Mi mundo de rosa simplemente se esfumó. Si antes creía que aún existía un poco de aquel hermoso color, hoy realmente ya no queda nada.

Desde que salí por aquella puerta, mi corazón se quebró, pues sabía que después de aquello, probablemente no volvería a ver su lindo y perfecto rostro.
Así pensé que sería, hasta que me enteré que se encontraba en el hospital. Corrí... corrí demasiado porque quería verlo, quería confirmar que todo estaba bien, pero solo lo vi con ese sujeto.

Con eso confirmé todo. Mi alma se fue con aquella imagen.

Caminé, escapando de BeomGyu. Quería estar solo, no necesitaba que me viera llorar como lo hice ese día. Ya bastante me había aguantado como para darle más problemas, él no lo merece, es tan bueno.

Visualicé mi ex hogar por última vez, desde que salí decidido a terminar todo, ya nada fue igual. No pensé que dolería de tal manera pero sin duda, sentí morir.

Llevo días encerrado, desde lo de la otra vez, ya no quise salir más. ¿Para qué hacerlo? Temía encontrarme por las calles a ese par. Mi corazón duele al saber que ya ha encontrado a alguien más y que sin duda, he sido reemplazado más rápido de lo que creí.

Saber que entonces, todas esas palabras bonitas fueron falsas, me hace sentir sucio, idiota, incrédulo... Me destruyó la vida, sí, pero no podría dejarle toda la culpa a él, yo también alimenté todo aquello. Yo mismo cree mi teatro pero en lugar de ser el gran genio detrás de la obra, sólo quedé para ser el títere.

Pero, ¿mi secreto? No dejé de salir solo por el miedo de encontrar a Soobin.

Aquella última vez, antes de llegar a lo que por años fue mi hogar, fui abusado sexualmente.
Yo ni siquiera recuerdo el rostro de aquel sujeto, sólo cerré mis ojos y no luché, aunque confieso, quería morirme, quería que enterrara un cuchillo que me desgarrara el cuerpo o simplemente que disparara una bala y que me atravesara el corazón.

También fui abusado por Soobin, pero se siente distinto, ese sujeto... esas manos toscas y asquerosas tocando cada parte de mi. Me siento sucio, me odio, me doy asco.

¿Mi otro secreto? Tomé pastillas, muchas realmente, quise suicidarme hace unos días pero no lo logré.

Subí a la azotea de mi edificio y me acurruqué ahí, esperando mi muerte. Para mi desgracia fui salvado por otro desconocido. BeomGyu no lo sabe, y no lo sabrá jamás.

Puedo darme cuenta de lo miserable que es mi vida, definitivamente salirme de casa fue un error, pude seguir insistiendo, pero me rendí pronto.
Quisiera saber que ha sido de mi Soobin ahora, Gyu me dijo que lo vio tomando terapia y que Kai ni siquiera se miraba como si fuese su pareja. Debí malinterpretar demasiado las cosas, pude hablar y preguntarle a él, pero solo me limité a odiarlo.

He cometido error tras error.

Quiero verlo, sí, pero salir aún sigue siendo una tortura, vivo con miedo y angustia.
Estoy quebrado, quiero volver a ser yo, quiero ser la persona que era hace años, incluso hace meses.

Ya no quiero ser este maldito cobarde que solo piensa en suicidio.

Mi madre no estaría orgullosa de todo esto. Se avergonzaría de mi.

En fin, creo que escribir mis sentimientos es lo único en lo que puedo estar metido, ahogado.
Así puedo ir soltando cosas que me tienen intranquilo, pero eso no descarta que siga aterrado.

Algún día saldré.... Y cuando lo haga, será para ir a buscarte, arriesgándome a todo. Aunque sí muero antes de volver a ti, BeomGyu se encargará de que este libro llegue a tus manos y puedas entender un poco por todo lo que he pasado.

Me odio. Quiero dejar de amarte como lo hago, han pasado muchos meses y mis sentimientos solo se intensifican con rapidez.
Espero con todo mi corazón que seas un hombre bien, un hombre nuevo. Exactamente del que me enamoré.

Porque así, me dará gusto darte una nueva oportunidad y, sé que razonarás y, ahora serás tú quien me ayude a volver a encontrarme, porque lo sabes, estoy perdido. No sé quién soy ahora.

Te amo, Min Soobin. Te amo y lo voy a hacer incluso cuando mi alma ya no exista.