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21

En silencio miran el techo de la habitación, acostados en un futon para nada cómodo, pero sin quejarse para mirar las nubes pintadas.

Rumi le había contado todo. Las cuentas sin pagar, la deuda de su padre desaparecido, con el dinero justo para vivir día a día y lo último de reservas del restaurante. Su cansada y amorosa madre ya no podía pagar todo por lo que tomó la desicion de regresar al campo con sus padres, llevando a su única hija.

Trato de ofrecerle dinero para que se quedarán pero como era de esperarse la chica lo negó con lágrimas apuntó de salir ya que no quería irse de la ciudad pero tampoco ser abusiva por la generosa suma debida. Por el sueño de su padre de vivir en un lugar muy costoso como lo era Roppongi acabaron en bancarrota, Rumi no lo culpaba, sabía del deseo de su progenitor y apostó todo corriendo el riesgo aun teniendo en mente que podría pasar eso.... Talvez huyendo cuando se dio cuenta que iban mal.

Él Haitani escucho cada palabra de la boca de su novia, y apesar de que su desgraciado padre se fue, ella no podía enojarse con el hombre que le dejó buenos valores, o bueno, los de una máscara ocultando sus pecados.

Acarició el pelaje del hamster acostado en su pecho descansando, compartiendo la "custodia" aún del animalito como en un inicio.

Rindou no sabía si era el momento indicado pero le contó más sobre su segunda vida fuera de la escuela, narrando los sucesos desde el principio.

Le alegraba en su interior que Rumi no lo juzgará por sus malos hábitos o las cosas más pertubantes que llegó a hacer desde los trece años, incluso las veces que paró en la cárcel por eso y otras cosas.

Al final terminaron desahogadose.

—Quiero quedarme, terminar mis estudios y entrar a la univerdad, amo a mis abuelos pero realmente me gusta estar aquí—murmuro Rumi, girando para ver el perfil del rubio que se había quitado los lentes al acostarse. Queriendo dejar a un lado sus problemas habló—Hace una semana te compre algo con mí propio dinero.

Miro como la chica se levantaba para buscar en su mochila y con la misma se acercó a Rindou, por lo que se sentó cargando al hamster entre sus manos.

—En un principio no sabía que darte, le pregunte a Naoko y me dijo algo sobre, ¿yoga? Luego pensé en un libro o unas lindas flores—comentó con las cejas fruncidas, extendiendo una caja alargada de terciopelo color vino y letras doradas de una marca—Tarde en decidirme pero finalmente lo logré.

Por la cabeza de Rindou paso la imagen de un anillo, descartando ese pensamiento abriendo la cajita encontrando un hermoso collar plateado, se veía un poco costoso.

—¿Cuánto pagaste por esto?—le cuestionó angustiado por lo que pudo gastar su novia y más con su ahora problema económico—Lo hubieras vendido y ganado dinero para pagar algo de la deuda.

Los ojos iluminados de la Ishikawa miraron sus rodillas al ser regañada, creyendo que al joven no le había gustado y por eso el comentario tan directo.

Suspiro pesadamente dándose cuenta de lo cruel que sonó por lo que trato de remediarlo—Muchas gracias, Rumi, eres tan linda por darme este obsequio... Yo, te di solo una planta, debo esforzarme más por que parezco un pésimo novio.

—¡No es cierto! Realmente aprecio mucho que me dieras una plantita, fuí yo la que te tomó por sorpresa con esto—exclamo nerviosa moviendo las manos—Solo quería darte algo por... Nuestro tiempo juntos.

Rió por lo temblorosa voz de la contraria, sacando el collar de la caja y se lo extendió a la fémina—¿Qué tal si me ayudas a ponermelo?

Con una sonrisa Rumi espero que se diera la vuelta y levantara el cabello rubio, colocándole la cadena alrededor del cuello y abrochar correctamente.

—Ahora me veo como un tipo malo, ¿no?

—Muy aterrador—le siguió el juego agarrando al hamster que corria entre ambos—Hay un espejo de mano en la caja de arriba, por si quieres verte.

Se levanto para ir a las cajas amontonadas y en la primera encontro el espejo que mencionó. Al verse en el espejo notó que los pendientes que siempre usaba le queda perfectamente con la cadena plateada.

—Que observadora...—dejó el espejo y se acercó con cautela hasta la chica para abrazarla por la espalda—Permíteme invitarte a salir, es todo lo que puedo hacer en este momento como agradecimiento.

La peli cobriza quería negarse, aún no terminaba de empacar... Sin embargo.

—Acepto, podemos ir a comer o un arcade si quieres.

Tenían que aprovechar los últimos días en la ciudad, no sabían que pasaría en el futuro.

....

Se fueron en la motocicleta a recorrer las calles de Romppongi; durante el día era muy tranquilo, ya que es como una ciudad nocturna y todos preferían salir a altas horas, gracias a las fiestas, casinos o todos los puestos, hasta se decía que era el mundo de los yakuza, hay de todo mientras que en la tarde era el lugar más familiar y agradable.

Como dijo Rumi, pararon en una pequeña cafetería.

La decoración estética del lugar era llamativo para los ojos como sus platillos minuciosos en las fotografías, fue como si entraran a varios lugares a la vez con distintas temáticas, entre ellas estaban: Hello Kitty, anime y vídeo juegos.

Atraídos por la apariencia de la enorme cafetería dividida en tres. Antes de buscar una mesa miraron las vitrinas de muñecos, mangas, figuras de acción, ropa y otros accesorios del local. Después tomaron asiento en una de las mesas de Hello Kitty, siendo rápidamente atendidos.

—Frape, pastel, galletas, malteadas... Todo con la temática de la gata esta—señalo Rindou que observaba la cartilla del menú, pasando a los otros temas—¿Pay del detective Conan?

—Me da un té verde, por favor—le dijo amablemente al jóven que estaba de mesero vestido como de algún personaje que no conocía, anotando lo que menciono.

—¿Sólo eso?—le cuestionó el rubio a su novia, dejando a un lado la carta para verla serio notando como esta le esquiva la mirada, viendo sus manos o el mantel.

Rumi asintió con la cabeza sin poder ver a los ojos al Haitani.

—Okey. Quiero cada postre y bebida del menú de la gata—ordenó dejando sorprendida a la Ishikawa, y sin dejarla hablar agrego—Y la bolsa rosa de la misma gata que venden en la repisa.

Una vez se fue el mesero la más bajita le extendió varias monedas—Esto es todo lo que traje.... No puedo pagar ni la mitad de lo que pediste Rindou-kun.

—¿Quién te dijo que vas a pagar la mitad? Yo te invite, yo pagaré, así que prueba todo sin detenerte—le jalo la roja mejilla de su pareja divertido—Ran me dejó su cartera por que no quería cargarla, mis padres le dejan dinero para los dos—saca del bolsillo de su pantalón una cartera de cuero negro y una tarjeta.

—¿Eso no cuenta como robarle?—murmuro la última palabra para que nadie más escuchará.

—Prácticamente es de ambos.

Se necesito de dos meseros para traer los platillos y bebidas, trayendo una mesa extra ya que no todo se acomodaba en la mesita para dos.

—Oh cielos, es demaciado...

—¿Con que vas a empezar, sweetie?—pregunto apoyando su barbilla en la palma de su mano, sonriendo al ver esos ojos verdes emocionados mirándolo.

—Yo, ¿puedo agarrar la galleta?

—Es para tí cielo, elige todo lo que desees.

Las manos de Rumi pasaban por encima de todos los postres sin decidir, agarrando una galleta como dijo, mordiendo con ilusión.

—¿Sabe bien?

—Esta deliciosa—respondió comiendo otra galleta con tanto esmero, como si nunca hubiera comido una—Rindou-kun, toma una foto de ese café.

Riendo suavemente encendió su teléfono tomándole foto a cada postre que le decía la contraria, sonriendo al ver que fue causante de la felicidad de la chica, olvidando que se iría con sus abuelos; no estaban lejos en motocicleta pero las salidas serían menos frecuentes, agregando sus problemas con la nueva pandilla en la que estaba involucrado.

Ignoro las llamadas de su hermano mayor para seguir tomandole fotos a la peli cobriza, llegando hasta el punto de silenciar y bloquear el contacto. Ya se preocuparía en su futuro de un Ran enojado reclamando por ser ignorado.

A la que si no pudo ignorar fue el mensaje de Naoko Imaushi.

—Tenemos que irnos—elevó la voz con los nervios recorriendo por el cuerpo, observando a Rumi con las mejillas llenas e infladas como una ardilla soteniendo una crepa—Te encontré departamento.


¿Qué personaje prefieren?

- Ran
- Sanzu (Haruchiyo)
- Wakasa
- Mikey
- Kakucho

Para bien o mal ya verán después para que voy a ocupar el personaje.

¡Gracias por leer, tomen agua!

@𝙰𝚢𝚊𝚖𝚎_𝚑𝚊𝚝𝚊𝚔𝚎☁


















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