03
Minho:
Al verlo caer de rodillas ante mis palabras hizo que mi pecho doliera, porque quisiera aceptarlo o no, era mi pareja y el rechazo también le dolía a mi lobo.
Me di la vuelta sintiendo sus alaridos, bajé mi pared de mentira y dejé de pensar en él.
Mi lobo gruñia furioso conmigo, quería controlarme, pero la experiencia había hecho que lo tuviera totalmente controlado.
Entré a la casa, suspiré al ver el lugar vacío como siempre y me acosté aún con ese pequeño dolor en mi pecho.
Ignóralo Minho, es solo un estúpido reflejo de tu lobo.
Jisung:
Fue muy difícil verlo en el entrenamiento y más al saber que estaría todo el día pegado a él, ya que el Alfa de su manada me había puesto como comandante en su misma categoría.
Él había hecho como si nada, ni siquiera me saludó en la mañana y todo eso dolía mucho, pero no se lo iba a demostrar.
Sacudí mi cabeza, arreglé mi cabello y sonreí como si nada pasara.
Caminé hacia mi grupo de chicos que entrenaría junto a otro lobo que no conocía, al llegar pude ver que era un jóven de mi edad de brazos fuertes, piel algo pálida, unos bellos ojos azules y un cuerpo de infarto.
-Buen día-saludé con una sornisa, el otro lobo me miró y sonrió al igual que yo.
-¿Tú eres mi compañero, verdad?-me estiró la mano-Soy Hwang Hyunjin.
-Soy Han Jisung, un gusto-apreté su mano.
-El placer es mío-sonrió coqueto el Beta, tomando mi mano por un poco tiempo más de lo normal.
-¿Ya habían empezado?-miré a los chicos quienes me miraba con curiosidad.
-Nop, te estábamos esperando-aplaudió Hyunjin-Comiencen dando vueltas en el bosque, en 10 minutos los quiero aquí y nada de correr en su forma de lobo-advirtió, en un abrir y cerrar de ojos los lobeznos salieron jugueteando entre ellos.
-¿Así que eres de la manada del sur, no?-me preguntó mirándome a los ojos-Siempre quise visitarla.
-Es muy grande y buena pero me gustan mucho las tácticas que utilizan-miré de reojo a Minho, él entrenaba a los Lobeznos de su grupo ignorandome.
-Oh ni lo pienses, es inalcanzable y bueno, un grosero también-Hyunjin hizo una mueca.
-Dimelo a mí...-susurré.
-¿Qué?-me miró confundido.
-Nada-sonreí-¿Desde pequeño estás aquí?
-Si, nací aquí-se acercó a mi oído, mi piel se erizó-No le cuentes a nadie pero aún vivo con mis padres.
Lo miré con una sornisa divertida y juntos carcajeamos sobre lo que había dicho.
-Yo vivo con mi hermano y su pareja así que no tienes de que avergonzarte-añadí.
Un garraspeo nos interrumpió.
-¿Piensan trabajar o tendré que avisarle al Alfa que parece que andan de fiesta en vez de hacer su trabajo? -Minho nos retó con la voz dura.
-Mandamos a nuestros chicos a calentar, no te metas en lo que no te incumbe-dijo Hyunjin, me sorpendió su voz hostil hacia Minho.
Minho me miró de arriba a abajo y se dió media vuelta hacia su grupo, éste parecía que cada uno de sus integrantes iba a morir de cansancio con todas las flexiones que habían hecho.
-Es un idiota-gruñó Hyunjin-Se cree que es mejor que los demás, sólo tiene fuerza y nada más.
-Lo he notado sí-asentí viendo como su grande espalda desaparecía de mi vista.
-No le des corte, vamos que los chicos llegaron.
Nos acercamos a los chicos y estuvimos toda la tarde entrenando, les enseñamos tácticas de defensa y ataque.
Al terminar Hyunjin se ofreció a acompañarme a casa, me negué pero él insistió.
-Fué un gusto trabajar contigo hoy...y bueno el resto de los días-me miró con una sornisa pícara, era muy guapo, pero no se comparaba con Minho.
-Igualmente, nos vemos mañana-le dí un apretón en la mano.
Sus ojos se encontraron con los míos y me sonrió por última vez para después desaparecer por el bosque.
Al entrar a casa cinco pares de ojos me miraban curiosos.
-¡¿Quién es ese guapo beta que te acompañó hasta aquí?!-gritó Chaeyoung emocionada.
-Es mi compañero de grupo-le resté importancia.
-Si y tiene unas ganas terribles de meterse en tu culo-levantó las cejas mi hermano.
-No digas bobadas-bufé.
-No decimos ninguna bobada, al tipo prácticamente se le paró cuando le diste la mano-rió pícaro Seungmin.
-Debes aprovechar y poner a Minho celoso con él y talvez un buen polvo... -me guiñó el ojo Jake.
-¡Ya basta chicos!-grité sin fuerza-No quiero nada con él y menos ahora, es mi compañero de grupo y ya.
Todos se miraron entre ellos y rieron, bufé cansado y subí las escaleras hacia mi habitación.
Me puse analizar y los pensamientos de mis amigos no eran tan malos después de todo.
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