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Arañas

Advertencias: Violencia explícita.

Porque solo eres un hombre,
eso es lo que haces.
-NFR, Lana del Rey.

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La castaña ladeó la cabeza frente al espejo, últimamente se tomaba más en serio su aspecto físico. Izumi no se consideraba a sí misma como alguien bonita, quizá tenía un poco de lonjitas, pero nada que la afligiera demasiado.

Tarareó una canción durante toda su rutina para alistarse antes de ir al trabajo, estaba visiblemente feliz porque al siguiente sábado tendría una cita con Dazai, que prácticamente estaba al otro lado de su pared y cada que pensaba en eso su respiración se agitaba.

Al final después de examinarse un buen rato salió encontrando al castaño recargado en la puerta de su propio departamento—. No quiero ir a trabajar, odio trabajar.

No era raro que fuera un holgazán, pero era uno con mejor actitud—. No creo que sea un día tan malo, Ranpo-san dice que no hay casos difíciles en la próxima semana…

El de ojos avellana alzó la cara mostrando que no durmió bien—. Es refrescante verte, pero aún así no encuentro  fuerzas para moverme…ya ni modo, si algo va a salir mal, que así sea —se enderezó y comenzó andar.

—Vaya, nunca antes te ví tan poco motivado, ¿no planeas molestar a Kunikida-san? —preguntó la joven siguiendo su paso.

—Lo haré, pero definitivamente sin humor, hoy será un mal día, bella flor —suspiró tristemente porque sus predicciones siempre se cumplen. Distinguió que la muchacha hizo un mohín como toda una niña mimada, y lejos de molestarlo, lo hizo sonreír.

Claramente apenas llegaron, vieron a Atsushi llevar pilas de documentos al escritorio del presidente, Ranpo había salido a resolver dos casos junto a Kunikida, y la oficina sin él era un caos.

Sigma se llevó al castaño con él pues habían sido contactados por la división de poderes sobrenaturales, claramente necesitaba apoyo, y así la joven fue abandonada entre trámites que Kyoka le enseñaba paso a paso. La niña de ojos azules le tendió un sobre—. Ranpo-san dejó esto para tí, dijo que los leyeras con cuidado.

—Gracias —aún no podía entender que una niña tan joven fuera tan eficaz, cuando terminó de contestar peticiones para casos próximos revisó los documentos que Ranpo le ordenó—. ¿Pasaportes?, ¿Se supone que son míos?.

Lo curioso era que cada uno tenía diferentes nombres, pero todos con una fotografía suya, era sumamente extraño, especialmente por los destinos: Mongolia, Tailandia, Corea y Australia. Dentro del sobre también había documentos alterados, ya fuera por su fecha de nacimiento, o por su lugar de origen.

Buscó su celular para llamar al joven de ojos verdes—. ¿Qué rayos quieres que haga con esto?.

La voz de Ranpo era como siempre infantil “Guardalos, y ocupalos si es necesario, Dazai te dará más detalles”. Y colgó

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—¿Qué se llevaron? —preguntó el de vendas revisando los cadáveres del piso.

Sigma sostenía el conteo de bajas que la división les dió—. Papeles, incluso algunos documentos clasificados considerados secretos de estado.

El castaño envió un mensaje y fue a la oficina de Ango, el de lentes ya contestaba llamada tras llamada llenas de reclamos y exigentes hombres de poder amenazando con dañarlos si no recuperaban sus “secretos”.

Dazai sonrió y esperó a que colgara—. Estás en problemas, eran los reportes del Arahabaki.

Ango limpió una gota de sudor que bajaba por su frente—. No es coincidencia que la orden de la torre del reloj nos suplicara dejar entrar a varios individuos con poderes al país, traté de negarme pero eso solo podía empeorar las relaciones entre naciones.

El más alto asintió—. La agencia se hará cargo, tal vez no recuperemos los documentos, pero veremos que no sean ocupados para chantajearlos.

