Capitulo 21: Objetivo.
*Nota del autor: Este capítulo tiene acompañamiento musical.
Gëir se dejó caer en la silla cómoda y grande donde su hermana mayor solía sentarse, limpió el sudor de su frente con un pañuelo rosa y suspiró de manera ruidosa.
A su lado Leónidas se acercó y colocó una copa de vidrio la cuál llenó hasta la mitad de vino, Jack el destripador colocó enfrente de ella una bandeja de queso, un poco de pan y unas salchichas cocinadas al punto.
- Bon appetit.~ - Susurró el inglés dando una reverencia y sonriendo. A su lado Hlokk estaba hecho una mini furia celosa.
- Chicos, le dije que no era necesario, solamente estaba un poco mareada.- Dijo ella con algo de vergüenza, sonrojada
- Usted nos dió una victoria, ma'am -
- Además no haz comido nada desde anoche, debes alimentarte bien.- Se metió Leónidas.
La Valkyria asintió y tomó los cubiertos para cortar un poco del queso y comerlo, estaba realmente delicioso. En ese momento, entraron el resto del equipo de la humanidad: Sasaki Kojiro, Okita Souji y Nikola Tesla, seguidos de Hrist y Hlokk ya que Gondull estaba ausente en la enfermería siendo tratada por el equipo de doctores.
- Supongo que por el momento, somos todos...- Gëir revisó su teléfono celular y aún no había recibido ningún mensaje o señal de Brunhilde.- Bueno, nos haremos cargo nosotros mismos.- Y este golpe de autoridad era tan fingido como poco, estaba tan asustada que su estómago se retorcía de los nervios.
- Muy bien, hemos alcanzado una victoria en la más reciente ronda y eso dejó el marcador igualado; el primer empate de la humanidad y de más está mencionar que la tercera ronda es de suma importancia, ya que alcanzar la delantera nos dará una ventaja significativa. Los entrenamientos han sido más que óptimos, y reconocemos el increíble trabajo que han realizado todos ustedes hasta ahora.- Habló Leónidas, ganándose la mirada de todos los presentes.- Ahora debemos tomar una decisión y ver a quién enviaremos a la tercera ronda, aún nos queda un tiempo así que no está de más tener un pequeño debate sobre ello.
Gëir asintió y usó la enorme pantalla de la humanidad para teclear en ella y hacer aparecer las imágenes de todos los guerreros elegidos para este Ragnarok. Soldados, reyes, científicos y héroes nacionales, habían muchos buenos partidos para esta nueva ronda de este combate.
Hlokk fue la primera en intervenir.- Deberíamos descartar a esos que peleen cuerpo a cuerpo, eso podría exponerlos de mala manera a ser atacados en puntos débiles.- Hablo ella, ganándose la mirada de Jack.
- Jamás pensé que fuese tan inteligente, me impresiona.- Dijo el con una sonrisa.
Hlokk sonrió con arrogancia.- Gracias, supongo que soy...Espera, ¿¡Que quisiste decir!? -
En eso, hubo un ligero temblor en la isla de Delos, algunos perdieron el equilibrio levemente. Confundidos, se miraron entre ellos.
- ¿Acaba de temblar? ¿Acaso nos estamos moviendo? - Preguntó Hrist, la que tiembla.
- ¿Mover toda la isla? ¿Siquiera es eso posible? - Preguntó Hlökk.
- No pensé que Apollo movería de sitio su hogar ancestral, debe tratarse de alguna petición del siguiente Dios.- Señaló Sasaki.
Gëir se revolvió los cabellos y volvió a teclear, regresando la pantalla a su punto de origen. Con la propuesta de Hlökk, varios peleadores de distancia corta fueron descartados, dejándolos solo con cuatro que luchaban en distancia larga y no en cuerpo a cuerpo.
Al ver reducida su lista, chasqueo la lengua y ladeó la cabeza.- Eso nos deja con solo cuatro candidatos, aunque francamente no tenemos idea de quién podría ser nuestro oponente.
- Tengo la teoría de que podría tratarse de Apollo.- Exclamó Okita Souji levantando su mano.- ¿Que...? - Preguntó en el momento en que todos lo vieron fijamente.
- Todo esto es un plan de Apollo para deshacerse de la humanidad, no creo que se arriesgue en salir tan pronto a pelear.- Señaló Jack el destripador.- Lo más seguro es que cumpla con su plan de salir a pelear al final, contra Diomedes.
- ¿Dónde está él, por cierto? - Preguntó Sasaki buscándolo con la vista.
- Brunhilde tampoco ha aparecido...- Murmuró Gëir.
Ante las palabras de Gëir, Leónidas le echó un vistazo rápido a la arena de combate llamó su atención, el campo de batalla estaba siendo alterado y el coliseo se estaba moviendo a mar adentro. El diseño abierto del campo de batalla y el hecho de estarse adentrando en el océano, lo hacía tener una idea de quién podría ser.
- Bueno, creo que podría saber quién será el siguiente oponente.- Señaló.- Viendo que Delos es una isla flotante que conecta con un puerto y en estos momentos nos separamos del puerto para ir al mar adentro, creo que nuestro oponente será un Dios del océano.
Está teoría hizo resonar la mente de todos, pues parecían estarse repitiendo los patrones. Gëir tecleó y amplio una imagen de los únicos Dioses del océano y agua que tenían en la lista; Mamacocha y Tlaloc.
- Podrían ser uno de estos dos, La Soberana de los Mares y uno de los Soles del panteón Azteca.- Señaló Gëir.
Rápidamente Nikola Tesla abrió su cuaderno y buscó rápidamente en él, alguna información importante sobre estos dos dioses.- Tlaloc es un Dios benéfico del Panteón Azteca, Dios de las lluvias y las tormentas y uno de los Dioses solares; fué el responsable de una de las extensiones masivas en el universo y creó una de las civilizaciones más antiguas.
» Es todo...no hay más información de sobre él.
- Tláloc es un Dios Primordial, ¿Cierto? - Preguntó Hrist, temblando.
- Así es...- Confirmó Nikola Tesla - Mamacocha es una Diosa Primordial que por muchos años fue la esposa del gran Viracocha, uno de los Dioses más importante y poderosos del universo. Cómo Diosa del agua, fue la Soberana gobernante de las aguas por millones de años hasta que...
- ¿Que...? - Preguntó Gëir, casi en súplica.
- No hay nada más, la página está arrancada - Y le enseñó la página a Gëir, quién ahora estaba más que nerviosa.
Los Dioses Primordiales son un concepto nuevo y totalmente desconocido para los Dioses y los humanos. Ellos gobernaron el cosmos hace muchísimos años, pero de la noche a la mañana, desaparecieron del universo a excepción de unos pocos.
Y ahora, comenzaban a reaparecer poco a poco.
An, Enki, Enlil e Izanami que habían sido asesinados.
Mamacocha y Tlaloc que son peleadores de este Ragnarok. Su cabeza comenzaba a dolerle.
- Hola, buenas tardes a todos.- Una dulce y suave voz hizo que todos se dieran la vuelta a ver a la puerta, la dueña del saludo es estaba ingresando.
Cabello rosa y largo recogido en una larga trenza con algunos mechones desatados, piel blanca y palida como la nieve, hermosos ojos azules y un cuerpo femenino y cuerpo cubierto por un lindo y sencillo Kimono abierto dejaba ver la piel de su pecho. Tenía sus ojos cubiertos con unos lentes
Sus tetas estaban cubiertas con vendas, y sus manos estaban metidas en sus bolsillo su Kimono dejaba ver sus largas piernas tonificadas y musculosas.
Tomoe Gozen ingresó en el cuarto, con una pequeña sonrisa y pies descalzos. Cerró la puerta a sus espaldas y alzo ambas manos en señal de paz.
- «¡Que bonita!» - Pensaron todos los presentes en la habitación, incluso las mujeres.
- Por favor perdonen por meterme en su conversación, pero no pude evitar oírla y querer unirme.- Y tomó asiento en una de las sillas vacías de la habitación.- Me gustaría estar un rato con ustedes y pasar el tiempo, creo que ya he entrenado suficiente y necesito un poco de aire.
- No hay problema, supongo, igualmente tu combate será dentro de un rato.- Dijo Leónidas, haciendo sonreír nuevamente a Tomoe.
- Arigato, Leónidas-Dono.~ - Agradeció y apoyó sus brazos en la mesa.- ¿Sabemos algo de la siguiente ronda? Pude notar que el coliseo de esta alejando del puerto de Grecia y se está adentrando en el mar.- Apuntó ella.
- Estamos un poco ocupados en elegir al siguiente Einjenher y tenemos una idea clara de quién podría ser nuestra oponente.- Respondió Okita Souji, haciendo que Tomoe ladeara su cabeza.
Todo estaba pasando muy rápido, en cuestión de una hora, el campo de batalla estaría listo para el combate.
La lista se redujo ante la mención de Hlökk, la cual tenía bastante sentidos pues los combates a corta distancia y mano a mano estaban causando graves daños a los elegidos y esto minimizaba las posibilidades de una victoria rápida y limpia.
- Muy bien, al grano, debemos elegir al mejor candidato; Ñusta Huillac, Mary Read, Francisco de Miranda, Tomoe Gozen o Isaac Newton.- Exclamó Leónidas.
- ¡Yo lo haré, seré el siguiente! - Y está voz familiar los hizo contener el aliento a todos los presentes.
Por la entrada principal, ingresó un hombre considerablemente bajo y de cabellos rubios largos, vistiendo una camiseta blanca abierta y pantalones un dedo por encima de la rodilla, además de un pequeño gorro negro con una manzana mordida como decoración.
Junto a él, una mujer alta y rubia también ingreso, vestida como un hermoso vestido color manzana verde.
- ¡No puede ser, de verdad viniste! - Chilló Gëir con emoción.
- Por supuesto que sí ¿Acaso un padre necesita una razón o motivo para visitar a sus hijos? - Y estás palabras hicieron emocionar a todos.
Adán, el padre de la humanidad y el primer humano en derrotar a un díos. Detrás de él, Eva, madre de la humanidad ingresó sujetando su mano.
Los humanos fueron rápidamente en su bienvenida, sonrisas y abrazos además de unos cuantos besos en la mejilla para Eva quién lucía mucho más hermosa que hace mil años atrás.
Rápidamente, Jack le ofreció asiento a Eva y Adán no se separó de ella en ningún momento.
- Lamentamos mucho la tardanza, estábamos preparando una tarta.~ - Explicó Eva con una sonrisa y alzando frente a ellos una bolsa.
Okita y Sasaki tomaron la bolsa para ponerla sobre la mesa, mientras que Gëir y las demás Valkyrias daban la bienvenida a la pareja de humanos.
Tomoe Gozen los miraba con curiosidad, pues ella jamás había visto a Adán o a Eva.
Le parecía algo gracioso que esos dos fuesen los primeros humanos en existir, pero se mantuvo en silencio.
- Nos alegra estar aquí, no queríamos perdernos esto.- Comentó Adán con seriedad.- Parece que la hierba mala jamás muere, aunque ahora es su hijo quien quiere terminar el trabajo.-
- Apollo, el Dios de la belleza y la Perfección ahora quiere conquistar los cielos, destruir a la humanidad es solamente uno de sus pasos para asegurar su triunfo.- Respondió Leónidas.
- Exactly...-
Adán suspiró y luego tronó sus nudillos.- Muy bien, traiganlo y lo mataré aquí mismito.
- Tranquilo, iniciar un conflicto podría ser perjudicial para nosotros.- Intervino Eva, poniendo una mano en su hombro.- ¿Tenemos alguna opción o solución a esta situación? -
- Ganar o morir en el intento, aunque no me creo las palabras de Apollo; no parece ser un jugador limpio.- Respondió Tomoe Gozen, ganándose las miradas de todos.
- ¡Yo tampoco confío en él! ¡Esa carita de angel y cabello rubio no esconden nada bueno! - Chistó Hlökk.
- ¿Carita de ángel...? - Murmuró Hrist.
En ese momento, Gëir giró nuevamente hacia la puerta principal y su vista se iluminó como nunca antes en su vida. La silueta de Brunhilde, Diomedes, Ishtar y Buddha ingresaron en la habitación de reuniones.
Gëir saltó de su silla y se lanzó a los brazos de su hermana mayor, feliz y emocionada de verla.
- ¡Oh, Gëir! - Exclamó Brunhilde sorprendida.
- ¡Hermanaaaa! ¡Adfin degaste! - Exclamó Gëir mientras lloraba a moco tendido.
La hermana mayor solamente pudo sonreír con algo de incomodidad, pero fué rápidamente recibida por todos en la habitación.
- ¡Hermana! - Exclamaron todas las Valkyrias.
- ¡Brunhilde! - Exclamaron todos los humanos a excepción de Tomoe Gozen.
- ¡Lamentamos mucho la tardanza! - Intervino Diomedes.
- Pasaron...cosas - Añadió Ishtar.
[...]
Campos de Delos
Unos cuantos minutos antes.
Brunhilde no estaba muy segura de este plan, a duras penas pudieron meterlos a todos en esa carreta y fue muy complicado con los mas grandes.
Diomedes aseguro que podrían entrar siguiendo una estrategia similar al que Griego ingresaron en Troya, pero a ella le parecia una tonteria como una catedral.
- Yo los llevare hasta el interior del coliseo, manténgase en silencio en todo momento.- Pidio Bodhidarma, y obviamente nadie (a excepcion de sus alumnos) estaba muy confiado de esto.
- No, no señor...usted no deberia hacerlo.- Dijo Brunhilde.
- Ustedes dos deberian ir dentro de carreta, son ustedes los que deben esconderse.- Espeto Diomedes a Buddha e Ishtar.
- No podemos hacer eso, genio, seria demasiado obvio para ellos que llevan algo escondido.- Ironizo el iluminado con cara de pocos amigos.
