Extra.

El trabajo que implica reconstruir a una persona desde cero era extremadamente exhaustivo, pero para Jake y Sunghoon que disfrutaban del proceso de reconocer que se podía vivir con paz, que cuando recordaban que se amaban porque se querían a ellos mismos y que juntos eran más fuertes, no fue tan alarmante como se lo imaginaron.

Ambos trabajaban en su relación de igual manera, ponían de su parte para que las cosas funcionaran, el gran amor que se tenían los motivaba.

Aunque existía incertidumbre de parte del destino, ambos jóvenes estaban más que seguros de quien eran los dueños de sus corazones.

Sunghoon esperaba a su omega fuera del salón de clases, las aulas no quedaban tan alejados y estaban agradecidos por eso, el omega salió del salón a toda velocidad para estampar sus labios con los del alfa.

Ambos caminaban alrededor de sus amigos con sonrisas, saliendo de la institución.

—Viejo bombo, me puso un 4 en el examen de toxicología. ¿Ustedes creen que me pase si le compro un kilo de aguacate? —pregunto Heeseung bastante interesado.

—¿Para que mierda va a querer aguacate?— Niki caminaba pegado a un lado de Jake escuchando a Heeseung quejarse desde ya bastante minutos atrás.

—No sé, ¿para unos tacos?

—Mejor ofrécele vales para gasolina.—comentó Sunoo detrás de Heeseung.

—Ay no, esos mejor para mí.

—¿Y no es mejor que te pongas a estudiar de una vez por todas? No entiendo como llegaste hasta la universidad si ni siquiera te sabes las tablas de multiplicar mucho menos las fracciones. — Sunghoon que caminaba junto al otro lado de Jake de la mano miro a su amigo con decepción.

—Eso amigo, es todo un arte.

—Yo sigo contando con los deditos.—dijo Jake entre Niki y Sunghoon, apenas y se veía entre los dos altos alfas.

Su alfa habló rápido dándole un beso en la frente.—Tu no te preocupes amor, eres el más inteligente y hermoso ser de este universo.—al alfa le encantaba alagar a su omega que siempre agradecía, aunque terminaba recibiendo condenaciones de parte de sus amigos.

—Gracias a Dios Sunghoon no nos restriega en la cara su perfecta relación cada día a cada maldito segundo.—Heeseung le dijo sarcásticamente.

—Que te valga.

—Que envidia.—dijo Sunoo en un puchero.

—No te preocupes Sunito, yo se que aparecerá el indicado.— Jake le daba ánimos.

—Obvio, lo que me preocupa es que no sea así de guapo como Sunghoon.—dijo Sunoo, haciendo sonrojar al alfa lo que provocó que le diera un abrazo a Jake escondiendo su cara en el cuello del omega.

—¿Y si no qué? ¿Y si es más guapo? —preguntó Niki.

—Ay no lo sé, ¿a donde iremos a comer ahora?—cambio de tema nervioso.

—Elijan rápido a Jake le viene rugiendo el estómago desde hace rato.—dijo Heeseung preocupado.

—Amor, ¿tienes mucha hambre, porque no me dijiste?

—No tenía tanta—hablo sonrojado—pero ahora si, ¡vamos a comer mochis de fresa!.

"No otra vez..." pensaron todos.

Su eterno amor por los mochis de fresa no cesaba.

—Está bien, pero después iremos a comer helado de choco-menta.

—¡El último en llegar paga!—grito Niki.

Todos los chicos salieron corriendo subiendo a los autos listo para llegar hasta algún restaurante.

Después de comer entre risas y despedirse de sus amigos, la joven pareja caminaba entre el centro de la ajetreada cuidad que por alguna razón estaba desértico, solo se podía admirar las luces pintorescas de los establecimientos del lugar y sentir el helado atardecer.

—¿Te quieres ir a casa o pasamos por un café?

—Ya quiero ir a casa, estoy cansado.

Sunghoon asintió, observó al omega bostezar y sonrió cambiando la dirección de su caminar para llegar al auto, pero al doblar en una esquina Jake se detuvo de golpe.

—Aguarda, ¿ese de allí no es Jungwon?

—¿Dónde?

Jake señaló un pequeño restaurante enfrente a ellos, desde el ventanal se podía admirar al omega sonrojado siendo abrazado por un chico alto, ojos rasgados y cabello negro, bastante guapo y con apariencia de rico excéntrico.

Ambos se miraron y sonrieron, sintiendo la frescura de una nueva vida.

Jake y Sunghoon se dirigieron a su hogar, desde que entraron a la universidad decidieron vivir juntos, en realidad todo se mantenía de maravilla, siempre están muy felices juntos y les encanta pasar sus tardes entre besos y mimos. A excepción de que, Yoongi y Darim llegaban de imprevisto a su hogar para vigilarlos constantemente, según ellos previniendo "accidentes o bendiciones" antes de tiempo, solo que ambos terminaban con regaños de parte de Jimin.

Después de un relajado recorrido en auto, llegaron a su destinos.

—Amor, ¿iremos mañana a ese museo? —preguntó Jake bajando del auto pesadamente.

—¿Quieres?

—Mmmm, tengo demasiada flojera como para levantarme temprano en sábado.

—Podemos ir otro día. ¿Quieres procrastinar todo el día de mañana?

—Excelente idea, eso haré así como todos los días, ugh soy de lo peor.

Jake abría la puerta de la casa cuando Sunghoon lo detuvo, tomándole la mano.
—Jake, no estás perdiendo el tiempo todos los días, no pienses así. Comes, lees, duermes eso es hacer algo.

—Algo... no productivo.

—Jaeyun.

—Mi vida, estoy bromeando.—ambos entraron a la casa.

—No me gustan esas bromas, de andarse menospreciando.—suspiro— Puede que nunca perdone al universo por tratarte tan mal.

—Hey, ya pasó, la psicóloga dijo que avanzáramos, y tal vez algún día nos espere alguna playa, algún atardecer o algún rincón del mundo donde la vida nos pida perdón por tanto, estamos llegando allí, juntos, la vida se disculpará eventualmente. —Jake hablaba mientras observaba el retrato de unos pequeños recolectando fresas en un enorme jardín, justo en la entrada de su hogar, junto con muchos más retratos, junto a sus amigos y familiares.

—Eres la persona más valiente que conozco.—Sunghoon caminaba detrás de Jake entrando a la habitación de ambos.

El alfa se sentó sobre la esquina de la cama mientras veía a Jake sacar ropa del armario para cambiarse.

—No es para tanto Hoonie, existe gente que la pasa peor.

—Pero eso no quiere decir que lo tuyo no duela, ademas cariño, dejarse querer también es de valientes. —Jake dejó lo que hacía para observar con ojos brillantes al alfa.

—Te amo. —confesó el pequeño.

—Yo también, te amo. —le respondió el pálido con una sonrisa de ternura.

Jake se acercó a Sunghoon, este lo llevó hasta su regazo dando caricias en sus piernas y besos por su cara.

—Y sabes, tú eres mi destino. El universo a existido por billones de años y por casualidad terminamos viviendo al mismo tiempo, eso cuenta como algo extraordinario. —Jake tomó el rostro de Sunghoon para estampar sus labios en un corto beso, pero repleto de amor.

—Ujum, tú también lo eres para mi. Tal vez, si mañana exista un día donde una persona se presente ante mi como mi destinado, sabré que la Luna se equivocó, porque mi único destino eres tú. —Ahora fue turno del alfa unir sus labios pero esta vez en un beso profundo y lento.

Sunghoon recostó a Jake sobre la cama, profundizando los besos y alargando las caricias. El alfa acariciaba el abdomen y pecho del omega, Jake solo podía gemir entre los labios de Sunghoon.

Se separaron con la respiración acelerada.

—¿Nos pusimos románticos? —preguntó el omega en tomo burlesco.

—Tu empezaste.

—Claro que no.

—Claro que si, aparte no sólo nos pusimos románticos también calientes.—dijo Sunghoon aún sobre Jake apretando su cuerpo contra el suyo.

—¿Nos? Me suena a manada, tú eres el caliente, no me dejas descansar, Hoonie termino durmiendo en todas las clases de la mañana—hizo un mohín con el ceño fruncido—necesitamos crear un itinerario para este asuntillo. —señaló la entrepierna del alfa.

—O... simplemente te dejas querer, amor siempre usamos protección no le veo el problema. —Sunghoon se recostó enseguida a Jake atrayéndolo a su cuerpo de la cintura para acurrucarse entre los brazos del omega.

—Claro, como a ti no te dan como cajón que no cierra.

El alfa soltó una risilla recordando como la noche pasada el omega le gritaba que no parara y le exigía más fuerza, y eso que no estaba en celo.—Ya, prometo controlarme.

—Ajá, eres un unicornio, tus promesas son como de fantasía.

—Es que te amo tanto que no puedo estar tanto tiempo separado de ti, te necesito para vivir, eres mi oxígeno.

—Por tú culpa, mamá, papá Yoongi y papá Jimin siempre estás metidos en nuestra casa.—dijo Jake refunfuñando.

—Están locos, no les hagas caso. Cuando nazca la bendición van a pelear por ver quien le limpiará la caca aguada al nieto.

Sunghoon acurruco el rostro en el cuello de Jaeyun, respirando profundamente su aroma favorito, mientras Jake reía por las ocurrencias de su alfa.

Después de pasar por tanto Jake comprendió muchas cosas con el pasar del tiempo, y las situaciones que vivía día a día, comprendió que en la vida solo hay una persona que puede hacerte feliz, y esa persona eres tú mismo. El pequeño omega aprendió a amarse a si mismo, para poder amar aún más a su alfa.

Que ambos se amarían más y serían mejores personas si cuidaban sus almas personalmente y mutuamente.
Y que no se trata de tener algo serio si no de tener algo sano.

"Soy muy feliz, gracias a mi alfa, gracias a mi,  la verdadera felicidad es cuando estamos felices con nosotros mismos, porque así seremos felices juntos."

Hasta aquí llegamos, muchas gracias por seguir conmigo en esta historia, tengo bastantes otras que planeo realizar, pero por el momento me dedicaré a mi vida fuera de las redes, hasta que tenga al menos una historia casi completa empezaré a publicar de nuevo.

Nos leemos en la próxima, cuídense mucho  y tomen agüita 💖