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35

Era él.

Cuando Baji le dijo que ingresaría a su escuela no se equivocaba. Kazutora estaba una clase más inferior a el de la chica, la cual se encontraba en las avanzadas.

Movía su pierna constantemente con ansiedad, mirando el reloj que estaba a nada de marcar la hora de salida.

Apenas sonó todos comenzaron a guardar sus cosas, Oyuki levanto su maletin y la caja de regalo para salir corriendo buscando al chico que por unos segundos logró ver antes de iniciar las clases, pudo reconocerlo apesar del cambio de look y guardo su imagen para el momento que salieran.

Se adentro al salón de tercero pero no veía al chico.

—Hanemiya Kazutura, ¿saben a donde se fue? —pregunto a uno de los chicos que estaba platicando con su grupo de amigos.

Los chicos que la vieron se sonrojaron.

—S-se fue preguntando por los salones de segundo—contestó uno que ni siquiera logró ver a la cara a la fémina.

Todos conocían la exótica belleza de la chica. Simplemente era difícil olvidar ese albinismo que tenía, algo que la hacia destacar entre todas las mujeres de esa institución, al igual que sus excelentes calificaciones.

Sin más que decirl se fue al segundo piso para encontrar al chico que tenía tiempo sin ver. Bajo las escaleras disminuyendo su velocidad para no caer y en los últimos escalones brinco para retomar su búsqueda.

—Estoy buscando a un chico como de esta estatura, con un tatuaje en el cuello y mechas rubias—enumeró cada cosa marcandolo con sus manos. Las dos chicas se miraron entre ellas.

—Buscaba a Hanagaki, clase tres—respondió la chica señalando el camino.

Les agradeció e inhalo para caminar a donde le dijieron.

Justamente delante de la puerta estaban dos chicos con muletas y una pierna rota cada quien.

—¡Udai-chan!—exclamo alguien saliendo del salón.

Estaba justo delante de ella.

Él asesino de Shinichiro.

Y aún sabiendo ese dato le extendió la caja de regalo. Sin saber mucho que decir o hacer, solo lo miro tomar su obsequio.

¿Qué era malo y bueno? ¿Debia sentir culpa por darle un regalo a la persona que mató a otra? Conociendo que esa persona también era su amigo que sufría repetidamente en su casa y a quien asesino fue la otra persona que consideraba alguien especial para ella. ¿Como podía soportarlo o comportarse con él? ¿Debía seguir como si no ubiera pasado nada?

Ese era el dilema dentro de ella.

—¿Para mi?—cuestiono con una enorme sonrisa, emocionado por la caja en sus manos.

—¿Y para quien más sería?—le devolvió.

—Me pregunto que será.... —susurro sacudiendo el regalo para escuchar su contenido—Apuesto que es ropa.

—¿Querias otra cosa?

Kazutora rió bajito, conociendo que la chica siempre les regalaba prendas o conjuntos en algunas fechas importantes.

—No es mi cumple años aún Udai-chan.

—Y a quien le importa... Estoy feliz de verte de nuevo—era lo más sincero que logró decirle. No había más y menos.

Los demás presentes se mantenían ajenos a la situación, guardando silencio para no interrumpir a los dos.

Destruyó el papel para descubrir el contenido de la caja. Dentro de esta estaba efectivamente una playera cosa que no le sorprendió, pero también había un una fotografía enmarcada; los tres de niños, la única chica tenía el ceño fruncido mientras miraba con desagrado a Kazutora que sacaba la bebida por su nariz y Baji se reía de él, aunque al final también se atraganto con su licuado. No era una imagen para nada normal, pero representaba la amistad que llegaron a tener hace años.

El chico se veía congelado, ni parpadeaba y estaba perdido con el recuerdo de esa foto. Una vez reaccionó miro a la albina que algo insegura abrió sus brazos para él, pensando que lo necesitaba.

—Vámonos chicos—vocifero tomando lo que tenía dentro y tirando la caja al suelo.

Con amargura bajo sus brazos al ver que paso a su lado sin aceptar su abrazo. Se agachó recogiendo el papel roto y el resto de la caja, debía quitarlo del camino.

Por lo menos se aceptó el contenido de su regalo.

—¿Qué esperas Udai-chan?—la llamó deteniéndose—Camina más rápido.

Bueno, eso es mejor a lo que esperaba.

Los siguió guardando silencio, caminando a un lado de Takemichi que también estaba involucrado. Podía escuchar su plática pero no decía nada, saber que su amigo culpaba a Mikey de ser mandado al reformatorio confirmaba lo mal que esta.

—Miren, ya llegamos—comento Kazutora. La tienda de video juegos abandonado era su lugar de encuentro—Dame la mano o te vas a perder Udai-chan, ni se te ocurra soltarla—advirtio; sin dejarla opinar agarro su mano mirando de nuevo las puertas del lugar.

Ignorando el cartel de no pasar, entraron sin problemas.

El olor a tabaco y la suciedad asqueo a la chica que mostro su desagrado frunciendo el ceño, el numeroso grupo de hombres reunidos en un espacio relativamente reducido era como nadar en sudor o estar en el mismo basurero para Oyuki.

Si pudiera sacaría un desinfectante para cualquier animal que se acercara a un radio de menos metro y medio de ella.

Pero había una mayor concentración de chicos más adelante con mucho ánimo, gritando eufóricos.

Baji golpeaba a Chifuyu.

No había emoción alguna en su rostro más que una neutra. No reía como lo hacía normalmente. No disfrutaba lastimar a su amigo.

La escena era funesta para los ojos de la albina que apretó la mano del de mechas con fuerza.

—Kazutora-kun... ¿Qué es esto?—pregunto Takemichi igual de impactado qué Oyuki. Simplemente era algo horrible.

—Es una prueba de lealtad—contesto con obviedad.

—¿Una prueba de lealtad?

—Fue exactamente lo que dijo. Prueban a Baji para saber si es apto para entrar a su grupo—le respondió la fémina sin poder quitar los ojos del peli negro.

—A quien Baji esta golpeando ahorita es el segundo al mando del primer escuadrón de Touman. "Su amigo más cercano"—resaltó lo final mirando a la albina que ni siquiera reaccionó por su comentario.

Fue ahí donde se dio cuenta la razón del por que demando tomar su mano sin dejarla soltar. La esta protegiendo.

A su tosca manera claro.

Él es de los pocos que sabía de su relación con Keisuke y unos cuantos de la Touman, que son del equipo enemigo de Valhalla.

Se encontraban en la boca del lobo y tenían que tener cuidado con lo que decían.

—Lo apruebas ahora, verdad, ¿Hanma-kun?—bramo Baji levantándose, liberando su cabello—¿Apruebas mi entrada a Valhalla?

—Este tipo es jodidamente intenso.

—Realmente fuiste a tal extremo.

—Ese chico ha estado a su lado por siempre, ¿cierto?

Los voces de los otros líderes se hicieron escuchar.

Chifuyu no era quien debía estar en ese lugar... Sino Oyuki.

—No vine aquí para ser sermoneado—gruño en respuesta Baji.

—¡KAZUTORA!—grito Hanma—¿Esta todo listo?

—Sip, este chico es Hanagaki Takemichi, el nuevo miembro de Touman.

—Veo que también trajiste a la pequeña protectora de Touman—su sonrisa se extendió, acercándose a los tres—Buenas tardes su majestad, ¿su visita le es agradable?—se burló.

La otra amenaza que podría ponerla en peligro era ese chico de uno noventa que aparentemente tenía información de ella.

Quería contestarle algo con sarcasmo, sin embargo, Kazutora se colocó enfrente de ella para ocultarla con su cuerpo. Él no sabía que Hanma conocía la existencia de la albina, pero no dudo en su acción.

Por otro lado Baji se tenso al ver a esos dos tan cerca de Oyuki, esperando que no pasara nada fuera de lo planeado.

—Mmm... Todos dicen cosas grandes de ti, hasta parecen dar sus vidas, ¿por que?—murmuro siendo escuchado por los más cercanos—¿Qué es lo que te hace tan especial? Quiero saberlo.

—Hanma, te estas desviando el tema principal—exclamo Kazutora.

Él mencionado reaccionó enderezando su espalda que estaba ligeramente encorvada, fijando su vista en Takemichi.

—¿Tú eres Hanagaki?—le preguntó con una sonrisa—Ven al frente.

Le dio una última mirada a la chica para irse a su puesto.

—Udai, te sacare de aquí—susurro Kazutora retrocediendo con lentitud.

—Espera—se soltó del agarre de su amigo para ponerse en cuclillas junto a Chifuyu—No lo llevamos—declaró cargando con esfuerzo al chico—Ten cuidado Takemichi.

Con el rubio en su espalda camino a un lado de Kazutora para irse, dejado atrás a Baji que tenía que seguir con su inauguración como posible miembro de Valhalla.

Una vez saliendo de la tienda se detuvieron, el chico tenía que regresar adentro.

Debia darle las gracias Kazutora por ayudarla y hasta cierto punto protegerla como lo era antes.

—Oyuki, ¿estas saliendo con Mikey?—pregunto de la nada. Su rostro no mostraba emoción alguna—Baji no quiso decirme.

—Me gustaría poder hablar contigo y ponernos al corriente con todo.... Pero por el momento es complicado—acomodo a Chifuyu en su espalda que se estaba cayendo—Kazutora, no te voy a mentir, si salí con Mikey, pero se acabó.

Sus palabras no parecieron ser aceptables del todo.

—Pero si te soy sincera: yo amo a Keisuke.

Ya veo... Eso es un alivio.

«𝘚𝘰𝘭𝘰 𝘱𝘶𝘥𝘰 𝘢𝘤𝘦𝘱𝘵𝘢𝘳 𝘦𝘭 𝘴𝘪𝘨𝘯𝘪𝘧𝘪𝘤𝘢𝘥𝘰 𝘥𝘦𝘭 "𝘵𝘦 𝘢𝘮𝘰" 𝘴𝘪 𝘦𝘴 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘪𝘨𝘰, 𝘯𝘢𝘥𝘪𝘦 𝘮á𝘴 𝘱𝘰𝘥𝘳í𝘢 𝘰𝘤𝘶𝘱𝘢𝘳 𝘦𝘴𝘦 𝘭𝘶𝘨𝘢𝘳 𝘴𝘪𝘯𝘰 𝘯𝘰 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘵𝘶»

Mañana es el gran día... Me voy a morir después del grito de Chifuyu.

No se preocupen, aquí su servidora les dará un especial chafa..... 🤑🤙🏻

Perdón si hay faltas de ortografía.

@𝙰𝚢𝚊𝚖𝚎_𝚑𝚊𝚝𝚊𝚔𝚎🔥

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