- ¿Siquiera habia seguridad cuando salieron del coliseo? - Inquirió Brunhilde a lo que Ishtar respondió:
- No que yo recuerde...-
- Es obvio que Apollo pondrá seguridad en las salidas del coliseo, una diosa primordial falleció y buscara maquillar su crimen poniendo señuelos.- Y las palabras de Brihaspati eran validas.
- Metanse en la carreta, yo los llevare.- Repitió Bodhidarma, mas en tono de orden que otra cosa.
- Maestro, no nos parece lo mas adecuado.- Dijo Tara, obviamente no queria exponerlo a sufrir algun daño o ataque por ellos.
- Soy consciente de mis capacidades, entren en la carroza.- Repitió nuevamente el monje.
Todos comenzaron a subirse y acomodarse en la carreta, siendo Buddha, Diomedes y Brunhilde, los ultimos en subirse.
Brunhilde estaba por subirse, pero Diomedes la detuvo.
- No estoy seguro de esto...- Y estas palabras confundieron a la Valkyria.
- Pero esto fue tu idea.- Ella hizo hincapie en esto, haciendo que Diomedes retrocediera.
- Si, lo se, pero no me parece correcto exponer al anciano de esta forma. Yo deberia ser quien lleve la carreta.- Exclamo.
- El viejo se cree capaz, asi que creo que deberíamos darle el beneficio de la duda, ademas; nadie pidio tu opinion.- Espeto Buddha, caminando a la carroza y esto dio punto final a la conversacion.
En el camino, tenian que hacer acoplo de todas sus fuerzas y energias para mantener el disfrutar. Buddha estaba encima de Tara con la cabeza hundida en sus pechos y Diomedes juraba por su vida que la cabeza de Brunhilde estaba humeando.
Los otros cuatro hacian su mayor esfuerzo para mantener el orden y el silencio, sin embargo era algo un poco dificil.
Pero de manera estoica y silenciosa, Bodhidarma llevo la carreta hasta una de las entradas del coliseo y fue detenido por dos colosos de piedra de aproximadamente dos metros sesenta cada uno.
La situación habia dado un giro, pues Apollo habia asegurado las entradas con soldados de su ejercito.
- Buenas tardes, soy un humilde monje y me gustaría ingresar con estas manzanas para la humanidad.- Expreso se manera calmada, ganándose las miradas de ambos colosos.
Uno de ellos se movió de su lugar, con la intensión de revisar la carreta de manzanas, pero no pudo completar esta accion pues su compañero lo detuvo. No hablaban un idioma comun, parecían hablar una antigua lengua muerta, pero en ese instante, volvieron su vista hacia el anciano y lo dejaron entrar sin decir nada mas.
El anciano hizo una reverencia e ingreso al coliseo en santa calma. Luego de unos minutos de caminata, llego hasta el almacen de uno de los restaurantes de la humanidad y ahi coloco la carreta de manzanas, retiro la lona que tenia encima y les autorizo la salida a todos.
Uno a uno, se fueron bajando hasta haber desalojado la carreta.
- Realmente no crei que esto pudiese funcionar.- Murmuro Diomedes, ganándose un punta pie de Ishtar por ese comentario.
- Maestro Buddha, nosotros estaremos ausentes por un rato, iremos a buscar a los demas iluminados para el ritual.- Informo el monje tranquilamente.
- Entiendo, yo estare con esos tres.- Señalo a la valkyria a los otros dos.
En ese momento, un subito movimiento los hizo tambalear pues la isla comenzo a moverse.
Brunhilde no entendía muy bien que estaba sucediendo, moría de ganas por volver a ver a Gëir y ponerse al corriente de todo lo ocurrido.
Se despidió de Bodidharma y dió la gracias por todo, a lo que el monje también respondió con un agradecimiento, pues gracias a ella, habían logrado todo.
Tomaron caminos separados, Brunhilde, Buddha, Diomedes e Ishtar se encaminaron juntos hasta el salón de reuniones principales de la humanidad.
[...]
En la actualidad
- Ya veo...- Dijo Gëir luego de oír toda la historia.
En eso, contaron toda la historia faltante; la casi muerte de Buddha, la Orden Del Muñeco Dorado y etc.
Una historia larga e interesante, que hizo más fuertes las sospechas a los planes ocultos de Apollo.
- ¡Demonios, esto se está tornando color de hormiga! - Chilló Hlökk.
- Nos estamos enfrentando a algo muy serio, nada que ver con el viejito decrépito de hace mil años.- Mascullo Adán.
- ¿Cuáles son nuestras opciones a estás alturas? Si es cierto que Apollo trama algo, deberíamos exponerlo.- Añadió Okita Souji.
- Aunque lo hagamos, él tiene todas las de ganar; ¡No tenemos absolutamente nada que lo inculpe! - Apuntó Sasaki.
En eso, el teléfono de Brunhilde sonó, recibiendo un mensaje dos mensajes por parte de Hefesto.
«Debemos vernos antes de la tercera ronda, tengo algo que podría resultarte útil»
«Mamacocha es la siguiente peleadora por parte de los Dioses»
Gëir notó la preocupación en el rostro de Brunhilde, podía intuir lo que estaba sucediendo en ese momento.
Brunhilde alzó su vista y les hizo llegar el comunicado a todos.
- Mamacocha será la siguiente.- Y esto tomó por sorpresa a todos, tanto que Tomoe Gozen habló.
- ¿Cómo? ¿No estaba claro que la siguiente es Mamacocha? - Preguntó ella, genuinamente confundida.
Gëir tecleó y la pantalla fué hacía el campo de batalla, observando como este estaba siendo reparado y alterado por varios Dioses. Estaban abriendo el campo de batalla dejándolo como una media luna, cosa que hizo impresionar a todos en la habitación.
Era realmente extraño, todo era increíble y muy difícil de asimilar. Pero la verdad estaba dicha, el coliseo estaba abierto.
- Maldición...- Susurró Hrist.
- ¿En qué nos hemos metido? - Gimió Gëir espantada.
Todo esto era increíble. Apollo, ¿Tan lejos era capaz de llegar por el Ragnarok? Mover su hogar ancestral, abrir el coliseo y todo para que este torneo se lleva a cabo sin problemas.
Brunhilde tomo la decisión de no dejarse llevar, tenían que elegir a un representante para el siguiente combate lo más pronto posible.
- Tenemos que elegir rápidamente.- Señaló Brunhilde.
- Nuestras opciones son: Ñusta Huillac, Mary Read, Francisco de Miranda, Tomoe Gozen o Isaac Newton. Hlökk mencionó que deberíamos enviar candidatos que manejen la distancia larga, en lugar de arriesgarlos a pelear a corta distancia.- Mencionó Sasaki Kojiro.
- Suena como un buen razonamiento, las Valkyrias mas inteligente de lo que creí.- Mencionó Buddha.
- ¿¡Oye, quién te crees para decir eso!? - Chilló Hlökk.
- Distancia larga contra Mamacocha... No suena tan mal.-
- Mary Read, ella seria perfecta.- Y la naturalidad con la que habló Tomoe hizo que todos la viesen de nuevo.- ¿Que sucede? ¿Acaso no estaba contemplada? -
- No queremos cuestionar tu inteligencia, pero Mary Read...- Comenzó diciendo Sasaki, siendo rápidamente interrumpido.
- ¡Esa bribona borracha de ninguna manera puede ser la siguiente en pelea! ¡No hay manera de que ella pueda darnos la tercera victoria! - Rugió Hrist, cosa que no fue muy agradable para Tomoe.
Ella jamás subestima a un guerrero por su imagen o apariencia.
- Señorita Tomoe, teníamos a Mary Read contemplada, sin embargo... nuestro oponente es un Dios Primordial.- Intervino Leónidas.
- Y Apollo mató a cuatro, y dos de ellos eran An e Izanami; jamás debemos basarnos enteramente en las apariencias, un guerrero es mucho más que eso.- Argumento ella.- Además, Mary Read quiere luchar con ella, ellas dos ya se habían conocido antes.
- ¿¡Queeeee!? - Gritaron todos al mismo tiempo.
- ¡Shiojojojo! ¡Tu cara es tan graciosa, pareces una muñeca de porcelana! - La escandalosa y estridente risa de Mary Read era molesta, pero Tomoe estaba más impresionada por su historia así que ignoró esto último.
Mary Read estaba tirada en el suelo con una gran botella de ron medio vacía y algunas de sus prendas regadas, calmo su camiseta y pantalones.
No sentía vergüenza alguna de estar semi desnuda ante Tomoe, pues las dos habían estado entrenando juntas y estaban muy sudadas.
Por alguna razon, ambas entraron en confianza rapidamente y comenzaron a compartir sus vivezas cuando estuvieron con vida. Pero lo que mas sorprendió a Tomoe, fueron esas palabras que la mujer pirata habia soltado asi sin mas.
- Entonces...¿Ustedes dos ya se conocen? - Pregunto ella, buscando oírla de nuevo.
La pirata se incorporó y nuevamente habló.
- Bueno, no nos sentamos a tomar té mientras hablabamos de nuestras vidas privadas, solamente cruzamos nuestras miradas una vez hace muchísimo tiempo.- Respondió ella con una amplia sonrisa en su cara.- Sorprendente ¿Verdad?
- Asi es, estoy asombrada...- Murmuró Tomoe, sin saber exactamente que decir.
- Nunca olvide ese encuentro, pese a los años y mis experiencias en el mar, nunca lo olvide; fria, arrogante y cruel, dispuesta a destruir cualquier nave que cruzara el oceano...- Por un segundo, Mary se quedó callada y luego llevó sus manos a su pecho mientras su cara se ponía roja y comenzaba a sonreír como una niña.- ¡Fué tan increíble! - Soltó y alzó sus brazos para dejarse caer hacía atrás sobre el suelo.
La joven japonesa ladeó su cabeza, nunca pensó ver a alguien tan emocionado por la idea de haberse encontrado un Dios y de una manera tan aterradora. Y ahí estaba Mary, temblando de la emoción por ello.
- Desde entonces, cuando sueño, como o hago cualquier cosa, no he dejado de pensar en que quiero conocerla, verla otra vez.- Y ante esto, nuevamente comenzó a temblar, se puso roja y soltaba risitas tontas - ¡No puedo contener la emoción de verla en este torneo! -
[...]
Finalizó Tomoe Gozen, poniéndose de pie y caminando hasta Brunhilde para luego posar una mano en su hombro.- He visto de lo que es capaz, la he visto entrenar y es una guerrera formidable; tal vez pueda ganar, tal vez no...pero nunca lo sabremos si no lo llevamos a cabo.
Brunhilde podía sentir la confianza que Tomoe transmitía. Era difícil de ignorar sus palabras y su opinión, Tomoe era una pieza clave para la selección de guerreros y para el Ragnarök en general.
Su conocimiento en la guerra y las batallas la volvían una mujer a tomar en cuenta, y ella estaba dando su visto bueno a Mary Read para que saliese a enfrentar a Mamacocha.
- Entonces, crees que es una buen opción.-
- Los Primordiales son una fuerza desconocida y extraña, pero nosotros nos hemos entrenados para estar dispuesto a luchar contra todo lo que venga; Dioses, Demonios, Yokais o Kappas*
» Esa es la esencia de un guerrero.
Brunhilde asintió, aún tenía que ir a ver a Hefesto antes de buscar a Mary Read. Miró a Gëir quién asintió, demostrando que estaba de acuerdo con cualquier decisión que ella pudiese tomar. Si existía alguna posibilidad de ganar, debían tomarla sin dudarlo.
- Hlokk, ¿sabes en donde podremos encontrar a Mary Read? -
La mas baja, quien hasta ahora se habia mantenido flotando el aire sin decir nada, cruzo sus brazos e inflo las mejillas.
- ¡hmpf! ¿Por que me tuvieron que tocar los mas raritos? - Pregunto ella en berriche, a lo que Jack respondio con una caricia en su cabello.
- ¿Sabes donde esta o no? - Volvio a preguntar la Valkyria.
Hlokk se tardo un par de segundos en responder, pero finalmente lo hizo.- Si, se donde podria estar, aunque no estoy del todo segura de que este ahi.
- ¿No estaban tu y Jack a cargo de ella? ¿Quien era el encargado de entrenarla y vigilarla? - Indagó Brunhilde.
Todos los humanos presentes se vieron entre ellos, nadie queria animarse a responder del todo. Leonidas fue quien rompio el silencio sepulcrar.
- No fui yo, yo me encargue de los guerreros y reyes a excepcion de Alejandro; el queria entrenarse solo.- Respondio Leonidas, con algo de rencor en sus palabras.
- Ninguno de nosotros estaba realmente capacitado para educarla mucho, ella no es una guerrera sedienta de sangre, ni una cientifico o una samurai.- Dijo finalmente Sasaki Kojiro.
- Simo, el habria sido el maestro perfecto...- Dijo Okita con un gran dejo de tristeza en su voz.
Simo Hayha, fue un francotirador de excelencia y el rival de Apollo en el Ragnarol anterior. Murio en su batalla, dejando una gran tristeza en sus compañeros, pues todos ellos le tenian muy alta estima y cariño.
Sin el, no habia nadie que pudiese instruir y ayudar a los nuevos tiradores del Ragnarok.
Brunhilde sacudió la cabeza y alzo el puño.- No vamos a detenernos por pequeñeces, ella entreno con ustedes y Tomoe Gozen le ayudo, ¿cierto?
- Hao.- Respondio la japonesa, esto fue mas que suficiente para ellos.
- Muy bien, iremos a ver a Hefesto y luego buscaremos a Mary Read.-
- ¿Hefesto está en Delos? ¿Hace cuánto llegó? - Preguntó Gëir.
- Hace no mucho, seguramente antes de que el Coliseo comenzara a moverse. Es maravilloso que esté aquí, tenemos que hablar sobre el armamento de los Einhenjers que siguen.
- ¿Podemos confiar en él? - Preguntó Diomedes.
- ¿Haz confiado en alguien en tu vida? - Espetó Buddha.
- Cállate, Buddha, tu no tienes voz ni voto en esto.- Ordenó Brunhilde con enojo.- Si, Diomedes, podemos confiar en él para esto.
