Depresión y muerte
El estaba loco, demente,
su claro testimonio era su locura. Reflexionó sobre su pasado, parecía un cobarde.
No conseguía superar
los miedos, los males...
Nunca oí su rugido de León,
vivía en una casita
color rosa carmesí,
donde habitaban todos
sus demonios del pasado.
Vivía a la sombra de los muertos... Yo me convertí en su hada madrina, con mis polvos brillantes y translúcidos iluminé su calvario.
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