Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

10

Nuevo día, nuevas tragedias.

Después de dormir en casa de los Haitani, Rumi regreso a su casa siendo llevada por Rindou que se ofreció a hacerlo y de paso saludar a su madre.

Abrió la puerta de su casillero y cayeron miles de cartas.

—¡Hah!—exclamo nerviosa tratando de que regresaran a su lugar, pero terminaron regadas por el suelo. Suspiro guardando cada carta en su mochila, dejó sus zapatos en su casillero y lo cerró.

La semana de clases regreso como siempre. Bostezo cansada por haber dormido un poco tarde, entró a su aula siendo observada, luego del escándalo en la fiesta no le sorprendía.

—Buenos días solecito—saludo Naoko levantando su mano al verla—Hoy estas radiante.

Saludos con apodos de parte de su amiga eran poco comunes para la peli cobrizo, quedó estática al ver flores azules en su escritorio.

—Son de tu Romeo—comentó la chica antes de que Rumi pudiera abrir la boca—Este es mi regalo para tí—le extendió una gran caja con un enorme moño rosado.

Confundida dejó su mochila en el suelo y tomó la caja para abrirla con cuidado, un peluche de pingüino era lo que sacó.

—Feliz cumple años Rumi-chan—felicitó.

Ishikawa reaccionó.

—¡Hoy es mi cumple años!—bramo entre sorprendida y con una enorme sonrisa—¡Gracias Naoko-chan! —le regresó el abrazo apretandola con fuerza—¡Me encanta!

Giro el peluche emocionada. Había olvidado su cumple años por completo y eso incluía a su madre que lo más seguro es que también se le haya olvidado, por eso tenía tantas cartas en su casillero.

—Me alegra que te gustara—revolvió los cabellos de su pequeña amiga—No se si tienes pensado hacer algo después de clases, pero quiero comprarte un pastel. Puedes invitará a tu rompe huesos si quieres.

Sus ojos se iluminaron y cristalizaron—¡Naoko-chan...!—lloriquio sentimental.

Los pasteles son caros, sus padres antes no podían pagarlos así que la hacían escoger entre pastel o regalo, como toda una niña siempre escogía los juguetes; pero mejoraron económicamente y su padre se dio en la tarea de aprender a prepararlos para ella, pero está vez no estaba en casa.

—No llores y mira esto—en sus pies había una bolsa con distintos dulces—Aquellos ineptos los dejaron como disculpa y por tu cumple años—señalo con la cabeza cierto grupo de alumnos que voltearon al darse cuenta que los veían—Todos están arrepentidos menos una.

—Ya veo... Iré a disculparme con ellos—determinada le quito la bolsa a la peli gris.

—¿Si sabes que no deberías? Fue su culpa, no la tuya.

—Lo haré aún así—camino directamente con los chicos que incómodos trataron de mirar para otro para no ver directamente a la chica—Gracias por los regalos, pero no deberían pedirme disculpas a mí sino a otra persona—recalcó.

—Nos da miedo Ishikawa-chan, dejarlos con Naoko-san también fue complicado por que nos miraba con asco, pero sabemos que no los lastimaria como Haitani, su hermano mayor nos a estado persiguiendo y hablando con un tono sarcástico que parece que en cualquier momento va a matarnos—habló una chica con la cabeza baja—Pensamos que si nos disculpamos contigo Rindou-san podría perdonarnos.

Golpearon un mesa banco con fuerza llamando la atención de los presentes—Que yo los perdone no significa que Rindou deba hacer lo mismo con ustedes, asuman la responsabilidad de sus actos y afrontenlos, no se escondan como cobardes—todos quedaron impactados por las palabras tan directas de la fémina que todos conocían por ser muy dulce.

Regreso a su lugar con Naoko aplaudiendo por su valentía y dureza al hablar.

—Crecen demaciado rápido—alegó fingiendo limpiando limpiar sus lágrimas.

—Que pena, fui muy cruel—susurro Rumi sentándose en su banco, escondiendo su cara en sus brazos con la frente pegada a la mesita—Yo no quería decirles eso.

—Fue grandioso—rió acercando su cara a donde estaba la contraria—Dime, que quieres que te regale tu novio para tu cumple años—las orejas de la peli cobrizo se volvieron rojas por un sonrojo—¿En que estas pensando?

—Un apodo estaría bonito....

—Oye, eso se lo puedes pedir en cualquier día.

—Si, pero un apodo de pareja sería muy tierno.

—Mmm....

Dejaron la conversación hasta ese punto, el timbre había sonado y la maestra de literatura llegó.

Naoko se quedó pensando toda la clase, los regalos que pedía su amiga eran demaciado.... Bueno, ya la conocía y poco le sorprendía, su humildad le agradaba, por eso se hicieron amigas de inmediato, bueno, ambas se auto-proclamaron amigas.

Cuando salieron al recreó le dijo que fuera al techo de la escuela para comer, diciendo que llevaría a una persona, una vez la vió subir las escaleras camino directo a cierto salón buscando a una persona en específico.

—Haitani menor—lo llamó haciéndo señas con la mano para que se acercará.

—¿Qué?—cuestiono confundido al verla. Rindou y Naoko sólo se soportaban y hablaban por Ishikawa.

—¿Tú que le vas a regalar?

Él rubio alzó una ceja sin comprender.

—Se más clara.

—Hoy es su cumple años, ¿las flores no eran parte del regalo?

—¿Apoco hoy es su cumple años?

—¡No lo sabias!—al ver que negó suspiro golpeando su frente con su mano, moviendo su pierna constantemente—Terrible novio—exclamó siendo escuchada por el rubio que fruncio el ceño—Plan B.

En el techo del instituto se encontraban dos chicos platicando, uno de trenzas escuchando a la peli cobriza mientras la peinaba concentrado. Quien sabe como llegó a eso pero, Rumi tenía a un muchacho detrás de ella haciéndole dos trenzas a su cabello.

Tenían bolsitas de chocolates y cada vez que Ran le pedía se los daba en la boca.

—¿Y tú si quieres a mi hermano?—le preguntó. Ran no podía mentir, la fémina le agradaba tanto, aunque también se preocupaba por ella y su futuro.

—Me gusta mucho, Naoko-chan dijo que solo era por que confundía el amor con el agradecimiento cuando me salvó esa vez de esa explosión... Pero creo que ya me gustaba desde antes, ¡pero no le digas a Rindou!—rápido agregó lo último.

El mencionado no respondió pero le causó gracia su reacción.

—Ishikawa-chan... Debo decirte algo que deberías de ser consiente—el entorno se puso serio pero sólo él se había percatado de eso.

—Siempre veía a Rindou-kun en los recreos y en la salida—siguió hablando, metiendo varios bombones de chocolates a su boca. La frente de la chica se arrugó al darse cuenta que ya desde antes veía al de lentes—¿Soy una acosadora?

—Rumi-chan.

Una voz externa de los dos se hizo presente, era esa voz gruesa de Rindou que los veía irritado, junto a él estaba Naoko igual o peor de él rubio de mechas azules.

—¡Chicos!—bramo levantando los brazos—Me encontré a Ran-kun y le dije que nos acompañara, miren miren, me hizo dos trenzas como las suyas, ¿son bonitas?

Ran que ya había acabado su trabajo también levantó las manos, dejando de tocar a la novia de su hermanito, para que ya no lo mirara de esa manera.

—A ti se te ven mejor—comentó sentándose a su lado, cargando a la peli cobriza para sentarla en medio de sus piernas. Eso se podría hacer costumbre y a ninguno le molestaría.

El mayor de los Haitani miro a Naoko que tenía una paleta en su boca, ella al sentir que la veía buscando algo sólo lo ignoro y se sentó del otro lado de donde estaba Ran, él rió negando con la cabeza.

—Bien, ya que estamos todos reunidos estaba planeando que podemos ir a festejar el cumple años de Rumi-chan después de clases—mencionó la peli gris mordiendo el palillo de su paleta. Al ver que el chico de trenzas iba hablar ella se adelantó—Si, si puedes ir Ran.

En sus planes no estaba el Haitani, pero si le decía que no su amiga la cuestiomaria del por que no, aparte de que ella estaría más feliz de que más se unieran.

—¿Y a donde iremos?—quizo saber Ishikawa emocionada, pero a la vez un poco inquieta a los lugares que pudieran escoger.

—Al jardín Shinjuku Gyoen—respondió Rindou teniendo la aprobación de Naoko.

No era caro, podían hacer un picnic y pasar su tarde en ese bonito lugar.

—Oh, suena bien—aliviada pegó su espalda contra el pecho del chico de lentes.

—Si.... Calabacita—dijo Rindou incómodo.

La chica y Ran aguantaron la risa al escuchar lo ridículo que había sonado, escuchar al pandillero decir tal cursilería era muy gracioso, sin embargo, no lo decía para ellos.

—¿Calabacita?—Rumi trataba de procesar como la había llamado—¿Es por mi cabello?—agarró un mechón cobrizo—¿Te estas burlando?

—No tonta, es un apodo cursi que le das a tú parerja—Ran no se guardo su comentario y lo expulso de golpe.

Ishikawa soltó un chillido al ver como Naoko le había lanzado su almuerzo a la cara de Ran, Rindou en cambio le agradeció a la fémina mentalmente.

[....]

Cada quien fue a casa para cambiarse y preparar las cosas para el picnic.

Nuestra protagonista estaba en su cuarto acomodando su mochila con la manta. Ya se había cambiado y estaba lista para irse.

—No irás—su madre entró a su cierto con una cara enojada, antes de que Rumi pudiera reclamarle o rogar su madre habló—¡No irás, sin antes llevarte esta fruta que les preparé!

La menor se rió de su cómica madre que siempre le daba esos sustos.

—Gracias mamá—beso su mejilla y guardo el traste con tapa en su mochila.

—Diviértete con tus amigos, pórtate bien y ten mucho cuidado—la abrazo la bajita mujer—Ya estas más grande mi niña—le sonrió apretando sus cachetes—A tú padre le encantaría verte.

Ese tema seguía siendo doloroso, su mamá se dió por vencida quedándose con la idea que su padre se había ido con otra mujer como les dijieron la policía.

—Estaremos bien mamá.

Se despidió y fue al punto de encuentro.

La verdad nunca había ido a ese parque, por lo que tuvo que acercase a la gente para preguntar como llegar. Cuando por fin llegó no estaba ninguno de los chicos, empezó a temblar con miedo, sobre pensando que quizá no era el lugar o por la emoción llegó mucho antes, aparte estaba rodeada de gente extraña que entraba al parque.

—Rumi-chan—.Rindou vestía casual con colores neutros y sin sus lentes, cargaba una jaula blanca—Esto es para tí.

Un pequeño hamster de color café claro con la pancita blanca estaba corriendo en su rueda.

—¡Aww, que lindo!—chillo muriendo de ternura—¡Hay que ponerle un nombre a nuestro hijo!

—Nuestro...¿hijo?

Perdónenme por faltas de ortografía.

Cada día me gusta más Rindou.

¿Cómo que esta historia esta siendo muy feliz, no? 🏃‍♀️

Espero que les haya gustado y puedan votar.

@𝙰𝚢𝚊𝚖𝚎_𝚑𝚊𝚝𝚊𝚔𝚎☁










Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro