supera a un ex con facilidad...
¿POR qué te has ido? -se queja Summer sentada en el sillón en medio de las dos-
No sé, me entró el pánico y él no dijo nada -contesto estrellando mi cara contra la almohada soltando varios insultos- con lo bien que estaba saliendo todo y tuve que cagarla
Tal vez no -trata de alegrarme Sabrina sacudiendo uno de mis hombros- había mucha química entre los dos. No te dejará ir tan fácilmente
Ojalá todos los tíos pensaran como tú -respondo con diversión sacando la cabeza de mi escondite para verles-
Todavía puedes ir y averiguarlo -sugiere Summer apartando el pelo de mi cara y mirándome con una sonrisa maternal- al menos así te quitará las dudas. Habrá muchísimos chicos que quieran estar contigo, Riley. Y con Sabrina, estoy segura, sois dos chicas maravillosas
Gracias, tía Summer, te quiero -agradezco abrazándola con fuerza-
Si ves a Damon...¿podrías darle mi número? -me pide Sabrina pestañeando varias veces haciéndome reír. Me coloco un abrigo, mis zapatos desgastado de tanto uso y camino hay la casa Salvatore para averiguar si seguiré teniendo una oportunidad o no-
¿QUIERES ver el cometa conmigo? -sugiero después de verle tras abrir la puerta. Estiro mi brazo hacia él por lo que toma mi mano y vamos al largo jardín- siento haberme ido de esa forma, Stefan. Tal vez pensabas algo distinto y no te dejé hablar. Me puse nerviosa y lo primero en que pensé fue huir
Si alguien tiene que estar nervioso soy yo -replica él sentándose a mi lado- eres una chica tan divertida, dulce, inteligente y guapa que a veces me quedo sin palabras... Sería un idiota si te dejara marchar sin haberlo intentado
Esta es la cosa más cliché que alguien pudiera decirme en la vida -confieso soltando una pequeña risa. Él forma una cara seria por lo que apoyo mis manos sobre sus hombros y me inclino para besarle con delicadeza- pero tienes suerte de que he visto muchas películas de Disney y me gustan estas cosas
Mucha suerte -me da la razón Stefan abrazando mi cintura para besarme de nuevo. La mezcla de sentimientos que sentí bajo mi vientre no podían ser normales-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro