POR fin, después de varios meses, me despierto de muy buen humor.
Voy a la habitación de Damon y abro las cortinas de par en par despertando a mi prima.
Sabrina se queja mientras trata de lanzarme uno de sus zapatos pero yo lo esquivo mientras me tiro a la cama.
¿Qué mosca te ha picado? -me pregunta molesta tratando de taparse la cara-
No quiero ser gafe, pero creo que las cosas entre Stefan y yo van a mejorar -celebro zarandean su pequeño cuerpo para despertarlo- ¿Me has oído, Sabrina?
¡Stefan, no sé que le has hecho a mi prima pero ojalá te metan una lanza de madera por el cul...! -grita ella. Le doy con la almohada en la cara y me quejo mientras la escucho reír-
Solo espero que las cosas mejores, Sabrina, nos hemos esforzado mucho para conseguir la estabilidad, ¿no crees? -le recuerdo sonriendo y acostándome encima de ella-
Sí, si, tráeme un café y hablaremos de lo que tú quieras -finaliza ella consiguiendo girarse. La miro mal a sus espaldas pero finalmente decido bajar las escaleras en busca del desayuno. Decido ir por el pasillo oscuro y encontrarme a Alaric y Stefan hablando en una de las habitaciones-
Hola, chicos -saludo con una media sonrisa- ¿necesitáis algo?
No, gracias -niega Stefan dándole un sorbo a su vaso. Asiento con la cabeza y voy hacia la cocina pero sonrío al encontrar el desayuno hecho junto a una nota: “¿Echabas de menos mis tortitas?"-
¡Creo que incluso más que a ti! -respondo en voz alta escuchando su risa-

KLAUS se presentó fugazmente en la casa tan solo parar matar, por un corto periodo de tiempo, a Alaric.
Sabrina y yo dejamos de hacer tarea atrasada, que no es poca, al no escuchar nada.
Eso nunca es buena señal.
Bajamos rápidamente las escaleras y nos encontramos a Klaus y Rebekah.
Stefan sale del cuarto de Ric y nos mira a los cuatro.
Entrad, señoritas, no muerdo...por ahora -nos pide Klaus. Las dos nos miramos pero finalmente entramos al salón. La rubia desaparece pero vuelve poco después con un Alaric herido- te has pasado un poco, ¿no, Stefan? Yo habría sido más sutil
Voy a llevarlo a las cuevas -anuncia Rebekah- entrarás y me darás la estaca. Y no podrás esconderte
Y otra cosita -añade el Original- sé lo de la misión de tu hermanito en Denver. Ha fallado. Como de costumbre
¿Qué vas a hacer ahora, Klaus? -le pregunta Stefan delante de nosotras-
Aún no lo he decidido -contesta él acomodándose en uno de los sillones-
Claro que lo has hecho -replica el vampiro- has tenido todas las ocasiones y excusas del mundo para matarme. Pero no lo has hecho. No quieres hacerlo
Sí, tienes razón. Sigo esperando a que vuelva mi viejo amigo -le explica el Original- está ahí mismo, bajo tu piel. Esperando para salir. El mismo que matará a su propia novia. ¿No es verdad, destripador?
He luchado contra esa parte de mi -confiesa Stefan- pensé que reprimiéndola, desaparecería. Pero no. Y ahora que la he aceptado no puede controlarme. Y tú tampoco. Así que si no vas a clavarme una estaca lárgate de mi casa
Estoy orgullosa de ti, Stef -susurro cuando pasó por nuestro lado-

OYE, Alaric está intentando recuperarse. No es nada malo -le dice Caroline a Elena mientras ayudamos con la decoración del gimnasio-
Es que me gustaría poder hacer algo -confiesa ella para luego tomar una lámpara- ¿dónde quieres que cuelgue esto?
¿Sabéis qué? Si Rebekah quería colgar esta horterada de lámpara que hubiera venido a hacerlo ella misma -niega la rubia dándosela a otra voluntaria- ¿Qué hacéis? No podéis colgarlas sin más. ¡Tienen que caer con gracia!
¿A la de tres, salimos corriendo? -sugiere Sabrina desde lo alto de una escalera. Damon ríe mientras sujeta el objeto donde está subida-
¿Con quién vais a ir al baile? -pregunta Caroline cambiando de tema-
¿No íbamos a ir Bonnie, Elena, Sabrina, tú y yo juntas? -le recuerdo confusa-
Bonnie viene con alguien -contesta la vampiro. Elena y yo nos miramos igual de sorprendidas- Jamie la llamó para quedar y ella se lo pidió. ¿Por qué no invitas a Stefan?
No sé si aceptará, la últimas veces que fuimos a bailes, tuve que obligarle -recuerdo rascando mi nuca-
Solo hay una forma de averiguar su respuesta -finalmente me convence la rubia-

HOLA, Stefan -saludo cuando descolgó la llamada. Mientras, yo me paseaba por encima de la cama- ¿Tienes tiempo para hablar o...?
Sí, ¿va todo bien? -me pregunta él-
Sí, sí, no te preocupes. Es que las chicas y yo estábamos hablando del baile -comienzo cada vez más nerviosa- y me preguntaba si te gustaría venir conmigo
Me encantaría -acepta Stefan. Comienzo a gritar y saltar en silencio para luego volver a acercarme el teléfono al oído-
Perfecto. Adiós -me despido para luego colgar. Vuelvo al saltar emocionada y rio por mi propia estupidez-

SABRINA y yo nos habíamos pasado horas preparándonos.
Nos maquillamos, nos pusimos ropa típica del año requerido y esperamos a nuestras parejas.
El timbre suena y mientras nosotras bajamos en plan Disney Channel por las escaleras, Summer es quien les abre la puerta.
Estás preciosa -dice Damon capturando en brazos a su novia desde dos escalones más arriba. Mi prima ríe mientras se abrazan y comparten un par de besos-
Estás muy guapo, Stefan -confieso arreglando la corbata de su cuello-
Tú también, estás preciosa -responde para luego colocar una flor sobre mi vestido-
Gracias -contesto dejando un beso en su mejilla-
¿Podéis juntaros todos? Estáis guapísimos, chicos -nos pide Summer con el teléfono en la mano. Los cuatro nos colocamos sobre las escaleras sabiendo que no podemos negarnos- gracias, pasadlo bien
Te quiero -le dice Sabrina besando su mejilla, tomando su bolso y saliendo de casa con su pareja-
Hasta después, tía Summer -añado dándole un corto abrazo y repitiendo la acción de los dos anteriores-
Dado lo peligroso que es nuestro historial de bailes...¿segura que quieres ir? -pregunta Stefan sin soltar mi abrazo de su torso-
Sí, probablemente cuando sea mayor me arrepentiré si no voy a este tipo de cosas -admito levantando la cabeza para verle- o Caroline me llevará a rastras. No tengo muchas opciones. Además, quiero ver cómo bailabas en los años 20
Qué pena para ti -se burla él dándome un leve empujón-

VAMOS, por favor -le pido con un mohín tras entrar al gimnasio donde todo el mundo bailaba alegremente-
No, me pasé esta época un tanto ido, ¿recuerdas? -trata de excusarse el vampiro-
Eso no va a convencerla, hermanito -se burla Damon mientras toma entre sus brazos a mi prima y se suman a la pista de baile-
Tiene razón -me encojo de hombros tirando de la mano de Stefan para comenzar a bailar. La canción se tornó a una más lenta y él tomó la iniciativa de pegarme a su cuerpo y movernos lentamente-
Tus amigas parecen estar felices -anuncia Stefan mirando a estas- Bonnie también. He pensando en hablar con ella para disculparme
Está bien, pero no te lo tomes personal si no te perdona o a Damon -le advierto separándome un poco de él- gracias por ser mi pareja, Stefan
Tendría que ser yo el que te lo agradezca -replica él abrazando mi cintura. Subo mis brazos a sus hombros y le abrazo con fuerza. Stefan me eleva levemente del suelo y corresponde mi gesto gustoso para luego girar al ritmo de la melodía haciéndome reír-

