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Capítulo especial +16

La idea de obra de teatro era aburrido, pero Rindou estaba obligado a participar como todos, la mayoría querían ser personajes principales y discutían sobre que historia escoger, al final no pudieron decidir por que se juntarian con otro salón de segundo año para organizarse mejor, según.

Miraba todos los personajes de la lista mientras escuchaba las audiciones para ser parte de la obra.

Un cuento sobre dos enamorados, uno malo y una buena que se enamoran en medio de una guerra, todo un cliché barato pero que por alguna razón a los ineptos de sus compañeros les gustaba para el día de los enamorados.

Que todos fueran ineptos no significaba que eso incluyera a la bella chica de cabello cobrizo que se veía muy emocionada por participar, pero a la vez le daba pena y se escondía tras su mejor amiga, ya estaría a su lado pero las maestras los dividió por grupo así que solo pudo verla de lejos; él pensaba ser ser una planta o un árbol sin decir palabra alguna, prácticamente estaría participando sin hacer esfuerzo, solo estar ahí parado.

—¡Exelente Ishikawa-san!

Aplausos y halagos llegaron para la chica que avergonzada bajaba la cabeza agradeciendo todo lo que le decían.

Por estar atento a que planta ser se había perdido la participación de su novia que bajaba del escenario para correr a su amiga.

Cada persona fue pasando y cuando fue turno del rubio solo soltó un: "Quiero ser un árbol"

Unos se rieron, pero Rindou sabía que era mucho mejor que tener que ir a cada ensayo, las maestras se miraron entre ellas, pues era la primera persona que pedia ser eso.

Todos querían ser los principales.

—¿Estas seguro Haitani?—le dirigió la palabra su maestra.

—Si.

Eso era todo. Al final de las audiciones salieron de la escuela, mañana dirían los ganadores y los que participarían en el diseño de los vestuarios y escenario.

El rubio de mechas antes de entrar al salón de su novia una mano en su pecho lo empujó un paso, era Naoko.

—Oye Haitani menor, ¿si sabes que papel escogió Rumi?—le preguntó acomodando la mochila en sus hombros—¿Qué harás si es elegida?

Sin entender a sus cuestionarios solo levanto los hombros—La voy a felicitar por ganarle a todas esas chicas.

—No me refiero a eso, yo digo que cuando tenga que-

—Rindou-kun—saludo la más baja sonriendo, cargando su mochila lista para irse a casa—¡Serás un grandioso árbol!

La peli gris parecía querer reír ante lo que dijo pero lo resistió para que no se notará.

—Gracias.

—En fin, ¿qué tal si vamos a comer?—les pregunto la fémina a la pareja para no reírse en medio de ellos.

—Naoko-chan—la voz melosa de Ran erizo la piel de su hermano y la propia mencionada, eran el tono que significaba peligro o así lo sintieron.

El joven llegó y trato de recargar su cuerpo con la fémina, ella en cambio se un lado para no sostener su peso.

—¿Qué quieres Haitani?—le cuestionó haciendo un gesto de fastidio al tenerlo demaciado cerca.

—¡Vamos a salir!—le agarro el brazo a la chica para arrastrarla.

—No quiero, iba a ir comer con-

—Perfecto, te invitó a comer—antes de dejarla terminar la interrumpió metiendo su mano en la mochila de su hermano.

—Hey, ¿qué haces?—quizo saber Rindou, ya imaginando qué quería quitarle su billetera.

—Agradeceme luego—susurro levantando la mirada a la peli cobriza que le sonreía a su amiga haciendo seña y al ser descubierta se detuvo—Adiós chicos.

Ran se llevó a Naoko dejando a la pareja junta, ya caminando a casa del chico, ambos no tenían mucho que hacer aparte de tarea pero la compañia mutua era agradable para los dos.

Al entrar a la casa dejaron sus zapatos en la entrada, caminando en calcetas por el lugar, dejando sus mochilas en el cierto de Rindou, antes de ponerse cómodos la chica salió al baño, dejando al rubio curioso por saber que era lo que había dejado se hermano.

¡Y oh vaya!

Una caja de condones. Le sorprendió pero tampoco tanto, hace días habían hablado sobre la fecha del amor y amistad cercana por lo que el de lentes no sabía que dar o hacer, su hermano como el desquiciado que es le señalo una escena subida de tono de la película de veían, ya sabía a lo que se refería.

Suspiro pesado, quitando sus lentes para masajear el puente de su nariz molesto. A él no le interesaba presionar a la chica en hacer algo que no era obligatorio, era feliz con solo ver esa dulce mirada, no podía imaginarla haciendo esos tipo de actos, se daba así mismo asco.

Prefirió guardarlos de nuevo.

—Ya termine—anunció la mencionada entrando a la habitación.

El pánico de ser considerado un pervertido llegó al cuerpo del rubio, escondiendo la pequeña caja azul tras su espalda.

—Esto no es....

—¿Mmm que pasa?—quizo saber al verlo tan nervioso, acercándose al chico con curiosidad.

Se había cambiado, debajo de la falda traía un short de mezclilla y la camisa blanca de la escuela que era un poco transparente dejando ver usa playera interior pegada, ella dejó su falda y suéter en la cama, trayendo puestas aún sus calcetas largas. Todo normal pero para Rindou que se había planteado una escena candente en su cabeza de adolescente, no pudo resistir en imaginar más escenarios con su novia.

—¿Te encuentras bien?

Ella seguía preguntando por su nerviosismo y cara roja, en cambio el Haitani menor la jalo de la muñeca para acercarla por completa y sentarla en sus piernas, respirando lentamente para controlarse, descansando sobre el hombro de la peli cobriza.

La chica no entendió su acto, sin embargo, paso sus brazos por su cuello para acariciar su cabello.

—Rumi-chan.... Estoy caliente—se decidió por confesarlo, siendo directo y claro, no esperaba que lo ayudará en su problema pero tampoco que se fuera.

—Fiebre o.... —dejó la palabra al aire, tratando de levantarse para revisarlo, pero fue detenida por los brazos del más alto que dejaba su cara entre su cuello y pecho, está vez sintiendo el bulto entre sus pantalones de la escuela, teniendo un escalofrío al sentirlo.

Ninguno espero que se desarrollará ese acontecimiento tan imprevisto, le fémina no se movió ni un centímetro, por otro lado, Rindou fue dejando suaves besos en que cuello.

Al poco tiempo Rumi fue sintiendo un indescriptible calor, suspirando entre los besos por lo que le dejó más espacio; él de lentes bajo su mano a su muslo, dándole apretones de vez en cuando, queriendo solo un poco más para oír esos sonidos de satisfacción que salía de los labios de su novia.

Siendo cuidadoso la acostó en la cama, acomodandose encima de ella admirando esos ojos y gestos que se reflejaban en su rostro, era mejor.... Era mucho mejor de que lo imagino.

Bajo sus manos por sus piernas, agarrando ambas para doblar cada una, quedando él en medio de ellas, apoyando sus amplias manos en sus rodillas. Paso saliva ya con la respiración irregular un poco nervioso, se veía que ambos lo estaban.

—Rindou...—murmuro la contraria atenta, cubriendo su cara con sus manos al verlo anilazar cada detalle—Yo n-nunca.....

¿Tenía miedo?

Al tener sus manos en sus rodillas se dio cuenta que empezaba a ligeramente temblar. Podría ser que la estaba asustando....

La mirada penetrante del chico ponía nerviosa a la Ishikawa que sonrojada habló—Puedo.... ¿Yo puedo ver tú tatuaje?

... O le estaba gustando.

Decir que quería ver el tatuaje era pretexto para ver su abdomen marcado, pero no se negó y se retiró el saco dejando ver la camisa con la fea corbata.

