Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Catorce

ME desperté pensando que iba a ser un día de lo más normal, o un intento, pero equivocándome estrepitosamente.
Sabrina no estaba. Y no me refiero a que se había marchado, despareció.
Ella me hubiera dejado un mensaje, una nota, una llama. Pero no había completamente nada.
Su cama estaba hecha, cosa que no suele hacer, así que solo hizo que me dieran más ganas de preocuparme.
Me dirijo a la casa Salvatore mordiendo mis uñas con nerviosismo.
Toco el timbre repetidas veces hasta que finalmente Stefan abre la puerta.
Me derrumbo frente a él y le explico lo ocurrido entre sollozos e hipidos.
Damon actua como si no le importara pero por su mandíbula tensa y su mirada atravesando las páginas del libro sé que le preocupa el paradero de Sabrina.
Unas horas después estaba sentada en su cama tomando un té, según él me ayudaría a calmarme, hasta que el número de mi prima aparece en mi teléfono.
¿Sabrina? ¿Estás bien? -le pregunto preocupada-
Muy bien. Por ahora -responde la voz de otra chica- si tienes el grimorio todo irá bien
Precisamente no lo tengo yo -niego levantando la cabeza para ver a los dos vampiros-
¿Cuál es los dos Salvatore lo tiene? -me pregunta ella- no importa. Uno de los dos tendrá que reunirse conmigo en la plaza del pueblo en treinta minutos para comentar lo divertido que va a ser trabajar juntos. Tengo a la bruja y a la réplica de Katherine también, os aconsejo hacer lo inteligente
Stefan -le llamo tirando el teléfono al colchón, dejando la taza en una mesa y levantándome- no puedo dejar que le hagan daño a ninguna de las tres. Me da igual que habrán la tumba, no dejaré que les pase nada






TRAS llegar a la habitación de motel donde se encontraba el vampiro que tenía secuestradas a mis amigas, nos dirigimos a la casa Bennett.
Me defendí -confiesa Sabrina hablando por primera vez tras todo lo ocurrido. Estábamos en la habitación de Bonnie en busca de privacidad- fue aquella noche tras lo de Damon. Cuando me fui a la casa de Elena, la chica la secuestró. Traté de ayudarla pero también pudo conmigo. Fue Anna, la supuesta amiga de Jeremy, quiere abrir la tumba porque su madre se encuentra allí...
Siento que te ocurriera esto -murmuro dejando un pequeño beso en su mejilla y levantándome- seguro que sentiste mucho miedo
Fue impotencia, me sentía inferior que el vampiro. Quería hacer algo, no sé, tal vez matarlo pero sabía que solo terminaría yo mal -me explica ella repitiendo mi acción. Antes de poder seguir hablando, se escucharon un par de golpes en la puerta y luego siendo abierta mostrando a Stefan-
¿Todo bien, chicas? -pregunta él sin moverse de la entrada-
Sí, gracias por salvarlas, Stefan -agradezco caminando hacia él dejando un pequeño beso en sus labios-
Deberíamos de bajar para pensar que hacer -nos aconseja él señalando las escaleras. Tomo la mano de mi prima y bajamos-
¿Qué hacemos ahora? -escucho a Elena sentada en la encimera-
Tenéis que quedaros aquí -responde Stefan a mi lado-
¿Prisionera en mi propia casa? Creo que no -niega la abuela de Bonnie-
No puedo protegeros fuera de la casa -le recuerda mi novio cruzándose de brazos-
Nos protegemos nosotras -replica la señora Bennett-
Tenemos que dejar que saque a Katherine -sugiere Elena- no va a parar hasta que lo consiga. Si le ayudamos, quizá esto se acabe
No puedo salirse con la suya -contradice Bonnie a lo que mi prima la señala dándole la razón-
Brujas atrapadas en problemas de vampiros -anuncia la señora Bennett- por mucho que intentemos mantenernos al margen. Abriré la tumba. Sacas a la chica de tu hermano y destruyes al resto con fuego. Y esto se habrá acabado
Habrá que conseguir que Damon acepte -apunta Stefan mientras bajo mi brazo para tomar su mano-
Ya lo aceptó una vez, ¿por qué no lo haría dos? -nos recuerda Sabrina-
Porque le traicionamos -contesta él tirando un poco de mi para pegarme a su lado- está furioso
No lo está, se siente dolido. Y en parte lo entiendo -respondo con una pequeña mueca- pero se me ocurre algo
¿Por qué me miras a mi? -se queja mi prima negando con la cabeza. Yo solo sonrío pensativa mientras ella sigue negando-



SABRINA
Hay que cambiar la cerradura -dice Damon tras verme a unos metros de él. Ruedo los ojos mientras me apoyo en la barandilla- ¿Te has escapado?
Tu querido hermano me ha sacado de ahí -le explico levantando la mirada para verle-
Yo no lo llamaría querido -replica él colocándose una chaqueta de cuero-
Hemos convencido a Bonnie para ayudarte con lo de Katherine -continuo mientras camino hacia él. Su cara me dice que dudaba mucho sobre lo dicho- no me arrepiento de haberte ocultado el grimorio ni de lo que te dije. ¡Casi me matas! Pero no soy tan imbécil como tú así que confesaré que protegía a mis familiares y amigos. Tú haces lo mismo, Damon, de una forma extraña, pero lo haces. Estamos en el mismo equipo así que espabila
No me interesa -niega Damon haciendo el ademán de marcharse. Sujeto su brazo, notando una clase chispa en este, y ganándome su atención-
Sé que no eres un idiota todo el tiempo. Esta vez es cuando te toca ser el bueno -trato de convencerle- en el viaje a Atlanta no fuiste un rarito, o al menos no mucho, ni usaste tus poderes mentales para controlarme. Fuiste tú mismo. Sé que en algún rincón de tu corazón te dolió que te traicionara, pero soy alguien que cumple sus promesas y cuando te digo que te ayudaré a sacar a Katherine, es que lo voy a hacer, Damon
Ojalá pudiera creerte -niega él haciéndome suspirar. Saco la pulsera de mi mano y se la lanzo dándole a entender que quería que hiciera. Se acerca unos pasos a mí y me mira fijamente- Anna no se va a detener. Pase lo que pase
Pues seremos más fuerte que ella -me encojo de hombros con una media sonrisa. Él toma mi mano y vuelve a colocar el accesorio en esta lentamente-
No te controlé en Atlanta porque lo pasamos bien -admite Damon haciendo que mi sonrisa se extendiera- quería que fuera real. Confiaré en ti. No hagas que me arrepienta
Fue real, Damon -afirmo en voz baja tras abrazarle con fuerza. Noto que está tenso porque no se mueve pero luego me rodea con sus brazos palmeando mi espalda con incomodidad. Ninguno de los dos era mucho de este tipo de afectos pero muy en mi interior sabía que nunca me había sentido tan bien en un abrazo-




RILEY
He quitado la tierra, y las antorchas están en su sitio -anuncia Stefan terminando de cavar- ya podemos bajar
¿Qué es eso? -pregunta la señora Bennett-
Lo que necesito para destruirlos -le explica él viendo el arma-
¿Estás seguro de que Damon va a venir? -añade ella desconfiada-
Creo que sí -respondo viéndolo aparecer junto a mi prima-
Hermano. Brujas. Humanas -saluda Damon caminando decidido-
Vamos, manos a la obra. Cuando antes terminemos, mejor -pide Sabrina frotando sus manos para entrar en calor para luego entrar seguida de nosotros. La señora Bennett encendió un par de antorchas nombrando los elementos de la naturaleza-
¿Es simple agua del grifo? -pregunta confusa viendo echar el contenido de la botella-
Sí, ¿qué esperabas? -pregunta la mujer sin apartar la mirada-
No sé, agua mágica, bendita o de un río con sirenas -me da la razón mi prima haciéndola sonreír-
¿Qué es eso? -le pregunta Stefan a su hermano apuntándolo con una linterna-
Para Katherine -responde él mostrando la bolsa con sangre- tengo que darle algo para reanimarla. A menos que algunas de las presentes nos ofrezca una cena que pinchar
No, gracias -niega Elena con diversión junto a mí-
Admítelo. Estás deseando librarte de mi -señala Damon junto a una sonrisa burlona-
Estoy deseando librarme de ti -le da la razón Stefan. Le doy un pequeño codazo con una mueca. Tal vez Damon sea...Damon, pero sigue siendo alguien con sentimientos-
Todo listo -presenta Bonnie levantando la cabeza para vernos. Compartimos miradas cómplices preparándonos para lo siguiente-




