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Capitulo 27: Yaku Tusuy (2.5/3)

" - Aún estando al tanto de la respuesta otorgada por mis hermanos del norte, mi respuesta sobre la propuesta hecha por el reino Chino fué clara y sin ningún margen de duda o error.

» El imperio de China intentó imponer una ocupación invasora en nuestro reino y no pienso tolerar ni permitir una situación como está; nunca jamás, nuestro continente bajará la cabeza ante una propuesta de tal magnitud, nuestra libertad y nuestra independencia siempre serán más importantes que cualquier tratado.

» Yo, Viracocha, Rey y Soberano del Imperio más grande del continente y Dios creador, rechazo de manera tajante y directa la ocupación extranjera.

***

Mamacocha suspiró, poniéndose sobre sus pies y dejando de lado el pequeño libro que estaba leyendo para acercarse a la ventana de su habitación y observar su reino.
El Hanan Pacha lucía más hermoso que nunca desde que Viracocha decidió arreglar las infraestructuras de su pueblo y palacios, pero lo más hermoso era el océano; podía ver a los niños y sus padres jugando y explorando las playas.
Habían pasado muchos años desde aquel mágico día en la playa, lo suficiente como para que ambos hubieran pasado de adolescente a adultos.

Viracocha creo un programa de estudios marinos, dónde se les enseñaba a los mas pequeños sobre la biología marina y el respeto por la fauna y flora del mar. Esto fué un regalo para su amada esposa, quién no pudo dejar de llorar de la emoción ese día cuando vió el hermoso espacio que había creado para ella.
Lo mejor de ese día fué ver a Maturín usar lentes de sol y discutir con algunos de los niños que se subían en su caparazón y lo molestaban en sus horas de sueñito.

Además de eso, creó un enorme santuario donde las criaturas y bestias del oceano podrían vivir en paz y recibir la residencia y estadía en el Imperio Inca luego de huir de sus panteónes ya sea de la caza o por el acosos o violencia a sus especies. Sirenas, Tritones, Kappas y más bestias que escaparon de la violencia en busca de mejores condiciones fueron recibidas en el panteón Inca con los brazos abiertos.

Todo esto fué posible gracias a las palabras y consejos de MamaQuilla, quién había asesorado y aconsejado al rey sobre lo que debía y no debía hacer.
De hecho, las constantes visitas de MamaQuilla a Viracocha se debían en parte a que este quería saber más de Mamacocha y también para planear la construcción del santuario como un regalo para ella.
Las otras visitas ya se debían a cuestiones laborales y para los avances del reino.

No podría estar más contenta y feliz por su vida. Aún con todo lo que estaba sucediendo en su reino. Hacía un par de años desde que Viracocha rechazó la propuesta del Imperio Chino, haciendo enojar al Emperador y a los gobernantes de los imperios vecinos.
No conforme con eso también inicio un movimiento militar a las islas y mares cercanos al reino para repeler e impedir el avance o ataque de las tropas chinas.

Movimientos muy arriesgado, pero necesarios para respetar y mantener la soberanía del reino. Ella lo apoyó ciegamente en sus decisiones, siempre junto a su amado.
Cuando sus hermanas se enteraron de la relación, la alegría que sintieron hizo que Mamacocha se sintiera el doble de mal por haberlas tratado tan feo, se disculpó con ellas varias veces y mas que nada con MamaQuilla quién fue la más afectada pero ella la perdonó enseguida.

En estos momentos, Viracocha estaba teniendo una reunión de suma importancia con los líderes de Aztlán y la capital Maya.
Mientras que ella se hacía responsable del reino por un rato, aunque no le gusta mucho esta labor de ser una reina, pero ahora que su esposo era nada más y nada menos que el rey, tenía que adaptarse lo mejor posible.
En ese momento, decidió ir a caminar un poco a la playa para ver cómo estaba el santuario y como me le iba a los niños y jóvenes del programa.

Uso su Yaku Tusuy para llegar y apenas llegar, puso un pie sobre el agua para caminar sobre ella de manera perfecta y elegante.

Se ganó la atención de varios Dioses y algunas criaturas que rápidamente la saludaron con entusiasmo y felicidad, algunos niños corrieron hasta la playa para verla acercarse. Ella sonrió y finalmente caminó hasta la arena, fué abrazada por todos los niños pequeños que estaban ahí reunidos.

- H-Hola niños.- Saludó ella, pese a que le gustaban, los niños eran muy inquietos y enérgicos y esto la ponía un poco nerviosa.

- ¡Bienvenida, reina Mamacocha! - Saludaron ellos, ella no supo reaccionar a sus palabras.

"Reina" es el título que tendría si se casara con Viracocha, pero aún no habían formalizado un matrimonio como para eso...aunque ganas nunca le faltaron, siempre se imaginó viviendo con él para toda la eternidad.
Los niños la abrazaban y ella devolvió el abrazo con algo de pena.

- ¿Se están divirtiendo mucho? - Preguntó ella, a lo que los niños respondieron de diferentes formas.

- ¡Reina, yo estaba haciendo un castillo de arena!

- Yo estaba buscando piedras brillantes, mi papá dicen que los reyes guardan mucho dinero para no darle a los pobres.- Y esto prendió alarmas en la cabeza de la Diosa del agua.

El niño en su inocencia solamente creía que los reyes guardaban joyas por diversión, mejor mantenerlo así.

- ¡Gran reina, le tengo un regalo! - Chilló una pequeña niña quién venía llegando hacía el pequeño grupito de niños reunidos.

Cuando se detuvo enfrente de Mamacocha, le extendió una estatua de tortuga hecha de barro y arcilla. Era una tortuga marina que encima de su caparazón tenía cuatro elefantes, la cara de la tortuga de completa paz y serenidad.
Esa era una estatua hecha por Viracocha para el nuevo acuario y museo del panteón, la había puesto en una pequeña mesita de mármol donde estaba a la vista de todos y al alcance de cualquier travieso que pudiera tomarla.

En ese caso, había sido esa niña. El nombre de la niña era "Yinti" y tenía poco más de lo que nosotros podríamos decir 8 años de edad. Yinti era una niña con afinidad al agua, siempre estaba en la playa o en el acuario hablando con los animalitos o viendo la historia del panteón una y otra vez hasta cansarse lo cual no era sencillo para ella.
Mamacocha tomó la estatua y cuando iba a darle las gracias, otra persona llegó al lugar.

Era un Dios adolescente, lo que nosotros llamaríamos un adulto joven que era realmente alto, casi tanto como ella y su piel era de colores opacos como los de una piedra. Pachacamac, Dios Inca de los Terremotos.
Se acercó a la niña y a la Diosa, a quien saludo con una larga y profunda reverencia.

- Gran reina, me honra con su presencia en este lugar. Le pido una disculpa por las acciones de Yinti, le dije explícitamente que no podía llevarse la estatua pero aún así la tomó de su sitio.

» Estuve buscándola y persiguiendola todo el día pero se me escapó de entre los dedos.

La pequeña niña bajó la cabeza levemente con algo de pena, entendía que era robar y que estaba mal pero su intención era solamente darle un regalo a su amada Reina de las aguas.

- Yo no quería portarme mal, solamente quería darle un regalo y me dijeron que a usted le gustan las tortugas así que quería darle esto.- Se excusó, fue conmovedor para Mamacocha, quién comprendió el punto.

Tomó la estatua y la puso en su mano, luego la cubrió en una burbuja de agua y usando su Yaku Tusuy la hizo desparecer en el aire. Yinti y Pachacamac vieron esto con asombro, a lo que la Diosa respondió esbozando una pequeña sonrisa.

- Mías gracias por tu regalo, pero no vuelvas a tomar lo que no es tuyo; no está bien.- Sentenció.- Guardaré tu regalo en un lugar especial, no te preocupes.- Y con esto, pudo contentar un poco más a la pequeña Yinti quién asintió.
Ella se fué devuelta a jugar con sus amigos, y Mamacocha solamente se quedó parada en la playa con su vista fija al mar.

Pachacamac se acercó a ella y suspiró, quería iniciar una conversación.- ¿Viracocha no ha regresado, verdad?

Mamacocha cambio su semblante a uno más triste.- Aún no, está en un reunión con Tezcatlipoca y Kukulcan.

- ¿El imperio Maya aún existe? Pensé que ya se habían anexado al Azteca, con eso de que Kukulcan quiere casarse con Tezcatlipoca.

- Ya ves que no, aún sigue siendo independientes. La situación de los Chinos y su presencia en el océano de nuestro país es un problema gigante, ellos se niegan a aceptar nuestra negativa pero tampoco están conformes con buscar otros reinos y tierras.

- Ya veo.

- ¿Cómo van las cosas en el ejército? - Quiso saber la Diosa.

- De maravilla, gracias a mi entrenamiento con Viracocha y con su querida hermana, estoy más preparado que los demás reclutas y soldados. Se dice que un par de años iremos de expedición a Jerusalém para presenciar una importante reunión entre Yahve y lady Chaos con los otros reinos.

- Oh si, esa reunión...- Cada ciertos años, Yahve y Chaos realizaban una reunión con los reinos y Dioses de los panteónes, esto con la intención de dialogar y debatir asuntos políticos y territoriales.
A Mamacocha no le iban estas cuestiones, ella no era una diplomática ni política, pero como la acompañante y pareja de Viracocha, debía asistir.

Aunque no quería ir a ese tema, prefirió sacar a colación una cosa diferente.- ¿Cómo van las cosas con mi hermana?

Y ante esta pregunta, Pachacamac se sonrojó con tanta fuerza que por poco muere por falta de sangre. Él bajó la vista con vergüenza, negándose a ver a la cara a Mamacocha quién entendió perfectamente lo que estaba ocurriendo.

- T-Todo marcha de m-maravilla, su hermana es una gran maestra.-

- Sabes bien que no me refiero a eso, no deberías tener esos pensamientos y deseos hacia mi hermanita y menos si ella mucho mayor que tú.- Continúo ella, divertida por la reacción de Pachacamac.

- ¡Y-Yo nunca...! ¡Oiga eso no...! - Las palabras no salían de su boca, Mamacocha no podía evitar reír.

Pachacamac había iniciado su vida como Deidad sísmica entrenando con Viracocha y con Pachamama al mismo tiempo. Su relación con Viracocha era simplemente de maestro y alumno pero Pachamama era otra situación.
Ella desde el minuto uno quedó fascinada con Pachacamac y siempre que podia buscaba entrenar y estar junto a él.

Se notaba a leguas que ella quiere tema, pero Pachacamac está agilipollado y no se entera.

Bueno, él si se siente atraído pero Pachamama pero todo era muy complicado y confuso para él. Por lo que siempre buscaba la forma de no acabar en situaciones incómodas para ambos, pero habían ocasiones en las que la personalidad juguetona y tonta de Pachamama no lo ayudaban en lo absoluto.

Mamacocha les dió el visto bueno, pues Pachacamac es un buen chico y sabía que su hermana estaría en buenas manos. Pero también es cierto que el Dios sigue siendo algo joven por lo que aún está un poco verde en esos temas de romance.
Así que lo mejor sería no arriesgarse demasiado en ello.

Un ruido llamó la atención de los dos dioses quienes vieron al cielos y quedaron maravillados al hacerlo. Cinco águilas blancas pasaron volando sobre ello, eran inmensas, tan grandes como un elefante.
El estruendo de sus gritos y ruidos hizo eco en todo el cielo al mismo tiempo que una brisa gélida golpeó a la capital cada que estás batían sus alas para volar.
Era la primera vez que Mamacocha veía a dichas aves volando sobre el cielo del reino y esto captó su atención inmediatamente.

- Que hermosas...¿Que son esas cinco águilas? - Preguntó la Diosa.

- Leí una vieja leyenda sobre ellas hace mucho tiempo, cada cierto tiempo, cinco águilas vuelan por el cielo y buscan un punto alto donde posarse; dicen que las plumas que dejan caer, crearon el hielo y las nieves de todo el universo.
Dicen las viejas historias que muchos Dioses de las nueves y el frío surgieron de ellas, de sus plumas y el viento frío que cran al mover sus alas.- Le respondió.

- Wow...- Dijo ella completamente atónita. por primera en su vida le prestó atención al cielo.

- Como me encantaría ser igual de libre que ellas.- Añadió el Dios.

- ¿Libre? - Preguntó Mamacocha con un dejó de confusión. Fijó la mirada en su contrario quién dejó salir de sus labios un pequeño suspiro.

- Ellas vuelan por todo el universo y se detienen dónde quieren, siguen al viento sin tener un camino fijado y siempre pueden regresar de dónde vinieron, o nunca volver, o detenerse o siempre avanzar sin pensar en nada más que en ellas y el camino que decidieron recorrer en soledad.

» ¿A donde van? ¿Piensan parar? Nadie lo sabe, solamente ellas y solamente ellas pueden elegir; el poder de decidir que hacer y siempre tener la fuerza para hacerlo y mantener su decisión.
¿Acaso hay algo más libre en este universo que ellas?

Y con todo este monólogo, la mujer Inca estaba visiblemente impresionada. Pudo ver en las palabras de Pachacamac algo que jamás había visto antes en ella o en quienes la rodean.
Ella siempre creció siendo cercana al agua, toda su vida tuvo el poder y la capacidad de ir a dónde quisiera, sin preocuparse por nada más que ella misma.

Ella vivía la misma libertad que aquellas aves gigantes, pero a pesar de ese hecho, ella decidió quedarse dónde está. Quedarse con Viracocha, con sus hermanas, en dónde era realmente feliz.

¿Era realmente libre si tomaba la decisión de permanecer en un sitio eternamente? Ella eligió estar con Viracocha toda su vida, quedarse juntos a él hasta el fin de los tiempos.
¿Ella era libre, no? Ella fué libre de decidir.

Ella fué libre de decidir estar encadenada a él.

[...]

Viracocha soltó el aire contenido en sus pulmones, estaba sudado a cántaros debido a la intensa y larga conversación que estaba teniendo en esos momentos con el gobernante de los pueblos Mexicas.
Tomó un pequeño trapo y lo pasó por su frente para limpiar el sudor y aflojarse un poco la ropa para sentirse menos ahogado.

- Tez, escúchame atentamente porque no pienso repetirlo; no aceptaré ningún tratado de invasión ni ocupación en mis tierras y mucho menos viniendo de un reino ajeno al nuestro.

»Darles el acceso a mi tierra es facilitarles una conquista eventual y no pienso permitir ni someter a mi tierra a una guerra innecesaria.

- ¡Y es exactamente por tú decisión que ahora tenemos bloqueado el paso marítimo de nuestros reinos! ¿Tienes alguna idea de cuantos bienes tengo retenidos fuera del panteón y que no pueden ingresar por tú culpa! -

- ¡Puedes pedirme ayuda, se supone que somos amigos y aliados, para eso estamos en un mismo continente! - Regresó Viracocha.

- ¡No voy a depender de tú ayuda humanitaria! Lo siento, mucho pero me veo en la obligación de retomar acuerdos con el Panteón Chino para poder romper el bloqueo de mis tierras y acceder a mis bienes confiscados - Anunció el Dios, haciendo que Viracocha lo viera con incredulidad.

- ¿De verdad planeas buscarlos y permitir que entren a tu tierras? Si haces eso estarías arriesgando mucho más de lo que crees.-

- ¡Pues no me dejas más opciones, estoy con las manos atadas! -

- Si me dejan opinar...- Se metió una voz femenina, una mujer alta y de cabellos coloridos y de ojos verdosos, con una sonrisa puntiaguda y filosa.- Pienso que el bloqueo es una calamidad, también considero que permitir el acceso de China a los tres reinos es un asunto que no nos conviene del todo.

» Considero que deberíamos antes que nada reevaluar nuestras prioridades y negociar nuevamente con China y llegar a un acuerdo que nos beneficie; levantar el bloqueo e impedir una invasión y ocupación en nuestras tierras.

La conversación continúo por un rato más, los dolores de cabeza eran súper intensos y en ningún Tezcatlipoca dió a torcer su brazo y Viracocha tampoco.

La charla no llevó a ninguna parte y al colgar estaban peor que cuando habían empezado. Estaba sudando y eso no era muy común en él. Moría de ganas por llegar a casa y relajarse, más si era en los brazos de su amada Mamacocha.

- ¡Wira, cariño ya llegué! - La voz de Mamacocha fué como un caricia a su alma, pero también fue un mal momento para él puesto que no estaba presentable para su amada.

Mamacocha entró a la habitación usando su Yaku Tusuy y comenzó a buscar a su amado con la vista hasta encontrarlo. Corrió hasta él con una sonrisa y saltó a sus brazos para darle un fuerte y cálido abrazo, aunque sintió la humedad en el cuerpo del Dios, no le prestó atención a esto.
Ambos estuvieron unidos un rato hasta que Mamacocha lo soltó y le dió un dulce y tierno beso en los labios.

- Te extrañé muchísimo, no tienes una idea de cuánto.- Y le dió otro beso, Viracocha sonreía entre cada besito que ella le daba.

- Yo también te extrañé muchísimo, cariño; la conversación fué sumamente agotadora, extrañamente...

- ¿Tezcatlipoca sigue empeñado en aceptar el trato de los chinos? No entiendo porqué aún no se rinde con eso, no conseguirá hacerte caer.- Y ante la mirada cansada de Viracocha, el corazón de Mamacocha se estremeció.- ¿Wira...?

- Yo...¿Y si aceptara el trato de los chinos y me uniera a Tezcatlipoca?

- Wira, no...

- Es que...yo no quiero afectarlos a ninguno de ellos y me molesta e inquieta que no puedan tener acceso a eso que les fue bloqueado por mi culpa.

- Wira, amor eso no es tu culpa; los malditos y sucios dioses chinos quieren forzarte a darles partes de tu tierra a cambio de un trato injusto y desigual.

» El acceso al traslado marítimo no es algo que ellos puedan bloquear o restringirnos. El agua es un recurso universal que nos pertenece a todos.
Si Tezcatlipoca quiere hacerlo, si él quiere ceder a la demanda de China, que lo haga pero nosotros no podemos aceptarlo.

Viracocha simplemente bajo la cabeza y suspiró, revolvió sus cabellos con sus dedos a lo que Mamacocha respondió dándole un fuerte abrazo.
Sabía que él se sentía ahogado y frustrado por las situaciones que atravesaba, pero no iba a dejarlo solo en un momento tan importante para él como este.

El reino pudo mantenerse adecuadamente desde que rechazaron la oferta, ellos podían sostenerse de la mejor manera gracias a sus propios recursos y la ayuda de los otros reinos del continente.
Pero el bloqueo a los otros reinos era el verdadero problema, pues ellos no tenían culpa alguna y Viracocha odiaba sentirse que todo era su culpa.

Mamacocha lo tomó de las manos y lo jaló suavemente, Viracocha alzó la cabeza para verla fijamente. Ella sonreía y jalaba su brazo con intenciones de llevárselo al cuarto de baño.

- Vamos a darnos una ducha, necesitamos un tiempo de calma.~

- P-Pero yo todavía tengo trabajo que--

- Nada de trabajo, solamente por hoy dejemos el trabajo de lado y disfrutemos un momento de calma y libertad; puedes dejárselo a alguien más.- Insistió ella.

Viracocha terminó accediendo y se dejó arrastrar por su esposa. Apenas estuvieron dentro del baño, ella le quitó la ropa y la corona dejando ver su cuerpo musculoso y su hermoso cabello al descubierto, sus manos recorrieron los tatuajes de su pecho y abdomen, era como acariciar una superficie de roca y metal solido.

Se lanzó a besar sus labios, un beso voraz y ardiente que hizo estremecer a ambos en el momento. Él también le quitó las prendas a Mamacocha, dejando su hermoso cuerpo al descubierto. Se sonrojó, pero Viracocha sonrió al verla.
La cargó en sus brazos y la llevó hasta la ducha, fue una muy larga e intensa ducha.

[...]

Tezcatlipoca cumplió su amenaza y aceptó el trato del reino Chino. Esto derivó en un pequeño conflicto con las fronteras del imperio Inca y el reino de los Mayas y Aztecas.
Viracocha movilizó sus tropas hacía las fronteras terrestres y marinas, siempre impidiendo y evitando cualquier provocación o amenaza externa.

Viracocha y él tuvieron nuevas discusiones que se convertían en peleas acaloradas. Uno defendía su derecho a su soberanía y el otro advertía que no dudaría en atacar Aztlán en caso de ser necesario.
Sin embargo, Viracocha nunca se fue a guerra, solamente lo mantuvo como una señal de advertencia.

Mamacocha tomó su papel como Diosa de las aguas del reino Inca con la ayuda de algunos soldados, comenzó a vigilar y custodiar las aguas del reino para prevenir una posible invasión por mar.
Afortunadamente está situación nunca se había presentado, sin embargo ella mantenía vigilancia extrema en cada punto del espacio marítimo.

Pese a todo esto. Nadie pudo impedir ni preveer lo que estaba sucediendo a escasos kilómetros de distancia.

[...]

El sol brillaba hermosamente sobre los cielos de aquella y hermosa civilización. Los Guaraníes eran un reino situado al oeste del Imperio Inca, con salida al océano Atlántico del Sur. Los Guaraníes mantenían tratados y relaciones con los Incas y varias ocasiones trataron con los Dioses de Aztlán gracias a la buena relación que tenían con el Dios Quetzalcóatl.

Marajó era el nombre de aquella región, una Isla situada en lo que hoy es Brasil. Allí residían los nativos que dieron origen a los Guaraníes que más tarde se esparcieron por el resto del continente.
Eran conocidos como una civilización guerrera y al mismo tiempo pacífica. Con hombres adultos que se dedicaban a la caza y la pesca, así como también al cultivo y la ganadería por igual.

Algunos niños jugaban aquella tarde, mujeres trabajaban en sus hogares y algunos ancianos salían de paseo o a convivir con otras personas de aquella enorme ciudad la cuál servía como un punto de reunión donde las demás tribus guaraníes se reunían para celebrar sus ritos y ceremonias.
Todo marchaba exactamente igual que siempre, hasta aquel fatídico evento.

Un enorme grupo y batallón de barcos acorazados de metal y acero se avecinaba hacia la isla, sus chimeneas energía muchísimo humo negro y azufre que ensuciaba el aire a su paso.
Los niños que jugaban en la bahía vieron con horror a los barcos acercarse y huyeron rápidamente rumbo a sus hogares.

El ensordecedor sonido de un cañón alertó a todos. El cielo se puso negro y el aire quedó completamente envenenado, el escándalo hizo llorar a los más pequeños.

Este fue el primer ataque. Cuando los barcos atracaron lo suficientemente cerca, una lluvia de fuego cayó del cielo. Flechas y enormes piedras bañadas en fuego cayeron sobre la ciudad, destruyendo todo lo que tenían por delante. Las flechas y rocas estaban bañadas en un químico gelatinoso que más tarde sería conocido como el Napalm lo que hizo muy difícil apagar las llamas de luego de impactar contra la ciudad.

Casas y edificios cayeron como torres de arena, los habitantes huían despavoridos pero no podían escapar de las brazas que los atrapaban y consumían hasta la muerte. Cientos de nativos perdieron la vida en el primer ataque. Los Guaraníes se defendieron, haciendo uso de todas las herramientas que tenían a su favor.

Algunos usaban sus poderes y ritos de brujería y magia para atacar a los acorazados. Algunos hombres y mujeres guerreras hicieron sus mayores esfuerzos para poder entrar en los barcos para atacar.

El segundo ataque vino al poco tiempo, enormes bestias y animales sacadas del mismísimo infierno fueron liberadas en la bahía y estas invadieron la ciudad.
Nuevamente causaron destrozos entre la población y la civilización.
Los Guaraníes dieron todo de sí, pero estaban siendo superados en número y poder de ataque.

El tercer ataque consolidó la caída y la conquista de la isla. Por más que lucharon y acabaron con varios soldados chinos, la ciudad cayó ante el ataque efectuado por el Imperio Chino.

- ¡Maten a todos los que se opongan y resistan y encierren al resto! ¡Sin piedad! - Ordenó el líder de la invasión a sus soldados mientras que otro hombres daban diferentes instrucciones.

Marajó fué masacrada, un genocidio brutal y atroz que pasaría desapercibido por muchísimo tiempo.

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Mientras la situación se ponía más y más intensa entre los reinos del Continente Americano, un nuevo suceso universal estaba ocurriendo en otro sector de la galaxia.
Un acontecimiento que tomo por sorpresa y de manera desprevenida a todos los Dioses del universo. En la capital universal, en el corazón del reino celestial de Yahve, se estaba llevando a cabo una rebelión.

Samael, el primer angel creado por Yahve. El hijo de la aurora, el predilecto iluminado, el angel del talento...se había revelado contra su padre.

Preso del resentimiento, la arrogancia, el orgullo y la vanidad se atrevió a desafiar al gran padre creador del Universo.
Juró volver al palacio celestial y tomar por la fuerza el trono celestial. Lanzó al cielo su copa cristal y dió inicio aquel periodo tan oscuro y trágico del universo.

Samael desapareció después de eso, no fué visto en un largo tiempo de angustia y dolor para Yahve y Chaos.

Una tarde, algunos reinos celestiales recibieron una invitación personalidad a una reunión donde se discutiría el asunto de Samael. Los reinos que mostraron su apoyo y lealtad a Yahve fueron llamados a reunión en un punto neutral del universo, el que sería conocido más tarde como el primer templo que ha existido.

Viracocha fue invado a la reunión, una reunión en el templo Göbekli Tepe.

SNVLOR.
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¡HOLA A TODOS MIS QUERIDOS LECTORES!

Lo sé lo sé, fue un capitulo bastante corto y muy aburrido.
Lo siento mucho mis amores, aún faltaba mucho texto y acontecimientos que añadir así que decidí dividirlo para no sobrecargarlos de texto y para no atrasarme con la publicación de capitulos.

No se sientan tristes por esperar un poco más, tendremos bastantes actualizaciones de la sección de Detrás de Cámara y pronto podremos final al Torneo Apokalypsis

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