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⠀🧸 𓈃⠀ Yeri + Seo 𓎆 ⭒ ꐑꐑ

Insufrible amor como me pude enamorar
No te soporto es la verdad
Porque molestas y te pegas como la goma de mascar
En mi zapato al caminar
Somos un caso muy real
Pero te quiero yo te quiero

Yeri tenía algo contra los hombres, no le gustaban ni un poco. No lo tomen a mal, ella era demasiado para cualquier hombre en general, toda una rebelde con causa.

Yeri era de esas chicas que solían hacer protestas de todo tipo, desde feministas, por el planeta, por el maltrato a los animales, por el mar y por todo lo que sea bueno y justo. Su adolescencia fue un dolor de culo para sus papás e incluso usaban mucho esa frase de "Búscate un novio y se normal" básicamente sus padres firmaron su sentencia al decir eso.

Yeri no tenía novio y no lo tendría, entonces… ¿Cómo se embarazó de Suni siendo como es?

Bueno...

Ella estudió muchísimo y logró sus cosas por sí sola, después decidió que era momento de ser madre. Lo hizo con inseminación artificial y fue la mujer más feliz del mundo cuando se enteró que tendría una niña.

No era de esa loca que odiaba a los hombres, era de esas chicas que creía que no necesitaba un hombre para ser feliz y sentirse completa, no quería estar atada a uno que le dijera que hacer y ese tipo de cosas. Además ver a sus amigues llorar por infidelidades, mentiras y ese tipo de cosas que la gente con pareja hace, le aterraba muchísimo.

Ella estaba bien y feliz de estar así.

Como fue creciendo Suni, la crió muy fuerte e independiente, aunque su hija no tenía ese repelente contra los hombres porque cuando vio a ese niño con orejas grandes cayó desde el primer momento y bueno…. ¿Quién era ella para juzgar?

Trato de educar a Suni con libertad de expresión, decisión y demás porque una hija reprimida era lo que menos quería y eso también le trajo muchos problemas. Su hija era demasiado lista e incluso la ponía en cintura a ella. Otra cosa que siempre le inculcó a su hija era que, aunque sí era muy feliz siendo madre no era lo mejor que le podía pasar a una mujer, siempre le decía que lo mejor que podría pasarle era ser alguien en la vida y lograr todos los sueños que incluían una superación personal.

Por eso justo ahora en el día de su boda estaba muy feliz, verla con ese precioso vestido rosa y bailando con Seojin la hizo feliz, porque la había educado como una gran mujer. Suni era más de lo que se imaginó.

¡Oh sí! Seojin.

Fue un arduo trabajo para ese hombre y mientras lo observaba sonreía como una boba. Ah, como se odiaba en ese momento, recuerda cuando se los presentó a sus padres, literalmente lloraron y le dieron gracias a Dios ¿Estaban locos o qué?

¿Cómo empezó todo?

[...]

Estaba manejando a la escuela porque Suni tuvo un problema con un niño de su salón, pero conocía a su hija, no habría metido arena en la boca del niño si no fuera por un súper motivo, que claro ¡iba a averiguar!

Llegó y ese día se había puesto precisamente preciosa porque... Pues porque sí.

Entró y vio a los dos niños sentados afuera de la oficina del director, estaba ese niño orejón. ¿Qué tenía que ver ahí?

—Okay, de Suni y este niño que no conozco creo lo que sea —miró a Yeol—. ¿Pero qué pasó, Min?

—Yo solo soy una víctima de estos dos —el niño suspiró.

—Está bien, entiendo —la mujer revolvió el cabello de Min y después se levantó dirigiendo una mirada dura a la puerta—.  Ya veremos.

La chica entró y vio a un hombre sentado de espaldas y al director que tenía cara de susto porque claro, no era ni el primer ni el último enfrentamiento.

Aún recuerda esa vez dónde sujetó su chaqueta y le dijo que esperaba que caiga el patriarcado, después se hizo el cabello para atrás y le dijo que pagaría la ventana que rompió su hija.

—Señora —con algo de nerviosismo el director empezó a hablar—. Déjeme presentarle a Seojin el es el padre del otro niño implicado, o sea de Vernon.

Yeri sintió escalofríos con la sonrisa que el tipo le dió y ya lo sabía, esa sonrisa la había visto muchísimas veces y pobrecito, sabía que no tenía ni una oportunidad. Tomó su mano y miró nuevamente al director.

—¿Qué sucedió?

—Suni metió arena en la boca de Vernon —contestó él tipo que recién conoció.

Yeri conocía a su hija eso no lo hizo solo porque sí—. Mi hija no está loca para actuar así, algo debió suceder.

—Suni le dijo a Vernon que Seungkwan era feo, entonces Vernon dijo que Min parecía una copia barata de Yoda y bueno, ese fue el resultado. —Yeri quiso no reírse, pero no pudo, el director la miró mal, sin embargo el papá de Vernon la veía fascinado—. Hablen con sus hijos si no quieren una suspensión por favor.

—¿Eso es todo? —contestó Yeri con poco interés.

—Sí, así que advertencia uno del año.

Después de bostezar Yeri simplemente dijo—: Adiós.

La mujer fue la primera en salir y justo detrás de ella salió Seojin, los niños ya se habían ido a su salón.

Los niños eran niños y se pelearían una y otra vez, así como se reconciliaron una y otra vez. El director exageraba.

—Disculpa —casi subiendo a su auto fue interceptada por el papá de Vernon—. Nuestros hijos nos han hecho pasar un mal rato, sí tú esposo no se molesta ¿te gustaría ir por un café?

—En primera, no tengo esposo —contestó—.  En segunda. Si tuviera uno, él no tendría derecho a molestarse si yo acepto tu invitación porque no estoy haciendo nada malo en aceptar una simple invitación. En último lugar, no.

Oh sí, Seojin sintió el flechazo cuando el auto arrancó.

[...]

No fue ni la primera ni la última vez que fue rechazado y en cada rechazo Seojin solo se sentía caer más y más por la chica preciosa.

Su parte favorita era cuando le decía algo hermoso de ella y al día siguiente ella ya lo había cambiado. Recuerda cuando le dijo que el cabello largo era precioso, la chica literalmente cortó su cabello y aún así le pareció la persona más preciosa del mundo.

El día que aceptó una cita hizo una fiesta, realmente hizo una fiesta con su hijo y bueno, al poco tiempo tuvieron su cita. Sabía que era más obligación que otra cosa porque había llevado a Suni a Seúl y ahora la niña le debía un favor. Estos niños de ahora eran tan listos.

Fueron al restaurante que ella pidió y la verdad no esperaba que fuera tan bueno y Yeri al notar que no era típico machito le agrado un poco su compañía, aunque no lo iba admitir tan pronto.

Yeri estaba preocupada por un motivo, el día que dejó a Suni para la cena en casa de Sung, fue ella quien lo invitó a salir. Ni siquiera sabe por qué hizo eso.

—Hola —dijo cuando acababa de llegar el chico con una brillante sonrisa, dios, esa sonrisa ya no le parecía tan fastidiosa.

—Hola, Seojin.

—Para ser sincero, tu invitación me sorprendió.

—Igual a mi.

Y platicaron, simplemente platicaron muchísimo. Hasta que la pregunta llegó.

—¿Por qué cambiaste tu número sin decirme? —sí, eso hizo.

—Porque me asusta esto.

—¿Qué?

—Yo no esperaba que en algún momento mi teléfono dejara de sonar con tus llamadas, yo creí que harías lo que fuera para encontrar mi número.

—Supuse que no querías hablar conmigo y bueno, quería que fueras tú quien me buscase…  ¿Entiendes eso?

—Yo no quiero estar sintiendo esto, lo odio mucho. Ni siquiera somos iguales, es como juntar limón y azúcar, obvio yo soy el limón.

—Con un poco de agua se hace limonada.

Ay, como odiaba la dulzura de Seojin.

[...]

No se habían casado todavía, incluso aunque a ella le tocó el ramo en la boda de Jisung, incluso ya estaban en la boda de Suni y nada de eso había sucedido. Sus "principios" no la dejaban firmar un papel.

¿Quién necesitaba firmar un papel cuando ella ya era inmensamente feliz así?

—Hola bonita —ese era su Seojin, el chico tierno del que se había enamorado lenta y profundamente.

—Hola, cara de cola.

—¿Ya quieres ir a descansar?

—Seo, gracias por insistir tanto.

—El que persevera alcanza mi amor, solo mira a Seungkwannie y a Vernon.

—De verdad que no te soporto.

—Sabes que eso no es cierto.

Nop, no era cierto. Lo amaba y siempre lo haría.

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