LAS dos brujas pronunciaban un hechizo mientras nosotros las mirábamos
¿Qué dicen? -pregunta Damon unos segundos después-
Parece latín -responde su hermano a mi lado-
Creo que no es latín -niega Elena volviendo al silencio anterior hasta que el fuego se hizo mayor-
Eso es normal, ¿no? -pregunto desconfiada abrazándome a mi novio buscando seguridad. Una puerta se abrió dejándonos sorprendidos por un momento-
¿No tienes que encender fuego? -le recuerda el ojiazul-
Voy a por la gasolina, vuelvo enseguida -nos índica Stefan apretando mi cintura un momento para luego marcharse-
¿Quién se viene conmigo? No entraré ahí para que podáis encerrarme -pide Damon girándose para vernos-
Ninguna. No lo permitiré. Hundiré estas paredes -niega la señora Bennett-
Lo harás si no viene. ¿Crees que confío en ti? -replica él-
Ya basta. Bajaré yo -les interrumpe Sabrina acercándose a Damon- no me hará daño, otra vez. Esperemos...
Cuanta confianza -respondo sarcástica negando con la cabeza- no dejaré que vayas con él
Tranquila, estaré bien. Le entiendo, no confía en nosotros -acepta mi prima dándome una pequeña sonrisa para luego seguir a Damon-
No la dejaré sola -añado siguiéndoles con rapidez y tomando la mano de Sabrina- si nos pasa algo, al menos estaremos juntas
Qué tierno -se burla Damon girándose para vernos. Unos segundos después desaparece de nuestra vista. Será...-



UNOS minutos después caminando en la oscuridad entre cadáveres...
Anna había aparecido de la nada tomando mi brazo para morderlo y dejarle sangre a su madre.
Acto seguido Stefan apareció empujándola a varios metros dejándonos salir.
Estamos bien -anuncia Sabrina a mi lado abrazando mis hombros- Stefan viene ahora pero hemos perdido a Damon
Stefan, ¿qué pasa? -pregunto confusa al verlo en el otro lado de la entrada- ven conmigo
No puedo -niega él dejándome más preocupada-
El hechizo sigue en pie -me explica Bonnie-
No podemos sacarlos. Aún -añade Elena junto a ella-
¿Cómo has podido entrar sin saber si podías salir? -me giro para verle de nuevo con un par de lágrimas tornando borrosa mi vista. Él no dice nada por lo que me acerco un par de pasos- ¿por qué lo has hecho?
Te oí gritar -se excusa Stefan con tristeza-
No os dejaremos a ninguno de los dos ahí -interviene Sabrina colocando una mano en mi hombro- Damon confía en mí, y no volveré a traicionarle
Aunque consigamos retirar el sello, no podremos resistir mucho tiempo -explica la señora Bonnett-
Te quiero -le recuerdo notando una lágrima caer en mi camisa-
Nos volveremos a ver -replica él desapareciendo de mi vista mientras las dos brujas volvían con otro hechizo-
Creo que funciona -celebra Elena viendo a Anna y una mujer allí-
Solo quiero sacar a mi madre -nos pide la vampira- Jeremy está fuera pero no le tocaremos
¡Vamos, salid de ahí! -grita Sabrina viendo una de las antorchas apagarse. Miro los dos lados indecisa y corro escaleras abajo-
Tenemos que irnos. Por favor, venid -les pido estirando mis manos hacia ellos con desesperación. Stefan toma mi mano y Damon camina delante de nosotros saliendo por la entrada por los pelos-




ME encuentro en su habitación acostada en la cama de Stefan.
Miro a un punto inespecífico de la habitación abrazada a una almohada hasta que noto un peso a mi lado.
Me giro con una media sonrisa y abrazo a Stefan en puro silencio.
Él deja un par de besos en mi cuello mientras rodea mi cintura con sus brazos.
El solo hecho de pensar que te quedarías allí y... -comienzo pero se me forma un nudo en la garganta impidiéndome hablar-
No tienes que pensar en eso. Estoy aquí -me recuerda Stefan separándose un poco para mirarme- yo también te quiero
Iré a darle las buenas noches a Sabrina, me quedaré a dormir contigo. No te soltaré en mucho rato -le advierto con una media sonrisa mientras me levanto-
No pongo resistencia a eso -acepta él siguiéndome con la mirada hasta verme desaparecer del cuarto. Bajo las escaleras con puro sigilo encontrándome una adorable y extraña escena. Damon leyendo algo sentado en el sillón frente a la hoguera y Sabrina, si, mi prima, la que supuestamente odia casi todo, dormida con su cabeza en una de sus piernas y una manta por encima de sus piernas. Tapo mi boca evitando soltar un grito de emoción y corro hacia la habitación de mi novio- ¿los has visto?
No me dijiste nada -me quejo sentándome a su lado con un mohín-
Quería que lo vieras por ti misma -apunta Stefan colocando su cabeza en mi pecho abrazándome-
Cuanto me conoces, Stef -murmuro. Nada más darme cuenta, me sonrojo y dejo de acariciar su pelo escuchando su risa-
No te haré caso si me llamas de otra forma que no sea esa -me advierte dejando un largo beso en mis labios. Sonrío sin poder evitarlo y rodeo su nuca con mis manos para volver a unir sus labios con los míos sintiendo una ola de diversos sentimientos sobre mi-

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro