ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔱𝔯𝔢𝔰
Héroes
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Naruto apoyó la mejilla en su mano, tratando de no dormirse mientras escuchaba las explicaciones del héroe. Este llevaba alrededor de veinte minutos informándoles todas las restricciones legales que habían en este mundo, las cuales debían memorizar aunque no quisieran. Sería demasiado pesado para Enji meterse en un problema por culpa de estos niñitos, sobre todo cuando estos eran futuros aspirantes a Héroes.
—Está prohibido matar; si alguno de ustedes asesina a alguien —frunce el ceño, observandolos con advertencia— se acabó todo.
Sasuke y Naruto asintieron con la cabeza. Este último tampoco era muy fan de asesinar personas, es más, jamás en su vida lo había hecho; ya que siempre ha encontrado la forma de solucionar sus problemas sin llegar a ese extremo. Por otro lado, a Sasuke no le hace falta asesinar para ganar una batalla, sobre todo cuando las personas de este mundo poseían niveles de poder tan bajos.
—Bien, ya terminé de explicarles todo lo básico; el resto lo verán en la academia —anuncia, observandolos fugazmente para verificar que hayan captado todo—. Ahora escuchenme bien, esto es lo más importante; no pueden decirle a nadie que son de otra dimensión.
El Uzumaki frunció el ceño confundido, ladeando levemente su cabeza—¿Por qué?
—No sabemos como pueda reaccionar la sociedad al enterarse de que hay dos individuos de otro mundo aquí. Lo mejor será mantenerlo en secreto —suspira, estresandose ante aquella idea—. Absolutamente nadie puede enterarse de esto, solamente lo sabremos Fuyumi y yo.
—Si quiere mantener nuestra existencia en secreto, ¿qué sentido tiene que entremos a esa academia de heroes?—pregunta la chica desconcertada, a lo que su amigo asintió repetidas veces.
—En tal caso de que nunca logren volver a su mundo, serian de gran ayuda en este —explica, haciendo un corto ademán con su mano—. Además, no los quiero viviendo en mi casa; esa escuela cuenta con dormitorios, asi que vivirán allí.
Sasuke asintió. A ella tampoco le agradaba mucho la idea de convivir diariamente con este sujeto tan extraño, así que aquellos dormitorios eran más que perfectos—Me parece bien —contesta, girando la cabeza para observar a su amigo—. ¿Tú qué opinas, Naruto?
—Bueno, no me gusta imaginar que jamás volveremos a la aldea —suspira, jugando distraídamente con sus dedos— pero parece que por ahora no tenemos otra opción.
El mayor asintió, levantándose de su escritorio; caminó hacia la puerta en silencio, bajo la atenta mirada de ambos ninjas—Haré un par de llamadas; si todo sale bien, es posible que empiecen esta misma semana —informa, observandolos de reojo—. Mientras tanto hablaré con Fuyumi, tendré que contarle la verdad para que los ayude a pasar desapercibidos—suspira, terminando de cruzar el marco de la puerta para abandonar la habitación.
Naruto pestañeó repetidas veces, arrimándose un poco más en su silla para acercarse más a su amiga—Oye, Sasuke...¿le viste el trasero a ese tipo?—cuestiona, curvando una pequeña mueca de asco—. Es enorme.
—Se llevaría bien con la quinta Hokage, sus tetas son casi tan grandes como su trasero.—murmura, ganandose una carcajada del rubio.
—Por lo menos estamos juntos en todo esto ¡Dattebayo!—sonríe, alzando un pulgar— mientras estemos aquí... ¡Serémos los mejores Héroes!
Su amiga se limitó a asentir, sintiendose mínimamente mejor al ver como el rubio recuperaba su habitual estado de ánimo. Ambos se quedaron en la oficina del héroe un rato más, repasando ciertas leyes y comentando algunas cosas triviales. A los pocos minutos la hija de Enji entró a la oficina, luciendo sumamente impactada.
—¿Es verdad lo que me conto mi padre? Ustedes... ¿son de otra dimensión?—pregunta en un susurro, tragando saliva al ver como ambos asentían sin titubear. A pesar de ser la hija del héroe número uno, jamás se había relacionado mucho con temas parecidos a este; le parecía imposible que esos dos muchachos fuesen de otro mundo ajeno al suyo, pero si su padre lo decía, debía ser cierto— Pensé que se estaba volviendo loco... bueno, más de lo normal.—ríe, siendo seguida por Naruto.
—Él dijo que podrías ayudarnos a parecer de aquí.—comenta la chica, a lo que ella asintió inmediatamente.
—Si, aunque no creo que sea muy complicado; si no fuera por sus rasgos faciales, no habría notado que no son japoneses.
—¿Japoneses?—cuestionan al unisono, confundidos ante aquel extraño termino que utilizó.
Fuyumi sonrió débilmente, suspirando antes de bajar los hombros y acercarse a ellos—Esto será más complicado de lo que imaginé.
—Bien, y esto es un celular.—informa, enseñándolo fugazmente antes de pasárselo a la pelinegra.
Esta lo recibió de inmediato, acercándolo a su amigo para que también pudiese verlo—¿Y para qué sirve esta cosa?—pregunta el rubio, tomando el artefacto entre sus manos para zarandearlo bruscamente.
—Sirve para muchas cosas; puedes hacer llamadas, enviar mensajes...—enumera, arrebatándole el celular al rubio para que no lo estropee por error.
Sasuke torció los labios, frunciendo el entrecejo mientras observaba atentamente el celular de la albina—Es como un águila.
—Bueno... no, para nada —suelta un suspiro, encendiendo el artefacto—. Observen.
Ingresó a su lista de contactos, pensando en la persona a la que llamaría. Sonrió levemente al encontrar el número de su hermano menor, y bajo la atenta mirada de ambos ninjas, presionó la opción de llamar.
—¿Fuyumi? ¿Paso algo?—la voz de un muchacho resonó por el altavoz, haciendo que ambos ninjas se sobresaltaran.
—¡Sasuke, cuidado!, ¡esa cosa está endemoniada!—grita con horror el Uzumaki, levantándose bruscamente de su asiento para jalar a su amiga por los hombros.
—¿Estás bien? ¿Qué son esos gritos?—la voz del chico se escuchaba notoriamente preocupada, haciendo que Fuyumi desactivara el altavoz antes de llevarse el celular al oído.
—No es nada, Shoto; estoy con unos amigos...—masculla, mandándole una mala mirada al rubio para que guardara silencio— solo quería saber como estabas.
—Estoy bien, acabo de salir de un entrenamiento. Ahora estoy descansando en la residencia —informa, más calmado— ¿Tú cómo estás?
—Me alegro mucho Shoto, estoy bien gracias por preguntar —Ambos Shinobis intercambiaron miradas, aburridos de escuchar aquella conversación—. Bueno; eso era todo, adiós
Sasuke torció los labios, dándole una última mirada al celular antes de tomar asiento junto a la albina—Eso del celular parece interesante, pero... ¿No es mejor si hablas con una persona real?—cuestiona incómoda, recibiendo un asentimiento de Naruto.
—Ese era mi hermano Shoto; él también tiene un celular, asi que ambos podemos hablar sin importar la distancia.—explica, embozando una leve sonrisa.
Ambos ninjas ensancharon los ojos sorprendidos, y Naruto fué el primero en saltar de emoción—¡ESO ES MEJOR QUE UN ÁGUILA DATTEBAYO!—exclama, haciéndola reír.
—Mi padre fue a comprarles uno a ambos.—informa la chica, sin poder ocultar su latente emoción.
La Uchiha se llevó una mano al rostro, rascando su mejilla con su dedo indice—Esas cosas se ven costosas, ¿no hay problema con eso?—pregunta incómoda, ganandose una mueca de fastidio del Uzumaki.
—Callate, Sasuke; es de mala educación no aceptar los regalos —masculla, regalandole una sonrisa falsa a la Todoroki—. Aceptamos.
Fuyumi soltó una corta risa, haciendo un ademán con su mano—Mi padre gana mucho dinero; y no suele hacer este tipo de cosas por nadie, asi que más les vale cuidarlo.—informa, a lo que ambos asintieron.
El resto de la noche, Fuyumi estuvo informándoles sobre todo lo básico que un adolescente japonés debía saber en la actualidad; programas de televisión, música, videojuegos y muchas cosas más. Ambos chicos estaban agobiados por todas las cosas que debían memorizar, pero una vez convivieran con más muchachos de su edad, seguramente se les sería más fácil comprender todo.
—Sasuke, ahora que te veo bien... eres muy bonita —susurra la Todoroki, acercándose para inspeccionar mejor el rostro de la muchacha—. Seguro serás muy popular en la academia.
El Uzumaki entreabrió sus labios, empujando a su amiga para tomar su lugar—¿Y yo?—cuestiona entusiasmado, haciendo reír a la albina.
—Tú eres horrible, en este y en cualquier otro mundo.—masculla Sasuke de mala gana, ganandose un gruñido como respuesta.
—¡SASUKE TEME, A TI NO TE PREGUNTÉ!—grita enojado, con intenciones de acercarse más a ella.
—Ya, ya —murmura la albina, interponiéndose entre ambos—. A mi parecer eres bastante guapo, Naruto-kun. Por tus rasgos faciales podemos hacerte pasar por un Americano.
—¡Ja! ¿Escuchaste eso, Sasuke? Soy un Americano.—sonríe el rubio, colocando una mano sobre su pecho con orgullo.
—Ni siquiera sabes que es un Americano; pero si tú eres uno, posiblemente sea algo malo.—responde ella con fastidio, haciendo que la sonrisa del muchacho se transformara en una mueca de confusión.
—Cierto, había olvidado explicarles de geografía...—suspira Fuyumi, levantándose para buscar un mapa en el estante de libros.
Las horas siguieron transcurriendo rápidamente; el cerebro de Naruto estaba apunto de explotar por tanta información que debía retener, y a Sasuke no le faltaba mucho para estar en el mismo estado. Debían memorizar cada palabra que pronunciaba la mujer frente a ellos si es que pretendían pasar desapercibidos entre todos los estudiantes.
—Tenemos que inventarles una vida a ambos...—susurra la hija del héroe, acariciandose el mentón con la mano derecha—. Yo puedo encargarme de eso, será divertido.
—Eres muy amable, Fuyumi-san. Estaríamos perdidos sin ti.—sonríe Naruto, haciendo que la mujer se sonrojara ligeramente.
—Cierto, muchas gracias.—asiente la Uchiha, a lo que ella hizo un rápido ademán con su mano.
—No se preocupen, chicos; ambos me caen muy bien, todo esto lo hago con mucho gusto.
Al terminar de pronunciar aquello, la puerta de la habitación fue abierta abruptamente, revelando la figura del actual héroe número uno.
—Tengan, mocosos —habla, acercándose a ambos para entregarles una bolsa plástica de color blanco—. Son sus celulares, ya tienen registrados mi número y el de Fuyumi.
—¡Genial! Muchas gracias, viejo.—sonríe el Uzumaki, abriendo la bolsa para sacar ambas cajas. Sasuke simplemente asintió como agradecimiento, recibiendo la caja que le pasó el rubio.
—Fuyumi, enseñales como deben usarlo —ordena, lo que ella asintió—. Y vayan a bañarse, ambos apestan.
Ambos se sintieron ligeramente ofendidos ante aquel comentario, pero tampoco podían negar en absoluto. Sus cuerpos aún estaban llenos de polvo y sangre seca debido a la ardua batalla que tuvieron hace un día, y una ducha no les vendría nada mal.
—Vengan, los guiaré a los baños mientras les preparo ropa.—pronuncia amablemente Fuyumi.
La siguieron por uno de los pasillos de la casa, entrando cada uno en los únicos dos baños que poseía la morada. Al terminar de ducharse, no pudieron evitar suspirar de alivio al sentir la agradable sensación de frescura y limpieza en sus cuerpos. Fuyumi le prestó a Naruto un conjunto de ropa que pertenecía a su hermano menor, y una de sus pijamas a Sasuke.
—Ah, amo bañarme...—musita Naruto, caminando hacía su amiga.
—Entonces deberías hacerlo más seguido, siempre apestas.—responde ella, arrugando su nariz con asco.
Antes de que este pudiera replicar, la figura de Endeavor empezó a acercarse a ellos. Sostenía su teléfono celular en una de sus manos, mientras un atisbo de sonrisa adornaba su amargado rostro.
—Tenemos suerte, mañana... empiezan en la academia, por así decirlo.—anuncia.
—¿Asi de fácil?—cuestiona Sasuke desencajada, alzando una ceja.
—No pueden rechazar a dos estudiantes recomendados por el héroe numero uno —explica, sin un pequeño ápice de humildad—. Si todo sale bien, estarán en la misma clase que mi hijo Shoto.
—¡Eso suena divertido Dattebayo!—exclama Naruto, sonriendo con emoción.
—Tomenselo con seriedad, todos los que están ahí se esfuerzan para convertirse en grandes héroes algún dia. Espero que no me dejen mal.—masculla, pasandolos de largo para seguir con su camino.
—Que gruñón es el señor trasero gigante.—murmura Naruto desanimado, a lo que ella se encogió de hombros.
—Vamos, aun debemos aprender a usar nuestros... ¿celulares?—susurra insegura, a lo que su amigo asintió mientras empezaba a caminar en busca de la albina.
Cada vez faltaba menos para empezar con el que sería, un nuevo camino para ambos Shinobis.
Perdón por tardar, he estado re ocupada últimamente 😔🔫
Este cap tenía... bueno ya ni me acuerdo la vdd JAJSJAJAJSSJAJAJA pero eran como 1300 palabras o algo así, ahora tiene 2000.
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