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Se movía incómoda.
Podía sentir como le llegaba a picar y eso no le gustaba.
—Me duele Kei—se quejó frunciendo el ceño con molestia.
—¡Entonces deja de moverte!—le contestó inmovilizando la parte de abajo de su cadera—Será rápido.
—Así esta bien, deja eso escucha lo que te estoy explicando o nunca vamos a terminar—trato de desviar su atención.
No respondió y siguió con su cometido.
—¿Y si mejor comemos la pizza?—preguntó pero tampoco le contestó.
La albina estaba boca abajo gracias al chico que sostenía con fuerza su pierna estando encima de sus glúteos.
—No voy a aguantar un minuto más en esta posición—exclamo Oyuki—Al menos dejame voltearme.
—Es que te mueves mucho y no me dejas hacerlo correctamente, por eso tienes que ser paciente.
—Ya no siento mis piernas—grito desesperada, golpeando a Baji en las costillas para luego empujarlo y librarse.
Rápidamente se apartó suspirando con un gran alivio, moviendo sus pies sin quitar la vista en su amigo que igualmente se levantó sosteniendo el corta uñas.
—Fue la última.
Que Keisuke haya mirado las uñas de los pies de Oyuki lo llevó a ofrecerse para cortarlas, como un acto que pensó que sería buena idea, pero no contó que le daría miedo lastimarla y terminó haciéndolo apesar de que no era su intensión. No la culpaba por moverse mucho o estar nerviosa, no obstante, se desesperó y acabó inmovilizando a la contraria a la fuerza.
—Eres pésimo en esto—bramo. Sus dedos tenían uno que otro puntito de sangre que le ardían.
—Lo intenté—murmuro enojado, lanzando por ahí el corta uñas con mala gana—Ahora si hablame de lo que averiguaste.
Salieron de la habitación para ir al baño y lavarse las manos, para regresar a comer.
El escritorio tenía un mapa de la cuidad cubriendo casi toda la mesa, esperaban mientras la impresora sacaba las fotografías de la cámara.
Udai con un plumón rojo fue marcando algunos lugares y Baji le daba la rebanada de pizza en la boca, poniendo atención a lo que hacia.
Por insistencia del muchacho la albina término sentada en las piernas de Keisuke, quien tenía recargada su cabeza en el hombro derecho de la jóven, con un brazo en la pierna de la contraria y con la otra alimentandola.
—Como puedes ver, su "base" esta cerca de mi escuela, más preciso en la tienda abandonada de videojuegos, por eso me lo encontré muy fácil—explicó marcando con una línea la distancia entre ambos puntos—Lo ví con estos cuatro chicos, pero hubo un momento que simplemente se separa de ellos y lo perdí—le extendió una de las fotografías donde se mostraban las espaldas de los chicos y se podía apreciar la cara de Hanma fumando.
—Eso es demaciado para tan poco tiempo—comentó—Bien hecho Uki-chan.
Que valor tenía para decir eso...
Todos ocultan cosas.
—Buscas a una persona relacionada con Hanma, ¿no?—a ella nada se le escapaba, su memoria funcionaba cuando le convenía, podía recordar hasta la ropa que uso hace tres semanas sin esfuerzo—¿Vas a darme detalles más específicos? Sería más sencillo si me los dijieras.
—Creo que con eso es suficiente. Desde aquí yo me encargo—la tomó de su cintura y la sentó a su lado, comenzando a guardar todo lo que había en la mesita y lo metió en una de las mochilas de la chica—Tengo que irme.
Era muy precipitado.
—Ven aquí maldito—lo detuvo agarrando su pierna—¡¿Qué crees que estas haciendo, llevandote todo como si nada?! Detente.
—Sueltame, tengo que prepararme.
—¿Y exactamente para que?
Lo presionaba y eso molestaba a Baji.
Aceptó su ayuda pero no había terminado de contarle todo lo que estaba haciendo, no quería meterla de más a sus planes; pero ella no lo soltaba para nada exigiendo respuestas preocupada, como si de un sexto sentido se activará alertando que se metería en más problemas.
Suspiro irritado—Iré a la reunión de la Touman. Van a dar a conocer al nuevo líder de la tercera división, y necesito estar presente.
—Te expulsaron temporalmente, no puedes ir o te van a regañar.
—Me importa una mierda, iré de todos modos.
Necesitaba confirmar con sus propios ojos si Kisaki tomaría el puesto, si eso pasaba tendría que hacer su siguiente movimiento y eso molestaría mucho a la albina, por eso no se lo decía.
Como no la miraba a la cara su mirada se encontró con algo en particular, en el otro escritorio habían unos enormes libros y hojas regadas. Ella siempre fue ordenada, ver todo esparcido sin estar acomodado podía ser por dos razones: uno, no entendió algo y eso le afecto tanto que se puso isterica, dos, esta investigando algo que la tiene ansiosa.
Lo más seguro fue la segunda o las dos al mismo tiempo.
—Bien, te acompañare—declaró liberando la pierna del peli negro.
—Pero-
—No pedí tu opinión, y aunque fuera así, iría con o sin tu permiso—interrumpió yendo a su armario.
Mientras ella buscaba algo para ponerse Keisuke se acercó al escritorio. El enorme libro que parecía tener más de dos mil hojas lo cerro: medicina.
En realidad los dos libros lo eran; relacionados con los primeros primeros auxilios y otras cosas, pero a un nivel demaciado profesional o avanzado.
La libreta tenía diversos apuntes sobre eso y uno que otro dibujo de lo que parecía ser de venas u arterias, no entendía nada pero claramente eran heridas graves.
En la primera hoja del libro tenía escritorio un nombre, Kaori Udai. La madre de Oyuki.
Los tenía en buenas condiciones apesar del tiempo.
—Después de lo que pasó con Draken inicie a estudiar más a fondo sobre como detener el sangrado, que hacer para que me dejaran de temblar las manos o por si entraba en un shock—habló posando su mano arriba de la de Baji, apartandola lentamente para entrelazar sus dedos—Tenma me da unos consejos o me explica lo que no entiendo, pero no siempre está conmigo así que lo hago sola... Pero como puedes ver, voy muy lento y eso me desespera.
El temor de volver a ver a la muerte llevarse a sus seres queridos le provocaba miedo. Sabía que nadie la obligaba a hacer eso, pero lo hacía por cuenta propia por si llegaba a pasar un accidente y tenía que poner en práctica sus conocimientos, más valía prevenir que lamentar.
—Nadie te esta presionando ha aprender eso—la ánimo acariciando su nuca—Yo te...—detuvo lo que iba a decir para mejor darle un pequeño beso en los labios como muestra de cariño, no era el momento indicado para confesar lo que realmente iba a decir. El beso sorprendió mucho a la chica que cubrió su boca—Vámonos preciosa.
Cuidaria de ella aunque eso significaba ser odiado. Haber por cuanto duraba su idea.
Pasaron primero a la casa del chico para que se cambiará y juntos terminaron en el templo.
Era una locura estar ahí cuando no lo tenían permitido, pero no era tan grave, solo obtendrían algunas quejas de Mikey y posiblemente de Draken si es que se enteró de lo que pasó hace días.
Tampoco vieron a Mucho pero era por la multitud que los escondía.
—Baji-san, Udai-san, les estuve llamando, ¿por que no contestan?—pregunto Chifuyu llegando con ambos.
—¿Llamaste?—le pregunta devuelta mirando su celular que ni siquiera prendía por la batería agotada—Perdón.
—Yo deje mi teléfono en casa—respondió Baji pasando su brazo por los hombros de la albina.
—Ustedes.... —no término de hablar y suspiro golpeando su frente con la palma de su mano—Han estado muy raros, ¿hay algo de lo que deba enterarme?
Se miraron cómplices, preguntándose con la mirada que decirle al rubio; ser medios secuestrados, investigar sobre Hanma y unos cuantos besos, no es de lo que quisieran hablar libremente. Aunque estaban de acuerdo en algo.
—Temas de adultos/estudiamos—hablaron al unísono, agrandando los ojos al ver que no dijieron lo mismo y eso los hacia ver más sospechosos—Estudiamos sobre que hacer en el futuro como adultos—volvieron a decir pero esta vez con sincronía.
—Chicos, les creo—exclamo sonriendo de lado—Baji-san, limpie su mejilla que aun tiene lápiz labial.
El mencionado tallo cerca de su boca tratando de borrar el rastro del labial. En cambio Oyuki se avergonzó deteniendo al chico.
—Kei, no estoy usando labial, Chifuyu te engaño—le aclaro.
Fueron descubiertos. El rubio fue más inteligente que Baji y lo engaño por completo.
Al menos desviaron el tema del secuestro y Hanma.
—Estoy impactado, ustedes dos.... Oh mierda, ¿que no estabas saliendo con Mikey?—le cuestionó a la albina—¿En qué clase novela Shōjo están?
—No están saliendo—resaltó en susurro Baji, pero no fue escuchado.
—Yo diría que es más del tema josei—dijo la albina con sarcasmo dejando más impactado a Chifuyu que cerro la boca sonrrojado, dejando en claro que si conocía a lo que se refería—Oh, si sabes lo que es... No conocía esos lado tuyos, Chifuyu-san.
—¿Qué es eso?—pregunto Baji sin saber de lo que hablaban.
—Nada importante—apresuró a decir Chifuyu.
No lograron decir más por que la reunión dio inicio.
«𝘙𝘦𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰 𝘭𝘰𝘴 𝘨𝘰𝘭𝘱𝘦𝘴 𝘭𝘶𝘦𝘨𝘰 𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘱𝘦𝘭𝘦𝘢, 𝘺 𝘴𝘪𝘨𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘺𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘶𝘦𝘭𝘦𝘯 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘰 𝘮𝘦𝘯𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘵𝘳𝘢𝘪𝘤𝘪ó𝘯»
—El Josei es un género dirigido especialmente a las mujeres adultas, pueden estar en manga y anime.
Gracias por leer y los comentarios.
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