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▰❝𝙋𝙍𝙊𝙇𝙊𝙂𝙊.❞

NARRA NARRADORA.
El lugar estaba oscuro, con solo la luz de la luna iluminando el cuarto y dándole un aspecto más perturbador a la escena frente al niño de ojos azules que estaba petrificado por el miedo.

La escena enfocaba el cadáver de una chica de cabello azabeche de puntas azules como la noche, con un kimono blanco que se había teñido de rojo por la sangre que brotaba de la gran herida en el pecho, y los ojos de azul opaco y sin vida miraban directamente a un Giyuu Tomioka de siete años con clara acusación dirigidos al menor.

———¿Cómo pudiste arruinar mi vida?.—le pregunta la chica con frialdad.—Por salvar a un inútil como tú, no pude casarme...

———Tsutako...—la voz temblorosa de Giyuu inundó el lugar.—Y-Yo...no quería..no quise...

———¡Debiste ser tú!.—lo interrumpe con un grito frustrado y acusador.—¡Debiste morir en mí lugar!, ¿¡No te cansas de arruinarle la vida la gente!?

———¡P-Pero Nee-san!...

———¡Tú vida solo le trae problemas a los demás!, ¡Le quitaste la vida a Sabito!

El niño solo pudo llorar en silencio, con los ojos muy abiertos y sin apartar la mirada de su hermana.

———Eres un asesino...todo estaría mejor si hubieras muerto...—La voz suave y cantarina de Tsutako, con la que siempre fue conocida en su pueblo, fue reemplazada por una totalmente gélida y sin rastro de emoción alguna.

El piso debajo de él se quebró y cayó al vacío con un grito asustado mientras todo se volvía oscuro.

Tomioka se levantó de golpe de su tatami con un grito ahogado y con sudor en la cara, mirando a su alrededor con pánico pero volviendo en sí cuando se dió cuenta de que estaba en su habitación. Suspiró con pesadez en un intento por calmarse, antes de pasarse una mano por su frente sudorosa  y mirar a la pared frente a él.

———Fue solo una pesadilla...otra vez.—murmura para sí mismo.

Se levantó, arregló el tatami, y se fue a dar un baño, llevando consigo su traje de cazador y su haori junto a su toalla; cuando entró al baño se miró al espejo, viendo sus ojeras con una diminuta mueca, antes de desvestirse y meterse a la ducha con un suspiro tembloroso y dejándose llevar por sus pensamientos. Él mentiría si dijera que no le importaba perderse en su mente, pues le resultaba totalmente molesto (y aterrador) tener que escuchar todos sus pensamientos negativos e imágenes intrusivas que le gustaría no recordar a cada momento del día, siendo en las reuniones con los pilares y matar a los demonios los únicos medios para evitarlos, pero cuando no hacía nada y estaba solo, se le venía todo encima, desde recuerdos de su pasado, hasta las opiniones negativas de los pilares y de él mismo.

Incluso cuando va a una misión o de regreso, suele tener esos pensamientos por más que trataba de evitarlos o mantenerse concentrado en el camino; lo peor suele ser en la noches, pues nunca podía dormirse temprano, por más que tratara no podía cerrar los ojos y dormir, sumándole a las pesadillas que lo despiertan temprano, como ahora, que sigue estando oscuro y no cree que pueda volver a dormir, y como consecuencia, lo dejan despierto en la madrugada en la oscuridad de la habitación completamente solo. Bueno, él y su mente.

Una vez que se da cuenta de que ya había tardado demasiado, Tomioka sale de la ducha con cansancio y se arregla, desde su traje de cazador junto con su haori, hasta su habitual coleta desordenada. Cuándo sale del baño, ve el reloj en el estante donde tiene sus cosas, notando que apenas iban hacer las siete de la mañana, y afirmando sus sospechas de que solo durmió tres horas, algo que considera un récord ya que durmió más que las otras veces.

———¡Nueva misión!, ¡Nueva misión!.—Kanzaburo aterrizó en la ventana.—¡dirígete al suroeste, al pueblo más cercano llamado Akihide!, ¡Hay un demonio asesinando a comerciantes y cazadores!

Giyuu asiente y le da un trozo de pan a su cuervo, dándole una pequeña caricia en la cabeza.

———Caw Caw, ¿Cómo dormiste, Giyuu?.—pregunta el cuervo con preocupación, cosa que a Giyuu le causó ternura.

———Dormí un poco mejor a lo usual.—le asegura, antes de ir por su katana y acomodándola en su cinturón.—vamos.

Sale de la finca y comienza a correr en silencio, dejando que Kanzaburo lo condujera ya que era la primera vez que iba a ese pueblo. Solo deseaba que no fuera tan largo para no tener que escuchar a su cerebro.

_________________

Afortunadamente el pueblo no estaba tan lejos, ya que caminando le tomaría al menos dos horas, pero como fue corriendo al lugar solo le tomó una hora. Akihide era un pueblo rústico pero un poco más innovador, pues había cosas que nunca había visto, pero tenía sentido, según el informe que le dió un cazador sobreviviente que se topó en el camino, Akihide era conocido por la mayor cantidad de comerciantes que suelen conseguir cosas para vender, y prueba de eso son una que otra calle con gente vendiendo productos. Quizás después de terminar con la misión compraría algo.

Se adentró en el lugar para ir a buscar un lugar en donde hospedarse, pues no sabía por cuánto tiempo estaría aquí, así que preguntó a algunas personas donde se solían quedar los turistas, pero nadie le respondió, ignorandolo como si no existiera.

Que groseros.

Estaba a punto de rendirse cuando un chico detrás de él se rió, por lo que se giró y encontrándose con un adolescente de ojos marrones y cabello verde totalmente desordenado, con la ropa mal acomodada y una sonrisa burlona.

———Amigo, se nota que eres nuevo por aquí, ¿No?.—el chico deduce.

Giyuu asiente sin expresión.———Solo estoy de paso.

———Entonces será mejor que te explique un poco las cosas. Esta gente no suele recibir turistas, por lo que no se molestan en hablar con la poca gente que viene aquí solo para comprar o para disfrutar de las ferias que suelen hacer.—explica con indiferencia.—en pocas palabras, a ellos no les importa la gente nueva.

———Entiendo, gracias por decirme.—agradece, dispuesto a irse antes de que el chico lo vuelva a detener.

———Oye, yo te puedo llevar a una residencia donde se suelen quedar las personas.—le propone.

———Gracias, espero que no sea molestia.—agradece.

———Para nada, necesitarás asesoramiento de Akihide en el tiempo que te quedes aquí.—le asegura amistosamente, empezando a caminar con Giyuu detrás.—Me llamo Kosei Ryota, ¿Y tú?.

———Giyuu Tomioka.—responde.

———Entonces, Tomioka, ¿que te trae a este reino?.—bromea el de cabello verde.—¿Vienes aquí por los productos que venden, por los paisajes o por los asesinatos que se llevan acabo cada año?

Giyuu lo mira con curiosidad.———¿Asesinatos a cada año?

———¿No lo sabes?, Akihide era un pueblo tranquilo hasta que hace cuatro años desapareció un niño.—cuenta.—despues de su desaparición, también desapareció otra chica...ella si murió y el niño volvió aparecer, nunca se supo que sucedió ese día ya que el niño supuestamente había sido encontrado muerto.

———¿Supuestamente?.—Giyuu estaba un poco curioso con la historia del lugar.

———Si, encontraron el cuerpo del niño en un lago, pero resultó ser de otro.—asegura.—el año siguiente a ese, doctores de una instalación que está cerca de aquí murieron, al igual que un hombre que trabajaba en un restaurante, tampoco se supo que ocurrió. El año pasado tambien hubo un incendio donde murieron varias personas...y como olvidar el caso de hace dos meses.—comenta.

———¿Qué ocurrió?.—Giyuu estaba sospechando que esto se trataba de un demonio, pero era imposible, teniendo en cuenta que el demonio atacaba comerciantes y estaba el echo de que esos asesinatos ocurrían cada año y no hubo ningún informe de esto en la compañía.

———Hace dos meses arrestaron a Ren Yuudai, un hombre que asesinó a su propia familia.—comenta.—el tipo fue considerado loco, ya que decía que fue un monstruo, un demonio el que le arrebató a su familia de forma horrible.—le dice con seriedad.—

Tomioka tomó nota de eso, quizás debería comentarle sobre esto a Ubuyashiki.———¿Sabes cómo murió la familia?.

———Bueno, no precisamente, pero según las personas que lograron ver los cuerpos, los huesos de las víctimas estaba rotas en ángulos extraños, también tenían la mandíbula dislocada y los ojos estaban dentro del cráneo, como si los hubieran sumergido hasta atrás. No había sangre más que de los ojos.—asegura.—a Ren Yuudai lo metieron a un internado, ya que fue considerado loco. Y ahora también estan desapareciendo comerciantes.

Lo último definitivamente era por un demonio ya que de eso se trataba su misión, pero lo del señor Yuudai le hacía sospechar que era más que eso, pero decide ignorarlo por el momento.

———Eres muy inexpresivo, ¿Te lo han dicho?.—le pregunta amistosamente.

———No.

———Bueno, pues ahora lo sabes.—Ryota se ríe.—a mi me dicen Kosei "el friki" Ryota.—le hace una reverencia con diversión.—Ya estoy en mala racha con la gente de aquí.

Giyuu lo mira.———¿Por qué?.

———Soy el raro del pueblo, amigo, considerado como un marginado por mi forma de ser...y por mi juego de calabozos y dragones que es considerado como un culto satánico.—se rasca la nuca.

Después de unos minutos, llegaron a una finca un tanto pequeña pero que se veía acogedora.

———Esta es la residencia Fujimori, la dueña, Mika Fujimori junto con su esposo Haruto se encargan del lugar.—presenta de forma "extravagante" como diría Uzui.

Ambos entraron al lugar y Giyuu observó con detenimiento. Era acogedor, con una recepción cerca de la entrada donde estaban dos chicas.

———Miren a quien tenemos aquí, Kosei, bienvenido.—saluda la chica, de cabello rosado amarrado en dos trenzas y ojos celestes con una sonrisa amable.

———¡Mucho gusto, Mika-san!.—Saluda energético el de cabellera verde.—¡Y mucho gusto, Aiko!.—saluda con un beso en la mano a la otra chica.

Aiko es una adolescente pelirroja con mechas naranjas, de ojos azules y con el cabello recogido en una coleta simple.

———Hola Ryota.—la chica saluda amablemente con una sonrisa nerviosa.

———¿Quien es tú amigo?.—Pregunta Mika, observando a Giyuu.

———Él es Giyuu Tomioka, viene de paso, así que le recomendé este lugar.—les explica.—Giyuu, ellas es Mika Fujimori, la dueña del lugar. La hermosa chica pelirroja que vez ahí es Aiko Nozomi. Es una conocida que trabaja aquí en algunas ocasiones.

———Mucho gusto conocerlas.—saluda Tomioka.—Si no es mucha molestia, ¿Podría decirme lo que saben de las desapariciones?.

Mika lo observa un momento antes de sonreír con tristeza.———Aiko, Kosei, ¿pueden dejarnos solos unos momentos?.—los dos adolescentes asienten y se van a la cocina, por lo que Mika guía a Tomioka a la sala y se sientan.—Eres un cazador de demonios, ¿Verdad?

———Si, lo soy.

———Lo supuse, se me hacía conocida la ropa.—suspira con pesadez.—nunca habíamos tenido a un demonio acechandonos hasta ahora. Comenzó hace una semana, cuando algunos comerciantes iban a partir a su próximo viaje por recursos...ese día partieron quince de ellos...y solo uno volvió, los cuerpos de los otros hombres fueron encontrados en el arroyo. Cada día empezaron a desaparecer más y más, y como es de costumbre, uno o dos de ellos regresaban vivos y los demás eran encontrados en el arroyo decapitados.—explica.—mi esposo, Haruto, desapareció ayer, junto a otras siete personas.

———Entiendo, no se preocupe, me encargaré de traer a su esposo de vuelta, al igual que al resto de los hombres y mataré al demonio.—Giyuu le asegura.

———Muchas gracias.—Mika agradece con una suave sonrisa.—Ten mucho cuidado.

———Estaré bien.—piensa por un momento.—¿Sabe algo de lo que sucedió con la familia Yuudai?

Mika abre los ojos con sorpresa.———No me digas, Kosei te contó.—el pilar asiente.—Lo lamento, pero no tengo información de lo ocurrido. Lo que si te puedo decir es que se dice que desde hace cuatro años este pueblo es acechado por seres de otro mundo. Pero son rumores.—comenta.

———Entiendo, gracias.

———Bueno, aprovechando que Kosei está aquí, le daré las cosas para su padre, si gustas puedes pasar a la cocina, Aiko te preparará unas galletas.—le invita amablemente.

Cuándo Giyuu entró en la cocina, vió a Nozomi poniendo un plato con galletas de chocolate, sonriéndole al verlo.

———Puedes comer las que quieras, te serviré el té.

El pilar agradece en silencio, antes de sentarse y comer una galleta. No a tenido apetito, por lo que el sabor de la galleta fue como estar en las estrellas. No sé dió cuenta que tenía una expresión de felicidad hasta que escuchó a Aiko reírse un poco.

———Pareces tener hambre, ¿No haz comido?.—pregunta mientras se sienta.

———No eh tenido hambre.—Giyuu responde antes de pensar en ocultar el detalle, regañandose mentalmente.

———Si, entiendo. Yo tampoco tengo el mejor apetito del mundo.—le admite.—Quizas sea por las pesadillas, pero eso me quita el hambre.—comenta, comiendo solo un bocado de una galleta antes de dejarla.

———¿Pesadillas?.—le pregunta el de ojos azules con curiosidad, sintiéndose un poco identificado con eso.

———Sí, no puedo dormir bien y eso me hace sentir llena al momento de comer.—le cuenta.—por suerte ya estoy llendo a ver a la señora Ukara.

———¿Quien es la señora Ukara?.—pregunta nuevamente. Vaya, hoy está haciendo muchas preguntas.

———Tara Ukara es la psicóloga de aquí, o le decimos consejera, ella te ayuda con tus problemas personales y es muy buena confidente.—Nozomi informa.—Puedes contarle lo que sea y te dará buenos consejos. Es como una doctora para las emociones y en lugar de sanar heridas externas, te ayuda con las internas.

Giyuu piensa por un momento, pensando si debía ir con Tara Ukara.———Si voy y hablo con ella...¿me ayudará?

———Todo depende de la persona, algunos les funciona y a otros no tanto, si quieres un lugar para liberarte por un momento de lo que guardas, ella es la indicada.—Nozomi se levanta y se retira.

Giyuu se quedó pensativo en la cocina. Por una parte, no quiere contar lo sucedido porque quizás Ukara lo trataría de loco, pero por otra parte, podría ayudarlo a solucionar sus problemas y quizás, por fin no sentirse vacío y sin vida. Incluso podría dejar de tener pesadillas si hablaba.

Si. Iría con la consejera.

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Llegó tarde para tres de los hombres desaparecidos, como siempre. Había tardado dos días en localizar al demonio y matarlo, por lo que de los ocho hombres desaparecidos, solo logró salvar a cinco, que por suerte, Haruto se encontraba entre ellos. Mika le agradecí con un frasco de galletas (que gustosamente se comió, para diversión de la chica) y también, llevándolo con Tara Ukara.

La psicóloga era muy amable y definitivamente le alivió que al contarle su pasado no lo juzgara como en su antigüo pueblo. Según Tara, debe ir todos los jueves para su sesiones, pero si se le impedía por sus misiones, puede ir cuando terminara su trabajo. Ahora se encontraba en la entrada del pueblo Akihide, despidiéndose de Mika, Nozomi y Kosei.

———Ten, dado que tú casa está cerca de aquí, sabes que siempre que quieras puedes venir a quedar o a conseguir más.—le dice amablemente Mika, dándole otro frasco de galletas.

———Muchas gracias, por todo.—le asegura Giyuu con una pequeña sonrisa.—los estaré visitando cuando pueda.

———Tú no te preocupes amigo, eres bienvenido.—Kosei le asegura con una sonrisa.—No mueras, y si lo haces, recuerda escribir antes de hacerlo.—bromea.

———Nosotros también te estaremos escribiendo.—le asegura Aiko suavemente.

Haruto, un hombre de cabello celeste con ojos dorados, se le acerca con una sonrisa de gratitud y una caja en sus manos.———Te agradezco por salvarme la vida, Tomioka-san, en agradecimiento, te doy esto.—saca de la caja un aparato que Tomioka nunca había visto.—Es lo más nuevo en el mercado, es un walkman, capaz de reproducir música que solo tú puedes escuchar a través de esto.—le explica mientras se los coloca a Giyuu en su cabeza, acomodado en sus orejas y también poniendo el cassette en su cinturón.—Puedes quedarte con las canciones, solo recuerda...—le explica cómo funciona.

———Muchas gracias, manténgase a salvó.—el pilar de agua pide, mientras empieza a caminar hacia su finca.

Durante el camino escuchaba algunas canciones pero ninguna le gustaba como para dejarla un poco más de un minuto, hasta que se quedó con una canción que le interesó bastante por la letra y el significado, incluso la melodía le gustaba. Después de tantas canciones, supo perfectamente cuál era su favorita.

Running Up That Hill.

Pensó Giyuu con una sonrisa, observando su camino y escuchando la hermosa melodía que representaba todos sus pensamientos y sus emociones.

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POR FIN PUDE HACER ESTE CAPÍTULO DANGOS :D

Este es un prólogo. Tiene lugar un mes antes de que empiece la historia ;v

Pero es importante, ya que volveremos a ver a estos OC y a Akihide otra vez, ya que en sí, el pueblo es donde se ubicará la historia.

Otra cosita, la información que se presenta aquí es muy importante, desde el asesinato de la familia Yuudai, el apodo que recibe Kosei, el echo de que Aiko vaya con la señora Ukara, al igual que el tema de la canción favorita de Giyuu.

Aquí se introducieron algunos personajes para la historia al igual que se introdujo la canción favorita de Giyuu y también el walkman.

¿Que les parece el capítulo?

¿que opinan de los personajes OC?

Sin más...

LOS AMO DANGOS :D

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