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Salir de compras era una costumbre que adaptó gracias a su padre y su gran sentido de la moda.
Pero esta vez era algo único.
—¿Quien diseño esta mierda?
Baji la había acompañado a comprar un kimono para el festival, pero no parecía contento con ninguno, siendo más exigente que Emma y Hina que ya se habían ido luego de que la albina les insistiera.
Apesar de que un principio no quería ir término aceptando a ir, quedando molesto viendo todos los modelos que habían en la tienda disgustado. En un inicio le dijo que tomara el que sea para irse pronto, pero al ver el primer kimono que escogió se quejó diciendo que era un día especial como para comprar cualquier cosa.
Irónico por que también dijo que era un día cualquiera y que hasta podría ir con ropa casual.
—Que bipolar—murmuro cansada, no había sido una buena idea traerlo—Se me esta haciendo tarde Kei.
—Si Mikey no sabe esperar a una mujer que mejor se consiga un hombre—gruño buscando más kimonos.
La paciencia era una virtud, aveces estaba y otras no. En este caso parecía irse de apoco del cuerpo de la albina.
Se sentó en el banquillo de la tienda, viendo la espalda de su amigo de un lado a otro soltando maldiciones a los diseñadores. Los pies le dolian de tanto caminar, saco su celular mandándole un mensaje a su hermano avisando que llegarían un poco más tarde a casa, tomándole una foto a Baji para mandarlo. También desde hace un rato le había enviado un mensaje a Mikey pero aún no le contestaba, fruncio el ceño por eso.
—Perfecto, este es el indicado—exclamo mostrando sus colmillos orgulloso con el kimono en manos.
Era de un color negro con unas hermosas flores rojas cosidas a mano, si que era hermoso pero....
—Oye, ¿si sabes el significado de esas flores?
—No, pero son geniales.
La albina divertida tomó el kimono para ir al probador, acomodando con cuidado cada parte, mirándose en el espejo para salir, viendo a Baji enfrente suya admirando su cuerpo con la vestimenta tradicional.
—Te queda perfecto, nos lo llevamos—decidió levantando los pulgares, aprobando totalmente el kimono.
Apenas llegaron al estacionamiento con las bolsas se subieron a la motocicleta del más alto: Oyuki quiso agregar un dato interesante.
—Lycoris radiata, también conocidas como las flores del infierno o de la muerte. Eso es lo que significan—mencionó esperando un reclamo por no haberlo dicho antes.
—Mejor aún—le respondió sonriendo de oreja a oreja.
Ese si que era Keisuke.
Llegaron corriendo a la casa de la chica, ayudando en lo que podía a su amiga como lo era cepillar su cabello mientras ella pintaba sus labios con un color clarito, estando a gritos los dos por no estar de acuerdo con el maquillaje y la hora que era.
—¡Te estoy diciendo que con este color vas a resaltar más!—vocifero con una brocha en mano—¡Dejame maquillarte!
—¡Si utilizas mucha sombra negra parecerá que estoy muerta o soy un vampiro, mi piel es muy clara para usar esos colores!—grito jalando el cabello del contrario con una mano mientras la otra sujetaba la muñeca que tenía la bocha a centímetros de su cara—¡¡Y tu nunca haz maquillado en tu vida!!
—¡¡Genio, tú tampoco te haz maquillado en la puta vida!!
—Buen punto... —lo golpeo en su estómago—Mejor así dejémoslo.
—Mierda, eres una loca—se quejó tocando su abdomen—Y aún que me pides mi ayuda.
Detuvo reclamos al ver a Oyuki mirando su teléfono otra vez, todo el día había estado así de ansiosa.
—¿Uki-chan?
—Pensé que pasaría por mi para ir juntos... —aclaró refiriéndose a Mikey—No a contestado desde la mañana.
Si había algo que odiara el peli negro diría que ver a su madre y mejor amiga tristes, era lo que más podría molestarle o culparse el mismo, por que él quería protegerlas a toda costa y eso incluía su felicidad.
—¿Y que? Yo puedo llevarte al festival—levanto los hombros ocultando sus manos en los bolsillos de su pantalón—Lo más seguro es que ese idiota olvidará cargar su celular.
Habia funcionado.
—Tienes razón.... Suele ser muy descuidado y olvidadizo
—Entonces vámonos—aplaudió saliendo de la habitación dándole ánimos—Por cierto, ¡te vez hermosa!—le grito desde el otro lado.
Justo como dijo, la llevó en su motocicleta luego de tantas pelear por saber como subiría con el Kimoto puesto, llegaron cerca del festival, varias luces adornaban la hermosa noche y desde su distancia se veían los puestos y la gente llegar.
Caminaron un rato juntos hasta ver a lo lejos a Draken con Emma y Takemichi con Hina, las dos parejas iniciando el recorrido por los puestos; ambos en silencio sentados en las escaleras esperando a Mikey.
—Es tarde... Uki-chan, quiero contarte algo que ví hace unos días—habló manteniendo un rostro serio, como si estuviera peleando contra el mismo para hablar—Yo ví a Mikey conversando con alguien....
—¿Una chica?—inquirió encorbandose en su lugar.
—No me refiero a eso, era un chico en realidad.
—¿Me estas diciendo que Manjiro me esta engañando con un chico?—cuestiono más deprimida de lo que se encontraba, teniendo la idea que no era bonita ni mucho menos una buena novia para el rubio.
Por su cabeza nunca pensó ser remplazada por un chico... Aunque si fuera por amor se lo pasaría luego de unas semanas, después de todo Mikey era alguien muy importante para ella como para enojarse toda la vida con él por haberla engañado, amargarse contra alguien le daba mucha flojera añadiendo que son muy jóvenes para hacer corajes.
—¡Que mierda dices!—exclamó Baji frunciendo el ceño al ver como la albina se creaba toda una obra en su mente—¡Yo solo quería decir que se veía sospechoso y tuvieras cuidado!
—Oh—susurro sacudiendo la cabeza, quitando la imagen de Mikey besando a otro chico—Eres un chismoso Kei-kun, debes dejar de escuchar conversaciones ajenas.
—Te estoy hablando encerio Oyuki, tienes que tener cuidado, esa persona no me da buena espina....
—¿Y que fue lo que no te agrado?—entre cerro los ojo mirandolo acusativo—Si quieres puedo investigarlo, soy buena haciendo eso.
—No te metas Udai, yo voy a resolverlo—declaró demandante y amenazante. La fémina cerro la boca simulando ser sellada por un cierre, reconociendo su advertencia al decir su apellido de tal forma.
El pedir ayuda no era el fuerte de Baji. Prefería ir por su cuenta cuando se trataba sobre sus amigos que podrían estar en peligro, sin embargo, por alguna extraña razón la albina siempre metía sus narices donde él no quería, siguiendo sus pasos hasta involucrarse y terminar aceptando que la necesitaba en unas cosas.
Tan terca que aveces le molestaba. Como si no lo soltara y dejara actuar sólo, aferrándose a él cuando se trataba posiblemente de meterse en problemas, salvandolo de los líos que él mismo se metía.
—Como sea. Ya es tarde, de seguro se retrasó—intento justificar la tardanza del rubio—De todos modos me quedaré contigo hasta que llegue.
La albina le dio una pequeña sonrisa agradecida por su compañia, el sonido de una notificación llegó a su celular y lo saco rápidamente para ver el mensaje. Suspiro riendo sin ganas.
—Puedes irte Kei, Mikey ya viene en camino—guardo el aparato en su pequeña bolsa que traía.
—Dije que esperaría hasta que estuviera aquí.
—No te preocupes, estaré bien, además, no querías venir desde un principio—se burló picando sus costillas divertida—Ve a descansar como dijiste que ibas a hacer y come comida chatarra por mí.
Parecía indeciso pero término aceptando—Tú ganas, pero estaré en la calle buscando gatos, me llamas por cualquier cosa, ¿oiste bien?
—Si pasa algo te mandaré un 911—soltó acomodando un mechón de su cabello detrás de la oreja—O un 812.
Baji asintió recordando los códigos que habían creado para pedir cosas de niños.
—Me voy entonces—se despidió dando la vuelta sin verla a la cara—Te quiero abuelita.
Oyuki miro atentamente como se iba, quería gritarle que se quedará un rato más. No quería estar sola...
Había resistido tanto y por fin limpió sus lágrimas, Mikey no iría al festival por que la dejó plantada.
El mensaje lo había confirmado.
Prefirió guardarse esa astilla perforada en su corazón para no crear un conflicto entre las dos personas que más quería.
Se suponía que ese día sería especial para ellos dos; hasta se esforzó para salir de su zona de confort y probar el maquillarse e planchar su cabello para ese momento.
Al final no valió mucho la pena... Pero al menos recordó las palabras de Keisuke recalcando que se veía hermosa, aliviando un poco el fuerte sentimiento que tenía encontrado.
«𝘌𝘯𝘢𝘮𝘰𝘳𝘢𝘳𝘴𝘦 𝘥𝘦 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘴 𝘦𝘲𝘶𝘪𝘷𝘰𝘤𝘢𝘥𝘢𝘴 𝘺 𝘴𝘶𝘧𝘳𝘪𝘳 𝘦𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘴𝘦𝘳 𝘩𝘶𝘮𝘢𝘯𝘰... 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘯𝘰𝘴 𝘱𝘰𝘥𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘷𝘰𝘭𝘷𝘦𝘳 𝘢 𝘦𝘯𝘢𝘮𝘰𝘳𝘢𝘳 𝘩𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘦𝘯𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢𝘳 𝘢𝘭𝘨𝘰 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥𝘦𝘳𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘢𝘳𝘵𝘪𝘳»
Para las personas que leen "Volemos" de Nahoya si les aparece el capítulo 5? Por que lo público y luego se cancela la publicación.
En fin, espero que les haya gustado este capítulo. ❤✨✨
Somos 60.9k lecturas y los primeros en la etiqueta #baji, gracias a todos por esperar pacientemente cada capítulo los quiero.
¿Quieren un especial tierno o atrevido?
@𝙰𝚢𝚊𝚖𝚎_𝚑𝚊𝚝𝚊𝚔𝚎🔥
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