Cuarenta y seis
AQUÍ estamos. Nuestro último año -anuncia Caroline a mi lado frente al instituto-
¿No creéis que deberíamos sentirnos más poderosas? -pregunta Bonnie confundida-
Vale, la noche de las bromas fue un fracaso, pero tenemos que asumirlo y seguir adelante -nos pide la rubia tratando de mostrar positividad-
Tienes razón -acepta la bruja comenzando a caminar- a ver, ¿por qué dejar que el que mi novio vea el fantasma de su novia muerta me estropee esta experiencia?
¡Sí! ¿Y yo que el que hayan convertido a mi novio en un híbrido me amargue un día tan fabuloso como este? -continua con las quejas Caroline-
¿O que el que solía ser mi novio se esté quedando en lo que creía que era mi casa para vigilar a una de mis mejores amigas? -finalizo con molestia. Paro de caminar abruptamente haciendo que las cuatro repitan mi acción- y que además sea nuestro aniversario
Es verdad -murmura Sabrina acariciando mi brazo- el año pasado le conociste aquí
Sin duda, tú ganas -añade la vampiro con una mueca-
Como dicen, año nuevo, vida nueva -trata de animarme Elena. Enlaza nuestros brazos y caminamos hacia el instituto simulando seguridad-
NO soy una gran fan de la Educación Física, pero no tengo mucho más remedio que correr por toda la pista.
Sabrina y Elena corren entre risas y quejidos a varios metros de mi.
Caroline se encuentra en el entrenamiento de animadoras al otro lado del campo.
Y... Stefan me ha pegado un susto de muerte.
Pensé que no querías volver a verme -le recuerdo tratando de ir incluso más rápido. Lamentablemente su estabilidad física estaba mucho mejor que la mía- ¿quieres algo, Stefan?
Adiós, Salvatore -aparece Sabrina tirando de mi brazo para retroceder. El chico no se da por vencido y está a punto de seguirnos pero uno de nuestros compañeros, Justin, chocó accidentalmente con mi hombro-
¿Estás bien? -preguntamos a la vez. Los dos reímos por la casualidad pero Stefan lo aparta de un empujón tirándolo al suelo-
Perdónale, es medio capullo -se excusa mi prima ayudando a levantar al chico. Niego decepcionada con la cabeza y me marcho junto a mi familiar. Si él quería distancia, la tendríamos-
ABRO la puerta de la habitación de Sabrina con un fuerte estruendo.
Ambos se quejan separándose del uno al otro y la pelirroja bajando del escritorio en el que estaba.
Quiero encerrarlo -les pido sentándome en la cama de brazos cruzados. Ambos intercambian miradas y se giran para verme- a Stefan. Se mofa de mí porque sabe que me duele verle así. Solo hay que encerrarlo hasta conseguir matar a Klaus y anular la orden
Lo dices como si fuera fácil -se burla Damon dejando algunos besos en el cuello de su novia. Sabrina lo aparta con un leve empujón soltando una risa nerviosa y se sienta a mi lado-
¿Te hará sentirte mejor, Riley? -me pregunta ella sujetando una de mis manos. Yo asiento con la cabeza segura por lo que esta suspira y mira al vampiro- será mejor que pensemos en un plan cuanto antes
TRAS repasar el plan una vez más, fuimos a la fiesta de la hoguera.
Como era de esperar, Stefan me seguía con la mirada.
Físicamente estaba cerca de Elena pero estaba completamente seguro de que su atención estaba en mí.
Tras mi cuarto vaso rojo, me encuentro dando saltos de una grada a otra.
No había completamente nadie más.
Salvo él y yo.
¿Piensas salir de tu escondite o vigilarme como un acosador? -pregunto en voz alta. El vampiro sale de entre la oscuridad y aparece en mi campo de visión- empieza a asustarme, realmente, el que me estés acechando todo el día
Ni siquiera te miro, no te creas el centro de atención -replica Stefan apoyando sus manos sobre sus caderas-
¿Y entonces qué haces aquí? -le pregunto sarcástica. Pasan un par de segundos hasta que consigo estabilizarme en la barandilla- estoy muy cansada para discutir. Iré a buscar mi coche e irme a...
Estarás de broma, ¿no? -niega él sin moverse de su sitio- te llevaré a casa. Vámonos
¿No crees que se verían bien las estrellas desde aquí? -le ignoro completamente mientras, de una forma extraña, trato de sentarme en la baranda de metal. Estoy a punto de caer tras apoyarme mal pero este me captura entre sus brazos- sabía que te seguía importando...
¿Estás bien? -me pregunta Alaric tras dispararle un par de dardos dejándolo en el suelo-
Sí, gracias -afirmo con una media sonrisa. Me sujeto a su brazo para no tropezar y suelto una pequeña risa- le diré a Elena que te lleve a casa, ¿vale?
SEGURO que Sabrina estaba harta de que Damon y yo le diéramos una enorme charla sobre la preocupación por la que nos ha hecho pasar.
Resulta que Alaric la llevaría de nuevo a casa cuando el coche se prendió fuego a punto de matarla a ella y a Stefan.
Finalmente Damon se había encargado de ella. Técnicamente, me había obligado a dejarla a manos de él.
Tampoco recuerdo en qué momento me quedé dormida pero desperté al notar a una mirada sobre mí.
Sigues dando miedo -murmuro volviendo a abrir los ojos para encontrarme con Stefan-
Está sigue siendo mi casa, tú eres la invitada -replica el vampiro-
Hasta donde yo recuerdo, la casa es de Sabrina y mía -contesto sentándome y separándome de él-
¿Por qué sigues haciendo esto? -me pregunta el vampiro. Suspiro mientras tomo mi chaqueta y bolso con torpeza-
Porque a pesar de que no me quieras, has salvado mi vida varias veces y ahora tengo que devolverte el favor -miento retocando mi pelo para luego girarme y verle- podemos pelear las veces que quieras y puedes seguir comportándote como un idiota, pero si Lexie pudo conseguir tu humanidad hace años, yo también
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro