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23

Era tan temprano cuando recibió la llamada de Emma llorando por Draken y Mikey quienes seguían peleados.

No le sorprendía luego de escuchar por Mitsuya que Pah fue arrestado hace tres días por apuñalar al jefe de Moebius. Se sentía un poco culpable ya fue ella quien lo pudo haber incitado a cometer venganza de esa manera.

Suspiro con cansancio, las ganas de estudiar de habían ido por esa llamada y problemas que traían con ella. Lo más seguro es que los de la Touman ya deberion de haber discutido y hasta separado en dos grupos para decidir que hacer.

—¡Uky-chan!—gritaron desde la entrada de su casa.

Reconocía esa voz, abrió la puerta y Mikey paso directamente a abrazarla con fuerza, sintiendo su apoyo y la cálida bienvenida con la cual lo recibía.... Es lo que necesitaba luego de haber discutido tan fuerte con su mejor amigo.

Hasta eso ya se había tardado en visitar a la Udai.

—Cuentame todo—dijo acariciando su espalda—Quiero escucharte para darte mi opinión de tu perspectiva de los hechos, soy tu novia pero también tu amiga, estoy para aconsejarte o corregirte si es necesario.

Lo conocía desde niños, Mikey solía guiarse por sus impulsos muchas veces sin pensar mucho en los sentimientos de las personas, no lo hacía con malas intenciones, solo que aveces no lo notaba o no quería hacerlo.

También sospechaba que le había molestado no estar de su lado directamente sin cuestionar.

—¿Entonces estas del lado de Draken?—gruño entre diente, sintiéndose traicionado por la albina.

—No se trata de que lado estoy, sinó de la razón dependiendo las circunstancias—le respondió golpeando levemente su cabeza—Puedes verme como el punto neutro que analizara el problema con la mente fría.

—¿Cómo un juez?

Prefirió no contestar, solo asentir con la cabeza.

Aún inconforme hizo un mohín separándose de la chica, cruzando los brazos molesto.

—Los bebés hacen berrinches... No sabía que los adolescentes también los hacían—pico entre sus cejas para que quitara la cara que le estaba haciéndo.

—¿Y que tiene?—bramo dándole la espalda—Se supone que me apoyarias.

Camino a hasta él y paso sus brazos por su cintura, pegando su cuerpo contra al contrario. Recosto su cabeza en la espalda de Mikey, escuchando su respiración y latidos del corazón.

—Se que te duele el arresto de Pachin, pero no eres el único....—murmuro cerrando sus ojos en silencio, buscando las manos del rubio para entrelazar sus dedos como apoyo—También es mi amigo, talvez no tanto como ustedes lo fueron pero, al final de cuentas nosotros igualmente hablabamos de algunos temas de interés común.

Una bofetada a la realidad nunca era de más para nadie.

—Todo iba bien—contó, deteniéndose unos segundos para pasar saliva—La policía estaba por llegar y teníamos que irnos pronto... Pero Pah apuñalo a Osanai, fue tan repentino que nos impresionó a todos.

Empujó suavemente su cuerpo para sentarse en el sillón, estando ella sentada en las piernas de Mikey mientras él olía su cuello como de costumbre, ocultándose donde se sentía a salvo.

—Quería ir por él y correr todos juntos, pero decidió entregarse. Al final Draken me cargo impidiendo llevarlo con nosotros —término por contar, abrazando con fuerza a la chica.

—Fue honorable que aceptara lo que hizo y se entregara por voluntad propia—habló sorprendida.

—Declararon que sólo estaría como dos años encerrado—agregó—Pero aún podemos pagar para liberarlo.

Oyuki se dio cuenta que Mikey no quería aceptar lo que había hecho Pachin. Afrontar la realidad era algo duro por lo que todos pasaban y él no era la excepción.

—Aveces tenemos que dejar algunas cosas como ya están hechas.

—No te entiendo—dijo confundido levantando la cabeza para mirar a la albina.

—Lo entenderás más tarde.... Por que no salimos un rato—invitó besando su frente cariñosa. Estaba segura de no había dejado de pensar en esos días sobre lo mismo, distraerse un rato no le vendría mal—Tengamos una cita improvisada.

—¿Pero podemos pasar antes a la casa de Takemicchi?—pregunto levantándose, cargando aún a la chica en sus brazos por la casa—Salió del hospital y no lo e visto desde el accidente.

—Me parece bien.

Se tomaron su tiempo para llegar a casa del chico, caminando con tranquilidad de la mano como la pareja que eran. Apesar de llevar un año como novios desde que llegó a Japón sus momentos a solas no han sido muchos, pero tenían la misma confianza de antes.

Tomarse de las manos, los besos y ciertos cariños era nuevo para ellos, pero tampoco parecía molestarles en lo absoluto o ponerlos nerviosos a un extremo como para negarse a tales gestos de afecto. De hecho, Mikey aún tenía la mala costumbre de pegarse a ella como un chicle para oler su aroma, no era para nada algo nuevo, lo hacía desde siempre.

Estando enfrente de la casa apareció Draken que salía del lugar, y detrás de él venía un Takemichi muy nervioso al verlos.

—¿Ah? ¿Tú que haces aquí?—exclamo Mikey al ver a Draken delante de ambos.

—¿Hah? yo quiero saber que haces tú aquí—respondió con el mismo tono—Menos tú Udai-chan.

—Vinimos a visitar a Takemicchi—fruncio el ceño—Y si, Uki-chan también esta dentro de la conversación y conflicto.

Levanto una ceja al escuchar su nombre.

—Yo también vine a ver a Takemichi. Y no, Udai no debe estar en medio de nuestra pelea.

—Aún estoy aquí salvajes—gruño al ser incluida en la plática, se preparaba para golpear a esos dos si seguían discutiendo.

—Takemicchi es mi perra. No tiene nada que ver contigo y mucho menos Uki-chan que es mi novia, ¿verdad chicos?—cuestionó Mikey mirandolos.

—Uh, pues... —habló entre murmuros el chico que estaban en medio de los tres.

En cambio Oyuki no contesto, sólo le comenzaba a irritar su conversación.

—¿De que hablas? Takemicchi es mi perra y Udai-chan mi amiga.

—Malditos insensible, no soy ningún objeto ni trofeo para que me traten de esa manera—aclaró fuerte y claro, una vena en su sien apareció.

—Fuera de nuestro camino imbécil, o no te dejaré pasar—advirtió el de menor estatura soltando la mano de la albina.

—¿Hah? Muévete tú enano—contestó Draken sonriendo—Udai, controla a tú perra.

—Oye, no le digas perra—enfurecida apreto los puños—Si no se detienen los golpeare a los dos.

—¿Hah?—dijieron al unísono los dos rubios mirando ahora a la albina con rabia.

—¡Esperen un segundo ustedes tres!

—Ah?!—repitieron los tres volteando a ver a Takemicchi con caras de asesinos.  

Las cosas se están saliendo de control con cada segundo que pasaba.

—¡No pueden pelear! ¡Tienen que calmarse por un momento!—soltó Takemichi desesperado y nervioso.

—¿Quien mierda crees que soy?—lo sujeto de la ropa con fuerza Draken, acercando al chico a el para intimidarlo más de lo que estaba.

En silencio Mikey se alejó junto a Oyuki, el primero con una bicicleta y la segunda con una patineta en sus manos, se prepararon para lanzar los objetos.

—Mikey-kun, Udai-chan, esas son mis preciadas cosas....—habló tembloroso Takemichi.

Pero no hicieron caso y lanzaron con fuerza las cosas hacía Draken quien fácilmente las esquivo y se estrellaron contra la pared detrás.

—¿¿Acaso se volvieron locos??—exclamo tomando un bate.

—¡Draken-kun, ese bate fue con el que hice home run en cuarto año!—menciono Takemichi pero fue ignorado totalmente.

—¡Decirle perra a Mikey sobre paso el límite de esta absurda pelea!—vocifero tomando una maceta para aventarla.

Así siguieron destruyendo las cosas a su alrededor para darse entre ellos.

—Vamos ha arreglar esta mierda aquí y ahora—jalo del cabello en un descuido a los dos rubios para bajarlos a su estatura.

—Esperen—la voz tenebrosa de Takemichi los hizo voltear a los tres para verlo—Bastardos, es mejor que paren con esta mierda

No era la única enfurecida con esa pelea, él pobre de Takemichi parecía arto de ello igualmente. Tenía un aura de enojo y su rostro estaba igual.

—¡¡Arruinan mis preciados recuerdos!!—se exaltó lanzando golpes a lo loco—¡¡NO ME JODAN!!

Oyuki al ver que iba contra Mikey le puso el pie provocando que Takemichi pasará de largo cayendo entre las bolsas de basura. Preocupados lo llamaron y este respondió a reclamos.

—Sólo calmate Takemichi-kun—dijo la albina como un intento para tranquilizar al teñido.

El pobre chicos les gritaba fuertemente con la verdad, dejándoles en claro a Mikey y Draken lo que provocaba su pelea, regañando de paso a Oyuki que les había seguido el juego destruyendo sus cosas, todo eso mientras era retenido por su amigo.

—Ya, ya. No era nuestra intención destruir tus cosas—contestó el más alto un poco nervioso.

—No importa... Aun así van a seguir peleando—murmuro dejándose caer al piso—¿¿No se dan cuenta de toda la molestia que le causan a los demás cuando pelean?? Todos quienes los admiran y los siguen también están peleando. ¡Estan destrozando a Touman!

Fue suficiente para cerrar con broche de oro y llorar; la albina se abrazo a si misma viendo al chico sollozar y moquear, dándole un poco de asco pero también avergonzada al ver el destrozó de sus preciados recuerdos.

—Son muy egoístas—cubría su rostro quitando las lágrimas.

Lista para acercarse y darle un pañuelo se detuvo en seco, alejándose lentamente de su kohai con arcadas al tenerlo tan cerca.

—Takemicchi.

—¡Váyanse a casa!

—Uh.... Desde hace rato—inició Mikey—Que tienes mierda en tu cabello!

—¡¿Por qué no me dijieron?!

—Porque estabas muy serio—respondió Manjiro a carcajadas.

—¡No lo soporto! Es muy antigénico—salió corriendo Oyuki siendo seguida por sus amigos. Escuchando el grito de Takemichi llamándolos para que no huyeran.

Más tarde se reunieron en un parque con una pequeña puesta de sol, la salida que iba a tener la parejita se había pospuesto para otro día para pasarla todos juntos conversando amigablemente.

La cabeza de Mikey reposaba en las piernas Oyuki, quien rascaba divertida por los gestos del muchacho que parecía entre dormido y despierto.

Draken fue el primero en dar el primer paso y disculparse con su amigo, recibiendo la misma respuesta.

El conflicto se había resuelto gracias a Takemichi y la mierda de su cabello.

—Pero, ¿por qué se estaban peleando?—pregunto inocente el teñido.

—No me acuerdo—fue la respuesta de ambos.

—Muy creíble—rió negando con la cabeza la albina.

—Cuando Pah sea liberado hay que hacerle una gran fiesta—mención Mikey sonriendo, levantándose para ir con los amigos de Takemichi a jugar con el balón de fútbol.

—Oye niño—le hablo Oyuki al teñido, extendiendo efectivo—Esto es por los daños de tus cosas y un extra para que te compres algo de ropa que es tan horrible que dañan mis ojos.

—No tenías por que Udai-san—apesar de que dijo eso parecía muy feliz por el dinero.

—Callate y acéptalo, se que nos equivocamos.... Aparte, aun eres mi kohai, no quisiera ver a Hina-chan preocupada por tu fea cara—respondió apenas audible para el chico, Emma y Hina estaban a unos pasos de distancia—Pero encerio, necesitas urgentemente otro cambio de ropa.

«𝘌𝘭 𝘧𝘦𝘴𝘵𝘪𝘷𝘢𝘭 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘢 𝘭𝘢 𝘷𝘶𝘦𝘭𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘦𝘴𝘲𝘶𝘪𝘯𝘢, 𝘺 𝘶𝘯𝘢 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘢 𝘰𝘱𝘰𝘳𝘵𝘶𝘯𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘢𝘳𝘵𝘪𝘳 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘢 𝘴𝘰𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘯 𝘔𝘪𝘬𝘦𝘺 𝘴𝘦 𝘮𝘰𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘧𝘳𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘢 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴... 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘭 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰 𝘯𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘥𝘦 𝘢𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰»

Perdón por faltas de ortografía.

✌🏻

¡Gracias por leer!

@𝙰𝚢𝚊𝚖𝚎_𝚑𝚊𝚝𝚊𝚔𝚎🔥

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