━ [Hyunjin] ━

Y tan pronto se fue Minho, mi padre me miró y dijo—: Hyunjin, acompaña a Park a una de las habitaciones para huéspedes. Yo iré a hacer una llamada, ¿entendido?

—Claro, padre— dije mientras me levantaba de la silla. Afortunadamente, Park se encuentra bastante ebrio y eso me hace sentir más tranquilo por lo que no dudé en acercarme a él para ayudarle a ponerse en pie.

Hice uso de todas mis fuerzas para subir al estúpido de Park y llevarlo directo a una de las habitaciones de huéspedes que no suelen ser utilizadas con frecuencias ya que mi padre detesta las visitas no deseadas que tienen una duración de más de cinco horas.

Dejé caer sobre la cama a Park y estaba a punto de caminar hacia la puerta, sin embargo, el hombre que fingió estar ebrio me tomó de la muñeca y estiró con fuerza provocando que cayera sobre su cuerpo.

—¿Qué te parece si nos divertimos un poco, Hyunjin?

El ya muy conocido asco me recorrió el cuerpo por completo y no dudé en evitar con todas mis fuerzas vomitar en estos tensos momentos.

—¿Recuerdas que te dije si te negabas o decías algo al respecto cuando follamos por primera vez? — me preguntó al no obtener respuesta de mi parte.

—Me asesinarás si digo algo al respecto o si me niego a cumplir con tus órdenes— respondí tras tragar en seco.

—Es correcto— sonrió. —Me agrada el hecho de que no lo hayas olvidado.

«¿Cómo podría olvidar algo que me marcó de por vida?», no pude evitar pensar con amargura.

—Ahora, ponte de pie y asegúrate de cerrar la puerta con llave. Después, quiero que te desvistas lentamente, ¿entendido?

Asentí con la cabeza a modo de respuesta y caminé hacia la puerta con el objetivo de huir, sin embargo, no esperaba que el hombre hubiera hecho un terrible movimiento tan vil pues estoy seguro de que ha puesto drogas en mi bebida ya que mi cuerpo se siente demasiado débil y me es imposible coordinar mi cerebro con el resto de mi cuerpo.

—¿Qué has hecho? — logré preguntar mientras me recargaba en la puerta a causa de que no puedo siquiera dar un paso puesto que mi vista se comenzó a nublar y la debilidad fue en aumento.

—Lo necesario para tener tu delicioso agujerito solamente para mí— respondió con tono burlón.

—¿Q-qué?

—Mi querido niño, te haré mío esta noche y lo amarás por completo.

—P-pero...

—Desvístete— ordenó.

Miré hacia el suelo y comencé a desvestirme lentamente justo como él lo había ordenado hace unos instantes atrás. Y tan pronto estuve desnudo, el hombre se levantó de la cama y acaté su silenciosa orden, me coloqué en cuatro y abrí mis nalgas para él; Park no dudó ni un solo segundo en introducir su lengua en mi rosado agujero y comenzó a lamer y follarme con ella justo como lo hacía cuando era pequeño.

No hay duda de que soy un completo estúpido por permitir toda está mierda, pero una parte de mi cerebro me dice que me merezco esto porque soy una persona que no ha parado de hacer cosas malas ya que yo he sido el único causante de que Park se fije en mí.

—Hyunjin, amo demasiado tu sabor— admitió con tono ronco que me generó más asco —Aunque, no puedo negar que era más delicioso y lindo cuando eras un niño, pero ahora que eres todo un hombre, es más adictivo y follable. Hyunjin, te voy a follar hasta que me ruegues para que me corra dentro de ti.

Decidí quedarme en completo silencio y fingí que estaba en otro lugar muy lejos de esta mierda.

Park se aseguró de jugar unos minutos más con mi agujero y después, comenzó a introducir sus dedos para preparar la zona antes de que metiera su pene justo como cuando me folló por primera vez cuando tenía ocho años.

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Tallé con fuerza mi piel con la esponja enjabonada en un intento de eliminar todo rastro de Park. El bastardo se encargó de llenarme todo el cuerpo de su semen y lo detesté tanto, pero lo peor de todo fue el obvio hecho de que soy demasiado estúpido como para ponerle un punto final a esta asquerosa situación en la que me he visto envuelto desde hace tantos años atrás.

Claramente, ese hombre merece lo peor, sin embargo, no soy lo suficiente valiente como para enfrentarlo a causa de que me vuelvo mudo y mi cerebro deja de funcionar cuando me encuentro con ese hijo de perra.

Miré hacía la navaja y negué repetidas veces con la cabeza. No, no es momento de dejarle obtener la victoria sino al contrario, debo demostrar que yo soy el que ganará esta vez sin importar nada más que mi libertad.