—Se los agradezco…

—¿Podrás borrar el historial de Izumi Tenda?, tengo motivos de sobra para saber que ella está en peligro —le estiró una pequeña hoja—. Son los honorarios que te pedirá la agencia, saluda a tu jefe de nuestra parte. Debemos volver, ya acabó nuestro turno.

La agencia está en un edificio hermoso, podría ser ordinario pero la localización es buena.

Una mujer de ojos verdes descendió de un vehículo que ella misma manejaba, y volvió a marcar el número de Osamu, le resultó indignante que no estuviera esperándola. Las risas de cierto suicida la hicieron voltear encontrándolo molestando a Sigma.

—¡Oh, de verdad viniste! —el mayor soltó a su compañero para sostener la mano de Jane—. Que raro, pensé que no te había pedido nada.

La joven puede sentir esa mirada juzgona sobre el vestido negro de tirantes que actuaba como una segunda piel—. Tu mensaje decía, operación “Corona de la víbora” y que era urgente.

El castaño escuchó los pasos de otros agentes bajar las escaleras en grupo, pero no prestó mucha atención—. Me alegra verte, por cierto, él es Sigma.

La de ojos verdes alzó la mano libre para agitarla suavemente—. Hola, niño.

Debe ser una broma que siendo más baja que yo, me diga así” el bicolor ni se molestó en replicar, solo la saludó y subió a la agencia para recoger su mochila. Cuando abrió la puerta se cruzó con Izumi, la joven formó una sonrisa.

—¿Les fue bien? —buscó al vendado que prácticamente trataba de romperle las costillas a su acompañante en un abrazo, desde lejos se notaba la agresividad de su tacto, y podía escuchar a la joven negarse—. Hola, buenas tardes.

El de ojos chocolate se giró dejando ver el rostro de Jane—. Ella también está conmigo, es Izumi-chan. Ella es Jane, trabaja en una organización con poderes sobrenaturales.

—Es un gusto, señorita —dijo vagamente centrando su atención en el rostro del castaño—. Debemos irnos, no tengo mucho tiempo libre…

Izumi más interesada volvió a hablar—. ¿Trabajas en la división?, pensé que eras modelo, eres bonita.

El suicida recargó su peso en los hombros de Austen con una mirada llena de malicia—. No, Jane no es bonita, es hermosa, una bella flor cortada del más precioso jardín, ¿Era un plan divino?.

La azabache cansada negó—. No trabajo ahí, no confío en los servidores públicos.

La de ojos ámbar estaba incómoda, no solo eran celos, algo en esa persona la ponía nerviosa—. Dazai dijo que solo había tres organizaciones con poderes sobrenaturales… —y su mente se negaba a creer que esa joven de complexión delgada trabajaba en la mafia.

La de ojos verdes vió un cabello en su hombro, siendo cortés estiró la mano para quitarlo, pero el fuerte agarre del masculino la hizo detenerse a mitad del camino—. ¿Cuál es tu problema?.

—No me gusta que toques a nadie más, amada flor de loto. Vamos, los hoteles cobran mucho —exclamó apretando el agarre de su muñeca, fue hasta que dirigió su mirada a Izumi que la soltó suspirando—. Debo hacer algo, espera a que Atsushi te acompañe a casa, Izumi-chan.

La de vestido revelador se encogió de hombros—. Fue un placer, señorita —abrió la puerta de copiloto para que el más alto entrara y ella subió como chofer.

El automóvil avanzó por asfalto dejando un hueco en el estómago de Tenda—. Puedo volver sola— murmuró y caminó directo al departamento.

Era extraño el como simples acciones pueden causar tanta inseguridad en una persona. Recordando bien su rostro se dió cuenta que era la muchacha que había visto tiempo antes en la agencia.

—¿Entonces son cercanos? —se preguntó a sí misma hundiendo la cara en su almohada. Era muy hermosa, del tipo de belleza que te invita a pecar en palabras de su madre, lo cual lo hacía más doloroso.

"Tal vez solo está siendo amable conmigo porque es su trabajo, y yo lo malinterprete" pensó apretando la tela contra su cara—. Quiero volver a casa.

La mujer mantenía la mirada al frente de vez en cuando frotando algo entre sus dedos—. ¿Escuchaste lo que ocurrió en la división?.

Dazai asintió viendo el paisaje por la ventana—. Robaron toda clase de documentos clasificados…

—¿Eran los del caso Arahabaki? por eso me escribiste que era urgente —la de ojos verdes sonrió de lado—. Vamos a recuperarlos, ¿cierto?.

El de traje negó—. Ahora iremos a interrogar a uno de los miembros de las arañas, yo entraré a desactivar las cámaras mientras lo llevas a un lugar desolado, y lo secuestras…

La joven soltó una risita que quiso cubrir con una falsa tos—. Si leíste lo que te dejé, sabrás que usan una especie de localizadores incrustados en sus brazos, y a la mínima alteración del ritmo cardiaco, se envía una alerta.

La cara de Dazai se puso pálida de la vergüenza—. ¡Ya lo sabía! era una prueba…te lo dije, los años no te hicieron más perspicaz.

—No, pero puedo arrojarte del auto en movimiento —el silencio la hizo forzar una risa incómoda—. Es una prueba, los años no te han hecho más perspicaz.

El castaño infló las mejillas y señaló el anillo en su dedo—. ¿Y qué se supone que es?.

—Es mío. Volviendo al tema importante, ¿ese hombre tiene una habilidad? —sus dedos se movieron frotando el anillo para cubrirlo—. Sé que es un hombre porque me hiciste usar vestido.

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—Ve, habla con él, hazle ojitos y llevalo al auto —Dazai subía por el ducto de ventilación siendo apoyado por la Jane—. No te asustes, estaré ahí.

—Eso me ánimo más de lo que pretendes —una vez lo vió entrar completo sacudió sus manos—. Nos vemos abajo.

Entró al edificio por la puerta trasera y se dirigió al bar del hotel sin importarle ser captada por los videos, el suicida se las arreglaría para borrar la evidencia. Tomó asiento en la barra y analizó todas las bebidas de la lista—. Quiero algo libre de alcohol.

El joven que la atendía sonrió y se movió para prepararle una cuba extra virgen. La puso frente a ella mientras la mujer fingía recibir un mensaje en su teléfono—. Creo que será todo lo de la noche…

—¿Te pondrás ebria con un trago libre de alcohol? —ese tono de superioridad en sus espaldas, definitivamente era el objetivo—. ¿Debería pedirte agua?.

Jane sintió unas ganas tremendas de ignorarlo, pero claramente no podía—. Probablemente me desmaye, no quiero ocasionar problemas.

Divertida” el hombre de quizá cuarenta años se acomodó a su lado—. Eres una niña muy bonita, ¿estás sola?.

La de ojos verdes apretó su puño levemente, odiaba ser infantilizada—. Mis amigas me cancelaron, ¿Y usted?.

—Auch, no soy un viejo —fingió malestar en el corazón.

La azabache posó su mano encima de la mano del hombre—. Está bien, no me burlaré de tí, si no te burlas de que no bebo alcohol.

Así pasaron dos horas en las que el mayor no disimulaba ver su escote, pero Jane lo aprovechó para preguntar por su trabajo, y su residencia. El hombre vivía en Alemania, pero se mudó a Japón como secretario de una importante organización. De un momento a otro, la de ojos verdes lo guiaba al auto prestado por la mafia.

—¿Eres flexible? —preguntó descaradamente el de traje negro.

—Tendrás que averiguarlo, ahora sube a la parte de atrás —lo empujó levemente para subir en su regazo—. Tengo una idea, quédate quieto.

Sus palmas se apretaron alrededor del cuello del mayor quien al principio sonreía, pero después empezó a patalear. En los asientos de enfrente pudo distinguir a un muchacho mirando por el retrovisor.

—Deberías sacarle el rastreador ya mismo —bostezo buscando el cuchillo dentro del auto.

—No puedo hacer todo sola —murmuró girando el rostro pues su víctima buscaba arañarla.

Así fue que Dazai se estiró a los asientos traseros para sostener la mano izquierda del secretario y hacer un corte superficial, con mucho asco metió los dedos en la herida y sacó un dispositivo que partió a la mitad—. Tengo que hacer todo yo.

El hombre dejó de moverse, y Jane aún sentada en su regazo se removió para buscar una soga que tenía bajó su asiento—. Solo cortaste su muñeca.

—Eso era todo el trabajo en cuestión…

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Extra:

La de ojos verdes limpiaba la sangre debajo de sus uñas con ayuda de una toalla antibacterial. Su vestido también estaba manchado, y ni hablar de sus piernas. El castaño al contrario lucía impecable, pues solo hizo algunas preguntas antes de que comenzarán a torturarlo.

La azabache señaló la guantera del auto—. Disparale…

—Soy un detective, no puedo hacer eso —metió la mano en dicho lugar para tomarla y dejarla sobre el cofre del auto donde estaba recargada la menor—. Apúrate, ya es de madrugada.

Al final accedió y se acercó al hombre ensangrentado—. ¿Tratas de decir algo?, Espera —y se inclinó para oírlo susurrar algo—. Ya veo, entonces tus superiores sabían que vendrían por tí y aún así te abandonaron.

Sin perder más tiempo puso el arma en su frente y tiró del gatillo. Osamu suspiró profundamente—. Tenemos que huir antes de que nos atrapen.

Austen negó—. Solo dijo que sabía de tí, no soy uno de sus cabos sueltos, estaré bien.

Ambos subieron al auto, el de vendas aflojó su camisa y estiró las manos despreocupado—. ¿Por qué tan seria? ¿Te asusté?.

—No es solo eso, me preocupa otra cosa, la chica de hace rato, parecía que no querías verme cerca de ella ¿Quién es realmente?.

Osamu no estaba en su mejor momento—. También parecía que aprecio tu belleza, pero me repugna que sea la disculpa de dios por arruinar tu corazón. No te atrevas a pensar en ella.

La de vestido permaneció en silencio unos segundos, hasta que se estiró por otra toallita para limpiar su pecho salpicado de sangre—. Bueno, me sorprendió porque parecía que le diste esperanza, fue mi error pensar eso porque tú la quitas. Es tan adecuado como tú habilidad, inutilizas las singularidades de las personas, al igual que sus almas.

—¿Cómo un vampiro? —el más alto apartó la vista.

—Exacto, como un vampiro —arrepentida carraspeó su garganta levemente—. Te llevaré a casa, procura estar alerta.

Al otro lado de la ciudad llegaban los hermanos Grimm, uno de ellos cargaba a una niña usuaria de habilidades. El otro arrastraba una maleta pesada. Ambos se adentraron a una base subterránea.

—Jacob te llevará al doctor, ¿Te gusta jugar al doctor? —preguntó Wilhelm en el idioma de la niña.

—A veces, mamá juega conmigo —dijo la niña en inglés—. ¿Mamá no vendrá?.

—No por ahora, te prometo que la traeremos después —dejó de lado la maleta y tomó a la niña en sus brazos sin arrepentimiento por matar a su madre—. Te van a picar con una aguja, pero tú eres muy fuerte, no dolerá.

Su hermano buscó una lista en los estantes y tachó el nombre de la niña. Gretel Smith, usuaria de un poder, al igual que sus futuras víctimas. El sonido de su celular sonando lo hizo atender la llamada—. ¿Tan rápido? Pensé que nos dejarían actuar un poco más antes de moverse. No, no hay problema, también lo queremos vivo, mañana llega nuestra arma secreta y sin importar cuánto luchen, van a perder.


Notas de la autora:

Creo que ya es claro el rumbo que tomará el fic, pero por si acaso, habrá violencia y temas relacionados con conspiraciones.

A mí me gusta el cliché de los malos entendidos, en mis fics casi siempre hay un montón.

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