Los ojos avellanas de Luke brillaron cuando vieron el edificio donde ahora vivía con sus madre, una sonrisa aprecio en sus labios, apretó la mano que estaba sujetando la pequeña mano de Annabeth, como un pequeño avisó que habían llegado.

Los ojos grises de Annabeth miraron donde su hermano estaba mirando, el edificio donde ahora sería su nuevo hogar.

Luke la miró y le dio una sonrisa, ella se lo devolvió, y sin más los dos se adentraron al edificio, el hijo de Hermes ahora de Wanda saludo con una pequeña sonrisa a la señora que estaba en recepción, la cual le devolvió la sonrisa.

La señora Delly miró curiosa a la pequeña niña, pero rápidamente se acordó que Wanda le había dicho que su hijo fue a buscar a la pequeña que consideraba su hermana menor, de ese "horrible" orfanato.

Los dos hermanos comenzaron a subir por las escaleras, mientras que la pequeña miraba las paredes con nerviosismo y el corazón martillando en su  pecho.

Se detuvieron en el cuatro piso, frente a un puerta que decía "42, Maximoff", el de ojos avellanas tocó la puerta, mientras le daba una sonrisa de apoyo.

No pasaron ni medio segundo cuando la puerta fue abierta por una hermosa mujer de cabellos rojo y ojos verdes claros, cuando los vio les dio una hermosa sonrisa maternal.

—¡Mamá! — saludo Luke con una enorme sonrisa, pea después abrazarla.

Annabeth vio eso con una pequeña sonrisa, ver feliz a Luke le alegraba mucho, después de unos segundos ellos se separan y los ojos de la mujer la miran.

—¿Tu debes ser Annabeth? — le pregunto con una dulce sonrisa, mientras se colocaba a su altura.

—Si, soy yo — respondió ella.

Wanda le dio una sonrisa dulce, para después abrazarla con cuidado y amor, la pequeña se quedo un momento quita, pero después correspondió el abrazo con fuerza, sintiendo ese amor maternal que siempre deseó.

Como le gustaria jamás soltaste de ese abrazo, por en los brazos de Wanda se sentía segura.

—¿Por que no mejor entramos? — les pregunto Wanda con una sonrisa, ellos asintieron.

Luke entre primero y después ellas le siguieron, el de ojos avellanas fue tacelado por una cabellera rubia muy energética.

—¡Luke! — grito Percy muy emocionado por verlo, mientras lo abrazaba con fuerza.

—Hola Percy — saludo el adolescente con una sonrisa mirando al menor.

Annabeth vio aquello con curiosidad, ese niño de cabello rubio debería de tener su edad, después vio a una hermosa mujer de cabellos castaños oscuros y de ojos azules, miraba la interacción de Luke y se niño Percy con una sonrisa también maternal.

— Hola, cariño, yo soy Sally Jackson y seré como una tía para ti — se presentó sin quitar su sonrisa.

Annabeth se sonrojo, pero devolvió la sonrisa.

—Yo soy Annabeth Chase — se presentó ella tímidamente.

El niño de cabellos rubios ahora poso su mirada en ella y ella lo miro.

Percy se quedo helado ante la vista de la bonita niña de ojos grices qué está frente a él.

—Yo soy Percy Jackson — se presentó el con un leve tartamudo y un gran sonrojo en sus mellijas.

—Un gusto — respondió ella ahora con otro sonrojo.

Wanda vio aquello con una sonrisa dulce en sus labios, supo lo que pasó, Hades le hablo de eso, le había dicho que dos almas gemelas destinadas siempre se encontrarán no importaba la edad o el sexo.

Ella junto a Sally rápidamente llevaron a los jóvenes a cocina para poder almorzar, una vez que todos estuvieron sentados comenzaron a comer, al principio en silencio, pero gracias a Percy ahora todos estaban hablando, Annabeth no se despejaba de Wanda y Wanda no se quejaba de eso más bien le guastaba que la pequeña la había aceptado.

Una horas después todos están en la sala hablando y comiendo las galletas qué Wanda horneo, todos reían y escuchaban las historias que Percy inventaba, y con Luke las reecreaban.

Annabeth estaba sentada al lado de Wanda, mientras comía las galletas de chocolate, ya llevaba su quinta galleta y entre más comía más quería.

—Como con tranquilidad mi pequeña — dijo Wanda llando su atención, mientras tomaba una servilleta y comenzaba a limpiarle la cara con cuidado — Nadie te las a quitar y si es si yo te hago más, solo para ti sólita — le dio una sonrisa.

Annabeth sintió muy cálido en su pecho, y lo único que hizo fue devolver la sonrisa, para después seguir viendo la "obra de teatro", que Luke y Percy estaban haciendo.

En su regazo estaba Devon, durmiendo tranquilamente, ella lo acarició.

Annabeth supo que sería muy feliz aquí, ahora tenía una mamá, una tía, otro hermano y un primo, era todo lo que había soñado.

Wanda salió con cuidado de la habitación de Annabeth, quien dormía plácidamente en su ahora propia cama. La luz de la luna se filtraba por las cortinas, pintando el suelo de un plateado tenue. Wanda sonrió al verla y, con el mismo cuidado con el que salió, cerró la puerta tras de sí.

El pasillo estaba silencioso, y Wanda se dirigió hacia la habitación de Luke. La puerta estaba entreabierta, y la luz de una lámpara se filtraba desde el interior. Luke estaba sentado en la cama, con la mirada perdida en sus manos. En ellas sostenía una nota escrita en griego antiguo, sus ojos escudriñando cada línea con intensidad.

—¿Luke? — la voz de su madre lo sacó de sus pensamientos. Levantó la vista y la encontró en la puerta, con una expresión preocupada.

Luke guardó la nota en el bolsillo de su camisa y se puso de pie. Wanda se acercó a él, notando la tensión en su mandíbula y la sombra en sus ojos.

—¿Qué dice la nota? — preguntó Wanda,con preocupación

Luke suspiró y miró a su madre.

—Es de mi padre —dijo lo último con molestia, pero después soltó un suspiro— Decía que lamentaba la muerte de mi madre y otros cosas sin sentido.

Wanda solo asintió, el tema de May Castellan, aun seguía siendo un tema muy delicado para Luke, aun que el decía lo contrario.

— Ahora tienes que dormir mi vida — dijo Wanda mirando a su hijo — Mañana será un nuevo día y hay muchas cosas que hacer — le dice con una pequeña sonrisa.

Luke asintió sin más, se fue a costar en su cama mientras que se madre la daba una sonrisa y se despedía de él.

Se quedo en silencio, pensado en muchas cosas, pero ahora sin más se dejó sumir en un sueño.

Hades sonrió cuando vio a Wanda entrar a la habitación, el estaba sentado en medio de la cama, la estaba esperando y con muchas ganas de verla.

—Hades — sonrió Wanda al verlo después de días sin verlo.

El aire en la habitación parecía cargado de electricidad mientras Hades y Wanda se encontraban frente a frente. La mirada intensa de Hades se clavó en los ojos de Wanda, y ella sintió un cosquilleo en el estómago.

—Has estado ocupada —dijo Hades, su voz profunda y ligeramente burlona—. ¿O simplemente me estabas evitando?

Wanda se cruzó de brazos, fingiendo indignación. —No te creas tan importante, señor del inframundo. Tengo asuntos que atender.

Hades se levantó de la cama y se acercó a ella. Su presencia era imponente, pero también había algo vulnerable en su expresión. —¿Asuntos más importantes que yo?

—Claro ahora soy madre — dijo con seriedad, pero un sonrisa reemplazó su seriedad  — Pero eso no significa que no haya pensado en ti.

—¿Oh? —Hades arqueó una ceja—. ¿Y qué pensamientos has tenido?

Wanda se mordió el labio inferior —He pensado en cómo sería besar de nuevo a un dios de la muerte.

Hades se inclinó hacia ella, su aliento rozando su piel. —¿Quieres averiguarlo?

El mundo exterior desapareció mientras sus labios se encontraban en un beso ardiente. El tiempo se detuvo, y Wanda se preguntó si estaba soñando. Pero no importaba. En ese momento, solo existían ellos dos y la promesa de un amor que trascendería los mundos.

1333 palabras

Ahora si ya esta bien el capítulo, lamento que se hubiera repetido muchas veces la primera parte y que no tuviera sentido.

Les gusta los gifs qué hize??

Wanda con sus hijos

Wanda y Hades