Un día antes de la ceremonia de graduación Jisung ayudaba a Minho a planchar su uniforme y a poner todo completamente en orden.
Y es que, gracias a qué le rogaron a la tan odiada profesora que le regalara a Minho los puntos accedió porque no quería volver a ver sus rostros, según ella ya los había visto bastante durante casi seis años.
Perfeccionaron sus cosas y el discurso de Minho porque claro, el que más hablaba de todos los estudiantes debía dar unas palabras, insistencia de su amigo Chan.
Sin embargo una cosa había llegado a la otra y pasadas las siete con veinte se estaban besando, cabe destacar que era solo un descanso de medio tiempo.
Minho sentado en el respaldo de su cama y Jisung sentado sobre sus piernas, posición que amaba el más alto de los dos. Y es que tener a Jisung así era una vista completamente hecha por dioses.
Los besos que habían comenzado tan inocentes cambiaron a un beso completamente íntimo.
Beso tan subido de tono, ninguno se explicaba cómo llegaron a ese escalón.

Besos en el cuello, manos traviesas y besos con lengua incluida. Algo asqueroso si lo ves desde una tercera persona. Suaves, pequeños y agudos gemidos salían de la boca de Jisung que al sentir varias mordidas suaves y estirones de la piel en su cuello con los dientes del de cabellos negros no se pudo resistir a soltar esos sonidos. Nadie en esta tierra se podría resistir a eso viniendo de Minho, nadie en el mundo y el universo.

Habían llegado hasta el punto de estirar el cuello de la camisa de Jisung solo para que el más alto pueda darse el lujo de descubrir la piel canela del rubio.
Una piel tan suave y canela que ahora mantenía alguna que otra marca rojiza, agradecía que su uniforme fuera perfecto para ocultarlas, sólo debía tener cuidado en su casa.
Jisung sabía que Minho sabía cómo reaccionar a estas situaciones porque sabía que el más alto había tenido algunos noviazgos con varias personas antes que él, de ahí que Minho fuera un poco más experto que él.
Nunca había tenido algo así con alguien y lo que sabía era que por haberlo visto en alguno que otro video vergonzoso. Pero estaba feliz de qué todas estas nuevas sensaciones fueran descubiertas con Minho.
A pesar de que Minho fuera su primer noviazgo formal no tenía lugar a dudas de que estaba enamorado de él y sabía que ese amor era compartido.

Gracias a Minho y la calentura del momento le dieron fuerzas a Jisung de dejar la timidez y arriesgarse a besar también al más alto en dónde él estaba siendo besado, él también quería tener la piel de Minho en sus labios, no era justo. Pero gracias a un mal cálculo y por mover la cabeza tan rápido terminó estampando su frente con la nariz de Minho. Obviamente una queja salió de los labios de Minho y Jisung se tensó y se levantó rápido para asegurarse de que todo estuviera bien.
Pero todo estaba mal.
El líquido rojo oscuro salía del agujero de la nariz de Minho, su nariz se había vuelto roja y tenía una expresión de dolor en su rostro.
Jisung quería llorar y nadie se lo impedía, él lloró pero Minho se había echado a reír bastante fuerte.
Jisung estaba tan asustado, nervioso y confuso que terminó llorando más.
Minho se limpió la sangre que salía de su nariz con una camisa y abrazó a Jisung por las caderas.

-Amor, fue solo un golpe, estoy bien, suele suceder-

A pesar de seguir llorando aún con las palabras de Minho también se unió a la risa del pelinegro que no habían cesado. Olvidaron todo lo que hace unos momentos hacían para consolarse el uno al otro. Se miraron al rostro, y fueron acercando sus caras.
Las miradas iban desde los ojos hasta los labios una y otra vez. Se sentía la tensión que había.
Y cuando unieron sus labios en tiernos besos ambos saborearon el sabor metálico de la sangre de Minho.

Ahora Minho, Jisung y la mamá del primer nombrado estaban riendo hasta que sus estómagos dolían. Los rostros rojos pero dos de las tres caras por más que la risa.
Ahora batallaban por la hemorragia de la nariz de Minho y también luchaban evadiendo las preguntas vergonzosas de la mamá de Minho, al preguntar cosas obvias solo con el fin de molestar a la pareja.