Tomando un poco de valor, Rumi se sentó dirigiendo sus delgadas manos a la camisa blanca, desbrochando cada botón de arriba hacia abajo hasta el último de ellos, notando ente la tela la piel un poco bronceada del chico, deslizando sus manos por el abdomen, delineando la tinta impregnada cayendo en cuenta que seguia bajando por através de su pierna... Por lo que se perdia entre los pantalones.

El tatuaje era increíble y solo era la mitad, faltaba otra parte.

—Lo comparto con mi hermano—le aclaro al ver su curiosidad.

Queriendo ahora ser él quien pasara sus manos por el cuerpo de la joven también desabrocho los botones de la camisa ajena, un poco más apurado hasta ver esa playera interior color blanca que también fue retirada.

Contemplaba la semi desnudez, el sostén aún permanecía pero tampoco se lo quería tan pronto, deslizó sus manos por su cintura y la suave piel no firme al no tener un entrenamiento fijo, pero así le gustaba.

Volviendo a acostarla agarro sus muñecas con una de sus manos para dejarlas arriba de su cabeza, como si le dijiera que no las moviera de ahí.

Las manos de Rindou estaban un poco ásperas, quizá por las peleas constantes que participaba o el ejercicio que hacia, pero el tamaño de su mano acercaba gran parte de su estómago y él se había dado cuenta.

Estaban cerca de ser adultos y a la vez tan lejos.

—Voy a quitarlo—dijo, no estaba pidiendo permiso, eso haría.

Paso sus manos por su espalda y logró quitar el brasier sin mucha dificultad dejándolo a un lado. Estando entre las piernas aún se inclinó pasa besar su vientre, dejando un camino de besos para ir subiendo lentamente pero seguro, claro que Rumi estaba tenza y soltando suspiros, antes de llegar a la colina de sus pechos miro a la joven que no le quitaba los ojos.

Ella aún con los labios temblorosos vió como se quitaba sus propios lentes para ponerselos a ella, sacudiendo y apartando sus mechones rubios de la cara para acercar su boca su pecho para succionarlo.

—Mmgh—soltó un jadeo la peli cobriza al sentirlo, poniendo sus manos en el cabello ajeno para que siguiera.

Su pechos no eran muy grandes pero no lo detenía a pasar sus manos por ellos, echizado por masajearlos y apretarlos, le recordaba a las pelotas anti estrés o los globos de agua, el punto es que le gustaban.

—Cambiemos.... De lugar.

¿Qué?

Justo al instante el más alto estaba abajo con la chica sentada en su abdomen bajo, frotándose en círculos sobre su pantalón.

—Mierda—gruño grave sujetando la cintura de Rumi.

Estaban excitados e iba en aumento.

La joven para tener apoyo dejó sus mano en el pecho del contrario, siguiendo con el lento movimiento de su cadera contra la hombría cubierta del rubio.

—¡Rindou, Ran. Estoy en casa!—anunció una voz interrumpiendo el momento.

Ambos brincaron del susto por la voz femenina.

—Es mi madre.

No esperaban que llegará tan de repente por lo que se levantaron corriendo buscando sus ropas, ordenaron sus cabellos y en el escritorio del chico sacaron unas libretas y libros para simular que estaban estudiando, se escuchaban los pasos subiendo las escaleras y ellos ya estaban listos, antes de que la mujer abriera la puerta de la habitación de Rindou, este la jalo de su camisa para besarla una última vez.

Dejando a la Ishikawa sonrojada con la cabeza baja en los problemas de su tarea.

—¿Chicos por que todo está tan silencioso?—quizo saber una mujer que había entrado notando la presencia de la chica—Oh, no sabía que había invitados, ¿estan estudiando?

Una bella mujer de apariencia madura y de cabello rubio paso saludando.

