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03

Su hermano Ran se rió por su situación, recalcando que era un tonto por golpear a ese tipo "por que queria", él nunca haría algo como eso pero sucedió y su hermano no tardo en hacer comentarios de burla.

¿Le ocultaba su relación con la chica? Si.

Sabía de ante mano que tarde o temprano se iba a enterar por cuenta propia, por el momento lo mantendría en secreto de su hermano... Aunque prácticamente casi todas la escuela estaba enterada.

Apenas había pasado un día desde que fue expulsado y estaba aburrido, acostado en su cama mientras golpeaba la pared con una pelotita esperando apaciguar el aburrimiento que tenía. Y para agregar parecía que iba a llover.

El cielo de esta tarde es nublado.

Ran entró a su cuarto sin antes tocar la puerta y pasar igual extendiendo unos billetes—Ve a comprar a unas cosas—ordenó sacando una hoja de libreta doblada de su pantalón para igualmente extenderla con el dinero.

Con flojera se quejó dándole la espalda, y respondió—No quiero.

—Yo haré de comer, aparte es un castigo por romperle un hueso a ese chico. Prometimos no hacer eso en la escuela para que no nos expulsaran—bramo tranquilo, tampoco es como si le importara tanto meterse en problemas y romperle la cara a unos cuantos—Ve rápido o lloverá.

Gruño irritado, teniendo que tomar lo que su hermano le daba para ir al supermercado.

—Llévate un suéter que el clima esta refrescando—agregó el de trenzas saliendo de la habitación.

Siguiendo su sugerencia se colocó un suéter negro y en la entrada se puso sus calzados para salir de su casa, se fue en su motocicleta para hacer las cosas más rápido. Miro la lista de cosas que tenía que comprar, no era mucho pero se tomó la molestia de quitar y agregar lo que le parecía.

—Harina... —leyó lo último de la lista, ya que riéndose ir fue directo donde vendían harina, pero delante de él estaba una anciana tratando de bajar la última bolsa de harina de la marca que ellos siempre compraban. Oh no, pensó caminando más rápido hasta donde estaba la viejita de puntitas, rápido bajo la bolsa de harina orgullos de conseguirlo antes.

—Muchas gracias niño—agradeció la anciana imaginando que Rindou la agarro para ayudarla.

No dijo nada y se disculpó en su cabeza para irse, dejando a la señora atrás, él quería más esa harina que ella de eso estaba seguro, dispuesto a pelear por la única marca que más le gustaba.

Al pagar todo lo metió a su mochila y arrancó para regresar a su hogar, de camino comenzo a llover por lo que aceleró para llegar lo antes posible. Ya era tarde y pronto anocheceria; en una de las calles una persona en bicicleta se le atravesó por lo que freno y derrapó, con la lluvia era más complicado estabilizarse pero pudo controlar su motocicleta, en cambio la persona de la bicicleta se estrelló en los arbustos por lo que Rindou se bajo para auxiliar al tonto que se le atravesó de la nada que grito de dolor.

La bicicleta tenía una rueda completamente doblada y el manubrio ni hablar, él de mechas apartó las hojas encontrándose con su novia que se estaba quitando el casco adolorida.

—Ishikawa—exclamó preocupado, ayudándola a salir de los arbustos y buscando heridas externas en la chica—¡Que haces a estas horas fuera de tu casa y lloviendo!—dijo con un tono de regaño limpiando el lodo—No, mejor dime por que cruzaste la calle de esa manera. Pudiste haber muerto si hubiera sido un auto o con camión.

—¡Es que no se sucedió! ¡Los frenos dejaron de funcionar y me asuste mucho!—explicó apuntó de llorar—Pensé que me iba a morir.

Dejó de regañarla para abrazarla, si le había sacado un susto al darse cuenta que era ella a quien casí atropella.

—¡Mi bicicleta! Era la única que tenía—chillo ocultando su rostro con sus manos, llorando.

—A quien le importa la bicleta, preocúpate por ti que tienes raspones en las manos y rodillas—fruncio el ceño sin poder creer que lloraba por esa fea bicleta vieja.

—No lo entiendes, era de mi padre antes de que desapareciera—explicó mordiendo su uña—Es de lo poco que me quedaba de él.

Parece que Rindou cada vez que abría la boca lastimaba de una u otra manera a Rumi; al darse cuenta de su poco tacto suspiro, no era bueno con las chicas, de eso estaba más que seguro.

—Vamos... Te llevaré a casa—murmuro tomando su mano para sacarla del lugar, ya no sabía sin seguía llorando o era la lluvia que los cubría. Antes de que la fémina hablará se adelantó—No, no podemos llevarnos la bicicleta, mañana puedes venir por ella pero por ahora te dejaré en tu casa o tu mamá estará preocupada por ti.

Funcionó, la peli cobriza ya no dijo nada dejándose llevar por el chico que la subió a su motocicleta y pidió que lo abrazara fuertemente para que no se cayera en el camino.

El camino es silencioso en el ámbito de que no cruzaron más palabras, las gotas de agua golpeaba violentamente contra sus cuerpos pero lo resistían. Al llegar al negocio de la mamá de la chica se bajo primero pera ayudar a Ishikawa, tomando su cintura para cargarla y ponerla en el suelo.

La jóven no mostraba signos de moverse así que tomó la delantera para tocar una puerta a un costado del restaurante donde vivía su novia y su madre, no pasó mucho cuando abrieron, la mujer abrazo directamente a su hija angustiada.

—Rumi cariño—dijo la mayor checando la cara de la mencionada—Mira como estas, te dije que no debías ir.

—Perdón mamá, la bicicleta de papá....

—No me interesa esa cosa, lo único me importa es que estés aquí viva conmigo—soltó la mujer llorando.

Él más alto mordió su mejilla interna al verlas, se parecían mucho en cuanto a actitud, por que físicamente no tanto.

—Te agradezco que la hayas traído a casa Haitani-san—ahora tenía a la mayor inclinándose constantemente—Por favor entren, están empapados y podrían resfriarse.

Iba a rechazar su invitación pero la señora lo jalo de la ropa antes de que se negara.

—Les voy a traer toallas limpias para que se sequen, quitense los zapatos—vocifero para luego irse y dejarlos en la entrada.

Se quedaron solos.

—Oye Rindou... Lamento que terminaras en vuelto en esto—murmuro jugando con sus dedos.

—Deja de disculparte, es molesto—suspiro.

Ella no tenía la culpa de que los frenos de su bici dejaran de funcionar y terminara en los arbustos, por lo que pensaba que era innecesario que pidiera perdón por algo que ella no hizo, sino fue un accidente que a cualquiera le pudo haber pasado.

Por otra lado la chica se encogió en su lugar pensando que Rindou estaba enojado con ella.

—Ya regrese, jovencito puedes darte un baño primero—la mamá de su novia amablemente lo guió al baño y le dejó una toalla junto a un cambio de ropa que parecía de su esposo.

Se ducho rápido, agarrando el calor del agua caliente de la regadera y ahí mismo se cambio para salir descalzo y con la toalla en sus hombros para secar su cabello. En la sala estaban ambos mujeres esperándolo.

—Mira Rumi, tu novio ya salió, te toca bañarte—la empujó para que avanzara—Les voy a preparar un chocolate caliente mientras sales.

La chica a pasos pesados paso a un lado del rubio para ir y encerrarse en el baño, en cambio la señora de dio unas pantuflas por el momento.

—Tus zapatos se están secando, puedes sentarte en el sillón, estas en tu casa niño—comentó regalándole una sonrisa para ir a la cocina.

Lo primero que si hizo fue sacar las cosas que compró en el súper, la harina que orgullosamente consiguió parece que ya no servía.

El karma es una perra.

Su hermano Ran lo mataría y peor aún por tardar tanto, no tenía su teléfono por que pensó que posiblemente el agua lo alcanzaría y eso paso, ya no podría avisarle que llegaría tarde.

Ya sin saber que más hacer camino hasta la cocina.

—Eres tú Haitani-san—exclamó la mujer al notar que estaba presente—¿Quieres ayudarme?—pregunto a lo que el mencionado asintió—Gracias, pero la verdad no necesito ayuda, aparte tú eres nuestro invitado.

—Bueno, entonces permíteme hacerle compañia.

—Eso es mejor—la mayor mezclaba el chocolate con un molinillo de madera—Sabes, Rumi siempre me esta ayudando con los pedidos a domicilio y terca quería entregar ese último... Es una buena chica y aplicada, me alegra que consiguiera una beca en esa escuela privada y tenga amigos y un agradable novio como tu, me preocupaba que la molestaran pero veo que esta bien.

—Así que por eso estaba en la calle—pensó.

La había juzgado mal la primera vez que la vio, pensó que sería de esas chicas que tenían influencia por ser bonitas y con dinero, pero resultó todo lo contrario.

Una diminuta sonrisa se formó en sus labios en pensar en ella.

—Estoy súper feliz de que tenga a un novio tan atento, amable y educado que se preocupa por su bienestar—agregó la mujer aliviada—Escuche que esta zona la "gobiernan" unos malos y crueles hermanos pandilleros.

Si supiera...

No trato de decirle que esos crueles y malos pandilleros eran su hermano y él, su suegra tenía una buena imagen de él y no quería que cambiará esa imagen de su persona.

—Puede estar tranquila, yo la voy a proteger—aseguró firme.

—¿De que están hablando?—cuestionó la chica llegando a la cocina.

El de lentes le dio una mirada para después desviarla, tratando de ocultar el pequeño sonrojo que estaba seguro que tenía por ver la jóven en un pijama demaciado tierno a su parecer.

—Del que el chocolate ya esta listo—contestó la señora riendo por haber notado el gesto inmediato del chico.

Valdría la pena el regaño de Ran si eso dependía ver más a Rumi Ishikawa.


@𝙰𝚢𝚊𝚖𝚎_𝚑𝚊𝚝𝚊𝚔𝚎☁

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