20
Estaba ahí, mirándose en el espejo del baño recién bañado, desnudo y con su cabello rubio escurriendo. Ni siquiera tenía las ganas de salir de casa, se quería quedar a dormir despreocupado sobre los cálidos brazos de Rumi en el recreo o saliendo de clases, pero los pendientes de su vida pandillera se lo impedía específicamente hoy.
—Rindou, apúrate, sigo yo—le reclamo su hermano mayor detrás de la puerta, tocando la madera con suavidad esperando que saliera.
Limpio su rostro con una toalla limpia y con otra se la enredó en la cintura, saliendo del baño principal descalzo, mirando a Ran con el cabello suelto y vistiendo solamente sus pantalones de dormir.
Ran lo observaba sereno, como si estuviera analizando a Rindou, y lo hacía.
—Después del trabajo podemos ir a comer juntos, oí que abrieron un nuevo local de comida italiana—le ofreció palmeando su hombro para darle ánimos a su pequeño hermanito.
Apesar de la propuesta él rubio negó con la cabeza—Estoy bien, solo un poco cansado—habló calmado, yendo a su habitación escuchando un grito del mayor quejándose del agua esparcida en el suelo.
En su cuarto dejó la caer la toalla antes de cerrar las cortinas y encender la luz, viendo un conjunto de ropa ya planchado de su marca favorita, era todo negro con líneas blancas cerca del cuello y una cadena de plata. No tardo mucho en vestir su cómodo atuendo, checando la hora de su teléfono y notando el bonito mensaje de buenos días Rumi.
¿Miércoles? ¿Jueves? Tiene presente que era su turno de cuidar a nezu pero era probable que no podría ir a verla hasta muy tarde o al día siguiente, recordando de igual forma que había un loco siguiendo a las chicas; las cosas se le juntaban, le provocaba migraña y estrés, esperando terminar pronto el instituto... No tenía pensado dejar atrás todo lo que a creado y hecho con su hermano desde hace años, eso era lo que era y seguiría siendo.
"Ser pandillero no te hace una mala persona"
Esas benditas palabras se repetían en su mente cada cierto tiempo, escritas por las manos de su novia cuando se le declaró en su carta; el problema era:
Que no era una buena persona.
Al menos no del todo, no hacía caridad, él destroza gente y se divertía, por las noches salía de fiesta con su hermano aún sabiendo que no era permitido ir a los clubs nnocturnos ilegales, no era un santo como creía Rumi, tampoco la culpaba, no lo conoce tanto, al menos no su lado pandillero.
Incluso término en la cárcel dos veces y ahora estaba metido en ese embrollo.
Estaba parado junto a Ran, Shion y mochi, delante de la puerta de las instalaciones de la correccional, viendo llegar esa impotente figura de dos metros, un gran monstruo que los destrozó a todos.
Dejó que su hermano hablará por él, dándole la bienvenida para iniciar el nuevo grupo conformado por ellos cinco como principio.
Sacó su celular desinteresado en la conversación, cuando empezaron a caminar Shion lo jalo de su ropa para que avanzara y no chocara. Platicaba con Naoko, le pedía que cuidara de su novia pero se dio cuenta que ella tampoco había ido y estaba con su pandilla brahman, le envió una fotografía donde salía ella con su uniforme y varios tipos atrás.
—Idiota—se maldijo al darse cuenta que habían dejado sola a Rumi en la escuela sin contarle nada al respecto.
—¿Qué es lo que te tiene tan callado Rindou?—preguntó Shion curioso por su actitud—Normalmente estas de insoportable pero ahora pareces irritado y enojado con la vida.
Levanto la mirada del teléfono, notando a su hermano y a Terano más adelante hablando, a sus lados iban ambos chicos más interesados en su vida personal que en la pandilla.
—.... ¿Han tenido novia?
—Muchas como para contarlas—contestó de inmediato el chico de tatuaje de tigre.
—Imaginarias serán—agregó Mochi empujando del hombro a Shion.
Ambos jóvenes se rieron empezando una leve discuta, cosa que hizo suspirar pesadamente a Rindou, arrepentido de preguntarles a esos dos idiotas mal nacidos que no se tomaban nada en serio.
—¿Por qué preguntas? ¿Tienes novia y no nos contaste?—cuestionaron los dos muchachos ahora curiosos.
Todos sabían que los Haitani solían tener buena fama, son atractivos y valientes mujeres se les acercaba, pero ninguna llegó a salir con los hermanos como una pareja oficial, siempre eran simples acompañantes que iban normalmente por él carismático hermano mayor de ellos para sacarle dinero, cosa que tampoco funcionaba.
Rindou no respondió y volvió a mirar su teléfono esperando ver otro mensaje; su experiencia con chicas era casí nula por no decir inexistente.
Al ver la seriedad del rubio con mechas ambos compañeros tomaron las preguntas como un: si.
—Salí con unas cuantas, pero no me llegaban a gustar más que físicamente, era difícil prestarles atención por que pasaba la mitad del día metido en peleas.... Al final del día cada relación se acabó por eso—le contó Shion, sacando una caja de cigarros que les ofreció pero se negaron—Es un fastidio lidiar con mujeres.
¿A quien se le ocurrió preguntar? Pensó Rindou. Bien sabía que Shion era terrible y cruel con las chicas, era el peor sujeto para preguntarle sobre eso
Empezó a ignorarlos cuando Mochi y Shion preguntaron por la apariencia de Rumi o algo de ella, más que nada para molestarlo, diciendo puras tonterías que no le interesaba.
Caminó más rápido alcanzando a su hermano y a South, jalando de la manga del abrigo de Ran para llamar su atención.
—Me tengo que ir... —le dijo en voz baja, mirando discretamente al brasileño que también se detuvo a esperar—Es urgente.
Aveces era bueno que Ran pudiera leerlo tan rápido en esas ocasiones que quería escapar y siempre lo ayudaba.
—Ve a ver a tu hijo—sacudió su cabello con burla, sin mencionar a la Ishikawa para no tener problemas—Te mantendré al tanto de lo demas llegando a casa.
Se enojo un poco al ser tratado como cuando eran niño, sin embargo, se despido dejando a los demás preguntando por su supuesto "hijo" muy sorprendidos.
Pasaría por Rumi a la escuela cuando saliera.
Fue en su motocicleta. Hizo una parada en la florería comprando una maceta con una planta que se le hizo bonita y espero en la entrada del edificio hasta que dieran la hora de salida.
Se sentía... Feliz.
Cuando sonó el timbre muchos chicos salieron apresurados por ir a sus casas, buscó ese reconocido cabello cobrizo y sonrió al verla... Acompañada de otro chico.
—¡Rindou-kun!—le grito desde lo lejos su linda novia, apresurada para llegara a él.
Era un compañero del salón.
Tenía el ceño fruncido y el acompañante de la fémina se fue a otro lado dejando de seguir a la chica que lo abrazo gustosa al verlo.
—¿Estas enfermo? ¡No me digas que ya pelearon entre pandillas!—quizo saber angustiada, haciendo más fuerte su abrazo—La verdad no se como funciona eso.
Con la mano libre Rindou acarició la cabeza de su Rumi, imaginando que paso todo el recreo y clases sola, o acompañada de ese alumno, puede que era un poco celoso y estaba inquieto al verlo cerca de ella.
—Voy a contarte todo—aclaró despacio, separándose de la joven para extenderle la maceta—Te compre una planta.
La sonrisa de la chica más bajita es su favorita.
Pero noto los ojos un poco inchados apesar de la sonrisa de emoción al tener el regalo.
—¡Gracias Rindou, la cuidare con mucho empeño para que crezca!—dijo mientras lo pegaba a su pecho.
No se veía bien.
—Vamos, te llevaré a tú casa—le quito su mochila sin dejarla contestar.
Subieron a la motocicleta, podía percibir los temblores en el agarre de Rumi sobre su cintura; empezaba a cuestionarse de lo que pudo haber pasado o si era culpable de algo que no recordaba, todas las ideas lo consumian, repitiendo lo que había dicho. No quería que la chica se haya puesto a llorar por no haber ido ninguno a la escuela y dejarla sola sin avisar.
Al llegar a la casa y entrar cayó en cuenta de lo que pasaba. La tienda cerrada, la sala vacía, ninguna decoración y cajas en la esquina apiladas con nombres de lo que guardaban.
La madre de Rumi nisiquiera estaba en el lugar por lo que ambos fueron al cuarto sin muebles y unas mochilas con lo que supuso que era ropa.
Así que...
—¿Te irás?
No entren en pánico banda.
Me hice otra cuenta para escribir libremente sobre shipps moralmente incorrectos de Tokyo revengers para que no me fumen tan feo. Si me encuentran saludos, igual escribiré aquí y debo avisar que este fanfic podría estar cerca de su final.
Tomen agua.
@𝙰𝚢𝚊𝚖𝚎_𝚑𝚊𝚝𝚊𝚔𝚎☁
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