SALIMOS del gimnasio cuando Jeremy nos dijo que su hermana estaba en peligro.
Sal -anuncia Stefan parando de caminar- el agente vinculante de un hechizo
Estamos atrapados -añade Damon soltando un suspiro-
Claramente, no podemos tener un baile normal -se queja Sabrina quitándose la diadema que tenía puesta-
Iré a por Bonnie -anuncio entrando de nuevo al instituto. Camino rápidamente por los pasillos hasta encontrarlos besándose en un aula- siento muchísimo interrumpir. ¡Viva Bojamie! Pero te la tengo que robar un momento

BONNIE pronunciaba un hechizo mientras todos esperábamos impacientes.
¿Por qué tardas tanto? -le interrumpe Klaus- el hechizo de barrera no es infalible
Todo el mundo se está marchando pasando la barrera -aparece Matt molesto-
Si Matt, Sabrina, Riley y yo salimos, podemos parar a Esther -les dice Jeremy- solo hay que averiguar dónde está
Es un suicidio, Jeremy -niega Stefan a mi lado-
Un suicidio me decepcionaría -dice el Original apretando el cuello de Jamie- haz tu magia, bruja, o empezaré a matar a gente que quieres
Suéltalo -le pide Bonnie preocupada-
No hasta que nos saques de aquí -niega Klaus sin soltarlo-
No seas tonto, Klaus. A Bonnie no le importamos -les interrumpe Stefan- nos está ayudando para salvar a Caroline y Tyler. Pero si empiezas a matar a los suyos, nos mandará al infierno

¿DAMON o Stefan nos dejaron irnos con Matt y Jeremy? No.
¿Lo hicimos igualmente? Ya sabes la respuesta.
No nos quedaríamos de brazos cruzados esperando a que esa loca matara a nuestra amiga.

NO te muevas -le amenaza Matt cuando Esther salió de la capilla-
¿Dónde está Elena? -añade Jeremy apuntándola con la otra ballesta-
Deja que se vaya -le pido cuando esta salió para vernos a los cuatro-
Qué tonto sois. Arriesgáis la vida en defensa de aquellos que os matarán. Pero si es lo que queréis...-comienza ella usamos magia para que los dos chicos se apuntaran el uno al otro-
¿Alaric? -pregunta Sabrina confusa cuando este la apuñalo poniendo a salvo a los dos-
¿Dónde está mi anillo? -pregunta él cazador respirando entrecortadamente- cuéntame qué ha pasado

UNOS minutos después, nuestros amigos vinieron a buscarnos.
Nos quedamos todos en silencio despidiéndonos, sin tener que decir nada en realidad, de Alaric.
Él no quería terminar la transición y nosotros respetamos su decisión.
Ambos Salvatore se pasaron todo el camino a casa dando sermones y motivos por el que tenemos que ser menos impulsivos y quedarnos fuera del peligro.
Sabrina y yo solo nos mirábamos compartiendo pensamientos felices de que los dos hermanos estuvieran otra vez juntos aunque sea para echarnos la bronca.
Finalmente decidimos terminar la noche quedándonos en nuestras habitaciones con nuestros amantes.
Salgo de la habitación de invitados con mi pijama y un peluche de Bambi en la mano tan solo para dar más pena.
Toco la puerta abierta de su habitación y sonrío levemente cuando deja de leer para verme.
Sé que va a sonar muy raro, ¿pero puedo quedarme aquí esta noche? -le pido balanceando mis pies nerviosa. Stefan se coloca en un lado y levanta las sábanas por lo que corro hacia el colchón y me acomodo a su lado. Al principio no sé qué hacer hasta que él habla-
No te volveré a morder. Te lo prometo -susurra el vampiro haciéndome reír. Abrazo su torso y apoyo mi cabeza en su pecho para seguir su lectura sintiéndome más cómoda que nunca-