- Iré con usted.- Pero Leónidas detuvo a Diomedes en seco.
- No, tú necesitas entrenar. No vamos a tenerte vagando por ahí, siendo nuestra carta maestra para derrotar a Apollo.- Gruñó el Espartano y sus palabras fueron apoyadas por Brunhilde y Gëir.- Además, yo también necesito ponerme en forma.
Diomedes no se pudo negar, al parecer está vez ellos tenían un buen punto.
Muy bien, todo había quedado zanjado, tenían que moverse lo más pronto posible para no perder tanto tiempo.
El tercer combate estaba decidido, Mary Read y Mamacocha se batirán a duelo por la segunda victoria en este Ragnarök.
[...]
- ¡Dijiste que sería una buena idea, que Set podría darnos la victoria! - Gruñó Apollo, su acompañante alzo su mano.
- ¡Baja la voz! No queremos llamar la atención de nadie.- Afrodita, Diosa del Amor meneó su copa llena de vino mientras miraba fijamente al DPDC.
- ¿Cómo quieres que lo tome? Te hice caso y ahora estamos un punto más cerca de perder este torneo. Me hiciste creer que Set sería una victoria segura y no solamente perdió, sino que ni siquiera terminó su trabajo.
Afrodita dió un largo trago a su bebida y luego se acomodó en su asiento, tomó un abanico y lo batió para darse algo de frescor a su cuerpo semi desnudo y sudoroso. Las emociones de Apollo estaban creando una pequeña ola de calor que la tenía toda mojada y sudada, no le agradaba está sensación.
- Mira como me tienes, voy a tener que darme una ducha para limpiar mi cuerpo. No es muy educado hacer sudar a una dama como yo.- Ella seguía evitando el tema, como si Apollo fuese un niño tonto.
Pero Apollo no estaba abierto a esto, él vino a quejarse y no se dejaría distraer por las enormes tetas desnudas de la rubia y su actitud delicada de princesa mimada.
Afrodita soltó un risita burlona, mientras dejaba el abanico y se acomodaba en su asiento.
- La derrota de Set no es el fin del mundo, al contrario, deberías agradecerle.- Dijo, para ponerse de pie.
Lentamente se quitó la parte inferior de su ropa, quedando enteramente desnuda enfrente del rubio. Su cuerpo regordete, esbelto y sumamente erótico sería suficiente para matar a un hombre de placer y excitación, le frustraba no tener ese efecto en Apollo.
- ¿Agradecer? -
Y Afrodita tomó una toalla blanca diminuta y camino lentamente hacia una puerta de madera que daba de su habitación a su cuarto privado de ducha y aguas termales.- Si, niño tonto; Set pudo haberse vuelto en tu contra y convertirse en un dolor de cabeza para el Olimpo, muerto solamente deja el trono vacío y débil ante cualquiera que vaya y lo tome sin que nadie pueda detenerte.
» ¿Acaso crees que Anubis o Isis van a intervenir? Anubis está danzando en la palma de tu mano y la hermana de Set apenas si pueden tomar decisiones propias; Egipto es tuyo.
Amarro su cabello y se metió lentamente en la enorme piscina de agua caliente, sintiendo el agua caliente recorría su cuerpo y le daban una amplia sensación de tranquila y relajación.
Dejó la mitad de su cuerpo y parte de sus tetas en el agua, mientras se daba la vuelta y miraba al rubio fijamente.
- ¡Ah!~ ¿No quieres entrar? Está deliciosa.~- Invitó ella con un tono lascivo y coqueto, a lo que Apollo respondió con una mirada fría y oscura.
- Hice caso de tus palabras cuando enviamos a Marte, pero el haber perdido un punto fue algo que no podemos permitirnos.-
- Y ahí vas de nuevo, no puedes dejar de ser el Dios de La Perfección; entiende que esto es el Ragnarök, perderemos y ganaremos queramos o no, pero siempre y cuando podamos mantenernos a la vanguardia y deshacernos de las trabas, todo estará perfecto.- Y finalizó con un aplauso, sus dos sirvientes de piedra se acercaron y le dieron una copa de vidrio con hielo y limonada.
Apollo se sentó en el primer escalón de la piscina, pasando una mano por su cabello hacía atrás y suspirando con fuerza. Las palabras de Afrodita tenían razón, así que tenía que mantenerse al margen y pensar de la manera más clara y óptima posible.
- El siguiente representante de los Dioses será una mujer, y no cualquier mujer, sino una Diosa Primordial del agua. Su puesto fue pactado antes de dar inicio al torneo
- ¿Una mujer como representante? ¡Que maravilloso!~ - Saltó Afrodita genuinamente feliz.- Ya era hora de algo de poder femenino, eso nos dará muchos puntos por inclusión.
- Mamacocha es poderosa, implacable y letal en combate; aunque no tenemos mucha información sobre ella, es como si su historia se hubiese perdido en el tiempo.- Señaló Apollo.
- Nosostros los Dioses superiores tenemos secretos, hasta ahora casi nadie tiene conocimientos sobre la "Era Perdida" y los acontecimientos que sucedieron en esa época de la existencia.- Respondió Afrodita, parecía ebria de orgullo y arrogancia por poseer dicha información.
Apollo estaba completamente obsesionado por la Era Perdida, pero sabía que Afrodita no iba a cumplir sus demandas tan fácilmente sin complacer algunos de sus caprichos antes, eso los llevó a ser socios en este nuevo Ragnarök.
- Mamacocha ganará su combate, sin importar la situación o los escenarios, es la favorita para ganar y darnos la segunda victoria.
» Su poder sobre el agua es superior a todo lo antes visto, nadie se le compara, ni siquiera el tonto arrogante de Poseidón; ganará y se convertirá en la Soberana de Los Mares, apoyada por el Olimpo.
» Y ahora que he cumplido mi palabra, debes cumplir la tuya.
Afrodita llevó un de sus manos a su frente y arrugó el entrecejo, sintiendo fastidio hacía Apollo. Pero, tenía un punto, Apollo había cumplido con varias de sus demandas y sería justo revelarle la información privada de la Era Perdida.
- Esta bien, solo porque has sido un muy buen chico.- Exclamó ella y movió sus manos sobre el agua, deteniendola a pocos centímetros del agua. Una pequeña nebulosa púrpura y brillante se formó en ese espacio.
La nebulosa tomó la forma de una inmensa montaña en miniatura y también tomo la forma de una ciudad próspera y reluciente.
Afrodita comenzó su narración con un ligero jugueteo de sus manos.
- "El universo fue creado cuando la Diosa Chaos y el Dios Jehová pronunciaron las palabras; "hágase la luz " y existió la luz.
El Dios Primordial Éter, iluminó el universo frío y del calor liberado, el frío se derritió y se formó un océano, una sustancia líquida y de altísima fertilidad y de la cuáles emergieron todos los Dioses Primordiales. Ha tenido diferentes nombres y todos los reinos lo han llamado de diferentes maneras; Nun, Eitr, Ganges y etc...
Pero todos los llamamos y conocemos como el "Océano Primordial".
» Y Jehová junto a Chaos crearon todo lo que hoy conocemos; Luz, Oscuridad, Energía, Materia, Tiempo, Espacio, La Bóveda Celeste y todo lo que hoy deslumbra nuestra existencia. Pero la raíz principal, es el Océano Primordial.
En él, encontrarás las respuestas a tus interrogantes.
Finalizó Afrodita, anulando la nebulosa y desviando su mirada hacia Apollo quién había oído todo claramente, ahora con más dudas y preguntas que antes.
- ¿Éter...? ¿Él fué el primer Dios creado por Jehová? -
- Así es, más que un Dios, era parte de la existencia misma.- Simplificó ella.- Toda respuesta, toda información y todo poder se haya en en el Océano Primordial.
- ¿Dónde está? ¿Dónde lo encuentro? - Preguntó él, con un tono acelerado.
- ¡Hahahaha!~ creo que ya he relevado demasiado.- Dijo ella, pero luego habló.- ¿Quién crees que vino después de Éter? - Preguntó ella.
- Después de Éter, el hielo se derritió y... Audumbla...Ymir...¿Eso significa que...? -.
- Exactamente, el Océano Primordial está en algún lugar de Asgard.
Apollo se puso de pie y rápidamente sacó su teléfono celular, llamando con rapidez a sus subordinados.
Cuando Belcebú contestó, él dió una orden clara y directa.
- Bel, llama a todos a la oficina y apenas culmine la tercera ronda, nos dirigiremos hacía Asgard.
» ¡Llama a Deimos y a Fobos, diles que se dirigan hacía Asgard lo más pronto posible!
También llama a Rudra, él será de gran ayuda.
Y con estas órdenes cortó la llamada, para luego girar a ver a Afrodita, quién se estaba mordiendo el labio mientras se frotaba el cuerpo con deseo. Ver a Apollo en ese papel la ponía a cien, aunque no sirviese de nada contra el rubio, ella enserio estaba disfrutando toda esta situación.
- Muchas gracias, haz sido de gran ayuda.- Exclamó Apollo.
- Si necesitas algo de información, deberás cumplir algún otro de mis caprichos, pero por el momento estoy más que perfecta.- Añadió la Diosa, viéndose una de sus manos, más concretamente su muñeca derecha la cual estaba decorada con unas flores a forma de muñequera.
- Entiendo, gracias.- Fue todo, aunque antes de irse fué detenido por Afrodita.
- Sabes, estuve ojeando esta nueva lista; mucho más interesante que la anterior...- Comenzó ella, tomando un pequeño lapso de tiempo para luego proseguir.- No pude dejar pasar un nombre, un nombre el cuál he maldecido toda mi vida.
- ¿De quién se trata? - Inquirió él.
- Mírame, Apollo, ¿Que es lo que ves...? - Preguntó ella.
- Ehmm...-
- Soy hermosa, no hay un solo lugar en mi cuerpo que no sea totalmente hermoso; tengo las tetas más hermosas del cielo, una piel hermosa, suave y radiante libre de imperfecciones, las facciones más bellas, un culo de se burbuja grande y esponjoso; soy completamente perfecta.-
» Excepto en una zona, este lugar que nadie en todo lo que me queda de existencia podrá ver ni conocer jamás.
Ese hombre, Diomedes...quiero que lo mates, no me importa si lo haces al final de Ragnarök o lo haces justo ahora
[...]
- ¡Hefesto, Hefesto soy Brunhilde! - Brunhilde llamó a la puerta, varias veces, aunque el ruido se aplacaba por el escándalo que había dentro de la forja.
Detrás de la hermana mayor, iban Gëir y Hlökk quienes iban hablando entre ellas sobre Hefesto.
La leyenda sobre la apariencia de Hefesto, era algo que siempre estuvo presente en la historia universal sobre el Olimpo, además de toda la historia de su existencia y su derecho a la vida.
- ¿Que tan feo crees que sea? - Preguntó Hlökk.
- No lo sé, tal vez como los Gigantes de Asgard o los los enanos.- Respondió Gëir.
- Yo creo que es tan feo como caballo y apestoso como un cerdo.-
- ¡Cállense! Ahí viene.- Silenció la mayor.
En eso, la puerta se abrió y de ella emergió una figura colosal. Su piel era oscura, aunque no se veía nada sucia excepto por unas pocas gotas de sudor, tenía una barba marrón bien cuidada y su cabello marrón peinado hacía atrás.
Sus facciones era duras, pero estaban muy suavizadas en un gesto de amabilidad y cordialidad.
Era la viba representación de un hombre musculosos y fornido, con un cuerpo grande y entrenado en el arte de la metalurgia.
Sonrió y cerró suavemente sus ojos, tenía una cara realmente amable y bondadosa.
- ¡Brunhilde, llegaste! - Dijo él con felicidad.
- Si Hefesto, estoy aquí...- Respondió ella, haciéndose a un lado para descubrir a sus hermanas.- Ellas son Hlökk y Gëir, creo que ya las conoces.
Ambas hermanas estaban sonrojadas y sus rostros expresaban extrema sorpresa: "¡Es demasiado lindo!" Pensaron ambas al mismo tiempo que veían al Dios.
Este les extendió su enorme mano y se presentó.- Mucho gusto, Hefesto, hijo de Hera.
Ambas hermanas no sabían exactamente que decir, solamente pudieron bajar sus cabezas con vergüenza; "M-Mucho gusto..." Fué todo lo que pudieron decir.
Entraron rápido en la forja, dónde hacía mucho calor, pero no pretendían quedarse mucho tiempo allí. Brunhilde esperaba una explicación de Hefesto, pero este solamente se sentó en un gran sillón de piedra volcánica.
Las tres hermanas tomaron asiento en unas sillas cercanas a ellas.
- Tomen esto, lo necesitarán.- Hefesto les ofreció unos tapones para la nariz. No iban a aceptarlos hasta que recibieron de lleno un terrible y fuerte olor a óxido, metal y demás.
Rápidamente se los pusieron y el olor desapareció, con eso podrían filtrar el aire.
- Ahora que estamos aquí, quiero que nos expliques lo que tenías que decirnos y cómo fué que no llegaste hasta aquí.- Interrogó la mayor.
- Esta bien, responderé tu duda: Cuándo apenas estaba terminando el segundo combate, Apollo envío unas cartas de invitación a mi hermana Artemisa y a mí, eran pases premium para ver el Ragnarök y mi hermana se negó, no quería levantar sospechas así que yo también decidí quedarme en el coliseo y seguir con nuestros planes en secreto.
»De último momento, Artemisa decidió venir finalmente así que arribamos a Delos antes de que la Isla comenzara a moverse.
Apollo nos recibió y yo le expresé mi deseo por ser el herrero de los Dioses y equiparlos en este Ragnarök; se negó, pude convencerlo cuándo prometí arreglar y mejorar sus armas.
»En Delos, hace mucho tiempo habia una antigua Forja creada por los enanos herreros Brok y Eitri la cuál estuvo activa por muchos años, pero por problemas políticos entre el Olimpo y Asgard, la forja fue cerrada y abandonada; ahora es como mi casa temporal.
- ¡Espera! ¿Eso quiere decir que tú estás en nuestra contra? - Hlökk lo acusó con su dedo, Hefesto se hundió en su silla.
- No no no, nada de eso; solamente tengo que camuflarme y actuar en silencio, para no ser descubiertos y decapitados junto a los criminales del Olimpo.- Respondió él, Hlökk regresó a su asiento.
- Entiendo, entonces estás aquí para ayudarnos y ayudarlos a ellos.- Señaló lo obvio, Gëir apoyó sus manos en sus rodillas.
- La mayoría de los Dioses ya tienen sus armas predilectas, pero no niego que alguno de ellos necesite mis servicios. Lastimosamente, estamos atados de manos en estos momentos.- Respondió nuevamente el Dios griego.
Brunhilde cruzó sus brazos e hizo sonar sus tacones contra el suelo, haciendo un ruido bastante fuerte. La ayuda de Hefesto sin duda era bienvenida, pero ahora también lo tendrían como un apoyo negativo para los Dioses, sin saber a ciencia cierta que podría suceder o que podría pasar.
Le estaba doliendo la cabeza, aún no había ido a buscar a Mary Read, el campo de batalla estaría listo en un santiamén.
- Entiendo, gracias por informarnos, Hefesto, ¿Hay algo más que necesitemos saber? - Preguntó ella, viendo fijamente al Dios.
El herrero se puso de de pie y comenzó a caminar hacía un enorme compartimento de piedra y metal que estaba cercano a él, abrió una puerta y de él sacó una larga caja de madera cerrada.
Se acercó a las tres hermanas, abriendo y descubriendo lo que su interior guardaba.
- Fue un desafío replicar algo como esto, pero he podido perfeccionar y evolucionar la mayor arma asesina que un humano haya podido crear.- Exclamó con orgullo el Dios.- Tal vez trabaje para ellos también, pero no olviden que mi corazón está completamente con la humanidad.
Brunhilde sonrió y abrazó a Hefesto, igualmente Gëir y Hlökk no lo hizo porque el Dios estaba sudado, pero eso no impidió que le apoyase una mano en el hombro como apoyo moral al momento.
Había un posibilidad, aún se puede lograr, aún podemos ganar esta batalla.
La tercera ronda está por comenzar.
[...]
"Alza tu cerveza, brinda por la libertad."
La poderosa música el volumen estridente se concentraba en una habitación espaciosa, un enorme grupo de hombres viejos, gordos, delgados, altos y enanos estaban agrupados encima de una tarima de madera tocando diferentes instrumentos.
Botellas y copas de cerveza volaban por los aires, además del fétido hedor del alcohol, sudor y cigarros, el aroma de la comida recién preparada también inundaban la habitación.
"Bebe y vente de fiesta, el infierno es este bar."
- ¡Viva la humanidad! - Gritó con fuerza y poder una mujer, alzando su mano y su copa de cerveza.
- ¡Que viva la humanidad! - Gritaron todos los presentes en la habitación en este momento, al son del grito de la mujer.
La mujer se dejó caer en un sillón dorado con terciopelo rojo, reposó sus piernas en un barril cercano y comenzó a carcajearse a todo pulmón; "¡Shiojojojo*" Su risa era tan alta como la música que sonaba de fondo.
Tirada en su asiento, parcialmente borracha, se limitó a observar todo lo que sucedía.
Mujeres a medio vestir siendo acosadas por hombres, bravucones jugando a ver quién come más carne o bebe más cerveza, hombres peleando entre sí y alguna que otra mujer bebiendo y tocando música de manera desenfrenada.
"Si has perdido el rumbo, escúchame. Llegar a la meta no es vencer, lo importante es el camino y en él; caer, levantarse, insistir, aprender"
"¡Oye, perra! ¡Te dije que quería Ron, no cerveza!"
"¿¡A quien estás llamando perra!? Agradece que te traigo algo de licor para beber."
"¡Oi, cocinero! ¡Carne, trae más comida!"
Todo era un verdadero desastre. Estaba tan feliz, este era el lugar donde podía ser ella misma. Su familia, tripulación y sus amigos del alma.
"Si has perdido un beso en un adiós
O huyes de un destino que te negó
La oportunidad de ser feliz, ven con nosotros, estamos aquí."
- ¡Bonny! ¿Dónde estás? - Comenzó a buscar a su mejor amiga con la vista por todos lados.
Anne Bonny, una mujer rubia y con mechones marrones y ojos azules. Iba vestida con un traje completo de cuero negro ajustado, con un cierre en el centro del pecho, dejando ver algo de carne de sus tetas.
Apareció junto a su amiga acomodando su gorro de pirata y colocándose una chaqueta pirata corta con las mangas cortadas por la mitad de color rojo y una bufanda blanca.
Botas marrones hasta la mitad de las pantorrillas, y un cinturón amarrado en su prominente cadera, caído de lado con dos pistolas y un cuchillo.
"En esta posada de los muertos
Cuentan su vida y se ríen de quien
Estando vivo desea estar muerto, en el más allá nunca dan de beber."
Anne Bonny, mejor amiga de Mary Read también servía como mano derecha y la segunda al mando de su tripulación. Colocó suavemente una bandeja de carne, frutas un tarro lleno de cerveza justo enfrente de su amada amiga.
Mary Read sonrió abiertamente.
- ¡Tú si sabes hacerme feliz! - Exclamó la mujer pelirroja, tomando un puñado de comida y metiéndose al mismo tiempo un largo trago de cerveza.
- Un placer servirle, capitana♡~ -
Alza tu cerveza, brinda por la libertad
Bebe y vente de fiesta
Y a la muerte emborráchala.
En ese momento, la puerta del bar se abrió de par en par, dejando ver las sombras de dos personas paradas en la entrada, Brunhilde y Gëir quienes habían ido a buscar a Mary Read y con ella traían la maleta de Hefesto.
La música se detuvo de golpe y todos volvieron su vista hacía la entrada, ambas hermanas venían caminando en línea recta hacía Read.
Un hombre quiso pasarse de listo con Brunhilde y esta lo hizo comerse el suelo de un puñetazo. Después de unos cuantos pasos, llegaron al frente de la silla de Mary Read, fijando su mirada en la humana pirata enfrente de ella.
Gëir seguí parada detrás de su hermana, a la espera de cualquier palabra o accion.
- Señorita Mary Read, un placer saludarla; por favor, ordene a sus hombres bajar sus jueguetes en este momento.- Ordenó la Valkyria mayor, al verse rodeado.
Anne Bonny apuntaba su pistola a la cabeza de Brunhilde, Jack Rackham (compañero de Mary Read y espadachín de la tripulación) apuntaba su espada a su cuello.
Gëir tenía miedo, pero se negaba a temblar y moverse, debía ser fuerte como su hermana mayor.
- ¡Shiojojojo! ¡Bajen sus armas ahora mismo, ellas son familia! ¿¡Que pasa con la música!? ¡Ellas son nuestras hermanas de batalla! - Exclamó Mary Read. Su voz si que era escandalosa.
La música reanudó y los subordinados de Mary hicieron caso de sus palabras. En poco tiempo, el escándalo inicial reanudó y todo volvió a ser como antes de que las hermanas entraran.
Rackham se paró junto a Read, era un hombre alto y con largos cabellos amarrados en una coleta, dos espadas en su cinto y un parche en su ojo, llevaba un sombrero y vestía de rojo y amarillo.
- ¿Que pasa con esas caras? ¡Beban algo y únanse a la fiesta! - Exclamó ella, extendiendo su tarro de cerveza a Brunhilde, quién lo rechazó.
- Lo siento, pero no hemos venido a beber ni divertirnos.
- Señorita Mary Read, tenemos que hablar con usted.-
- ¿¡Cómo que no quieren unirse!? ¡Estamos en medio de un enorme banquete, y en un rato haremos una pira funeraria en nombre de nuestros caídos en el mar! - Invito ella, poniendo su mano en la espalda baja de ambas e invitandolas a sentarse.
Ambas hermanas tomaron asiento a regañadientes, y Mary Read regresó a su lugar anterior con una enorme sonrisa en sus labios.
Se acomodo el sombrero y las miró fijamente a ambas, no parecían estarse divirtiendo.
- Señorita Mary Read, la tercera ronda está por comenzar.-
- ¡Oh sí, la tercera ronda! La segunda estuvo buenísima, de verdad estuvo muy electrizante.- Exclamó ella.- Ver hombres tan fuertes y apasionados batallando hasta la muerte, estaba tan emocionada y caliente.~ -
- ¡Capitan! - La regañó Rackham.
- ¡Seajajajaja!* - Se rió Anne Bonny, su amiga no tenía filtro.
Brunhilde se acomodó en su silla y dobló su torso hacía adelante, para ver fijamente los ojos de Read.
- Señorita Mary Read, usted es la siguiente representante de la humanidad.- Y ante sus palabras, Mary Read cambió su semblante y su actitud.
Se acomodó en su asiento y se reclinó hacía atrás, tomando un nuevo tarro de licor y bebiendo de un gran trago, luego de eso comenzó a jugar con sus dedos sin despegar su mirada de las Diosas.
- Creí haber dicho claramente que quería salir a pelear en la tercera parte del Ragnarök, después del octavo combate. No saldré aún - Fué su respuesta, y en su tono se dejaba ver qué no había lugar para negocios.
Brunhilde suspiró y acercó la maleta, la puso en sus piernas y sujetó esta con ambas manos para luego comenzar a hablar...pero fué interrumpida por Gëir.
- Señorita Read, entendemos perfectamente sus condiciones y respetamos su decisión; pero esto es algo que no está a discusión, usted fue recomendada por la señorita Tomoe Gozen para ser nuestra representante.-
- Escuchen, lo que diga Tomoe me tiene sin cuidado; se que estoy en óptimas condiciones para salir a batallar y ganar a mi rival, pero mis condiciones son inamovibles y es conveniente para mí esperar al octavo combate y analizar el terreno que tenemos, juzgando y procurando obtener una victoria fácil y rápida.
- ¿Entonces la Pirata más temida y cruel de los Siete Mares se limitará a una batalla corta y rápida? - Inquirió Brunhilde.
- El capitán sabe muy bien lo que hace, no estamos abiertos a negociar los términos.- Se metió Rackham.
- Además pueden enviar a alguien más, aún quedan once peleadores que pueden reemplazar a la capitana.- Murmuró Anne Bonny.
- No hay nadie más preparado para enfrentar a Mamacocha.
Y en ese momento, Mary Read dió un brinco en su asiento, abriendo sus ojos con emoción y viendo fijamente a la Valkyria quién retrocedió ligeramente. El cuerpo de Mary Read comenzó a hervir de la emoción, sonrió abiertamente y miró a Anne con alegría.
- ¡Bonny! ¡Es ella, el rival a quien siempre he estado esperando! - Exclamó ella, volviendo su vista las hermanas.- ¿¡De verdad ella va a pelear ahora!? -
- S-Si...ella es m siguiente representante de los Dioses; Tomoe nos dijo que ustedes dos ya se conocían y nos hizo saber el deseo y ganas que tiene usted de enfrentarla, pese a ser una Diosa Primordial, usted suena muy emocionada.- Respondió Gëir.
Anne Bonny ladeó su cabeza y Rackham tragó saliva, pues ellos también recordaban la ocasión en la que se toparon con esa bestia en altamar. No podrían olvidar nunca aquella mirada fría, y menos la forma en la que mas olas y las tormentas caían sobre ellos con toda la furia del Océano.
Mientras ellos estaban preocupados, Mary Read estaba temblando de la emoción.
- Capitán, debería considerarlo. Los Dioses Primordiales no son ningún juego, ya vió como un hijo de ellos casi destruye el coliseo y no me quiero ni imaginar a una que si es una verdadera Primordial.
- Rackham tiene razón, se que estás preparada para ganar, pero deberías pensar con la cabeza y no lanzarte a esta ola tan monstruosa.- Apoyó Anne Bonny.
- Chicos chicos, entiendo sus preocupaciones y entiendo que los Dioses Primordiales son algo fuera de lo común, sin embargo...- Mary Read sacó su arma y comenzó a jugar con ella.- Me siento más preparada, alguien debe hacerle frente y si nuestras hermanas creen que tengo oportunidad, yo también debo creer.
Y ante esto, Anne Bonny y Rackham simplemente suspiraron y negaron ante la terquedad de su Capitana, no podían detenerla, así que solamente podrían apoyarla.
Brunhilde abrió la maleta y dejó relucir el arma que Mary Read que acompañaría a Mary Read en este combate.- Nuestro herrero estudió toda tu vida y creó el arma definitiva para tí; toma el arma divina y adueñate de los mares en este Ragnarök, danos la victoria en nombre de la humanidad.
Mary Read sonrió y asintió, a su alrededor, toda su tripulación celebró con ella.
Humana y Diosa, ambas estaban listas.
SNVLOR
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*Seajajaja: Juego de palabras creado para la risa de Anne Bonny. "Sea" (Océano en inglés)
*Shiojojo: Juego de palabras creado para la risa de Mary Read. "Shio" (Marea en Japones)
*Kappa: Es una variedad de yōkai o demonio perteneciente al folclore japonés que habita en los ríos o lagos. Su nombre es una combinación de las palabras kawa (río) y wappa, una variante de warawa (童), que se traduce como "niño."
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Muchas gracias por haber leído una vez más este fanfiction, poco a poco nos vamos acercando a la tercera ronda de este segundo Ragnarok.
Tenía planeado subir un doble capitulo pero debido a problemas de salud, tuve que dejar de escribir unos días y no pude terminar el capítulo; ya tenía cinco días de atraso y no quería dejarlos esperando más, eso no estaría bonito.
Pero gracias siempre por leer y estar ahí, los quiero muchísimo.
Nos vemos en 25 días para el siguiente capítulo que dará inicio a la tercera ronda, hasta la próxima.
Chauu.~
Recordatorio: La publicación de capitulos es cada 25 días.
Publicado el 16/02/2024.
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