—Mucho gusto señora Haitani, soy Rumi Ishikawa—se presentó apresurada inclinándose—Lamento invadir su casa, estamos reunidos por un trabajo de la escuela.

Los dos Haitani se miraron, Rindou con una cara de aburrimiento le mantuvo la mirada a su madre que sonreía, esa era la misma sonrisa que tenía su hermano y como la odiaba aveces, demostraba la seguridad y burla a la vez.

—Es mí novia—declaró con el ceño fruncido volteando a otro lado para ya no ver a su madre—No la molestes.

—Nunca la molestaría. Un gusto conocerte Ishikawa-chan—la mujer le sonrió a la peli cobriza que se veía nerviosa.

Rindou sólo pudo escucharlas, respirando profundamente para cubrir su cara, queriendo escapar al baño urgentemente sin ser notado por la mujer que era su madre.

La obra estaba cerca de comenzar luego de semanas de práctica y discusiones.

Ahí estaba Rindou, mirando a su novia con un vestido blanco y unos adornos dorados que le quedaban hermosos, sonriendo orgulloso de todo su esfuerzo, ambos en el pequeño camerino de esta que era protagonista.

Fue a cada ensayo para acompañarla y llevarla a casa, ya no hablaron de lo que pasó esa vez pero tomarse de la mano o los besos fueron más frecuentes entre ellos.

—¿Estas seguro de que sea una de los protagonistas?—le preguntó Naoko rompiendo su burbuja de felicidad que era ver a su novia tratando de ponerse una tipo de corona rara dorada.

—Se ve hermosa, ¿por que no la dejaría hacer el papel por el que peleó?

—¿En serio no sabes?—le devolvió la pregunta negando con la cabezs—Tengo entendido que en la obra habrán varios besos y caricias, depués de todo es una historia de amor, un demonio y el angel.

—Yo ví cada ensayo, nunca tocó al tipo—apretó la mandíbula enojado.

—Por que no practicaron los besos, pero en el libreto esta escrito—le pasó las hojas de su amiga.

Rápido Rindou buscó donde mencionaran los besos y efectivamente estaban escritas.

—Faltan diez minutos, ¿qué harás?

—Si ya sabes que haré no es necesario que preguntes—bramo saliendo corriendo del cierto.

—¿Por qué se fue de la nada?

Naoko camino hasta su amiga y le ayudó en ponerse el collar—Creo que le andaba del baño.

La historia relataba la complicada vida de los humanos que era influenciada por las constantes peleas entre los demonias y angeles, una lucha que no había terminado apesar de la casí extinción del planeta; tanto demonios y angeles tenían poderes distintos que los hace especiales, pero haciendo a un lado el odio de siglos dos de ellos se conocieron.

—Por todos los infiernos, parece que a la pequeña emplumada le encanta cuidar de los patéticos humanos mientras sus compañeros mueren—el tono sarcástico no era el que esperaba la chica.

Su sorpresa fue genuina al ver a Rindou con el traje y el papel de quien era su compañero.

—Y tú escapar para venir a donde viven los patéticos humanos.

—Angelito, yo no vengo por ellos—respondió extendiendo su mano; al tener la mano de la peli cobriza dejó un beso sobre el dorso sonriendo—Yo vengo por otra razón...

—Ellos no son la diversión de nadie. Déjalos.

—Creo que no me estas entendiendo, a mí no me importa estos deprimentes sacos de carne.

—Que considerado.

Sólo vengo por lo que me pertenece, mí bello angel.

Disculpen mis faltas de ortografía.

Sé que querían +18 pero aún no es el momento. Acepten y no me maten, ando apurada escribiendo la nueva historia de Sanzu para publicarla pronto.

Por fin tengo mi cuenta de Instagram y twitter (Kaire_art), sigo aprendiendo y buscando un estilo propio *llora en no saber colorear*

@𝙰𝚢𝚊𝚖𝚎_𝚑𝚊𝚝𝚊𝚔𝚎☁

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