Durmiendo juntos
Advertencias: Leve mención al alcoholismo, lenguaje vulgar (poquito).
~•~
"Un muchacho tan tétrico no podía ser novio de nadie, mucho menos de alguien decente" el pensamiento de muchas personas, pues en cierta parte, Hanma era alguien indeseable. Odiaba estar aburrido y gran parte de su adolescencia la pasó buscando adrenalina que lo hiciera sentir vivo.
Hizo cosas de las cuales nadie podía sentirse orgulloso, y otras un tanto peores. Pero así era él, y aunque ya no tenía diecisiete años, reservaba sus rasgos más inmundos. Por supuesto que su novia lidiaba con él a su modo.
A veces parecía ser demasiado para ambos.
Era temprano, casi las cuatro de la mañana cuando el teléfono de Saori comenzó a sonar despertandola de sus dulces sueños. Abrumada estiró la mano para contestar—. ¿Quién habla?
—Soy yo, estoy afuera —respondió el de mechones rubios con ese tono gélido de poco amigos.
La azabache bostezó nuevamente—. Pues ve a dentro, hace frío.
Hanma soltó una carcajada—. Afuera de tu departamento, apúrate, está helando.
Más despierta que antes, se puso de pie buscando una sudadera—. No empieces a hacer un escándalo, todos están durmiendo —ordenó porque claramente en la residencia estudiantil solo podían estar dormidos, o estudiando y en cualquier caso no quería ser una molestia. Bajó en silencio y con cuidado las escaleras, se trató de sostener del barandal para no caer por la falta de equilibrio.
Al abrir la puerta, un Shuji con las manos rojas se asomó por la entrada—. Luces terrible recién levantada —su broma no tuvo mayor efecto en la menor, que lo dejó pasar para subir junto a él. De reojo vió que usaba una de sus sudaderas—. ¿Estás enojada?
—¿Por qué me levantaste en la madrugada? No, seguramente es tu imaginación —respondió sarcástica—. Me debes una explicación sobre los nudillos rojos.
Más tímido que antes escondió las manos—. No seas aguafiestas, me divertí mucho —al estar frente al departamento pudo notar el ceño fruncido de su novia—. Vamos, será una cita matutina, siempre dices que te gustaría verme levantarme temprano…
—Ni siquiera dormiste —murmuró pasando al departamento, que en realidad no era tan espacioso, tenía una pequeña estufa, y muebles en los que cabían pocas cosas, al fondo del pasillo estaba su recamara y frente a la cocina una sala diminuta—. ¿Quiere bañarte?
Hanma negó recargando todo su peso en la espalda de Saori—. Si no te bañas conmigo, entonces no.
La menor me dió la razón—. Lávate las manos, voy a dormir.
La analizaba caminando hasta su habitación para tumbarse sobre las sábanas, era tan floja cuando tenía la oportunidad de serlo. Hanma sonrió de forma boba siguiéndola sin restricciones—. Hazme espacio —prácticamente la empujó hasta quedar a su lado, aunque claro que sus pies salían un poco del colchón, así que se puso en posición fetal apretando a su novia— ¿Por qué estás enojada?
—De mal humor, pudiste venir en la noche en lugar de la madrugada— dijo siendo arrullada por el más alto—. ¿Qué pasó?
Shuji dejó un beso en su cabeza tratando de distraerla, pero la muchacha pellizco su abdomen suavemente—. Un idiota con problemas de ira me dió un golpe cuando venía para acá, me retrasé en darle una paliza y cuando llegaron sus amigos no pude avisarte.
Saori suavizó su expresión por su repentina sinceridad—. ¿De verdad?
El de tatuajes asintió nuevamente—. Sabes que tengo mejores mentiras.
La muchacha abrazó a su novio con necesidad—. Por primera vez estoy de acuerdo con que golpees a las malas personas. ¿Te duele algo? ¿Quieres ir al médico?
El de ojos ámbar se retorció hasta quedar a la altura del pecho de Saori—. Deja de joder, quiero estar contigo.
La femenina acarició suavemente su nuca—. Lamento si puedo llegar a ser tan estricta, de verdad me preocupas…¿Qué haría si algo te pasará?
