Dime que no
Estoy soñándote
Enséñame
De que estamos hechos
Que quiero orbitar planetas
Hasta ver uno vació
Que quiero irme a vivir
Pero que sea contigo
Viento amárranos
Tiempo detente muchos años
Viento amárranos
Tiempo detente muchos años

El tiempo era el peor enemigo o el mejor aliado. Hay cosas por las que queremos que avance muy rápido y a veces simplemente queremos que se detenga.

Jisung quería que el tiempo se detuviera cuando veía a su bebé. Estaba tan orgulloso de que en esta ocasión su hija, la pequeña Navi como le decían de cariño, se pareciera tanto a él. Ver a su Min menor ser el hermano mayor perfecto le llenaba de orgullo el corazón, aprendió a cambiar pañales con facilidad y preparar los biberones de su hermanita, como todo un mini papá.

También estaba Minho como el esposo perfecto y el padre perfecto. Jisung se enamoraba cada día más de ese hombre, verlo abrazar a su niña quien lucía muchísimo más pequeña en sus brazos lo tenía loco.

¿Por qué quería que el tiempo avanzará más rápido? Bueno, es que hoy se iba a casar.

Pasaron exactamente 6 meses desde que nació su pequeña hija y no quisieron esperar más tiempo para unir sus vidas, después de todo, pasaron casi 15 años desde su fatídica huida. 

Sentado frente al espejo pensaba ¿Qué hizo de bueno para merecer la felicidad que ahora tenía? No lo sabe y sea lo que sea que hizo estaba muy agradecido con el dharma que le había tocado.

Su hija era preciosa y sana. Su hijo un adolescente de 14 años era el caballero de armadura dorada que cualquiera estaría fascinada de tener en su vida. Aunque para eso faltaba mucho.

Y su futuro esposo, que dicha poder decirle así al hombre de sus sueños.

—¿Dónde está el papá más guapo del mundo? —Ver a Min entrando cargando a su hermanita con ese precioso vestido rosa, fue mágico.

—Aquí —le estiró los brazos a su hija quien se aferró al saco de su hermano—. No quiere irse con nadie. ¿Cómo le haré para entregarte en el altar?

—¿Llegó Vernon? —Preguntó Jisung.

—Sí, pero no sé la daré. —Min fruncía el ceño cuando escuchaba ese nombre porque cuando hubo un trabajo escolar, Vernon fue a su casa y su princesita parecía que amaba estar en los brazos de su amigo—.  Me molesta que a ella le agrade tanto.

—Min no dejas de ser un celoso y posesivo.

—El profesor Jung dice que eso es tu culpa.

Por la puerta apareció Félix quien era el padrino de Sung y la niña inmediatamente se lanzó sus bracitos.

—Min —empezó Félix—. Ya es hora, saca a este hombre a patadas de aquí.

—Tio Lix, ¿nos dejas un momento a solas?

—Por supuesto. Me llevaré a esta princesa para que Tío Chang se haga a la idea de cómo quiero a mi bebé.

El chico salió de la habitación dejando a padre e hijo solos.

—¿Hace mucho que no estamos así, verdad? —Fue Jisung que empezó a sentir un nudo en la garganta, recordando tantas cosas que vivió en soledad con su hijo.

—Siempre fuimos Jisung y Min contra el mundo. —Él niño también había empezado a lagrimear—. Ahora somos los Lee contra el mundo.

—Los Lee… —Jisung a veces no podía creer eso, ahora eran "los Lee"

—¿Sabes? A veces extraño nuestra soledad, nuestras tonterías. Las idas a convenciones disfrazados de cualquier personaje que se me ocurra, pero veo a mi hermanita y también veo a mi papá, siento que solo sumaron más alegría.

—¿Cuándo creciste tanto mi hombre pequeño?

—Cuando me di cuenta que ya no tenía miedo —se paró y abrazó a su papá—. No voy a permitir que nada nos haga daño otra vez, ni siquiera nosotros mismos. 

—Te amo con toda mi alma Lee Minsung.

—Y yo te amo más, Lee Jisung. Él mejor padre que me pudo haber tocado.

Se tomaron de la mano y salieron de la habitación. La ceremonia fue en un jardín que Minho había rentado, quería que todo fuera especial y perfecto. Había Peonias rosas por todos lados y ambos invitaron a quienes conocían y significaron mucho en su vida porque era algo que querían que todo el mundo celebre con ellos, su unión definitiva.

La marcha nupcial empezó a sonar y Min ofreció el brazo para que su padre lo tomara, ambos caminaron juntos hacia aquel hombre que los veía con lágrimas en los ojos desde el altar. Minho tenía esa hermosa sonrisa que con el paso del tiempo enamoró más y más a Jisung.

Al llegar, Min tomó las manos de sus padres y las unió.

—Minho —el nombrado rio, fue un viaje a tiempo atrás cuando recién lo conoció—. Te entrego lo más valioso que tengo en el mundo y espero que seamos muy felices toda la vida que nos quede.

—Lo haré, hijo. —contestó Minho.

—Te amo papá —también lo abrazó y se fue a sentar.

El aura de nostalgia se le fue a Sung cuando vio que se fue a lado de Suni y cuando se sentó le dió un beso en la mejilla. Jisung le hizo la señal que los observaba y después miró a su futuro esposo.

—Hola, guapo —saludó Jisung

—Hola precioso —contestó sonriente Minho.

¿Qué dijo el hombre que estaba en medio de ellos? Ninguno de los dos estaba escuchando correctamente porque estaban demasiado preocupados por no soltarse la mano, por no dejar de verse a los ojos y por decir "te amo" en cada oportunidad. Sin embargo, reaccionaron cuando les tocó dar sus votos.

— Minho, tenemos la historia de amor más extraña que cualquiera de aquí y ¿Sabes? Creo que hacerlo diferente no nos hubiera traído hasta aquí, aún tengo mucho de lo que disculparme, pero tengo la vida entera para demostrarte que en serio lo siento. —Para este punto, Jisung  sentía un nudo en su garganta y le costaba trabajo continuar—. No puedo regresar al pasado, pero si puedo darte un presente precioso y un futuro prometedor. Te amo y deseo despertar todas las mañana a tu lado.

—Han Jisung. —Minho respiró hondo antes de continuar, porque el amor que sentía por Jisung no podía decirlo solamente con palabras—. Desde el momento uno, fuiste una sorpresa en mi vida, la mejor de las sorpresas. Pusiste mi mundo de cabeza con solo aparecer, aún recuerdo cuando me di cuenta que te amaba y tú ya estabas lejos y llevándote un pedazo de mí. Jamás me pasó por la mente que casi 14 años después te encontraría con la mayor de mi sorpresas, Minsung fue el segundo mejor regalo que me hiciste porque el primero siempre será tu existencia. Dame tus años y yo te daré alegría. Dame tus sonrisas y te daré aún más. Dame tu amor sin condición y te daré el mundo. Te amo más que ayer, pero menos que mañana. Sé mío siempre.

Minsung tuvo una pequeña revelación en ese instante. Cuando Jungki se fue ,odiaba a todos los que no fueran su papá y le costó tanto volver a confiar. Lloro todas las noches mientras veía a su papá cada vez más triste y cuando recordaba a su hermanito no nacido sentía ganas de correr y desaparecer en toda la gente. Ahora todo era distinto, ahora sus lágrimas siempre eran de alegría, entendió que tuvo que sufrir lo que sufrió para llegar a este preciso y precioso momento, porque sus papás estaban siendo declarados como esposos.

—Les presento al matrimonio Lee.

Los presentes se pusieron de pie y aplaudieron, Minsung con lágrimas en los ojos pensó "Gracias, Jungki".

[...]

Jisung bailaba con sus invitados mientras Minho platicaba con otros. La boda estaba siendo todo un éxito porque a diferencia de las tradicionales bodas coreanas, ellos quisieron hacer una enorme fiesta y la diversión parecía no acabarse. Incluso Jisung estaba tan feliz que ni siquiera trató de ahuyentar a Suni que bailaba con su hijo.

—¡Es hora del ramo! —gritó Félix, quien ayudó con toda la organización.

Solteras y solteros se pusieron en la pista como si el ramo contuviera oro o algo parecido. Incluso la pequeña Suni quiso participar y Sung ahora sí sentía infartarse.

—Suni, ¿tú mamá no vendrá? —Sung alcanzó a escuchar que Félix le preguntó a la niña.

—No, dice que atrapar el ramo es en serio una maldición porque terminas casándote. 

—¿No ya estaba saliendo con el papá de Vernon? —volvió a preguntar el padrino.

—Sí. De hecho, adivina quién quiere el ramo. 

Sung volteo a ver y efectivamente ahí estaba el papá de Vernon queriendo agarrar el ramo.

—¡Ahora sí solteronas y solterones! —Gritó Jisung llamando la atención de todos—. A la una, a las dos y a las tres. 

Aventó el ramo y todos gritaron, cuando Sung giró se dió cuenta que nadie tenía el ramo, pues lo había aventado tan fuerte que cayó en las piernas de Yeri.

Algunas cosas simplemente estaban destinadas.

—Probando —Jisung podía reconocer esa voz dónde sea—. Hola papá Min, hola papá Sung, les tengo una sorpresa.

Changbin fue quien puso dos sillas en medio de la pista, enfrente del adolescente.

—Ustedes no lo saben, pero tío Changbin sí. A mí me gusta escribir canciones ¿Recuerdan cuando les pedí el favor que me dejaran ir una semana con ellos? —La pareja asintió—. Bueno, preparé esto para ustedes con un productor que, por cierto, está interesado en mi. Este es mi regalo, está canción es para ustedes.

Ambos se miraron. Una melodía empezó, no era una balada y cuando la voz de Min empezó a resonar en las bocinas ambos padres quedaron sorprendidos.

Me enamoré de ti a primera vista

Espera, me robaste el corazón en tan solo un instante

Esa es la razón por la que debes recordar este día

Min había estado recopilando información de ambos en ese tiempo y empezó a escribir algo que sentía que podía definirlos. Jisung y Minho no dudaron en pararse a bailar al ritmo de la melodía.

—¿Tenías idea? —preguntó Jisung.

—Ni un poco.

Min había hecho que los demás presentes se pararan y bailarán al ritmo de tal pegajosa melodía. Sus padres estaban orgullosos hasta más no poder con el gran talento que su hijo estaba mostrando.

Ábreme tu mente

Puedo hacerte la más feliz

Tú tampoco puedes evitarlo ya

Puedo sentirlo en tu forma de hablar y en tu mirada

Incluso cuando finges

No puedes ocultar la sensación de que te palpita el corazón 

Cariño, eres tú

Era como si Min supiera lo que ambos sintieron todo este tiempo. 

—Jisung, vámonos. —Él mencionado vio a su esposo con dudas.

—¿Y los niños?

—Huyamos juntos esta noche, tengamos sexo en el coche y después hagamos otra estupidez, solo que está vez tienes prohibido desaparecer al día siguiente.

—Gigante, ahora menos que nunca me iré de tu lado.

Hablaron con Changbin y Félix para después desaparecer de la fiesta.

Hicieron cosas que debieron hacer la primera noche que estuvieron juntos. Hicieron el amor en el auto y después se dijeron "te amo" tantas veces como pudieron. Después fueron a un hotel de paso y siguieron haciendo el amor hasta que el cuerpo se los permitió. Desayunaron en un lugar de comida rápida y regresaron a su hogar porque a pesar de amar estar solos, amaban estar en familia.

Sus "niñeros" se fueron apenas llegaron y Jisung subió a ver a sus retoños, pero no interrumpió porque pudo escuchar que Min le estaba leyendo un libro a su hermanita, quien chupaba su dedo y lo miraba con atención como si estuviera entendiendo cada una de sus palabras.

—"Ahora NOSOTROS nos vamos a jugar.

—¿NOSOTROS? —preguntó Marc.

— Sí. Aunque tu no lo entiendas porque todavía eres muy pequeño, "tu y yo" significa "NOSOTROS", a partir de ahora y para siempre." —Min cerró el libro y beso en la frente a su hermanita—. Siempre vamos a ser nosotros, nunca vas a estar sola.

No interrumpió el bellísimo momento y bajó en silencio a ver a su esposo que justo veía la foto familiar que se habían tomado un mes atrás.

—Somos afortunados. —dijo Minho sin darse cuenta de la presencia de su esposo.

—No, yo soy afortunado. —Sung abrazó por atrás a Minho y besó su espalda.

—Sung, ¿checaste tu anillo?

—¿Mi anillo? No, ¿debería?

—Sí —Jisung se quitó el anillo y revisó por dentro el grabado que tenía, cuando lo leyó miró a su esposo con una sonrisa—. Todo lo que esa frase nos hizo pasar.

—No puedo creer lo ridículo que fui o que soy.

—Era muy obvio y tú creando excusas baratas 

—Estaba asustado. No me juzgues.

—Llegaron y no avisaron —Min interrumpió su conversación, el niño bajó con su hermanita en brazos—. Ésta preciosa muñequita tiene hambre y le haré el biberón.

—Eres el mejor hermano mayor del mundo.

El niño entregó a su hermanita a Minho y empezó a hacerle cosquillas en la panza.

Jisung nuevamente miró el anillo y se sintió tan estúpido porque era verdad. Todo estaba destinado desde el principio, así tenía que ser porque se embarazó de Minho y su hijo era una copia exacta de él, la vida no quería que ellos estuvieran separados, de una u otra manera todo se alineó para que se volvieran a encontrar. 

Dentro del anillo tenía grabado un "¡No es tuyo!" Tres simples palabras que le dieron alegría y tristeza. Tres palabras que continuaron una bella y preciosa historia.

Alguna vez se dijo el nombre del papá de Vernon??

Si alguien se acuerde me podría decir cuál era por favor ^^ es que no me acuerdo y lo ocupó