━ [Hyunjin] ━

Deseo encontrarme tanto con Minho, pero no tengo la dirección de su departamento y lo peor de todo es el hecho de que no responde mis llamadas ni mucho menos los mensajes. Quizá, se asustó porque era demasiado pronto para atreverme a pedirle ayuda con lo de mi padre. Ah, mierda. No hay duda de que cometí un gran error al dar un paso tan grande... ¡Debí de haber mantenido en silencio toda esa mierda!

Ya transcurrió una semana entera desde que me encontré con Minho en mi departamento y ni siquiera ha ido a mi empresa para hablar sobre el proyecto que tenemos en común.

—Joven Hwang— me llamó la secretaria Choi tan pronto entró a mi oficina.

Elevé la mirada hasta encontrarme con la de ella. —¿Qué pasa?

—Una chica quiere encontrarse con usted.

—¿Quién es?

—No me quiere decir su nombre...

—¿Así que tú eres Hwang Hyunjin? — preguntó una chica castaña tan pronto irrumpió en mi oficina.

—Le he pedido que espere afuera...

—Está bien, Choi. Puede retirarse.

Mi secretaria hizo una reverencia antes de salir de mi oficina y entonces, dirigí mi atención hacia la castaña.

—Acaso, ¿creíste que te ibas a quedar con Minho? ¡JA!

—No me apetece discutir contigo— dije mientras tomaba asiento. —Tengo muy claro que Minho me ama a mí, así que me importa una mierda lo que digas.

La mujer sacó de su bolso un sobre y lo dejó caer en mi escritorio. —Mira eso.

Tras bufar, tomé el sobre y me quedé hecho piedra al encontrarme con fotografías bastante comprometedoras de Lee Minho penetrando a la castaña. En cada imagen, se muestra a un Minho bastante feliz mientras hace suya a su prometida que según, había dejado atrás.

—Esto es falso— dije tras dejar las fotografía sobre el escritorio.

—No lo son— me aseguró. —Hemos tenido sexo todos los días. ¿Y sabes que es lo mejor?

—No me importa...

—Estoy embarazada de Lee Minho— me interrumpió la castaña. —Yo sí puedo darle lo que el merece, ¿no lo crees, marica?

No, no puedo permitir que Minho tenga un hijo porque me dejará para siempre.

—Deja de decir tonterías— le pedí y tras señalar la puerta, le ordené—: Vete de aquí antes de que llame a seguridad.

La castaña sonrió abiertamente, tomó las fotografías y me las lanzó en la cara antes de decir—: Tuve a Minho dentro de mí una y otra vez. Se corrió en mi interior en muchas ocasiones y ahora, estamos esperando un hijo. Y lo mejor de todo es que vamos a casarnos pronto.

—¡Largo de aquí! — grité.

Y tan pronto salió de mi oficina, me dejé caer en la silla y comencé a llorar.

En estos momentos, me siento tan jodidamente mal y no tengo ni la menor idea de lo que debería hacer. Tengo muy claro el hecho de que Minho estará demasiado feliz cuando se entere de que será padre y no dudará en alejarme de su vida para estar al lado de su retoño. Esa perra tiene razón, yo nunca podré darle lo que Minho merece.

Tomé mi saco, me lo puse y salí de mi oficina con un objetivo en mente.

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Félix y Jeongin comenzaron a besarse con deseo por lo que no dudé en introducir mis dedos en sus apretados y rosados agujeros; ambos gimieron al sentir la deliciosa y satisfactoria intromisión. Tan pronto acabaron de besarse, saqué mis dedos de su interior y Félix no dudó en sentarse sobre mi rostro para lamer su delicioso agujero mientras que Jeongin se encuentra haciéndome un oral.

—¡Aah! — gimió Félix al sentir mi lengua dentro de su agujero.

No tengo duda de que ambos chicos son demasiado buenos en lo que hacen y lo mejor de todo es que siempre han estado de acuerdo en compartir. Está no es la primera vez que tenemos un trío por lo que nos conocemos a la perfección lo que a cada uno nos gusta durante el sexo.

De pronto, la puerta de mi habitación fue abierta y sentí una inmensa necesidad de dirigir la mirada hacia ese lugar e inesperadamente, mi cuerpo tembló al encontrarme con la mirada de Lee Minho.