—Ser novia de tu mejor amigo —él mismo se arrepintió de su comentario—. No lo sé, pero definitivamente no te llamarían en la madrugada para molestarte.
La más baja encimó la pierna sobre la cadera de Shuji—. No eres una molestia, solo eres difícil de entender.
—¿Te resulta difícil quererme? —esa era la ventaja de verlo con tantas horas de insomnio, se ponía muy sincero, al igual que verlo ebrio, o feliz.
—No, te amo sin esfuerzo, pero no comprendo lo que sientes, por eso quisiera hablar más sobre tus sentimientos —esperaba una broma, pero nunca llegó, al contrario, Hanma dejó un beso en sus clavículas.
—Te prometo que me cuidaré por tí, porque no soportaría que estés con alguien más —confesó entre suspiros. Siendo tan mimado por Saori terminó durmiendo entre sus brazos.
—Eres tan bonito, Shuji, tengo ganas suerte de tenerte junto a mí —decía en voz baja la joven que perdió el sueño. Su alarma sonaría en unas horas, pero le bastaba saber que Hanma al menos durmió.
Saori perdió horas de sueño, pero ganó el dulce aroma de su novio.
.
.
.
Al despertar no encontró al joven a su lado. "Desgraciado" pensó pues no sería raro que Shuji saliera a escondidas para fumar sin siquiera haber desayunado. Grata fue su sorpresa al verlo hurgar su despensa sentado en cuclillas.
—Dame de comer, el desayuno es la parte más importante del día —exigió al escuchar sus pasos, al verla lucía verdaderamente feliz—. ¿Qué te pasa?
—Nada. Dame permiso, te haré un café y quizás un panqué si te portas bien…
—Odio esa mierda —la interrumpió deliberadamente, al notar que sus malas palabras abundaban cerca de ella suspiró—. De acuerdo, dame lo que sea, tengo hambre.
La joven puso su cafetería a funcionar y de un empaque saco waffles ya preparados para ponerlos a calentar—. Hanma, ¿Desde hace cuánto que no bebes?
El de mechas rubias jugaba con una manzana en la mesa cuando su pregunta lo hizo dudar mucho, sinceramente no recordaba con claridad su última borrachera, pero fue hace mucho—. No lo sé, creo que desde que vomité en tus piernas.
El recuerdo llenó de vergüenza a ambos. Shuji llegó muy ebrio y sin aviso se acostó encima de su novia, que trataba de quitarlo por el miedo a ser ensuciada, al darse cuenta de su intranquilidad, Hanma tuvo una gran idea. "Quédate quieta, te voy a dar un oral" dijo en tono bajo, pero apenas llegó a sus piernas la vomitó.
—Eso fue hace casi cuatro meses —agregó la joven mientras servía el café de su novio—. Vaya, casi cuatro meses de buen comportamiento.
—No me jodas, no soy un niño ni un anciano en rehabilitación —en el fondo esperaba ser felicitado por su hazaña—. Además, tú eres la que me dijo que si quería verte, no podía estar alcoholizado ni drogado.
Saori dejó un beso en su frente al mismo tiempo que la tasa tocaba la madera frente a Shuji—. Pero estoy muy orgullosa de tí, Hanma. Me gustaste siendo tú, pero aprecio que dejes de hacer cosas tan perturbadoras.
El de tatuajes la apretó de la cintura sin posibilidad de movimiento, solo para esconder su cara entre su pecho—. Me tratas mejor que nadie, ¿Cómo podría negarme a complacerte?
—Ay, eres muy dulce —eso bastó para ser soltada junto a un gruñido de su novio—. Ahora desayuna, ya es algo tarde.
—Si mami —exclamó divertido.
A veces era demasiado para ambos, pero lograban encontrar un punto medio.
Jesucristo, yo tengo el HC de que Hanma es un pésimo novio, pero aún así tiene a las morras bien embobadas. En fin, también creo que puede ser como un perrito cuando está enamorado.
Me sorprende lo mucho que cambio mi forma de escribir en menos de un año, prometo corregir Cigarette Daydreams porque reconozco que es una historia muy linda.
-Honey
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro