恐れ⒌
Con el día escolar llegando a su fin, el cansado cuerpo de Jake guardaba perezosamente sus libros en el casillero. Aunque el olor a alfa que repentinamente noto lo alarmo por un lapso de tiempo, se calmó a sí mismo y solo vio de reojo pasar por el pasillo a un puñado de alfas populares.
Esos que se creían superiores a todos lo demás solo por sus géneros, no importaba tu economía, inteligencia, ni moral, solo que no eras nadie a comparación a ellos.
Alfas con complejo de Dios.
Jake con cara de pocos amigos como de costumbre, hizo como que le importo poco los olores hediondos que tenía que respirar, pero en realidad tenía miedo. Omegas y betas babeaban por los alfas y estos esparcían sus feromonas para impacientar a los ilusos de los omegas, Jake sintió que expulsaría el desayuno en cualquier momento.
Esa naturaleza que te hace ir en contra de tu sentido común le aterraba, si por la cabeza de esos alfas se les cruzaba incitar el celo de alguno de los omegas, todos estaría en peligro.
Jake no quería tener que lidiar con abusos de ese tipo, no más.
Suspiro de alivio cuando la apeste se alejó de él. Recuperó la movilidad de su cuerpo aterrado y tembloroso, dejó los libros que no necesitaría y camino tranquilo a la salida del edificio.
Sin saber que la maldad ya lo esperaba allí.
—La foca acaba de llegar, ¡todos corran o su olor los hará vomitar!
Jake fulminó con la mirada al alfa que reía fuertemente, destacándolo de entre la multitud.
—¿Te refieres a tu olor a rata muerta?—contraatacó el omega.
—Uy, no aguantas nada.
—Obvio que no aguanto nada, no tengo por que.
Niki que estaba parado entre la multitud quedó sorprendido e incómodo, pensó que sus nuevos amigos lo habían invitado a pasar el rato, no a insultar a lindos omegas.
"Desgraciados." pensó viendo al pequeño omega defenderse enfrente a él.
—Será mejor que cierres esa linda y pequeña boca, si no quieres que te la rompa con algo más grande.—Sonrió malévolamente.
—No.
—¿No? —pregunto con cinismo. — Tienes que obedecerme omega basura, tu único maldito fin en este puto mundo es abrir las piernas, complacernos y gritar de placer mientras lloras por más.
—Y tú basura de alfa solo para introducirla, que lastima que es tan pequeña que no alcanza para que alguien grite tu nombre.
El alfa camino rápido estampando el puño en la mejilla de Jake.
Niki que se encontraba con la boca abierta quedó inmovilizado del asombro, que locura.
—Parece que quieres que alguien te eduque.—alzó de nuevo la mano, mientras Jake masajeaba su mejilla.
—¡Hey! Basta.— Sunghoon salió de entre la gente, como todo un príncipe azul al rescate.
Uf, sin duda Sunghoon era un alfa temible. Su voz de mando retumbó hasta el fondo de aquellos que lo escucharon.
Jake huyó mientras todos se distraían con el nuevo alfa, tocó de nuevo su mejilla, ardía y dolía aunque le dolía más el orgullo que el mismo golpe.
Ya no deseaba más nada, no quería escuchar nada, pero las risas que retumbaban en sus tímpanos provocaron que caminara más rápido.
Las piernas le dolían, su boca sabía a sangre, caminaba lo más rápido que su cansadas piernas le permitían, los pensamientos oscuros de su corazón no le permitieron ver ni escuchar a quien gritaba su nombre desde hace unas cuadras atrás.
Despertó de su trance cuando un escalofrío recorrió su cuerpo gracias a una mano que se posó sobre su hombro.
Volteo asustado, viendo a Sunghoon detrás de él.
"Vaya día."
—Hey... te estuve buscando por toda la escuela.. yo... de verdad quiero hablar contigo. —hablaba con dificultad, tratando de regular la respiración.
Y es que, Sunghoon había recorrido por todos lados en la escuela buscándolo, gracias a la ayuda de Heeseung, Sunoo, le dijo que Jaeyun estudiaba allí, sin embargo no le dio mucha información más que eso.
Al final lo vio caminar velozmente por la salida de la escuela y lo siguió, importándole poco a quien dejó con la palabra en la boca cuando preguntaba por Jake.
—No se quien eres, aléjate.—le contestó Jake de mala manera.
—¿De verdad no me recuerdas?—en la voz del alfa se escuchaba decepción.
—No, suéltame.—Jake empezó a caminar.
—Yunie.
Jake detuvo su caminar.
"No, no, no me hagas esto por favor, eso es jugar sucio."
—Te equivocas de persona.
—No, se que eres tú Jaeyun, por favor mírame, ¿que sucedió? ¿Porque.. "me alejas?"
Jake, ya cansado mentalmente explotó.—Por favor Sunghoon, deja de vivir del pasado, lo qué pasó antes ya no está, ya no existe, el Jake que recuerdas, que tanto añoras murió hace mucho, si quieres puedes hacerle un funeral, pero al nuevo ya déjalo de una maldita vez en paz.
—Jake, sé que paso mucho tiempo y ambos cambiamos y qué tal vez ya no nos conozcamos pero quiero saber de ti, conocerte más-
El omega suspiro, a punto de soltar la primera lagrima.—Nah, yo no quiero. Me abandonaste, pero no te culpo, yo igual me abandonaría si pudiera.
Sunghoon intentaba arreglar las cosas.—Claro que no, yo no lo quise así, quería estar contigo, pero mi papá-
—Lo se, no fue tu culpa. Separarnos desde pequeños fue obra de la vida, así que deja que la obra siga. Seamos desconocidos, como todos estos años. Te lo suplico.
—¡No! no eres un desconocido, jamás lo fuiste, puede que no contara el tiempo que estuvimos juntos pero he contado cada minuto desde que nos alejamos, esperando que sea un minuto menos para volver a verte y ahora que estás frente a mi-
—¿Te arrepientes?—pregunto el omega mirando al piso.
Sunghoon sonrió tiernamente.—Valió la pena. Jamás me arrepentiría de esperar si es por ti, no sé qué pasó, pero no deseas... estar conmigo y, ¿contármelo todo?—el alto acortaba la distancia, tocando tiernamente la mejilla de Jake, que parecía que en cualquier segundo se derrumbaría, desde cerca observo mejor su cara. "¡¿Sangre!?" — Por los cielos, ¿ese bastardo de verdad te golpeo? Debí destrozarle la maldita cara, no vi cuando... Dios, tienes sangre al borde del labio, ven, déjame ver.
Sunghoon estaba listo para limpiar y curar la herida de Jake, pero este endureció su cuerpo.
Y se alejó.
—No, déjame por favor.
Jake corrió con los ojos llenos de lagrimas, prefiriendo irse, totalmente avergonzado y humillado por saber que Sunghoon presenció tal escena.
Los días pasaban, y mientras las horas transcurrían constantes situaciones y cambios surgían en la vida del pequeño omega.
Niki quien pasaba casi todo su tiempo pegado a él, lo defendía incontables veces de quien quiera que tratara de insultarlo.
No eran amigos, pero al menos ya eran más cercanos que el primer día. Aunque Jake todavía tenía cierta desconfianza, calmó su temeroso corazón cuando vio cómo Niki repartía golpeas a diestra y siniestra en secreto a aquellos alfas, cuando lo golpearon.
Y Sunghoon, pobre, la primera cosa que hizo al encontrar a Jake fue decirles a sus padres las buenas nuevas. Estos ayudaron con su parte, sabiendo que Jake estaba en la cuidad movieron contactos y por fin llegaron a dar con la información de Darim.
Pero Darim que jamás tenía más de 5 minutos para hablar con quien no fuera algún socio de negocios, no fue de mucha ayuda para acercar a los jóvenes de nuevo.
Ilusa la familia Park que creyó que volviendo a encontrase serían tan unidos como hace años, ahora cada quien tenía cosas que hacer y tiempo que no podían perder.
Sin embargo Sunghoon no se rindió, todos los días sin falta se paraba en la puerta principal de la escuela a esperar por Jake, a veces solo, otras con Heeseung o Sunoo, pero siempre esperaba por él.
El alfa llamaba tanto la atención que se corría el rumor que Jake le hacía brujería, otros decían que lo había sobornado pero nunca creían que Sunghoon sinceramente quería a Jake.
—Jaeyun, ¿no quiere ir por un helado? Te compraré cuantos quieras y el sabor que quieras.
—No gracias, tengo un resfriado.
—Mira, te traje un pequeño detalle, es un perrito de peluche, ¿aún te gustan verdad?
—El pelo del peluche me causa alergias.
—Yunie, ¿te cuento un chiste?
—Jakey, te acompaño a tu casa.
—Jake, vamos juntos, podemos pasar por ese lindo parque nuevo.
Sunghoon se encontraba más nervioso que de costumbre—Jakey, mmmm... ten, es un mochi de fresa.
Le extendió un lindo y lujoso paquete con varios mochis de fresas dentro, Jake lo observo por unos momentos, hacia mucho que no probaba uno, era su favorito.
—...Gracias.
Jake tomo el paquete sutilmente con un gran sonrojo en su cara, Sunghoon tenía una enorme sonrisa que no podía controlar. Al fin, su Yunie empezaba a ablandar su corazón.
Mientras mas pasaba el tiempo cerca de Jake, Sunghoon aprendió que este era una masita de amor con una gran muralla alrededor de su corazón a causa del temor y enojo.
Y después de un tiempo vagando por su escuela ya se daba una idea de donde provenía ese temor, luchaba constantemente por cuidarlo desde las sombras.
Aunque al principio a Niki no le agradaba del todo Sunghoon, le tenía respeto, por tener tanta paciencia para cortejar a un omega, así que ahora los recién convertidos a amigos, cuidaban al lindo omega todo el tiempo.
A pesar de que Sunghoon luchaba por ver la linda sonrisa y las mejillas rojas de Jake le rompía el corazón verlo cada vez peor que el día anterior.
Comprendió que mientras más gruesa es la armadura, más fragil es el ser quien la habita.
Y Jake estaba emocionalmente exhausto.
Trataba de ser la persona fuerte y ruda que todos creían que era, la que no le importaban los susurros, los insultos y los malos tratos.
Pero tener a Sunghoon rondando en su espacio personal hizo que una luz de esperanza brillara dentro de él, pero vaya problema cuando olió el olor de alfa que emanaba su amigo de infancia, y no cualquier alfa, era un olor penetrante y sofocante. No lograba concentrarse y saber que era exactamente a lo que olía, solo sabía con certeza que Sunghoon era un alfa de alto rango.
Jake sintió desfallecer.
Tal vez fue porque jamás pensó o sintió curiosidad por saber que sería de Sunghoon, simplemente trató de olvidarlo y enterrarlo en el mar de sus memorias, como un lindo recuerdo.
Además de que nunca sintió la necesidad de oler específicamente a los demás, y menos a alfas, así que no distinguía muy bien los olores.
Porque Jake tenía un problema con alfas siendo un omega; omegas, que no podían vivir sin un alfa pero que querían salir de las garras de uno.
"¿Porque los omegas tienen que ser los esclavos en la relación?"
Su corazón pesaba cuando recordaba que algún día tendría que estar atado a un alfa para poder ser alguien realizado en la vida.
Con los pensamientos frustrados salía con pesadez de la escuela.
—La zorra llegó.
Jake miro al alfa enfrente a él, emitía un olor más fétido de lo normal que lo asusto, busco rápidamente a Niki con la mirada pero no pudo divisarlo en ningún sitio.
—No estoy de humor.—trato de zafarse del lugar.
—Y eso que importa, no es cuando quieras, es cuando yo diga. —puso su mano en la nuca de Jake apretando con fuerza la parte trasera de su cuello.
—Quita tu asquerosa mano. —Jake trató de soltarse. Escalofríos recorrían todo su cuerpo.
—Hoy tendrás tu merecido. Te he dejado salir con la tuya, viéndote abalanzarte sobre distintos alfas, pero ya va siendo hora de que recibas un poco de disciplina. —dijo sonriendo.
El alfa estaba en su celo.
—Los omegas deberían solo sonreír y abrir las piernas para nosotros.
—Deja de hacerte el santo, todos son unas putas.
Jake temblaba de miedo escuchando a los minions del alfa, su respiración empezó a cortarse, buscaba a Niki por todos lados con desesperación o alguien que pudiera ayudarlo, internamente rogando por un milagro.
Pero cuando fue arrastrado entre varios alfas hasta un salón de clases vacío en un edificio abandonado supo que el universo jamás lo dejaría ser feliz.
Gritaba por ayuda, su garganta se desgarraba, movía su cuerpo con furia tratando de soltarse del fuerte agarre de cuatro alfas, observo como otros dos cuidaban la entrada, luchaba con todo su ser. Su cuerpo temblaba erráticamente y las lágrimas salían sin parar.
Desvistieron su cuerpo, lo tocaron, el pequeño quiso morir en ese instante, no podía más, ya no, morder su lengua y morir era mejor que tener que soportar tal humillación.
El miedo lo corrompía, rompía su alma y su ser.
—Para que se te bajen los aires de grandeza, ahora si, nadie va a querer a un omega con un lazo roto.—dijo el alfa posicionándolo sobre el suelo.
"Oh, Dios, ese alfa malo quiere mordernos." Jake y su lobo temblaron en completo terror, no querían eso, Jake jamás quiso eso.
—Alguien por favor auxilio, ALGUIEN. AUXILIO, "ALFA."
Jake grito con terror, siendo callado por una mano que fuertemente tapo su boca.
Gritos, y más gritos, de negación, por piedad, de súplica, de susto, de desesperación.
Pero los colmillos en su cuello hicieron que toda fuerza en él se desvaneciera.
Su celo se precipito, el olor a fresa salió disparado por todo el lugar, su cuerpo ardía y quemaba su alma pero su corazón moría.
Dejo de pelear, ya no serví de nada, estaba acabado, dentro del terror sintió cómo era enlazado con aquel demonio.
🔴3/3🕴🏻
Hasta aquí llegamos el día de hoy, gigi. 🧘♀️
Espero que les guste la historia, cuídense y nos vemos hasta el viernes. 💕
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro