Paraíso de Gangsters (extra)
Advertencias: Ninguna.
Camina lento y bajo en la cuerda floja
Ojalá esto dure pero nunca se sabe.
-Tightrope, LP.
~•~
La agencia le ofreció el departamento donde vivía antes como su protegida, con la diferencia que ahora pagaba la mitad del costo. Estaba bien, la fortuna de sus padres le facilitaba muchas cosas, aunque claro con trabajo de medio tiempo en la agencia de detectives le bastaba para conseguir un poco de su propio dinero.
La universidad no estaba tan mal, al final pensó que sería bueno enfocarse en lo que era buena y terminó aplicando el examen para enfermería queriendo una especialidad en obstetricia. Su vida parecía acomodarse, hace poco su futuro parecía incierto después de lo sucedido con las arañas.
Pero ese día no debía preocuparse por eso, hoy era su día para hacer compras, le envío un mensaje al suicida para que se vieran en cuanto acabará, pues tenía que hacer algo importante. Caminaba por el pasillo deteniéndose para tomar sus galletas favoritas cuando escuchó un gran alboroto cerca.
—¡Quiero galletas! —una niña rubia entró corriendo alejándose de su cuidador que gruñía tratando de seguirle el paso—. Chuuya, eres muy lento…¡Compra esto!.
Antes de poder moverse la rubia de ojos azules ya estaba a su lado buscando galletas con chispas de chocolate. El hombre que la acompañaba era el mismo que rescató a Dazai durante el enfrentamiento con las arañas. Rígida quiso empujar su carrito pero la de vestido rojo sostuvo su pierna—. Tengo prisa…
—Ella tiene las últimas —riendo apuntó a Chuuya—. Dámelas por las buenas, o él te las quitará por las malas —fue alejada por el del sombrero pues tomó su mano.
—No corras así, el jefe me matará —alzó la ceja cuando reconoció a la mujer—. Debe haber otra caja por aquí.
La menor pataleó agresivamente—. Le diré a Rintarō.
El de cabellos naranjas escuchó los pasos de la mujer y detuvo su carrito con la mano libre—. Dámelas.
Izumi frunció el ceño—. Pero son mías, debe haber más en otro supermercado…seguramente que tu hija puede esperar un rato.
Chuuya chasqueó la lengua, golpearla no era algo que quisiera hacer—. No es mi hija. Te daré el triple de su precio — buscó su billetera ofreciéndole más de lo que había dicho, era demasiado por una caja de galletas. De mala gana Izumi se las dió a la niña y recibió el dinero—. Muy bien, vámonos…¿Elise?.
La rubia se acercó a la joven con una mirada curiosa—. Eres fea, no sabía que a él demonio prodigio me gustaban las cosas feas —fue levantada por el hombre de traje antes de decir algo más—. ¡Bájame!.
—Tenemos que pagar esto —desapareció de su vista y esto fue aprovechado por Izumi para seguir con su lista de pendientes. Chuuya fue el encargado de cuidar a la niña mientras el jefe recibía una extraña "petición" de su compañera.
La castaña salió de la tienda con sus bolsas buscando un taxi que la llevará a casa para preparar la comida y descansar un rato. Al día siguiente ayudaría a Ranpo a moverse por el metro para su caso.
Era surrealista como terminó así, entre un montón de detectives con habilidades sobrenaturales como amigos.
.
.
.
—Eso salió mejor de lo que esperaba —murmuró el castaño sentado en la oficina de Jane—. Deben mejorar su seguridad, cualquiera puede burlarla.
La de ojos verdes quitó su saco para estar más cómoda y caminar libremente por la oficina pulcramente limpia—. Bueno, no eres cualquiera. El payaso se comunicó conmigo, parece que su indulto fue emitido meses antes de lo que me prometiste. Me usaste para ser mediadora en el conflicto aún cuando no me correspondía y no ganaba mucho más que por cuenta propia.
El de vendas cruzó las manos con insolencia—. Si, lo hice, Nikolai Gogol pudo ser liberado hace meses pero lo mantuve en secreto para obligarte a ayudarme. ¿Mori-san aceptó?.
La más baja negó algo entristecida—. No aceptó mi propuesta, pero se beneficiará un montón de mi hallazgo.
—La señorita Fumiko es tu hallazgo —el mayor puso esa expresión incorregible—. Es una pena que no te dejará traer al payaso a la Port Mafia, habrían ganado como nunca, además de que estoy seguro de que este ambiente habría sido de su agrado.
La de traje se colocó a su lado rozando un mechón de su cabello—. Estás en mi silla, por favor muévete.
Con un suspiro se puso de pie—. Tu amistad con ese tipo me preocupa, estás haciendo una rabieta por no poder tenerlo en la mafia.
—No es una rabieta, mi plan era una obra maestra y lo desechó al escuchar que quiero mantenerlo en cautiverio cómo al rey de los asesinos —comenzó a escribir algo en una hoja sin mirar al intruso—. Nuestro informe de lo sucedido con Izumi Tenda, está en la bodega del tercer piso, toda la información sobre sus padres está en una carpeta distinta junto a la de las arañas, no hagas un desastre.
—Gracias —se inclinó como si estuviera frente a la realeza en un intento para ponerla incómoda—. Espero verte de buen humor pronto.
Antes de verlo salir la mujer habló—. Osamu ¿Por qué hiciste todo esto?.
—Lo hice por amor —volteó hacía ella con una sonrisa—. Lo hice porque es mi propósito, ya lo encontré.
Extra:
E
l castaño se encontraba acostado en la cama de Izumi, mientras la muchacha acomodaba sus documentos para ir a la universidad al día siguiente. Solo podía admirar una belleza tan serena en ella.
—¿Quieres quedarte? Mañana puedo dejarte el desayuno antes de irme —la única razón para hacerlo era porque no se quedará sin comer toda la mañana.
El de vendas asintió acomodándose bajo las sábanas esperando en silencio hasta que la joven apagará la luz y se recostara junto a él.
—Buenas noches —dió un beso rápido en sus labios antes de enterrar su cabeza en el pecho del mayor.
El suicida se quedó callado hasta que la respiración de Izumi fue lenta—. Que curioso, ya no tengo frío, ya no tengo miedo…una vida junto a tí suena como algo a lo que quiero aferrarme —antes de seguir con su discurso se dió cuenta que la menor ya estaba dormida.
Dazai observaba a su pareja dormir cómodamente en su cama. Tocó su mejilla solo para sentir su calor, era totalmente distinto a como pensó que era su futuro. Estaba tan asustado por Izumi Tenda, de su amor y calidez.
Temblando se aferró a Izumi cómo si fuera lo único que quedaba, cómo si encajaran perfectamente.
La verdad es que ninguno esperaba eso, pero las mejores cosas suelen ser sorpresas—. Eres un ángel —susurró sintiendo una punzada en el pecho.
El indigno tenía un romance con Izumi, una muchacha muy común.
.
.
.
Wan:
Otro día como cualquier otro en la agencia de detectives.
Atsushi llenó un tazón con comida para los perros que se amontonaban fuera de la agencia con la esperanza de ir personas para dárselos, el problema era que Kunikida le dió muchos informes así que no podría entregarlo.
—¿Es para los perros? —la castaña se levantó de su escritorio para ayudarlo—. Puedo hacerlo, tengo poco trabajo.
—Muchas gracias, la verdad es que no puedo dormir tranquilo si no les doy de comer —admitió el de corte irregular. Así Tenda bajó las escaleras con el tazón en ambas manos, al abrir la puerta encontró a quizá cinco perros retandose unos a otros, claro hasta que la vieron y olfatearon la comida.
—¡Izumi-chan, no confíes en los perros! —el suicida que recién llegaba después de perder el tiempo para molestar a Kunikida la trató de alejar pero fue en vano, ya acariciaba a uno de color gris—. Te perdí estando tan cerca.
—Son perros, tranquilo —los vió dejar de gruñirse para comer agusto—. Este se parece a tí, su pelo es del mismo color que tú abrigo…
El suicida apretó los dientes y por primera vez parecía enojado—. ¡No soy un perro!
Notas de la autora:
El final del capítulo lo puse porque en el otro fic tengo una apartado "Wan" porque me encanta estar mamando.
Fumiko será la siguiente OC femenina que protagonizará un fanfic con Akutagawa, mi compa el cejas. Les dejo como se ve la portada, solo por si les interesa leerlo (será publicado cuando tenga tiempo).
Adiós, homosexuales, nos vemos cuando suba el especial de BEAST.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro