━ [Hyunjin] ━

El empresario Lee, se había marchado tan pronto acabamos con la magnífica sección de masturbación doble y no puedo negar que fue un glorioso momento que me gustaría repetir una y otra vez, sin embargo, no puedo caer por completo puesto que sería un error más grave que agregar a mi lista.

Después de levantarme de la cama, fui directamente hacia la ducha y no pude evitar mirarme en el espejo de cuerpo completo y sonreí con satisfacción al encontrarme con las marcas que fueron creadas por Minho mientras me tomaba con fuerza de la cintura, pero lamentablemente, no ha dejado evidencia alguna en mi cuello y eso me hace sentir un poco decepcionado.

Sinceramente, no entiendo el motivo que me orilla a querer ir más allá de simples orales y masturbaciones con el empresario Lee Minho pues no suelo sentir tanta necesidad hacia las personas que me parecen atractivas y la verdad es que algo me dice que Minho es muy diferente a lo que estoy acostumbrado.

Terminé de vestirme y salí del departamento sin siquiera desayunar a causa de que no tengo apetito y este sería el segundo día que no ingiero alimento pues solo he consumido agua y manzanas a causa de que mi estómago no está dispuesto a cooperar y cada vez que deseo comer algo delicioso, lo vomito todo y eso fue producto de haberme encontrado nuevamente con Park.

Ese hijo de perra me jode por completo y me es tan difícil ignorarlo porque sé que tiene demasiado poder sobre mí a pesar de que he intentado liberarme, pero todo ha sido en vano porque no soy lo suficiente valiente o inteligente para lograrlo.

A veces, no puedo evitar pensar que él abusó de mí porque quizá yo hice algo que lo provocó y al no poner un alto, Park creyó que yo estaba disfrutando de su constante abuso sexual cuando claramente eso no era verdad. Y posiblemente, es gracias a ello que no puedo hacer nada para liberarme de las cadenas que él me ha puesto desde pequeño.

—Director Hwang, ¿cómo se siente hoy? — me preguntó la secretaria Choi tan pronto me vio salir del elevador. 

—Mucho mejor— mentí. Ella ni nadie tiene porque saber el lamentable estado en el que me encuentro porque no me apetece que nadie me considere un estúpido ni mucho menos deseo generar lástima. —¿Qué tengo pendiente para hoy? — le pregunté mientras caminábamos hacia mi oficina.

—Tiene junta a las ocho treinta con el departamento de finanzas, a las diez en punto con el de marketing y a las dos de la tarde tiene una comida con el gerente Jeon— la mujer miró nuevamente la pantalla del iPad y continuó recitando mi agenda—: A las cuatro treinta, deberá asistir con su padre a una importante reunión con unos empresarios extranjeros. Además, tiene una cita con la abogada Lisa a las ocho de la noche. Y por último, deberá asistir a una cena que ha planeado su padre.

—¿Eso es todo? — le pregunté tras tomar asiento.

—Es correcto— respondió.

—Será un día bastante largo— suspiré.

—¿Desea cancelar o posponer...?

—No— le interrumpí. Es bastante evidente el hecho de que necesito distraerme para evitar pensar en Park. —Tengo la certeza de que lograré cumplir con cada parte de mi agenda.

La mujer me sonrió antes de decir—: Confío en usted, director Hwang. Por cierto, ¿necesita algo más?

—No, es todo— respondí. —Ya puedes retirarte.

La mujer hizo una reverencia antes de salir de mi oficina y me sentí más tranquilo tan pronto fui envuelto por la soledad y silencio que siempre han sido mis fieles compañeros de vida.