El estruendo fue tal que todos las personas presentes en el coliseo quedaron ensordecidas por un lapso de varios minutos enteros. Una luz cegadora lastimo la vista de todos y el temblor hizo que muchos de ellos cayeran al suelo al mismo tiempo que escombros caían, los destrozos y el caos ocasionado por el impacto del rayo cosmico fueron tales que incluso amenazaron con destruir completamente la isla en la que estaban.

Dionisio hundió su cara lo mas que pudo en los pechos de Artemisa quien se cubrió los ojos para evitar ser lastimada por la luz, Hermes no se movió ni un solo centimetro de su sitio y Ares se lanzo a proteger a sus dos hermanos, usando su cuerpo para evitar que los escombros los lastimaran.

Mamaquilla cerro sus ojos y Pachamama hizo lo mismo. Solo que ambas no temieron a la caida de los escombros, ya conocían el poder de su hermana y por ende, esto no las tomo desprevenidas.

Sasaki, quien ya habia predicho algo como lo que estaban viendo, se movió para cubrir a las Valkyrias de los escombros  mientras que Adan permaneció igual de inmovil en su lugar.

Jacinto se escondió en el pecho de Apollo y este lo cubrió con sus brazos, haciendo sonrojar el pequeño joven. Mientras que el dios de la perfeccion, tampoco se inmuto en lo mas minimo con el temblor y los escombros.

Mamacocha descendió de los cielos, suspendida aun en el aire pero a un par de metros del antiguo barco que ahora no era mas que ruinas.
El agua lleno el lugar y el archipielago se habia visto afectado por la tremenda explosion. Aun asi, habían pedazos aun de tierra donde poder mantenerse de pie.

- M-Mary... - Susurro Teach con la boca abierta, su cigarro se habia caido a lo que Hands lo atrapo en el aire y lo metio en su propia boca para darle una calada.

- Parece que la fuerza del oceano la supero, tal y como esa Diosa lo habia previsto.- Dijo para luego soltar todo el humo contenido.

- ¡O-Oye! ¿Que estas diciendo? - Inquirio Teach girandose a ver a su segundo al mando.

- El oceano es una masa tan gigante y misteriosa, tanto como el cielo o el infierno; no existe hombre ni mujer en esta tierra que pueda ganarle a su furia.- Sentencio Hands, sacandose el cigarro de la boca y devolviendolo a Teach.

Heimdall tardó unos segundos en salir del shock, con la ropa quemada y el cabello erizado al máximo producto de la electricidad que había azotado el coliseo.
El pequeño Dios observó lo sucedido y al no ver el cuerpo de Mary Read, cumplió con su labor.

— ¡Después de semejante ataque, la humana ha desaparecido por completo! No hay rastros de ella por ninguna parte, imposible haber sobrevivido a semejante impacto de poder.— Exclamó a viva voz.

— Heimdall tiene razón, es imposible que siga viva.— Murmuraron algunos.

— Los Dioses antiguos, si que son asombrosos.— Susurró Hermes, con una expresión algo apagada en su rostro.

Artemisa abrió sus ojos y se encontró a Ares  protegiéndola de los escombros, también a Dionisio con su cara metida entre sus tetas.

— ¿Estás bien, hermana? — Preguntó el Dios de la guerra a lo que ella asintió lentamente.

— Si, lo estoy, muchas gracias hermanote.— Respondió ella.

El Dios se movió al comprobar que ya no habían más escombros ni destrozos cayendo sobre ellos, usando el silencio del campo de batalla como una señal de calma. Regresó a su asiento, pero se mantuvo cerca para estar al pendiente.

— Shi, grashias hermanote.— Dijo Dionisio apretando y manoseando los pechos de Artemisa.— Que bueno que estos dos malvaviscos estaban aquí para proteger mi carita.

La Diosa respondió dándole un fuerte puñetazo en la cara, Dionisio cayó al suelo con la cabeza enterrada en el suelo. No dió tiempo a que el Dios de la guerra hiciera algo, pero se sintió muy satisfecho con esto, mientras que Artemisa de acomodó la ropa.

— Odio a los pervertidos.— Gruñó la Diosa.

— Ya somos dos.— Le sonrió Ares.

— Mary...— Gimio Bonny, con los ojos abiertos como platos y sus manos aferradas en sus rodillas.— ¡Deja de jugar, Mary Read! —

— ¡Es imposible, este no puede ser el final de Mary Read! - Exclamo Rackham.

- ¡Y una polla! ¡Aparece de una puta vez, zorra de mierda! — Grito un hombre pirata obeso, bañado en sudor y calvo.

— ¡Puta barata! ¡Aparece y rompe el culo de esa vaca engreida! — Grito otro de los piratas.

— ¡Bandera negra, invocamos la bandera negra! — Gritaron varios de ellos en coro.

Todos los piratas que oyeron dichas palabras comenzaron a hablar entre ellos y a hacer muchisimo ruido, a tal punto de que muchos de ellos comenzaron a hacer ruidos como si fuesen animales. El salvajismo y el escandalo hizo que algunos humanos sintiera muchisima verguenza ajena y los dioses adoptaran una expresion de asco total.

— ¿¡Bandera Negra!? ¿Ellos realmente invocaron a la Bandera Negra? — Exclamo Rackham a lo que Bonny ensancho su sonrisa y solto un aullido como si fuese un lobo.

- ¡Seajajajaja! - La risa de la mujer fue tan estridente que algunos piratas hicieron silencio.- ¡Muy bien, es hora de la Bandera Negra! -

- ¡Señorita Bonny! - Gritaron los piratas.

- ¡Hermanos, hagan sonar las campanas del infierno! -

- ¡CLARO QUE SI! -

De la nada, empezo a sonar una nueva musica; los piratas se habian unido para levantar una nueva cancion, como al inicio del combate.
El ruido fue tan fuerte y estridente que todos los presentes en el campo de batalla podian oirlo claramente, los instrumentos de musica creando una melodia que solamente podia describirse como demoniaca.

“Era una noche sin luna
Y el mal sudaba sobre la mar
Lluvia de miedo y la niebla cubrió
De magia aquel temporal.”

Tambores, cuerdas y cientos de instrumentos hicieron que el campo se llenara con una música demoníaca que hizo fruncir del ceño a varios de los presentes en el campo de batalla.
Las hermanas del Panteón Inca incluso se vieron entre ellas, al verse sorprendidas por el repentino animo que los humanos estaban profesando.

En el palco Hindú, Shiva movía su cabeza al ritmo de la nueva melodía. Sintió muchas ganas de bailar con ese ritmo, al mismo tiempo que sus esposas y su hijo también movían la cabeza al son de la música.

— ¿Están...tocando una canción? — Preguntó Gëir, sosteniéndose la cabeza con una de sus manos.

— Tal parece que sí, la música los acompaña en las celebraciones e incluso las batallas.— Respondió Adán, ladeando su cabeza.

Mamacocha sintio una extraña sensacion de Deja vu, pero rapidamente la desecho para buscar a su oponente con la mirada. No pudo encontrarla, solamente habia una enorme concentracion de humo y vapor no muy lejos de ella.
Sin embargo, no se sentia segura, por segunda vez en su vida, sintio una extraña sensacion de peligro como si alguien la estuviera azechando.

“Como una tela, las aguas rasgó
El tiempo se congeló
Cuentan que un barco
Del fondo emergió
Del inframundo escapó”

Giro hacia todos lados, miro y miro en todas direcciones para poder encontrar a Read quien aun no aparecia. En una de estas, el sonido de un disparo la puso en alerta y ella se movio para esquivar la bala que iba dirgida a ella.
Dicha bala atraveso el muro de contension como si fuese mantequilla derretida.

Mary Read seguia viva.
Cuando la extraña concentracion de vapor se disperso, descubrio a Mary Read parada en medio del campo de batalla.

La pelirroja tenia parte de su traje rojo rasgado y roto, podia verse mucha mas piel de la necesaria. Su piel mostraba heridas abiertas y profundas asi como armas de golpes y cortadas sangrantes e incluso algunas quemaduras.

La humana estaba de pie y en sus manos sujetaba fuertemente una nueva arma; el Moisin Nagant que alguna vez pertenecio a Simo Hayha.

Apollo rasgo y restruyo el posa manos de su silla con un solo apreton al ver dicha arma. La causante de la larga y enorme cicatriz en su cara.
A lo que Jacinto solamente soltó un a suave risita.

Mary Read se tambaleó, pero rápidamente recuperó su equilibrio y soltó una risa adolorida. Había algo diferente en ella, se le notaba mas delgada e incluso mas pálida que antes.

— Me sorprende que no hayas muerto, sin duda eres una mosca muy difícil de matar.— Gruñó Mamacocha quién frunció su cejas al verla de pie.

— Shiojojojo...Nunca moriré, aunque mi cuerpo sea destruido por completo; mi espíritu y mi deseo seguirán con vida y conquistarán hasta el último campo del infierno.— Respondió Mary Read sosteniendo su arma de guerra.

Pero Mamacocha no respondió, en su lugar giró a ver el Tridente de Poseidón. Rápidamente lo lanzó como si fuese una flecha al palco de los Griegos. Ya no quería seguir usando ese patético tenedor para la batalla.

En el palco Griego, los hermanos vieron como el arma se acercaba en bala hacía ellos y mientras que el nervioso Ares intentaba detenerlo, Dionisio lo atrapó en el aire usando solamente dos dedos de su mano.
Lo colocó limpiamente en el suelo y regresó a su asiento junto a su hermana, quién le había dado una paliza y le prohibió volver a sentarse sobre ella.

Mamacocha adoptó una extraña postura de combate, pero esto no fue de importancia para la humana quién ahora armada con su nuevo rifle, se preparó para ser la primera en atacar.
Haciendo gala de una velocidad sobrehumana que sorprendió incluso a la misma Diosa, la pelirroja despareció de la vista de la deidad.

“¡Vengarán!
Tantos años perdidos
¡Robarán!
Todo aliento vital
¡Volverán!
De la muerte y del frío
Pues hoy lo perdido vienen a buscar.”

Una ráfaga de disparos llovieron contra la Diosa, impactando de lleno contra su cuerpo y lastimando su carne. E incluso una bala incendiaria reventó contra una de sus piernas y le causó una terrible quemadura que la hizo gruñir de dolor.

— ¡Maldita humana! — Exclamó pero cuándo se giró en dirección de dónde salieron los disparos, no había nadie.

La humana se había esfumado del campo de batalla.
Mamacocha movió sus manos y congeló todo el suelo y muro de contención del campo de batalla, pero incluso así no hubo rastro de la humana.

— ¡Hey, aquí arriba! — Gritó Mary Read.

Mary Read estaba suspendida en el aire como si estuviera volando en el aire, sujetando su arma y preparando su siguiente movimiento.
La sorpresa fue tal que ni siquiera Brunhilde ni la humanidad esperaron algo como eso.

— ¡Imposible! —

— ¿En qué momento?

Mamacocha gruñó y creó una enorme lanza de hielo afilado que lanzó contra la humana, buscando empalar a su rival.
Pero la humana fué más rápida.

— Black Flag - Ocean Drill —
(Bandera Negra — Taladro del Océano)

Una de las balas de Mary Read viajó a toda velocidad contra el ataque de la humana, la bala se convirtió en un taladro enorme que hizo pedazos la lanza de hielo de la deidad.
Cuando la lanza fué destruida, Mary Read nuevamente despareció del campo de batalla, como si fuese una neblina.

— ¡La batalla ha dado un giro inesperado e impactante, Mary Read se mueve como una sombra por el campo de batalla y fusila a Mamacocha con todo lo que tiene! ¡La Diosa está en shock y los Dioses y humanos también! — Exclamó el anunciante.

Anne Bonny sonrió, y sujetando a Rackham del cuello comenzó a sacudirlo con emoción al ver cómo Mary Read lograba sobreponerse a su rival.
Teach estaba más tranquilo y Hands sonrió al ver que Mary Read estaba tomando la delantera.

— ¿Tu también lo notaste, Pacha? — Preguntó MamaQuilla.

— Si, Mamacocha enserio está teniendo problemas.— Respondió la Diosa de la tierra.— Es como si la humana estuviera bajo la influencia de alguna droga o sustancia, es físicamente imposible que la Adrenalina humana la lleve a tales niveles.

— Tal parece que volvió a consumir la droga que suprime su dolor, no sería la primera vez.— Añadió MamaQuilla.

Brunhilde lo notó, Mary Read ya no tenía tantas cápsulas como las que tenía hace un momento. Sin duda, Mary Read estaba realmente dopada.

Mary Read descendió y al caer al suelo, esbozó una sonrisa amplia al ver que sus ataques estaban surtiendo efecto.
Guardó su rifle y desenfundó sus pistolas para abrir fuego nuevamente con ellas contra la Diosa.

“Rugen las velas y el viento
El ritual va a comenzar
De las almas que están
Por despertar
De su ataúd en el mar.”

La primera bala dió de lleno contra el cuerpo de la Diosa quién regeneró la herida de inmediato pero la segunda bala impactó contra su estómago. Nuevamente la diosa de los mares regeneró la herida y con un movimiento de sus brazos hizo que una enorme ola de agua golpeara a Mary Read con una fuerza que derribó a la pelirroja.

Read cayó al suelo pero se levantó de inmediato y se limpió la nariz y el labio, una segunda ola amenazó con golpear a la humana pero esta respondió dándole un puñetazo y rompiendo la formación de agua estaba destinada a golpearla.

— ¡Que increíble! ¡Acaba de golpear y destruir el agua! — Gritó Ares.

— Esa presión sería suficiente como para matarla ¿como es que pudo golpearla y romperla? — Preguntó Teach.

En su lugar, Anne Bonny sonrió y lanzó un grito de alegría.— Nuestra capitana no es solamente una perfecta tiradora, también es una excelente peleadora a mano desnuda, sus puños son tan poderosos como un cañón.
Mary Read sonrió y se lanzó hacia adelante con sus pistolas en mano, abriendo fuego contra la Diosa quién respondía creando muros de piedra para detener el curso de las balas que iba hacia ella.

— Black Flag: Bird of Fire of the Souls in Perdition —
(Bandera Negra: Ave de Fuego de las Almas en Pena)

Una bala combinada, Mary Read apuntó sus dos pistolas contra, la Diosa quién nuevamente creo una ola de agua que la cubrió del daño.
Sin embargo, la bala de fuego hizo evaporar el agua que fungía como protección y la bala de humo creó una humera mayor.

“Hoy se tiñe el mar de sangre
Los espíritus saldrán
Y en la costa una voz se oye gritar
Bandera negra en el mar
La muerte viene ya.”

Esto sirvió para bloquear la vista de la Diosa lo suficiente. Mary Read llegó hasta ella, se plantó enfrente y con una enorme sonrisa lanzó su siguiente acometida.

— Black Flag: Hell Cannonball —
(Bandera Negra: Bala de Cañón del Infierno)

Una brutal y salvaje lluvia de golpes dió de lleno en el cuerpo de la Diosa quién recibió los impactos en diferentes áreas de su cuerpo entre el vientre y las piernas.
Una patada baja la hizo perder el equilibrio y de esta forma, la humana dió su golpe fulminante; Un golpe con todo el poder de su cuerpo en el centro del pecho y uno en el centro de la nariz.

Tal brutal ataque hizo que la Diosa cayera al suelo como un costal de papas, dejando a todos boquiabiertos y en shock.
MamaQuilla y Pachamama no podían entender, ¿Cómo fué que los golpes de la humana surtieron efecto?

En el palco de la humanidad, Gëir y Brunhilde estaban atónitas mientras que Adán y Sasaki estaban realmente impresionados, ninguno visualizo un escenario donde la Diosa pudiese ser golpeada a mano limpia.

— ¡MUY BIEN! — Gritaron los piratas.

— ¡Esa es mi capitana carajooo! ¡Maldita perra de mierda, eres la mejor! — Gritó Bonny.

Teach estaba tan impresionado que nuevamente se le cayó el cigarro de la boca. Hands sacó uno nuevo y lo encendió para ponérselo en las boca a Teach y cerrarle la quijada para que no se le cayera.

Mary Read sonrió y se tambaleó, se sentía exhausta. Los humanos lanzaron un grito de victoria, al ver que las acciones de Mary Read surtieron efecto. La propia humana estaba sorprendida de que sus acciones hubiesen funcionado tan perfectamente y sintió sus mejillas arder suavemente con tantos cumplidos y palabras de animo; incluso las que venian de parte de su tripulacion.

Sin embargo, su cuerpo le dolia y sus huesos pesaban mas de los normal. La droga estaba consumiendola muy rapidamente, debía acabar cuanto antes.

El aire salado vino a ella, refrescando su frente y haciéndola sentir sumamente ligera. Tal como aquella vez en su infancia.

***

— ¡Suéltame, me haces daño maldito animal! — La voz chillona de un jóven resonó en aquel callejón.

— ¡No vuelvas a insultarme! ¡No soy una niña! — Gruñó un pequeño joven pelirrojo.

El pequeño Mark Read levantó su pie y el adolescente que estaba tirado en el suelo se levantó rápidamente para salir huyendo lo más rápido que pudo. Mark sacudió sus ropas elegantes y tomó su gorrito del suelo y se lo puso, estaba sucio pero no había de que preocuparse.

El pequeño Mark Read, de 7 años de edad solía pasear por las calles de Londres del año 1692 y ocasionalmente solía tener conflictos con jóvenes como el de hace un momento que tenía la intención de asaltarlo luego de haberlo perseguido e insultarlo, llamándole "afeminado" o "niña" lo cual hizo enfurecer a Read.
El joven pelirrojo abandonó el callejón y retomó su caminata hacía los puertos de Londres.

Al llegar, sus ojos se iluminaron al ver una de las enormes embarcaciones que estaba entrando al puerto. El pequeño Read soñaba siempre con subir a una embarcación y recorrer los mares de un lado de otro, sintiendo el viento salado y viajar hasta los confines de la tierra.

El pequeño Read saco de su bolsillo una hoja de papel que desdobló y la puso contra luz para poder ver la silueta del barco a través del papel, su plan era dibujar aquel barco que muchas veces veía desde su casa y al reflejar su dibujo con la luz del sol, podía apreciar que definitivamente estaba saliendo como el quería.
Era bastante similar, aunque habían errores con el sombreado y las líneas, pero por lo demás era un diseño por demás fiel y realista.

Un sujeto de piel negra, cabello canoso y la ropa algo sucia se acercó a Read moviendo sus manos para hacer énfasis en su palabras. Read lo vio acercarse pero no se movió de su sitio, no sintió una amenaza o peligro al verlo.

— Hola pequeño niño, necesito que te muevas para otro lugar porque dentro de muy poco el barco llegará al puerto y necesitamos trabajar rápidamente; no queremos que salgas herido por un accidente.— Exclamó, usando un atropellado inglés que hizo sonreír a Read.

— Hablas muy gracioso, ¿De verdad trabajas en el barco? — Preguntó con la característica inocencia de un niño a lo que el hombre respondió con una risa.

— Sejejeje..Así es, yo trabajo en ese enorme y humilde barco desde hace aproximadamente tres años. Me encargo de cargar y descargar todo lo que trae y lleva el barco entre Londres y las otras tierras.— Podría no ser gran cosa, pero Read sonrió con una emoción muy grande.

— ¿Cómo es viajar en barco? ¿No tienes miedo? — Pese a su apariencia y su mal genio, Read seguía siendo un niño inocente que amaba la idea de subirse en un barco y viajar por los mares.

El señor ladeó la cabeza y se agarró el mentón, se tardó unos cuantos segundos para contestar a la pregunta del pequeño pelirrojo.— Es como subirse en una tabla de madera y salir volando, jamás lo he hecho pero sin duda sería algo parecido; se mueve de un lado a otro ya que a veces las aguas son salvajes.

» El aire es salado y muy fuerte, hay bastante ruido y el sol es bastante fuerte, lo suficiente como para ponerte a sudar completamente. Si tú subieras en un barco, seguramente te pondrías rojo por el intenso y caluroso sol.

Y esto era evidente, Read era de piel blanca y la mínima exposición al sol lo hacía broncearse bastante.
Read ladeó la cabeza y repitió su pregunta anterior.

— ¿Y no tienes miedo cuando navegas? —

El hombre soltó otra risa y se golpeó el estómago con la palma abierta debido a la risa, incluso comenzó a lagrimear. Su risa era tan fuerte que hacía voltear a todas las otras personas que estaban viéndolo.

— ¡Sejejeje! ¡Por supuesto que tengo miedo todo el tiempo! ¿Quién no tendría miedo? — Y Read lo interrumpió.

— ¿Cómo es posible que tengas miedo? Haz viajado por mucho tiempo, no deberías estar asustado.

— Te equivocas, pequeño niño pelirrojo; es todo lo contrario, mientras más viajo, más miedo tengo. Si no sintiera miedo, no podría disfrutar de los viajes y sentirme vivo en cada uno de ellos.
» Las emociones son lo más importante en un ser humano; felicidad, miedo, tristeza y todas las demás son sumamente importantes para que podamos disfrutar de nuestra existencia y nuestra libertad.

Esa palabra, Read la había escuchado muchísimas veces y más que nada en libros y a veces la escuchaba en las calles. Los marineros eran más libres en su opinión, no existía nadie más libre que un marinero.

— Libertad... —

— Libertad para reir, comer, dormir, libertad para poder decidir que queremos y que no queremos hacer, jamás arrodillarnos ni humillarnos ante absolutamente nadie. La verdadera esencia de la humanidad, es ser libre.

Antes de que Read pudiera contestar, una mujer apareció y dando largas y enormes zancadas llegó hasta el pelirrojo y le propinó un fuerte golpe en la frente. El pelirrojo chilló por el dolor y luego sintió un fuerte jalón de orejas que lo hizo callarse en seco.
El hombre negro retrocedió con una expresión de confusión.

— ¡Auch! ¡M-Mamá...! — Se quejó el pelirrojo con sus ojos llenos de lágrimas.

— ¡Mendigo niño, te dije que no te alejaras de mí y que no te acercaras a este repugnante puerto! ¡Mírate, estás todo sucio y mugroso! — Y sus palabras era tan altas que todos se quedaron viéndola tratar de esa forma a su hijo.

— No pasa nada, el pequeño niño sola-- — Fué interrumpido, la mujer le propinó una soberana bofetada al hombre negro y lo miro con todo el odio y furia de sus ojos.

— ¡Aléjate de mi y mí hijo, animal sucio! ¡Seguramente tu fuiste quien lo dejó todo sucio, intentaste atacar a mi hijo cerdo violador! — Y nuevamente había comenzado a gritar.

Read se limpió las lágrimas y regresó su vista hacia el hombre quién retrocedió y movía sus manos con nervios, intentando calmar a la mujer. Un nuevo hombre apareció, era el capitán y el dueño del barco y demandaba saber que estaba sucediendo a lo que la mujer respondió con una sarta de gritos e incoherencias.
El hombre conversó con ella unos minutos mientras que el sujeto negro miró al niño y le regaló una enorme sonrisa amable.

Read dejó de llorar, le devolvió la sonrisa y se aferró al vestido de su madre, ya era momento de que se fueran, no quería causar más problemas a su amigo marinero.
La mujer finalmente accedió a irse, no sin antes haber dicho un montón de estupideces que para ella tenía sentido.

La madre de Read era muy parecida a él, pecosa pero con cabello rubio y largo hasta las caderas y su forma de vestirse era sumamente extravagante, como si quisiera lucir una vestimenta cara que dejara en evidencia su alta clase social.

Llegaron finalmente a un carro de madera, ella le ordenó a Read que subiera un enorme saco de compras a lo que el niño obedeció y posteriormente se subió en su carro.

— Apenas llegues a casa quiero que te des una ducha y te prepares, tu abuela vendrá a visitarnos.— Escupió ella, sin siquiera verlo a los ojos.

— ¿Otra vez? Ya van dos veces en un mes, no es muy normal que venga a vernos tan frecuentemente.—  Dijo él, pero su mamá no le contestó.

Read se sintió sumamente ahogado y abrumado. Sin duda había sido una mañana muy larga y angustiante, su corta edad no era muy común sentirse de esa forma. Sin embargo, regreso su vida hacia donde debería estar el barco y por la ventana del carro pudo verlo.
Seguía ahí apostado, sintió ganas de saltar por la ventana y subirse en el barco para nunca más volver.

Ver a su abuela, pasar una prueba, no volver a verla nunca. Ir a la escuela, estudiar, comer y dormir.
Odiaba su rutina diaria. Odiaba su vida y odiaba a su progenitora.

Read a tan corta edad, ya soñaba y fantaseaba con golpear a su vieja y huir de su hogar; una verdadera locura.

Sin embargo, Read soñaba todas las noches con eso; huir y subirse a un barco para jamás volver, llegar a un paraíso lejano y beber agua de coco y nunca en su vida ver a su madre.
El soñaba con eso, ansiaba tener esa libertad e independencia.

Libre e independiente...

Libertad.

SNVLOR

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Lo sé, estuve mucho tiempo fuera. Lastimosamente me tomé un tiempo de sabático debido a situaciones y acontecimientos personales además del maravilloso bloqueo que me golpeó.

Pero hoy venimos con un capítulo nuevo en el cuál retomamos el combate y nos adentramos a la historia de Mary Read.
Espero que les haya gustado tanto leer como a mí escribirlo, estaré atento y pendiente de sus comentarios y sugerencias para los siguientes capítulos.

Sin más que agregar, nos vemos en el siguiente capítulo ^^

Publicado el 27/08/2024