ᴅ ᴏ ᴄ ᴇ
Cuando salga ★ les invito a reproducir la canción, Yellow de Coldplay versión Slow. Acompaña muy bien la escena ^^
—Por favor, no vuelvas a insinuar que ella es peligrosa, porque no lo es.
—Pe-pero Todoroki-kun, no puedes bajar la guardia. No me da buena espina. Es como cuando vimos a la amiga de Tsuyu-chan, la que tenía cabeza de serpiente y sentimos que algo no iba bien.
—No me importa, ella no es peligrosa. Le hiere que hablen así a sus espaldas.
—¿Eso lo dedujiste tú o ella te lo lloro?
—¿Ah? No, es decir, ella nunca me lo diría.
—Y tú no eres bueno leyendo emociones, ¿entonces?
—Solo no lo hagas, ¿de acuerdo?
—De acuerdo... Entonces ¿podemos ir yendo al comedor? O si no ellos se lo acabarán todo—Comenzaron a caminar de regreso al edificio de dormitorios en silencio, pero tú lo hacías más rápido, como si ya quisieras llegar—. Todoroki-kun. —Te llamo y tomó tu mano
Desde donde yo estaba escondida arrancando flores para que Pycrot me perdonara podía verte de perfil, y vi claramente como tragaste saliva... Su tacto te ponía nervioso.
—¿Sí? —Pero no te volteaste.
—¿Me perdonas?
—No es a mi a quien tienes que pedir perdón. ¿Vamos? —Preguntaste al final, esperando que ella llegara a tu lado y caminarán juntos, casi rozando sus manos que se habían soltado.
Pude soltar el aire que había contenido en mi boca al ver qué ustedes dos habían casi llegado a dónde yo recolectaba las pequeñas florecillas silvestres que crecían en los jardines y que a mí naranja amigo le gustaban. Algunas las comía, o aveces me pedía que le hiciera una corona con ellas.
Me levanté y sacudí mi pantaloncillo ancho color beige y tome en un ramo mis flores.
Tú actuar me había dejado un muy buen sabor de boca. Así que camine alegre al edificio donde mis compañeros comían la cena que habíamos cooperado para comprar.
Pero justo antes de entrar y colocarme la bolsa de papel en mi cabeza, ella se asomó de entre las sombras del pórtico.
—Ho-hola Kitāi-san... Ehm, ¿puedo hablar contigo? —Vaya, eso me tomo por sorpresa, fue muy rápido.
❝Porqué los angeles
actúan rápido, y no soportan
tener desacuerdos
imperfectos.❞
—A-ah, cla-claro... Eh... —Justo cuando estaba por ofrecerle sentarnos para estar más cómodas, comenzó a hablar.
—Perdón por juzgarte mal.
—¿Juzgarme ... Mal?
—Nunca te he tenido confianza, como humana quiero decir.
—Tranquila, se que no lo parezco, así que no hay nada que...——
—¡Pero lo eres! —Apretó sus puños decidida —. Se que no he sido la mejor compañera y que en varias ocasiones te he hecho un poquito a un lado, pero ya no más. Quiero llevarme bien con todos.
—¡Oh! Bueno... —Dudé, me tomo por sorpresa.
“Aun si no aceptas, seguirás
siendo mi ángel.”
—No te puedo prometer que seremos amigas... —Comencé a hablar
❝Porque me dolerá cuando
comiencen a salir, y a Pycrot
no le gustará para nada que
estés a mi lado.❞
—Pero, ¿compañeras? —Le extendí la mano para que me la estrechara y aunque tardo un poquito en hacerlo, al final lo hizo.
—Vale. —Me sonrió y su rostro pareció brillar por un instante, como el de un bello angel— ¿Quieres entrar? Ya deben estar por acabarse la pizza, jaja —Me ofreció amablemente
—No, esperaré un ratito más aquí. No me gustan las multitudes. —Sonreí de lado y vi como en sus ojos, mis colmillos se reflejaron por la luz de la luna alumbrandolos.
—O-okey... ¡Yo entro entonces! —Y se fue casi tropezando.
—Aun me teme. —Me dije en susurro cuando vi que entró por la puerta.
Me senté en una banca que estaba afuera y me puse a tejer la corona de flores intentando distraer mi mente.
—¡Achu! —Estornude ante un poco de polen.
Y sentí como algo cálido fue puesto en mis hombros.
Alce mi vista, y ahí estabas, con una corta y sutil sonrisa en tus labios mientras terminabas de colocarme una camiseta azul claro.
[★]
—¿Tienes frío?
—N-no, es el polen.
—Oh, entonces esto te debe acalorar. — Regresaste tus manos a tu prenda de vestir, apunto de quitarlo de encima mío, pero no te deje, su aroma era muy agradable, así que, sin pensarlo, lleve veloz mis manos a las tuyas antes de que retiraran la prenda.
—No, así está bien.
—Pero, si no tienes frío entonces te incomodará.
—Es que ya me dio jajaja —Reí nerviosa por lo tonta que sonaba.
—Okey. —Te sentaste a mi lado, viendo al frente, con tus manos en tus rodillas y rígido, como si fueras un niño bueno frente a sus padres.
Silencio, solo se oía la campanilla que tenían puesto en la entrada del pórtico. La brisa fresca anunciando la llegada de otoño, acompañado de los tenues cantos de los grillos y el olor de las flores creaban un ambiente perfecto.
—Es raro. —hablaste y te vi de reojo mientras seguía tejiendo, ya te habías relajado un poquito más, y ahora tus manos reposaban a cada lado de tus piernas, y una de ellas casi podía rozar con mi muslo.
—¿El qué?
—Normalmente, cuando estoy contigo siempre noto un ambiente tenso y ansioso, y eso me termina poniendo nervioso.
Mis dedos se detienen al oírlo.
—Pero ahora... Me gusta estar así, contigo. Hacía rato que no pasamos tiempo juntos como antes.
Gire mi rostro lentamente a verte, al mismo tiempo que tú.
Tú semblante tan serio como siempre, pero tranquilo, pacifico y armonioso me veía, me observaba a detalle.
—A mi siempre me ha agradado tu compañía Todoroki-san. Nunca me dejo de gustar. —Casi se me escapa una sonrisa mostrando mis dientes de la inmensa alegría que sentía en ese momento, pero recordar el rostro de Uraraka al verme sonreír me quitó las ganas.
—No hagas eso.
—¿Ha-hacer qué?
—No ocultes tu sonrisa. Uraraka y Midoriya siempre sonríen, e Iida aunque aveces es difícil sacarle una, también lo hace. Entonces, no la ocultes.
—Pero no te da mi——
—No. No me asustas para nada.
—Jaja, hace tanto que no sonrió plenamente que siento que parece más una mueca que una sonrisa. —Eche para atrás un mechón rebelde de mi pelo castaño claro.
—Shoji-san, te ha visto sonreí ¿verdad? —Tus dedos comenzaron a moverse algo inquietos.
—Sí, es mi mejor amigo, claro, después de Pycrot jaja.
—¿Y yo? —Tus ojos brillaron en la noche, parecía que el celeste se volvió tan claro como el agua de un río puro, y el gris me recordó a la luna en las noches nubladas, simplemente me hinoptizantes—. ¿Yo ya no soy... Tú mejor amigo? —Parecías un niño esperando un dulce, un lindo niño al cuál quería proteger.
—¿Por qué eres tan angelical Todoroki-san?—No pude evitar soltar aquellas palabras y no me arrepentí de haberlo dicho.
—¿An-angelical? ¿Yo? —Tu rostro pronto comenzó a formar un bello sonrojó.
—Sí, eres mi amigo. —Confirmé y tus labios dibujaron una discreta sonrisa de satisfacción y felicidad.
—Je... Mi corazón está latiendo muy rapido.—Llevaste mano a tu pecho y lo sentiste a través de tu ligera playera blanca—. Espera, no tengo problemas de corazón, ¿o si? Genial, ahora el viejo me mandara a hacer un chequeo. —Soltaste con sarcasmo.
No pude evitar soltar una corta carcajada al verte realmente preocupado. No importaba cuanto tiempo pasarás a lado del sentimental Midoriya, había emociones que aún desconocías, y yo estaba gustosa de enseñartelas.
—No, Todoroki-san, eso es lo que yo siento cada vez que tú estás cerca de mí, solo que multiplicado por mil jajaja.
—¿Qué es?
¿En serio lo desconocías?
—Emoción por el mañana. O quizá por comenzar un día de nuevo junto a una persona especial.
—¿Soy especial para ti? —Tu rostro se inclino, acercándose un poco más al mío para verme a más detalle.
—No sabes cuánto.
❝Tu eres mi ángel aunque yo parezca un demonio.❞
La brisa soplo fuerte, e hizo que los pétalos de algunas flores que tenía sueltas volarán dibujando los espirales que causaba el viento. Todo parecía ser mágico.
—Todoroki-san, ¿me dejarías ponerte esto?—Coloque en medio de nuestros rostros la sencilla corona de flores que casi había terminado; cualquier cosa para no lanzarme a besarte.
—Es lindo. —Tus ojitos parpadearon saliendo de algún tipo de trance que te hacía hacerlos brillar como dos faros en la noche —. ¿Para quién es?
—Para Pycrot, como habrás oído en la tarde, me peleé con él. Quizá me perdone con esto.—Sacudí de nuevo las florecitas en círculo y tú agachaste levemente tu cabeza, indicando que lo podía colocar.
Lo puse suavemente sobre tu cabellera sedosa que olía a frescura.
—Caballero de noche. —suspiré después de inhalar.
—¿Cómo? —Alzaste levemente tu cabeza.
—Perdón, es que tu aroma me recordó a esa flor, "Caballero de Noche", solo en la oscuridad ante la luna es que suelta un aroma tan agradable como miel fresca en perfume, es realmente delicioso.
—G-gracias, supongo...
¿Tartamudeaste nervioso? Jaja, sí, eso hiciste.
Te veías hermoso, con ese sonrojo que yo cause en tus mejillas y evitando verme, con la corona de flores sobre tu cabeza haciéndote parecer un príncipe de cuentos de hadas.
Dos palabras. Dos palabras querían salir de mis labios. Un claro y fuerte "me gustas".
—To-todoroki-san. —Te llamé y por fin, tus ojos se posaron en mí
Mis labios estaban apretados, preparados para soltar la primera palabra.
—Me... M-me...—Pero estaba temblando.
¿Me rechazarías? Era lo más seguro. Tenías a alguien que te gustaba, y ella era perfecta, una señorita angelical muy a diferencia mía.
—¿Quieres ir adentró? Esta enfriando. —Me cortaste al verme temblar como gelatina.
¿Se podrá declarar algún día nuestra chica? :')
¡Buenas! ¿Qué tal su día? Espero que todo haya ido bien ^^
¿Qué les pareció el capítulo?
Si les gustó no se olviden de dejar su voto, parece poco pero para mí significa mucho <3
Espero su semana vaya mejorando! Liianshi, ¡cambio y fuera!
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