Cuando llegó al hospital se encontró con toda la Touman afuera con sus motos en el estacionamiento. Esperando por las respuestas de Draken.

—¡Uki-chan!—Chifuyu llegó a su lado apenas la vió, preocupado la ayudó a mantenerse en pie—¿Estas bien? Parece como si te ubieran asaltado.

—Estoy cansada....—masajeo su hombro cerrando los ojos—Camine hasta el hospital.

—Se ve horrible—miro lo que quedaba del kimono—Llamaré a Baji-san para que la lleve a casa.

Amablemente la dejó en uno de los banquillos y se fue. La chica dejó caer su cabeza hacía atrás suspirando con cansancio, moviendo sus pies con dolor, recordando que dejó las getas y su bolsa en el estacionamiento.

Era un desastre.

Se sentía avergonzada por haber actuado terrible con Mikey y luego no poder hacer mucho para ayudar a Draken, tenía migraña de solo recordar todo lo que hizo, miro el antifaz dejándolo a un lado. Quería poder hablar con su madre una vez más para que la aconsejará y le dijiera que estába haciendo mal.

—Me entere de lo que paso—habló una voz ya conocida que se sentó a su lado con las piernas abiertas abarcando casí todo el espacio de la banca—Que asco.

—No quería preocuparte—murmuro recostandose contra el hombro del más alto—Perdón.

—Deja de disculparte y preocúpate más por tí, mira como estas, así no es como te veías hace unas horas—paso su brazo por sus hombros apegandolo a él—Tenma-san va a matarme cuando te vea, que por cierto, está en el hospital.

La albina subió sus piernas, haciéndose bolita contra Baji que mantenía su brazo en sus hombros dándole apoyo.

—Ve por Mikey.

—Estoy tan avergonzada como para verlo a la cara... Creo que lo arruine.

—No lo sabrás si no lo confrontas, estarás bien, él te ama mucho como enojarse contigo—menciono despeinado su cabello—Ahora se una mujer súper mega fuerte y ve—se levantó tomandola de la muñeca para jalarla, esperando que igualmente se levantara y buscara al rubio.

—No se por que me ví con músculos en los músculos por lo que dijiste.

Mitsuya apareció anunciando la salud de Draken, dando a conocer que estaba fuera de peligro pasando la cirugía con éxito. Tan pronto lo dijo todos hicieron un escándalo felices.

—¡¡Cierren la boca!! ¡Están en un hospital!—grito Baji alejándose de la chica para calmar todos.

Rió al verlo. Más segura avanzó buscando a Mikey para disculparse, pensando que decir exactamente.

Estando a punto de entrar al hospital miro al chico recargado contra la pared del edificio, en silencio y completamente sólo.

—¿Manjiro?—lo llamó confundida.

Parecía.... triste.

Oyuki se acercó a él lentamente hasta llegar a su lado, ni siquiera la volteo a ver aún sabiendo de su llegada. No dijo nada y se sentó a esperar que dijiera algo, conociendo él sentimiento de tener a un ser querido apuntó de estar muerto, pero en este caso casí.

—Estuve tan asustado—inicio contando, agachando la mirada—No se que me abría pasado si Kenchin ubiera muerto.

—Sentirás primero un dolor inmenso en tu corazón, querrás llorar hasta desgarrarte la garganta... Pensando que podrías haber hecho más, pero la realidad es que no—explicó Oyuki tomando la mano del rubio—Luego intentaras ser fuerte e ignorar la muerte de ese ser querido, pero te lastimara tanto que te harás daño a tí mismo y a las personas que te rodean.... Pero supongo que ya conoces eso.

Las hermosas sonrisas de su madre y Shinichiro pasarón por su mente, como un lindo y doloroso recuerdo que seguía intacto en su memoria.

—Yo no tuve la suerte de estar con ellos en sus últimos respiros, pero al menos logre escuchar sus últimas palabras por llamada—siguió tomando un suspiro—En realidad tengo miedo cuando me llaman, pensando que podría pasar un accidente en cualquier momento y se tenga que repetir esa maldición.

Fruncio el seño pensando en las palabras de la albina.

—Gracias a los doctores Draken sigue vivo y eso es bueno—cambió de tema agarrando un color rojizo en sus mejillas por la vergüenza, dándose cuenta que había hablado mucho.

—Oyuki.... Deberíamos romper.

Esas palabras llegaron como un balde de agua fría. Su frágil corazón de rompió en pedazos en fracciones de milisegundos.

—¿Por que tan derrepente? ¿Dije algo malo? ¿Qué hice?—pregunto acelerada, comenzando a respirar por la boca ansiosa—P-perdón si dije algo incorrecto, sólo comencé a hablar sin detenerme y es posible que allá dicho algo de más.

—No. La verdad es que ya lo había pensado y llegue a la conclusión de que no te quiero, sólo acepte salir contigo por que pensé que te amaba—confesó quitando su mano brusco del agarre de la chica—No quiero verte cerca de las reuniones de la pandilla, por que no perteneces a ella, así que si te acercas estarás advertida.

Fue suficiente para que Oyuki quedará peor de lo que estaba, sus palabras eran como navajas que atravesaban la tersa piel de su espalda, sin saber como reaccionar de tal confesión repentina se levantó bofeteando la mejilla de Mikey que se quedó con la cabeza de lado por el golpe.

—Encerio, encerio espero que sea verdad lo que estes diciendo, por que si es una clase de broma o manera de apartarme para protegerme...—hizo una pausa limpiando sus lágrimas rapidamente—Dejame decirte que funcionó y me duele mucho, pero de seguro tú la estas pasando peor por dentro, por que no me lo estas diciendo a la cara y por que se que también estas llorando en silencio.

—Sólo vete—susurro con una voz tan serena y tranquila que hizo dudar a Oyuki de sus propias palabras, pensando que iba encerio realmente.

—Me voy, no tiene caso seguir con esto—peino su cabello hacia atrás—Adiós amigo.

Los humanos cometen tantos errores en sus vida; intentan ser mejores pero nadie puede serlo al punto exacto, siempre tropezaran y seguirán levantándose para seguir con sus vidas imperfectas.

La chica camino hasta el estacionamiento para reencontrarse con Baji, quería ir a casa y descansar por la eternidad, sus pies descalzos le ardían y ya no sabía si era por caminar del festival al hospital o por el sacrificio que hizo por ser tan impulsiva como para lanzarse contra los de Moebius.

Tan linda que había llegado al festival para al final de la noche terminar toda destrozada mentalmente y físicamente.

—¿Por que estas llorando?

—Quiero ir a casa Kei—lo abrazo recostando su cabeza contra el pecho del contrario, respirando el aroma fresco tranquilizando un poco su cuerpo.

—¿Un 812 y 213?—inquirio. Lo que significaba un "mejor vámonos" y un "no me siento bien"

Asintió.

Sin perder el tiempo él chico cargo a la albina que pasó sus piernas a cada lado de su cintura y escondió su cara entre el cabello y cuello de Baji, aferrada a no querer soltarlo. En cambio el chico se dio cuenta de que no necesitaba de sus brazos para sostener el pequeño cuerpo pegado a él, ella solita término acomodándose y no dependía de ser sostenida.

Como un koala.

Aún así acarició su espalda con cariño, caminando a su motocicleta, pasando de todos los chicos menos de Chifuyu que lo siguió preocupado por la chica, ayudándolo a subir con la albina que se había quedado dormida.

—Ten cuidado Baji-san.

—Descansa.

Se despidieron breves.

Una vez llegando su casa la llevó a su cama, intentando quitar sus brazos y piernas de su cuerpo para que lo soltara, una vez lo logró se quito las botas y el uniforme húmedo por la lluvia, cambiándose por ropa limpia. Miro a su amiga con lágrimas secas y su vestimenta rota junto al ligero maquillaje corrido.

—Te vez hermosa—confeso besando su mejilla. Cuidando de ella retiro sus calcetas todas sucias, también la cambio paciente para no despertarla, preocurando no ver más haya de lo que debía para quitarle el kimono de las flores rojas y ponerle una de sus playeras.

En una de las mesitas del cuarto de Keisuke estaba las getas y la bolsita de la chica, las pertenencias que había dejado Oyuki y el chico recuperó por pura casualidad.

—Yo siempre te voy a cuidar...

«𝘚𝘦 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘢𝘯 𝘥𝘦 𝘥𝘰𝘴 𝘤𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘳𝘰𝘵𝘰𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢𝘳 𝘶𝘯𝘰 𝘴ó𝘭𝘰. 𝘈𝘮𝘣𝘰𝘴 𝘤𝘰𝘯 𝘷𝘢𝘳𝘪𝘰𝘴 𝘱𝘳𝘰𝘣𝘭𝘦𝘮𝘢𝘴 𝘢𝘳𝘳𝘢𝘴𝘵𝘳𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘥𝘦𝘴𝘥𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦 𝘩𝘢𝘤𝘦 𝘢ñ𝘰𝘴»

Casí me dio un infarto al cerrar la sesión en wattpad y no recordar la contraseña, tarde un día para recuperar la cuenta gracias al servicio técnico de la plataforma. 🤡🤡

Vergüenzas que pasó, x.

¡Gracias por leer!

@𝙰𝚢𝚊𝚖𝚎_𝚑𝚊𝚝𝚊𝚔𝚎🔥