27: Alien - Trifásicamente Intergaláctico
Alexa Han siempre fue una chama tranquila, de su casa, siendo la única hija de cuatro en un tranquilo matrimonio tampoco tenía mucho de donde buscar porque la cuidaban como a hueso santo.
Además, siendo la mujer del par de mellizos que era con su hermano SeokJin, tenía al rey del drama en pasta para no dejarla salir y vivir protegida cual princesa.
Quien diría que quien la hizo salir de todo eso fue de quien menos esperaban.
Song Mino era un chamo tranquilo, o al menos éso era lo que mostraba cada que iba a visitar a Alexa a su casa.
El chamo a veces metía unas pintas bien raras pero ajá, eran los 90's así que nadie le paraba bolas a éso, todos vestían medio raro en aquél entonces.
Dejó de lado a su familia, a sus hermanos, a hermano mellizo, a su mejor amigo Hwang HyunSik, con quien había crecido y sin duda era el hombre de su vida.
Estaba completamente cegada por Mino.
Alexa cayó rápido ante la parla que Mino le metió sobre ellos teniendo una relación, cosa que sí funcionó hasta el 99, ahí la cosa se empezó a poner medio rara.
Mino empezó a meterse en negocios raros, casi nunca se aparecía en la casa y cuando llegaba, era el vivo alcohol, podías emborracharte con solo olerlo.
Se empezó a poner violento con lo mínimo y luego pedía perdón llorando aunque el dijera que quien tenía la culpa de hacerlo molestar era Alexa.
Hasta que un día le levantó la mano, y ella se dejó pegar.
Desde ése día, las cosas se volvieron un infierno para Alexa.
Mino no la dejaba salir, no dejaba que la visitasen, no dejaba que nadie la viera porque decía que todos querían con ella y que ella era solamente suya, de nadie más, ni siquiera de ella misma era.
Así pasaron varios años, hasta que Alexa se enteró de que estaba embarazada.
Tenía que salir de ahí, ella no iba a permitir que su bebé creciera cerca de aquél hombre que por desgracia era su padre.
Como pudo, se contactó con su hermano mellizo, Seokjin, y le pidió ayuda.
Sin pensarlo dos veces, Seokjin llamó a sus otros dos hermanos y a su novio, ahora esposo, Namjoon.
Alexa se sorprendió la rapidez con la que actuaron en su momento porque solo había pasado hora y media desde la llamada y ya tenía a cuatro hombres en su puerta, reconoció con sólo escuchar a sus hermanos pero no al moreno alto que venía detrás de su mellizo.
Tantos años pasó bajo el yugo de Mino que nunca supo que su hermano tenía pareja, además de tener un hijo ya, se había perdido de tantas cosas.
Pero éso ya no pasaría.
Justo cuando pensaban que las cosas mejorarían, Seokjin ayudaba a su hermana a recoger sus pocas pertenencias cuando llegó Mino a la casa, encontrándose con sus cuñados.
Sabía lo que pasaba, pero no los dejaría llevársela lejos de el, ella le pertenecía.
Han Yoonbae y Han Minseok sabían contra quien pelearían, sabían que hacer, y no sería la última vez que lo hicieran.
Pasó un largo rato para que los gritos de Mino se callaran y las cosas rompiéndose pararan de sonar.
Alexa, quien estaba escondida detrás de su hermano, protegiendo su aún plano vientre, rezaba para que todo terminara rápido.
Unos minutos más de silencio y Namjoon entró por la puerta de aquél pequeño cuarto, tenía unos cuantos moratones y rasguños en su rostro pero su sonrisa de orgullo predominaba ante todo.
–Ya no te molestará más, ya podemos irnos de aquí.
Aquellas palabras hicieron llorar de felicidad a Alexa, ya era libre de aquél lunático de quién de se enamoró siendo tan joven.
Salió del cuarto, con ambos hombres detrás de ella, solo sientío alivio al ver como YoonBae tenía a Mino pisado por la espalda y como Minseok le estaba amenazando de todas las maneras posibles del mundo, de la dupla, a Minseok era al que tenías que tenerle miedo.
Él sí cumplía todo lo que decía, y al pie de la letra como lo formulaba.
La cara de rabia de Mino se transformó al ver como Alexa salía de aquella casa, sin voltear a verlo, sin decirle una palabra alguna.
Pero SeokJin sí le habló.
–Espera por la orden de restricción, te voy a poner a veinte estados de distancia de mi familia, ¿te ha quedado claro, Song? –Seokjin escupía aquellas palabras con todo el odio del mundo–. Más te vale no quererte acercar a mi hermana y muchísimo menos a mi sobrino, porque no será un país de distancia lo que tendrás, sino serán diez metros bajo tierra picado en pedazos en ocho países diferentes... Ten una linda vida, ojalá te saquen del testamento de los Song y te quedes en la ruina, Song Mino.
–Espera, ¿cómo que sobrino? ¡SEOKJIN! ¡¿CÓMO QUE SOBRINO?! ¡ALEXAAA, RESPÓNDEME!
Con Mino gritando como un lunático en aquella casa, los hermanos Han se fueron de allí para nunca más querer volver a pisar ése lugar.
Alexa volvió con su familia, conocíó a su sobrinito llamado Younghyun, hijo legítimo de su hermano Seokjin (cosa que le preguntara luego porque no entendía absolutamente nada), le pidió perdón a sus padres por haberse ido con aquél hombre quien nunca fue lo que pretendo ser. Ellos no le dijeron nada, solo volcaron sus atenciones con el nuevo bebé que vendría en la ahora feliz y tranquila familia.
Una parte de la historia había terminado, pero una nueva estaba por comenzar.
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Han Jisung nació un 14 de septiembre en un viernes algo nublado, pero que la condición climática no influyera en aquel día, porque ése era un día de felicidad, un día de gozo.
Alexa no cabía dentro de su felicidad, su bebé ya estaba en sus brazos, era suyo y de nadie más, y no dejaría que nadie quisiera quitárselo porque sí, la familia Song había querido tener al niño ya que era el primogénito de Mino y el era también el primer hijo del desastroso matrimonio Song.
Nada más cruzaron palabras con Seokjin y Minseok, y ya los Song se había echado para atrás porque a ésos dos había de tenerles miedo.
Ése día, por casualidades de la vida, Yoonbae (como el tío escandaloso que se había propuesto a ser) se encontró a Hyunsik en el hospital, le pareció raro pero no le dijo nada porque Han solo se dedicó a observar como Hwang estaba sentado al lado de una mujer con un bebé exactamente igual a el en brazos.
Y como el buen chismoso que era, se acercó al hombre, a saludar, tu sabes, para meter la coba de que andaba era averiguando.
Se enteró de que Hyunsik se había casado con ésa mujer, llamada Mayerline, y que tenía un bebé de varios meses de edad llamado Hyunjin, quien era el calco exacto de su padre.
YoonBae se dividía entre decirle o no...
Bueno, que fuera lo que Dios quisiera.
–¿Sabías que Alexa tuvo un bebé hoy?
La cara de sorpresa de Hyunsik fue monumental, tanto que Yoonbae se empezó a reír porque le causó mucha gracia.
El hombre pálido se emocionó, tenía años sin ver a su mejor amiga de la adolescencia, Yoonbae lo notó, así que arrastró al matrimonio al cuarto donde Alexa se estaba recuperando.
Mayerline no quiso pasar porque decía que le daba pena, no tenían regalo ni nada, además de que no conocía a Alexa más que por nombre y unas viejas fotos de los 80's que su esposo tenía guardadas.
Alexa sintió que el mundo se le había ido cuando vió a Hyunsik entrar por la blanca puerta de aquél cuarto de hospital, esperaba a cualquier persona, incluso a la familia Song pero jamás esperó ver a su viejo amigo allí.
Seokjin se había llevado a Jisung porque le quería sacar unas cuantas instantáneas a su primer sobrino así que Hyunsik no lo había visto aun.
Ambos amigos hablaron por un largo rato hasta que Mayerline entró al cuarto con Hyunjin en brazos, con sus ojitos abiertos, mirando todo fijamente; y detrás de ella venía Seokjin con Jisung llorando porque tenía hambre.
Las presentaciones estuvieron de más porque con solo mirarse, ambas mujeres supieron que tendría bastante tiempo para hablar.
Y allí fue cuando comenzó el largo y seguro viaje de amistad de las familia Han y Hwang.
Sin saber que los primeros años de sus vidas, ambos niños se odiarían a muerte, ¿por qué?
Vainas de carajitos, que si me agarraste ésto, que si me jaló el cabello, que si ésto, que si aquello, pato y la güacharaca, en fin, para igual terminar siendo hermanos de vida.
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Jisung creció con normalidad, sus primeros años de vida en Barquisimeto, en compañía de sus tíos, su mamá y sus abuelos, todo era felicidad para el niño.
Aunque hubieron algunos momentos tristes los cuales Jisung casi ni notó por ser un bebé.
Su abuelo falleció cuando el solo tenía seis meses de vida, nunca lo conoció, solo por fotos, así que no fue una gran pérdida para el.
Tuvo una nueva primita, llamada Nako, cuando tenía un añito de vida, ya había aprendido a caminar y echaba unos lenguarajes de bebé de un año que dejaba a todo el mundo loco.
Jisung era un bebé inteligente, aprendía rápido, además de que había tomado como copia todas las cosas que su tío Namjoon hacía o decía, además de tener mucha predilección con el hombre moreno.
Para Jisung, su papá era Namjoon.
Y hablando de padres...
Song Mino volvió cuando Jisung tenía cinco añitos, ya iba al preescolar en ése momento.
El hombre se apareció como representante del niño y por poco lo secuestra, de no ser porque Hyunsik había llegado y lo reconoció.
Hyunsik tomó a Jisung junto a su hijo y se los dió a su esposa, diciéndole que llamara a la familia Han y a la policía porque Mino había roto el acuerdo de restricción.
Ambos hombres cruzaron palabras, más amenazas e insultos que otra cosa pero a Hyunsik no le importaba, el estaba comprando tiempo.
Alexa llegó junto a su hermano y cuñado, quienes justamente venían a buscar a sus hijos.
Seokjin corrió a buscar a los niños y Namjoon se quedó afuera, junto a Hyunsik.
Sin entenderlo, porque ambos hombres no estaban en la ciudad en ese momento, según ellos; Yoonbae y Minseok aparecieron detrás de Mino.
Yoonbae vestía su uniforme de policía así que sin hacerle caso a nadie, esposó a Mino con una sonrisa maquiavélica en su rostro, ya había tenido suficiente de su ex-cuñado así que ahora sería el quien tomara cartas en el asunto, y como siempre, tendría a Minseok a su lado, porque siempre es más divertido caerle a coñazos a alguien en pareja, no solito.
Hablame del sentido de la hermandad que tenían éstos dos.
Luego de eso, los adultos se tranquilizaron, pensando que ya no verían a ése hombre otra vez.
Pero a Jisung jamás se le borraría de la memoria como aquél hombre vestido de rojo con cabello blanco le había dicho con tanto cariño:
–Yo soy tu papá, Jisung.
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Cuando Jisung tenía ocho años conoció a sus abuelos.
14 de septiembre, un martes muy soleado Jisung fue llevado luego de la escuela a una gran casa en compañía de su mamá y su tío Yoonbae.
Ése hombre no dejaba por nada del mundo a ése niño, era como su hijo, incluso si él ya tenía, Jisung tenía igual de importancia que los suyos.
Jisung no entendía que hacía ahí, se supone que luego de la escuela iría a casa de los Hwang/Castellano por petición de su tía Mayer, quien le quería hacer un almuerzo de cumpleaños.
Pero ahora, estaba dentro de ésa gran casa blanco con naranja, no sabía donde estaba, se quería ir de ahí, no conocía a nadie ahí, y no le gustaba como las personas lo veían y le hablaban.
Una señora mayor se le acercó y lo abrazó, el pobre niño casi se desmaya porque el odiaba el contacto físico con extraños, se hiperventilaba si pasaba.
–Suéltelo, no le gusta que los desconocidos lo toquen, me hace el favor.
Las palabras de Alexa habían sido toscas y secas, la mujer rápidamente lo soltó y miró feo a su mamá, Jisung se pegó más a su tío.
–Ése niño es mi nieto y si-...
–Y es mi sobrino, me importa más a mí que a usted –Yoonbae habló por primera vez, usando el mismo tono que su hermana, estaba muy serio, sus ojos brillaban con molestia–. No me haga arrepentirme de haberle dicho a Alexa de haber venido aquí, total, nunca les importó su existencia hasta que supieron que ya estaba grande, ¿qué quiere? Mi niño cumple años y todavía no le doy sus regalos, mejor se apura.
Jisung rió bajito con lo de los regalos, su tío Yoonbae siempre le daba un número de regalos específico por cada cumpleaños, éste año serían ocho, ¡uno más que el año pasado! Ahora tenía más razones para quererse ir.
Jisung sabía que en uno de esos regalos venía una caja de pingüinitos.
–Mina, ¿y si te apuras? Toda una vida, me voy a secar y cuando salga de aquí ya Jisung tendrá treinta años y una carrera universitaria. –Alexa se quejó con la mujer cabello blanco delante de ellos–. Ya viste al niño, desde aquí veo como Yunho taladra con sus ojos a mi hermano, tratando de ver a Jisung, ya lo han visto bastante por las veces que nós hemos encontrado, ¿qué más quieres? Porque ésto será lo máximo que tendrás de cerca a MI HIJO, y espero que le digas al inútil y malnacido de tu hijo que no lo quiero cerca de él, porque haré la vista gorda de Minseok y verás en los titulares su nombre, y no serán palabra bonitas las que leerás.
Mina dió un paso hacia atrás, debido a la amenaza de la pelinegra delante de ella. Y Yunho, quien estaba parado en la escalera de la casa, dió un fuerte apretón al pasamanos y bajó varios escalones con rapidez.
Yoonbae miraba con orgullo a su hermana menor, le había gustado como había sonado eso por la gran sonrisa malévola en su rostro.
Mientras que Jisung no había entendido nada, se había desconectado de todo lo que pasaba y se había puesto a mirar alrededor suyo, a ver si encontraba algo que le llamara la atención.
Y vaya que lo consiguió.
El conocía al hombre de aquella foto, pero no recordaba de donde.
Se soltó como pudo de su tío, quien estaba viendo a su hermana pelear verbalmente con su antigua y desgraciada suegra.
Entre tantas amenazas, nadie notó como Jisung se acercaba a la mesita de la sala donde habían varios marcos con fotografías familiares, bueno, Yunho sí lo notó.
El hombre mayor se fue detrás del niño, a una distancia medida porque no quería asustarlo, pero Jisung sí lo escuchó, pero no le dió miedo.
De todos allí, ése señor no le daba miedo, más bien, le gustaba la sensación que le daba cada que cruzaban miradas.
–Yo conozco a ése señor.
Jisung señaló la foto donde un hombre de cabello rubio algo largo estaba sonriendo junto al señor a su lado.
Yunho alzó sus cejas con sorpresa, ¿de dónde Jisung había visto a Mino antes? La orden de restricción no lo dejaba acercase a él, al menos no a más de diez kilómetros a la redonda.
–¿Y de dónde lo conoces? Si se puede saber, claro...
–Una vez fue a mi guardería, estaba más chiquito, pero mi tío Sik no me dejó mucho tiempo con el porque me decía que me iba a llevar y que íbamos a vivir juntos en una casa muy muy muy grande, no lo volví a ver desde ése día... –Jisung puchereó tratando de recordar más–. También me dijo que el era mi papá, pero yo sé que es mentira, mi único papá es mi tío Namjoon, señor.
El silencio reinó en aquella blanca sala.
Yunho, quien estaba incado cerca de Jisung, cayó de rodillas frente al niño, aquélla historia lo había puesto a pensar, y sí, lo que le habían contado era cierto.
Jisung si era ése niño de hace tantos años que le habían dicho que su hijo había querido secuestrar.
No era mentira.
Mina y Alexa habían quedado mudas, más Alexa que Mina porque se dio cuenta que su hijo no había olvidado aquél encuentro hace años.
Yoonbae estaba que hervía de la rabia, su niño recordaba aquello, o sea que... Mierda, Jisung sabía quien era Mino.
Aunque el final de la historia había algo que no cuadraba...
¿El tío Namjoon era el papá de Jisung? Coño, eso lo hizo reír por la mente tan inocente de su sobrino.
–¿Y quién es tu tío Namjoon, hijo? –Yunho actuó rápido y preguntó.
–Es el papá de mis primos Nako y Young, está con mi tío Jin... Yo le digo papá a él porque es más fácil y todos dicen que Young y yo somos hermanitos porque nos parecemos.
Aquella explicación sacó de sorpresa a todos.
La manera en la que Jisung había explicado todo desde su mente de niño de ocho años había sido tan clara, aun sin saber que en realidad sí compartía sangre con uno de sus primitos.
–Bueno, como verán, Jisung falta de padre no sufre, tiene cuatro hombres cuidando de el así que dudo que ustedes puedan llegar a por lo menos intentar copiar el cariño que le profesamos mis hermanos, mi cuñado y yo. –Yoonbae habló altanero, mientras se acercaba a su sobrinito–. ¿Por madres? Tiene dos, bueno, tres porque Seokjin le mete a todo, ése hasta de La Sirenita se vistió en el cumpleaños de Nako el año pasado así que por eso, problemas tampoco tendrá.
Yoonbae clavó sus ojos en Mina. Nagüará, como odiaba a ésa mujer.
>>Otra cosa, díganle a su hijo que lo he visto, yo no digo nada porque yo viajo para Caracas pero que no se deje ver por MinSeok, a ése se le van las luces y lo puede enviar pa'l Cartel de Los Soles y adiós luz que te apagaste, ése sí no se anda con juegos cuando se trata de el, y bueno, hay hambre en el penal, ¿verdad, Sungie?
Jisung soltó una infantil carcajada y asintió a la pregunta de su tío, Yoonbae lo alzó para cargarlo en sus brazos.
>>Nosotros nós vamos moviendo, Lex, haz lo que tengas que hacer... Jisungie, despídete de los señores, ¿si?
YoonBae bajó a su sobrino, pero el niño si se movió.
–Un gusto conocerlo, señor.
Yunho casi que se pone a llorar cuando vió que era con el.
Jisung ni siquiera se acercó a Mina, solo le habló a Yunho. Para que vean que aun siendo pequeño, Jisung sabía que de esa mujer no podía encontrar nada bueno.
–El gusto fue mio, Jisung, y por favor, dime Yunho, el señor me hace sentir viejo... –Por mí, me llamas abuelo. Pensó Yunho, pero no lo dijo–. Y con el permiso tuyo y el de tu mamá, espero poderte otra vez, sólo si tu quieres.
Jisung solo sonrió y abrazó a Yunho tanto como sus cortos bracitos le dejaron.
–Hoy cumplo años, si quiere, puede venir en la noche, mi abuela me está haciendo una torta de chocolate con mi tío Seokjin... –Jisung le estaba susurrando al oído a Yunho aquello, los demás solo podían ver como el hombre sonreía y como las lágrimas caían por su rostro–. Pero usted solo, esa señora me da miedito... Yo le diré a tío Yoonie que lo deje entrar, ¿si?
–Claro que sí, corazón, claro que sí. –Yunho apretó un poco más a Jisung y lo soltó, miró a Alexa–. Sé que mis palabras para tí no tendrán peso o significado pero quiero que sepas que yo nunca estuve de acuerdo con que te casaras con mi hijo siendo tan jóvenes, pensé que era una mala idea y tenía razón, pero yo ya no mandaba aquí así que mi voz no tenía valor, pero hay algo de lo que sí estoy feliz y es por éste niño, y espero que con el permiso tuyo, me dejes estar en su vida de ahora en adelante, solo si tu me dejas, Alexa. Y también, quiero que me perdones a mi por no haber estado pendiente de todas las marramucias que Mino hacía y todo lo que hizo sufrir, pude haberlo detenido en su momento.
Jisung no entendía nada, así que se fue con su tío Yoonbae al carro con la excusa de que tenía sed, el solo quería salir de ahí porque las palabras del señor Yunho lo estaban poniendo triste y no sabía la razón.
–Yo sé que a tí nunca te valoraron como debían, Yunho, y descuida, yo siempre supe que el único que servía en ésta familia eras tu, y tu tranquilo, y no hay nada que perdonarte, nada fue tu culpa... –Alexa caminó hasta Yunho y le dió un abrazo a su antiguo suegro–. Tu no podías controlar las cosas que el hacia pero éso ya es cosa del pasado, y lo que ahora importa es que mi Jisung sea un niño feliz sin importar qué, y vi que le gustaste, a él no le gustan los desconocidos con facilidad, debe de ser que siente la misma paz que yo cuando estás cerca.
Yunho sonrió con sus ojos acuosos, Alexa se soltó del abrazo y le limpió la lágrimas a su ex-suegro.
>>Siempre fuiste más que bienvenido en mi familia, así que estoy de acuerdo con que vayas a la fiesta de cumpleaños de Jisung hoy y en todos los cumpleaños donde el te quiera; sin embargo, Mina, contigo la vida cambia.
–Claro, porque siempre fui la suegra insufrible y todas esas barbaridades que le decías a Mino sobre mi...
–Y después me preguntan que por qué nós divorciamos hace tantos años...
–¿Se divorciaron? –Alexa veía con sorpresa a ambos.
–Hace diez años lo hicimos, a decir verdad...
–Yunho responde–. Nadie se enteró porque yo seguí viviendo aquí porque esta casa es mía por derecho de tierras, cosa que pienso pasárselas a Jisung cuando sea mayor porque sé que si se las dejo a Mino, ay Dios me salve, capaz la vuelva un garito o una cosa de esas con drogas, del hijo mío siempre esperaré lo peor.
Dígalo en juego con lo del garito...
–Siempre te quejas de mi hijo, como si tu fueras un dichado de virtudes, Song YunHo. –Mina dramatizó, siempre defendiendo a su perfecto hijo–. Mi hijo no será perfecto pero es un humano, y los humanos tienen fallas.
–Yo nunca te pegué, Mina. –Yunho fulmina con la mirada a su exesposa-. Hay situaciones y situaciones, y yo jamás diré que soy un dichado de virtudes pero jamás te levanté la mano, jamás te llegué borracho, nunca llegué tarde del trabajo, y mucho menos tuve malos negocios, que todo lo que usas es a mi costilla porque toda la vida has sido una mantenida, no sabes hacer nada más que criticar a la gente, burlarte de todo el mundo y taparle a Mino todas sus andanzas, crees que soy estúpido pero mira que yo no nací ayer.
Alexa estába más que sorprendida con las palabras de Yunho, lo único que en su mente había era un: TOMAAAA POR CURIOSA, PA' QUE SEAS SERIA Y TE ORGANICES, NOJODAAAAA.
Pero obvio, todo éso era mental porque tampoco iba a gritar como una loca ahí, para eso estaba Mina.
Lo único que Mina hizo fue patalear y bufar cual carajita malcriada y se fue por las escaleras de aquella casa.
–Está haciendo lo que creo que está haciendo, ¿verdad? –Alexa habló con obviedad–. Son tal para cual.
–Dicen que los hijos son como sus madres y las hijas como sus padres, jamás pensé que fuese tan así, nagüará. –Yunho negó con la cabeza, con decepción–. Siento vergüenza ajena cada que hace eso...
–¿Te arrepientes de haberte casado con ella, Yunho? –Alexa tuvo que preguntar, tenía esa duda desde hacía años.
–Meh, tuvimos a Mino, y de el salió Jisung, no puedo arrepentirme de algo que se que me dará la felicidad de mi vida... –Yunho sonrió honesto, las arruguitas alrededor de sus ojos lo hacían ver de lo más hermoso incluso si ya tenía un poco más cincuenta años–. Y bueno, no te quito más tiempo, tu hijo debe de tener hambre, ya las cosas por éste lado están más que tranquilas.
–Tu nieto.
–¿Qué?
–Jisung, mi hijo, tu nieto. –Alexa sonrió y comenzó a caminar de espaldas–. Nosotros nós vamos, pero espero poderte ver en la noche, es a las ocho.
–¿Qué le gusta? –Yunho tenía una cara de preocupación que hizo reír a la pelinegra.
–Le gusta el chocolate, destacate... –Alexa se despidió con la mano–. Nós vemos, chao, Yunho.
Ya cuando Alexa llegó al carro, donde se encontró a dos carajitos comiendo, sí, carajitos comiendo.
Cuando Yoonbae dijo que había hambre en el penal, no mentía.
Ésos dos estaban comiéndose unos panes ahí bien caleta, el que Jisung se estaba comiendo era más grande que su castaña cabecita, no sí.
–Mami, ¿ia nwos vwamos?
Jisung habló con la boca llena, sacándole una risa a los dos mayores.
–Sí, mi amor... –Alexa limpió el cachetito sucio de salsa de su hijo–. Vámonos con tus tíos, ya Hyunjin debe de estar haciendo dramas porque no hemos llegado.
–Jin es muy dramático, se parece a mi tío Seokjin...
–Son vainas de Jins, supongo... –Yoonbae le respondió a su sobrino–. Ay ya, vámonos de aquí, mis cachorros.
Ése fue un buen cumpleaños para Jisung, a pesar de todo.
Su abuela y su tío le habían hecho una torta de dos pisos de puro chocolate.
Su tío Yoonbae le había dado sus ocho regalos, entre ellos ocho cajas de pingüinitos.
Su tío Minseok le regaló una patineta que el niño llevaba meses diciendo que quería.
Su tío Namjoon le regaló algo parecido a una consola, no era de juegos, era un ecualizador.
Su mami le regaló una cadena y una pulsera, ambas de oro on el Han grabado. Regalo que ha de usar toda la vida.
Quien sorprendió con los regalos inesperados fue el abuelo paterno del niño.
Song Yunho se apareció en aquélla casa luego de tantos años cargado de regalos, le hacía competencia a Yoonbae porque parecía que ése hombre le había traído todos los regalos de las navidades, días del niño, proyectos escolares, cumpleaños y todas las festividades que no había pasado con Jisung.
Los adultos quedaron locos con tanto juguete, tanta ropa, calzado, gorras, uniformes, hasta comida había entre los regalos.
–Es que no sabía que le gustaba, así que le traje lo primero que vi...
Ésa había sido la excusa de YunHo, sonriéndole a los Han.
La primera en reaccionar fue Bom, saludó a su exconsuegro y lo invitó a pasar, obvio, bregando con que no pisara nada porque la sala estaba hasta el techo de regalos.
Los dos viejos (no tan viejos) se fueron para la cocina a hablar, todo bajo la atenta mirada de sus hijos porque ellos sabían lo lanzada que podía llegar a ser su mamá.
Pero toda la atención se les fue a otro lado cuando escucharon los gritos de Jisung junto a sus primos y Hyunjin.
–¡CHOCOLATES!
Jisung estaba que lloraba de la felicidad, había encontrado una caja más grande que el que contenía un sinfín de galletas, bombones, caramelos, barras de todos los tipos de chocolates habidos y por haber.
–Ahora tengo competencia...
Yoonbae había susurrado con su cara de cañón al ver como su sobrino nadaba entre tanto regalo.
El resto de la noche fue divertida, Jisung se quiso meter a vivir dentro de la caja de chocolates; los hijos de Yoonbae y los de Minseok le dijeron a Yunho que los adoptara, hasta Hyunjin iba en ése lote; cuando empezaron a cantar el cumpleaños, como el showcero que era, Yoonbae empezó a cantar junto con Seokjin en coreano y así fue una reacción en cadena, y todos cantaron en coreano bajo la mirada rara de YunHo; Minseok se ahogó con un pedazo de torta, lo cual era normal ya, y a Namjoon se le fue su pedazo al vaso con refresco que tenía en su mano.
Otra fiesta de cumpleaños normal para Han Jisung, solo que ahora había alguien nuevo en su vida.
Alguien a quien no había visto todavía.
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Navidad.
Jisung ama la navidad, y a diferencia de muchos, no es por los regalos, sino que gracias a la navidad, sus tíos vuelven a la casa y puede volver a vivir su vida de niño malcriado con sus tíos.
Es un niño feliz.
Pero ésta Navidad no fue una feliz.
Sus tíos Nam y Jin se habían mudado a Falcón, debido al trabajo de su tío NamJoon, ése año no volverían porque querían pasar los cuatro en navidad juntos.
Su tío Minseok tenía guardia con la policía así que no estaría.
Y su tío Yoonbae estaba en Caracas y volvía era para el 31.
Su consuelo eran su mamá, su abuela, su abuelo Yunho y su tío Hyunsik con su familia.
Pasaría navidades con Hyunjin, tampoco estaba tan mal porque el le regalaba algo siempre, así que no era tan malo.
La noche del 24 iba normal, los adultos conversaban mientras tomaban ponche de crema y los niños veían el especial navideño de Disney.
Los Hyunjin y Jisung de 11 años estaban tranquilos, comiendo chucherías mientras cantaban canciones navideñas en inglés con una rara pronunciación, pero de divertían al burlarse del otro al decir algo raro.
Hasta que se escuchó el timbre del portón de la casa.
¿Quién era? Nadie sabía porque todos ahí tenían llave y no necesitaban llamar, incluso YunHo la tenía pero el llamaba por teléfono para avisar.
YunHo, como el caballero plateado que era, dijo que iba a abrir y ver quien era, los demás se quedaron adentro y siguieron con lo suyo.
Mala idea aquéllo.
De la nada se empezaron a escuchar gritos e insultos desde afuera de la casa.
Los adultos conocían aquélla voz incluso si no quisieran.
–Mayerline, llama a Minseok. –Hyunsik fue el primero en reaccionar y le habló a su esposa mientras caminaba hacia la puerta–. Dile que es una emergencia.
La pelinegra voló hacia el teléfono de la casa y marcó a la estación donde Minseok hacia guardia.
Alexa había quedado soldada al sofá donde estaba sentada, se había puesto pálida con solo escuchar la voz de aquél hombre.
No otra vez, era todo lo que pensaba. No otra vez, no hoy, no aquí.
Bom ni se atrevió a decirle nada porque al toque notó el miedo en los ojos de su hija, ella sabía lo que sentía.
Así que como pudo, Bom tomó la mano de su hija y comenzó a hablarle de manera suave para que saliese de su trance.
Mayerline, quien ya sabía sobre el tema, llamó a los niños y los llevó para el cuarto de Jisung con sus cenas, ya luego se les explicaría.
No haría falta.
Jisung y Hyunjin sólo se miraron las caras al estar los dos en el cuarto, y como si se hubiesen leído la mente, ambos carajitos se subieron a la cama del menor a mirar por la ventana.
Hyunjin no entendía que estaba pasando pero el veía, con un poco de miedo, como su papá discutía con aquel hombre de cabello negro.
Por otro lado... Jisung.
El sí sabía quien era ése hombre, ya lo había visto incontables veces en fotos y su abuelo Yunho le había hablado sobre el. Y todo lo que le decían eran cosas nada buenas; sabía que ése hombre le había pegado a su mamá, le había robado mucha plata a su abuelo cuando fue joven y después de viejo también, le había pegado a sus tíos, había querido pegarle a su papá Hyunsik, había hecho cosas malas.
Sabía que ése hombre era su papá.
Y no le gustaba que ése hombre malo fuera su papá.
Renegaba de su papá.
–¡ÉSE NIÑO ES HIJO MÍO, MÁS MÍO QUE TUYO, ALEXA, SIN MÍ EL NO EXISTIRÍA! –aquel hombre gritaba afuera de la casa–. ¡ASÍ QUE MAS TE VALE QUE ME LO MUESTRES PORQUE O SINO, YO MISMO ENTRARÉ A BUSCARLO Y AHÍ SI NO LO VERÁS MAS NUNCA!
Aquéllas palabras le dieron escalofríos a ambos niños, sobretodo a Jisung, quien empezó a sentir un miedo terrible recorriendo su espalda y haciéndole difícil respirar.
Jisung estaba teniendo su primer ataque de asma.
Jisung se desconectó de todo, dejó de escuchar los gritos de su padre afuera y las respuestas de los demás adultos que estaban del lado del niño, solo escuchaba el latir de su corazón acelerado en sus oídos, como sentía el sonido blanco en sus oídos, sentía como le dolía el pecho y la cabeza, sentía como su garganta se cerraba y su boca se secaba, como sus ojos se aguaban y sus manitos temblaban.
Jisung, además de tener un ataque de asma, estaba dándole paso a aquél silencioso demonio llamado ansiedad.
Demonio que nunca se iría y que con el tiempo se acostumbraría a tener e incluso pensaría que ya se había ido, hasta que había muchas personas alrededor suyo y volvía a susurrarle todo su dolor en palabras ácidas al oído.
Hyunjin notó como Jisung empezaba a hiperventilarse, ya lo había visto antes cuando estaba con desconocidos pero ésta vez era diferente.
Ésta vez era serio, y no sé iría con un simple chiste que decirle o una canción que ponerle.
Ésta vez, Jisung podía sufrir más que cualquiera porque si le sumamos a la falta de aire que sentía el horrible sentimiento de experimentar como sería si estuvieses muriendo ahogado incluso si en realidad podías respirar bien, pues no, la cosa no estaba fácil.
Jisung estaba sintiendo que se podía morir en ése mismo momento, las gruesas lágrimas que le caían por el rostro le impedían ver bien aquel iluminado cuarto, sentía un calor sofocante incluso si él aire estaba encendido, sentía como sus manos no paraban de temblar, como todo su cuerpo no podía parar de temblar y como quería hablar pero solo salían sonidos lastimeros y estrangulados.
Sin saber que hacer, Hyunjin optó por lo primero que tuvo en mente porque nunca había visto a Jisung así y tenía miedo.
No podía perderlo, todavía no, quizás nunca, si podía ser mejor.
–Jiji, mírame, solo mírame, respira conmigo, solo copia lo que yo hago, ¿va? –Hyunjin estaba incado delante de Jisung con sus manos en la carita del menor–. Vamos, puedes hacerlo, inhala, exhala; mi tía me enseñó esto hace tiempo cuando a su hija le daban ataques de asma, y te digo que no conocí nunca a ésa niña pero ajá, me sirvió de algo la vaina... –Hyunjin hablaba para hacer que Jisung dejara de pensar y le hiciera caso a él, para que copiase sus acciones–. ¿Sabes que? En un rato vamos a abrir los regalos, por ahí vi una caja de pingüinitos que tu tío Yoon envió de Caracas, seguro por ahí debe de venir el mio pero mira que si no te avispas, te choreo los tuyos y adiós luz que te apagaste, me voy corriendo hasta el bicentenario y no viste más nunca, oyó.
–Ya verás tu, si me quitas mi vaina, lo que te puedo es abrir la barriga con una cuchara y te saco los pingüinos ésos, pila ahí. –Jisung rió mientras tosía, había comenzado a respirar mejor–. Jin, me siento mareado...
–Acuéstate entonces, yo no me voy a ir pa' ningún lado, capaz te me mueres y no hijo, 'tamos muy chiquitos para estar yendo a velorios así que no te me vas a dormir, pila. –Hyunjin ayudó a su amigo a acostarse y el se puso a su lado–. ¿Cómo te sientes? ¿Ya estás mejor? Ya dejaron de gritar, creo que escuché a tu tío Minseok.
–Los oídos se me taparon, te escucho a tí y de chiripa... –Jisung susurró, sus ojitos se le estaban comenzando a aguar–. Jin, ¿tu crees que ése hombre me lleve lejos de mi mamá como dijo?
Hyunjin no encontró algo que responder en ése momento, así que le tocaba hacer promesas que sin importar lo que pasara, las iba a cumplir sin importar que la vida se le fuera es ello.
–Te juro por el supuesto cachorro que mi papá dijo que me iba a regalar, que por nada del mundo yo voy a dejar que tu te vayas lejos, si te vas pues me meto en la maleta, o te secuestro, me vale un coño que sea un carajito pero yo a tí no te voy a soltar muy fácilmente, ¿me oíste, Jisung Josué?
El menor solo pudo asentir y abrazar fuertemente a su amigo.
Ésos niños se adoraban como si fueran hermanos, no... Ellos eran hermanos.
Hermanos que el universo les regaló.
Y los regalos fueron hechos para cuidarlos y atesorarlos porque no hay nada mejor que un regalo.
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Luego de aquella desastrosa navidad, comenzando el nuevo año la familia Han se mudó de Barquisimeto para no volver en mucho tiempo.
Seokjin echó las mil maldiciones desde su nueva casa al enterarse de lo que pasó y que hablar de Yoonbae estando en Caracas.
Pero aquí, Seokjin fue más rápido y les dijo que sí querían alejarse de aquella ladilla andante, sería mejor que se mudaran de ahí porque sino, Mino volvería una y otra vez hasta ver a Jisung.
Y aunque el daño ya estuvo hecho porque Jisung no quería nada con el, le hicieron caso, pero para donde se iban a ir con todo ese cutupurero.
Fácil.
Seokjin, muy viva la pepa les dijo que se mudaran con ellos mientras tanto y luego ya verían para buscarse una casa allá.
Quien tenía la palabra ahí era Jisung, pero había un pequeño problema con eso...
Si el se iba, ¿qué pasaría con Hyunjin?
Ambos niños hicieron las pataletas de sus vidas cuando se enteraron que los Han se iban primero, así a los Hwang no les quedó de otra que cumplirles el capricho a su hijo.
Que de paso, les salió hasta mejor porque los Hwang encontraron trabajo rápido.
Ya teniendo las cosas claras, los Han se instalaron en Falcón, en un pueblito llamado Borojó, no habían más de 5 mil personas allí, todo el mundo se conocía y se podía vivir con tranquilidad ahí.
Para las familias fue un buen momento, luego de todos los problemas, tener la paz y el silencio que la ciudad no les brindaba era gratificante.
Para los niños fue... Bueno, fue un gran cambio pero se acostumbraron con rapidez.
Hyunjin fue inscrito en una académica de baile, donde conoció a nuevos amigos y de paso se encontró con unos que tenía tiempo sin ver, hasta tuvo su primera y novio en ése lugar.
Jisung, por otra parte, incluso siendo un niño muy social y escandaloso, se retrajo un poco al estar en un nuevo ambiente, así que con ayuda de su tío Namjoon, quien era psicólogo, lo ayudó con eso.
Además de que el niño le contó sobre lo que había sentido aquella noche y como tenía repeticiones de ese sentimiento.
A los once años, Jisung fue diagnosticado con ansiedad traumática y asma emocional severa, ambos causados por una persona.
El niño aprendió a controlarse y a distraerse gracias a su tío, quien le dijo que podía hacer cosas para mantener su mente ocupada para no recaer.
Y allí fue donde tomo parte de su vida la música.
Jisung no lo sabía, pero su padre tenía el mismo don que el, y su mamá también, solo que ella nunca lo supo aprovechar.
Pero Jisung no sería como su mamá en ésto.
Y cuando tuvo todo acomodada en su mente, comenzó a hacer cositas con el ecualizador que su tío le había regalado hace tantos años.
Así que una tarde, cuando estaba aburrido de todo, tomo aquella consola, la conectó con su computadora y se puso a "inventar".
Ésa tarde nació Nightcore.
Un día le enseñó a su tío sobre lo que hacía, Namjoon casi que llora de orgullo al ver como su niño había seguido el camino que el había dejado a medias hacía tantos años atrás.
Luego le enseñó a su mamá y a su abuela, porque no hayaba como explicarles como era que le llegaba plata así de la nada, y de paso en dólares.
Alexa quedó loca, estuvo en shock por horas, hasta que reaccionó y le dijo que no se sobre esforzara porque tanta computadora hacía mal, pero nunca le dijo que no le gustase aquéllo. En el fondo, Alexa se veía reflejada en su hijo cuando ella era joven.
Si es el quien llega a las estrellas, yo no me molestaré. Pensaba ella cada que lo veía con los audífonos puestos.
La abuela Bom fue otra cosa, ésa mujer estuvo encantada con todo éso. No entendía un coño lo que hacia su nieto, pero verlo tan feliz y sonriente cada que hacia aquello, era más que suficiente para ella ser feliz.
Le había pedido a su yerno que le explicara que hacía el niño porque cuando Jisung le explicaba, ella no entendía nada.
Namjoon le dijo todo lo que tenía que saber, el hombre sufrió un poquito pero la mujer entendió, y le pidió que lo ayudara porque ella sabía que a él le gustaban esas cosas.
Con el tiempo, Jisung fue creciendo, volviéndose famoso y ganando dinero con el que ayudaba a su familia y se daba sus gustos.
Cuando tuvo trece años entró al liceo, ahí supo que las cosas iban a cambiar, algunas para bien y otras para mal.
Y habían cosas que no sabían si eran buenas o malas... Bueno, cosas no, personas.
Una mañana nublada de octubre, Han Jisung conoció a Lee Minho.
Ahí fue cuando supo que no habría maneras de etiquetar como bueno o como malo a alguien.
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Actualidad.
–Ajá, ¿en qué se supone que fallamos aquí? Yo antes era el de la depresión y ustedes me subían los ánimos, ¿cuándo cambiamos de puestos que yo no me di cuenta pues?
–Coño mano, no sé, pero ya me está dando como que arrecherita la verga esta, es una ladilla andar así... Won me dió una patada por el culo porque pagué mi arrechera con el, que cuando me calme me vuelva a hablar y le explique qué coño mi pico en el culo porque yo nunca le he hablado feo.
–Lo de Young por dos, que ladilla andar deprimido, ya entendí a mi pap-... Ay no, Key, dame un trago ahí, me puse sad –Nako se quejó con sus ojitos aguados y le quitó la botella de cinco estrellas a su hermano–. Ya me obstina andar así, hasta Wooyoung se arrechó conmigo por andar de malas pulgas e Innie me zapateó porque andaba muy ladillosa, hasta mis amigos se dan cuenta como ando, maldición.
–¿Qué dijiste? –Youngk le quitó la botella a su hermana–. Yo raspé las clases de japonés, por mucho que traté nunca aprendí ésa verga.
–Dijo maldición, yo si le paré bolas a las clases –Jisung chalequeo a su primo–. Y tengo a Shota en mi vida, cualquier vaina, lo llamo.
Los tres primos estaban acostados en el piso del cuarto de Jisung, llevaban horas en lo mismo.
Quejarse y beber.
Que vida tan dura.
Aunque bueno, tenían sus razones en ésos momentos para borrarse por un rato.
Nako y Younghyun habían tenido una muy pesada conversación con sus padres sobre su procedencia debido a algo que se le salió a Seokjin por andar regañando a su hijo mayor.
"Hay que ver, más igualito a mi no pudiste salir, de vaina y no te negué".
De ahí salieron muchas dudas y preguntas porque Namjoon sabía de lo que hablaba pero los chamos no captaban a que se había referido su papá.
Hasta que Seokjin tuvo que soltar todo lo que no había querido durante tantos años.
El primero en irse de la casa fue YoungK.
Se sentía estúpido, dolido y defraudado, pero sobretodo, se sentía engañado.
18 años mirando a los ojos a ése hombre quien en realidad era su verdadera padre y nunca lo supo.
Su sufrimiento vivía bajo su mismo techo y nunca lo supo, hasta ésa mañana.
Pero luego estaba otro tema...
¿Quién era su mamá?
Seokjin le explicó que su mamá había sido una chama, coreana también, quien había ido a Venezuela de visita a su familia y se quedó por más tiempo del estimado porque se había enamoramiento de el.
La chama se llamaba Kim Yunbin, muy linda ella.
Pero Seokjin era gay, así que la vaina no cuadraba bien ahí, entonces, ¿qué pasó ahí?
Simple.
Yunbin le había dicho a Seokjin que quería su primera vez con el pero si el no sentía lo mismo después, no importaba.
De ahí salió el.
Yunbin desapareció luego de éso, Seokjin siguieron con su vida y conoció a Namjoon y empezaron algo.
Meses después, ésa chama apareció en su casa con un bebé en brazos, diciéndole que era hijo suyo y que debía de dárselo a el porque sabía que si volvía a Corea con el, le harían darlo en adopción o algo peor.
Seokjin no tuvo maneras de negarse, ése niño es su calco exacto de cuando era chiquito, y con la misma que tomó en brazos al bebé, Yunbin se había montado en un carro y se había ido.
Ése día, nadie de la familia esperabas que cuando Seokjin volviera de la puerta con un bebé en sus brazos y con ojos llorosos.
Tenía 20 años, el de vaina sabía cuidarse bien y ahora debía de cuidar de un bebé recién nacido.
–Si no lo crías tu, lo haré yo. Pero ése bebé se debe quedar en ésta casa, Seokjin Gabriel.
Minseok le había dicho aquellas palabras a su hermano menor luego de escuchar de donde venía aquel niño.
Seokjin le huía a la mirada de Namjoon, quien en ése momento lo miraba fijamente sin ninguna emoción en su rostro.
–Lo mismo que dijo Minseok hyung, lo cuidas tú o lo hago yo, pero ése bebé se queda aquí, ¿me escuchaste, Han?
Las palabras de Kim sonaron tan tranquilas que solo SeokJin había sentido su peso.
Días después, YoungHyun Gabriel Kim Han era un formal miembro de la familia.
Y ahora vamos con la niña del trío.
¿Qué había pasado con Nako?
¿De dónde venía?
Ésto si no es tan fácil de explicar.
Luego de que pasara todo lo de Alexa y que Jisung llegara a la familia, por un lado las cosas mejoraron, pero por otro lado no.
Seokjin y Namjoon estaban teniendo problemas entre ellos. Criar un niño siendo tan jóvenes no había sido una muy buena idea que digamos, pero se las apañaban más o menos.
Hasta que un día Seokjin inició una pequeña pelea que no terminó bien.
Había tocado un tema demasiado delicado para en aquel momento, su novio, y Namjoon no aguantó aquello.
Namjoon se fue de la casa por una semana a la casa de su mamá, ambos necesitaban espacio.
En ésa semana pasaron muchas cosas, entre ellas que Nam fue visitado por una vieja amiga llamada Keiko Kitagawa.
Japonesa la chama.
La mujer mayor estaba de cumpleaños y quiso tomar con su hijo como siempre lo hacían.
Y la otra se metió de arrocera, éso no salió muy bien.
Kim Namjoon tenía buena resistencia al alcohol, pero lo perdía todo si le daban whisky y Keiko perdió el norte y entre los dos se lanzaron una botella de Blenders solos.
Una cosa llevó a la otra debido a sus borrachos cerebros y pin pun pan, pasó lo que pasó.
NamJoon no recordaba absolutamente nada de ésa noche, pero Keiko sí, pero ella no dijo nada en su momento porque al día siguiente Seokjin estaba en la puerta de aquella casa llamando a Namjoon.
Lo que Namjoon nunca supo fue que Keiko estaba enferma, tenía problemas cardíacos serios y en cualquier momento podía sucederle algo, cosa que milagrosamente no pasó.
La pareja volvió a estar junta luego de perdonarse por la pelea mientas que Keiko pasaba su embarazo sola, ella misma habla tomado aquella decisión porque supo que había hecho mal en meterse sin querer en una relación.
Ocho meses después, debido a un fuerte dolor de cabeza, Keiko fue hospitalizada, aquel dolor le hacia daño debido a que tenía la tensión alta.
Los doce le decían que debían de hacerle cesárea porque su bebé estaba en peligro.
Podía perder a su bebé, y no quería éso.
Así que ella tomó su decisión. Una decisión que costó caro pero que la haría feliz.
Por suerte, la abuela del bebé que estaba esperando sabía todo, y ella llamó a su hijo ésa noche.
Namjoon pensó de todo, menos que iba a ser padre de un bebé que no sabía de su existencia.
Pero aceptó aquélla batalla porque el mejor que nadie sabía lo que era crecer con personas con quienes no compartir sangre.
Él le daría un hogar, amor y cariño a ésa tortura que venía.
Pero hubo un problema.
En medio de la cesárea Keiko empezó a perder sangre, la había roto un vaso sanguíneo y tenía una gran hemorragia.
Los doctores batallaban para parar el sangrado pero les era difícil.
Todos dentro de aquél quirófano sabían que debían de tomar una decisión.
Y ya estaba tomada.
–Tómala. Es tuya. Yo solo vine a éste mundo para traerla a la vida, ahora te tocará a tí cuidarla como me cuidaste a mi cuando eramos niños. Cuídala con tu vida, no dejes que nada le pase, será tu princesa, podrás malcriarla si quieres, pero por favor, tómala a ella. Yo ya cumplí mi tiempo.
Keiko había soltado aquellas palabras con suma tranquilidad, incluso si sentía el dolor punzante y sordo de su vientre.
Namjoon no tuvo momento para opinar porque segundos después había escuchado un llanto fuerte y agudo que estremeció el lugar.
El hombre perdió su balance al ver a aquella pequeña bebé envuelta en una manta clínica, pegando potentes chillidos debido que el aire estaba entrando a sus pulmones.
Nunca había visto a un ser más hermoso en toda su vida, así, sin importar toda la sangre y otros fluidos, Namjoon tomó con mucha delicadeza aquél pequeño cuerpecito.
La bebé abrió sus ojitos al sentirse cerca del calor corporal de su padre, había enamorado a aquél hombre moreno y con fuerza, tomó en su manito el dedo índice de su papá.
Nam reaccionó con rapidez y se la enseñó a Keiko, quien a cada momento se volvía más a y más pálida.
–Quiero que se llame Nako, siempre me gustó ése nombre. Y déjala que use mi apellido cuando sea mayor. Gracias por darme el mejor de los regalos, Namu.
Y con aquél apodo salido de sus labios, Keiko dejó de respirar para no volver.
–Creo que sí escribo mi historia, me vuelvo rica...
–Nos volvemos, hermanita, nós volvemos ricos...
–Bueno, me hacen un espacio ahí porque conmigo también hay drama –Jisung suspiró desde su cama–. Y pensar que si compartimos sangre, ésto está muy turbio.
–Me lo dices a mí, y de paso que los tres tenemos el mismo tipo de sangre, ésta vaina me perturba, menor –Young soltó una carcajada seca desde el suelo–. Yo siempre supe que Nana era como papá Joon, no se, son igualitos, nagüevoná.
–¿Qué piensas, enana? –Jisung llamó la atención de su prima–. ¡Nako!
La niña se había quedado mirando el techo por mucho rato, tanto que hasta ni pestañeaba.
–Siempre supe que era hija de mi papá, solo que no sabía qué pasó con mi mamá; era demasiado obvio –Nako sonrió de manera quebrada–. Es raro, ¿saben? Vivir toda tu vida con la persona que más amas y no saberlo. Me duele saber que ella está Japón, sus cenizas están en la cripta de los Kitagawa y puedo visitarla cuando sea mayor de edad, también me puedo cambiar el apellido pero meh, nací siendo una Kim y me muero siendo una Kim.
Los ojitos de Nako se empezaron a aguar a medida que terminaba aquella frase, Jisung fue rápido y saltó para abrazar a su pequeña prima, quien se quebró en ése momento.
YoungK se sentía egoísta.
Su dolor no se comparaba con el de su hermana menor.
Su madre había dado si vida por ella al nacer, la de el estará viva en algún lugar del mundo.
Quizás, algún día, el la conocería. Nako no lo haría jamás.
El mayor de los tres se acercó y abrazó a ambos niños fuertemente, se sentía dolido y cansado. No por el, sino por todo lo que cargaban dentro sus dos hermanitos.
Younghyun podía llegar a sentirse hasta impotente porque sabía que no podía hacer nada para ayudarlos, a Nako el tiempo la ayudaría a sanar heridas pero con Jisung la cosa cambiaba.
La razón por la que Jisung sufría no se había ido.
Había vuelto.
YoungK se sabía toda la historia porque se lo había pedido a su abuela, además de que la última que estuvo en Barquisimeto, visitó al señor Yunho.
Mino había vuelto, y quería ver a Jisung.
No se sabían sus razones pero no eran buenas, y estaban haciendo hasta lo imposible por mantenerlo alejado del niño porque sabían de lo que el era capaz.
Lo que ellos no sabían era que ya Mino había localizado a Jisung por medio de sus amigos, y solo uno le había contestado sin querer.
Lee Minho.
I'M HERE TO DROP SOME MONEY!!!
¡BUENAS! ¡HE VUELTO!
Han pasado 84 años xd
¿Qué les pareció?
¿Les gustó?
Dios, me mamé con tanto drama.
Con éste capítulo salgo de mi autoimpuesto y no dicho hiatus.
Ya comencé clases así que he de tardar un poco otra vez con las actualizaciones pero bueno, tenemos patria.
Gracias a por ayudarme con las mamás de los niños, sentía que debía ponerles cara because you know, le daba el toque.
Ysi... Mino de Winner es el papá de Jisung.
No lo hice con el deseo de odiarlo pero... Sí, odienlo mucho porque es una rata peluda de alcantarilla.
Pero al de la vida real le mando un beso donde mejor le parezca /guiño
Los tíos JSJSJSJSJ
Mans, ame poner a TaeYang y a MinSeok como tíos luchones, me dan vida pura.
Los abuelos Song... Odiemos a Mina también porque ésa bicha aquí no sirve.
Pero a la de la vida real no, ésa mujer vale oro.
Abuelo YunHo 7u7 *inserte Red Lights*
Yo quiero un abuelo así, porfas.
Familia Han:
Mamá - Alexa (solista).
Abuela - Park Bom (2NE1/solista).
Tío YoonBae - TaeYang (BigBang).
Tío MinSeok - Xiumin (Exo).
Tío SeokJin - SeokJin (Bts).
Tío NamJoon - RM (Bts).
Papá - Mino (Winner).
Abuela - Mina (AOA).
Abuelo - YunHo (TVXQ).
Mamás:
Mamá de YoungK - Kim YunBin (Wonder Girls).
Mamá de Nako - Keiko Kitagawa (actriz/modelo).
Espero que les haya gustado éste capítulo uwu
Me salió bastante largo pero valió la pena.
9274 de palabras, se me secó el coco.
Bueno, éso es todo, que tengo un exposición en un rato, deseenme suerte.
Love you all, bye♡
ฅ'ω'ฅ♡
Hye🕸️
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