⠀🧸 𓈃⠀ Capítulo 11 𓎆 ⭒ ꐑꐑ
Eres el más bello amanecer
Pintas en mi rostro una sonrisa
Al volverte a ver
Como lluvia en el desierto
Te impregnaste en mí
El mundo cambió desde el momento
En que te conocí
Somos cuerpo y alma
Par de gotas de agua
Tú y yo
Más que amor
Jisung estaba muy feliz con la panzota que tenía, pues tener un bebé en el vientre tenía sus ventajas. Los dos Min estaban prácticamente siendo sus esclavos y, bueno ¿por qué no aprovecharse de la situación? En pocos días su bebé estaría afuera y no podría tener esos privilegios, justo como ahora en donde Min grande masajeaba sus pies y Min chico le daba fresas en la boca.
—¿Es necesario esto, papá? —preguntó el niño con cara de fastidió.
—Obvio. —La sonrisa que regalo Jisung gritaba superioridad—. En pocos días nace este pequeño ser humano y necesito aprovecharme de la situación.
—Sung, ¿en serio lo dejaras ser sorpresa? —Minho lo miró con dudas.
Sucede que la única persona que sabía el sexo del bebé era el embarazado.
La casa de Sung tenía tres recámaras y una fue totalmente modificada, en absoluto secreto. Tenía clave para que nadie entrara, cámaras por fuera y cámaras por dentro, además Jisung únicamente entraba cuando estaba sólo y tenía puesta una alarma por si alguien quería entrar. El secreto mejor guardado del hombre es si sería niña o niño.
—Sí, ustedes no se van a enterar —contestó con superioridad.
—No me has dejado comprarle nada a nuestro bebé. Me has robado ese gusto igual —dijo Minho con el ceño fruncido.
—A ver. —El embarazado se sentó lentamente y lo miró de una manera muy amenazadora—. No he comprado casi nada de ropa, pues claramente no lo sabes, pero los bebés crecen muy rápido. Con el paso del tiempo a la par de que crezca irás comprando más ropa.
—Papá, nosotros queremos ayudar.
—Y yo quiero que Ricky Martin me bese, no todo lo que se quiere se tiene. —contestó dándole palmaditas en la cabeza a su hijo quien lo miraba con los ojos entrecerrados.
—Amor, tengo una duda. —Minho se situó a su lado y tomó sus manos—. ¿Cómo tienes tiempo de lucir muy guapo todo el tiempo?
—Estar embarazado no es una enfermedad como para que ande en fachas y luciendo horrible, ¿okay? Es más me veo más hermoso, eso dicen los maestros y papás en la escuela.
Con el paso de los meses Jisung regresó a ser el mismo de antes, coqueto, descarado y alegre. Minho no podía estar más fascinado con su esposo y todos los días se acordaba de porque se enamoró de él en un principio. No importa lo estresante que pueda llegar a ser a veces, igual lo amaba.
—Felix y Changbin vendrán mañana —soltó de la nada Minho—. Dicen que tienen un regalo para nosotros.
—Lo sé, yo lo escogí.
—Entonces.... ¿Es para el bebé?
—Sí, es su cochecito. —Los dos Min se miraron cómplices lo que no pasó desapercibido por el embarazado quién se rió y después les dijo—. Ni se ilusionen, lo pedí en color negro para que no sospechen nada.
Ambos Min hicieron un puchero lo que a Jisung le pareció adorable, aún así no les diría nada.
[...]
Sung subió a su auto para llevar a Min a la escuela, pero antes tenía que pasar por Suni, en estos meses los niños se volvieron aún más cercanos y eso le intrigaba a Jisung. Quería saber qué estaba pasando en sus pequeñas mentes porque conocía esas miradas y esas sonrisas. Oh no, eso no iba a suceder a tan corta edad.
—Hola señor papá de Min —saludó la niña que se acababa de subir al auto.
—Suni, soy Jisung ¿Cómo está tu madre? —El hombre fijó la vista al frente y manejó.
—Bien, aunque está un poco preocupada porque el papá de Vernon tiene días sin hablarle al teléfono, creo que por fin se fastidió.
—¿Tú crees? —El embarazo estaba un poco incrédulo.
—Me parece tonto, mi mamá cambio de número y ni siquiera le dijo.
—¿Y como se supone que le hable?
—Sabe que ese hombre haría lo posible por conseguir su número, en fin, es tan indecisa que me da dolor de cabeza.
Algo le dio a Jisung cuando por el espejo vio como la niña le estaba guiñando el ojo a su hijo, fue tanto su "coraje" que sintió un dolor en la parte baja de la espalda. Lo iban ignorando, oh sí, esos mocosos estaban diciendo cosas coquetas y él lo sabía "¿Qué pedirás en la cafetería hoy?" sonaba demasiado sospechoso para él.
Estacionó enfrente de la escuela y dijo que se iría, pero no lo hizo. Al contrario de eso, simplemente avanzo un poco más y vi como esos dos se tomaron de la mano.
—Hijos de su... —Jisung estaba que mataba a alguien.
Eso aún no le quitaba muchas dudas, por eso decidió quedarse un poco más. Tenía la mirada tan fija que cuando su teléfono sonó se asustó.
—Sung, ¿dónde estás? —La voz a través del teléfono se escuchaba preocupada, claro, Minho todo el tiempo estaba preocupado.
—Vigilando al enemigo. No puedo creer que me están traicionando de este modo.
—¿De qué hablas, amor?
—Suni y Min, ellos tienen algo —suspiró y se llevó una mano al pecho para después decir—: Mi instinto de mujer me lo dice.
Se escuchó la carcajada a través de la bocina—. Sung, eres hombre.
—Hasta los hombres tenemos instinto de mujer.
Minho sonrió —: Oye, Félix y Changbin quieren que vayamos a cenar, ¿te parece? Si estás de acuerdo hago la reservación.
—Sí, gigante. Cambio y fuera.
Jisung colgó el teléfono y se bajó del auto para dirigirse a la única parte "abierta" de la escuela, el área verde.
Ahí estuvo no sabe cuánto tiempo con unos lentes oscuros y tratando de sobornar a niños con billetes para que le dieran información de Suni y Min. Si los maestros no lo conocieran claramente hubieran llamado a la policía, parecía alguien que vendía drogas.
—Chs... Chs... Vernon —allí estaba quien podía ayudarle.
—Dígame, señor Han.
—Me interesa ser tu socio. ¿Hay algo que quieras, niño?
—Que Seungkwan sea mi novio.
—Ain, que boni... —Baek sacudió la cabeza antes de continuar—. Okay, no puedo darte eso.
—Bueno. —El niño puso la mano en su barbilla y se puso a pensar. Cuando tuvo la respuesta tronó sus dedos—. Seungkwan quiere el nuevo lightstick de Stray Kids si me lo compra yo le digo lo que quiere saber. Además, me tiene que pasar el número de la mamá de Suni, mi papá está como loco intentando llamarle y no entra la llamada.
—¿Por qué ustedes no se cansan de insistir?
—Mi papá dice que el que persevera alcanza —dijo mientras encogía sus hombros.
—Esta bien, mocoso. Dime una cosa ¿qué hay entre Suni y Min?
—Aaah, pensé que era otra cosa. —El niño volteo hacia atrás y sonrió—. Eso no puedo decírselo, señor. ¡Oh! Ahí va Boo, nos vemos luego.
Sí, estaba que se lo llevaba el diablo.
Regresó a su casa pensando, caminaba de un lado a otro preocupado. Su hijo era un bebito como para tener una relación, el próximo mes cumpliría 14 y no podía andar de novio, esas eran cosas del diablo.
—Las orgías también, amor. —El hombre casi salta de un susto—. No fue mi intención asustarte, estabas hablando muy fuerte.
—¿Qué no estaba pensando?
—Lamento arruinar tu fantasia de telenovela latina.
—Yo creo que Min y Suni tienen algo. —Minho abrió los ojos y sonrió medio raro, además esquivo a Sung—. ¿Lee Minho, tú sabes algo?
—Noo...no...no. Sí supiera algo te lo diría. —Jisung lo conocía a la perfección, su esposo estaba nervioso.
Lo dejó pasar cuando sintió un terrible dolor en la espalda. El dolor pasó rápido y fue a sentarse al sillón, necesitaba pensar en una estrategia para saber la verdad y, por supuesto, eso fue cosa de minutos.
—Ho... Amor.
—¿Qué necesitas?
—Dile a Félix y Changbin que no quiero salir, mira mis piecitos —Le mostró los pies a Minho y efectivamente estaban hinchados—. Que vengan a cenar.
—Bueno, por cierto, yo voy por Min al colegio.
—No amor, yo iré. —dijo Jisung, quien, necesitaba saber que estaba pasando.
Cuatro horas después ya estaba en la puerta de la escuela. Vió a su hijo salir con Suni y para su suerte no estaban de la mano, le prestó atención a su hijo y lo notó más alto, incluso pudo darse cuenta que estaba bajando de peso. ¿Qué mierda estaba pasando?
—Hola, papá.
—Hola mi rey, amor de mi vida, dueño de mi alma y mi corazón. —La niña, quien estaba a lado de Min, pudo sentir esa dura mirada mientras Jisung decía eso—. ¿Qué tal tu día?
—Bien —contestó su hijo, después giró hacia la niña—. Nos vemos Suni.
—¿No quieres que te llevemos Ca,ri,ño? —Jisung dividió esa palabra a propósito. Creyó que sonaría intimidante.
—No señor Han. Mi mamá vendrá por mí.
—Ven a cenar a la casa. Habrá una cena de amigos y lo que menos quiero es que Min se aburra. —¿Por qué la niña de repente sintió extraño al señor Han?
—Sí, yo... iré. —Realmente lo estaba dudando.
Min también se dio cuenta, pero no dijo nada. No quería molestar a un embarazado hormonal.
[...]
El único que tenía idea del plan era Jisung, así que se arregló lo mejor que pudo, sin importarle esos molestos dolores de espalda, porque mierda, han sido todo el maldito día.
—Te ves radiante, Sung —Minho beso dulcemente sus labios.
—Lo sé. —El timbre sonó interrumpiendo aquel momento cursi—. Ve a abrir, amor. Seguro es Suni.
—¿Suni?
—Sí, la invité para que Min no se aburra, mi amor. —Minho conocía tan bien a Jisung y sabía que algo estaba planeando.
Despues de diez minutos bajó y vio a Suni con un precioso vestido rosa con negro. Además, con una diadema de perlas, ¿desde cuando esa mocosa se arreglaba tanto para ir a su casa?
—Suni, que bueno que viniste —saludó Jisung.
—Al parecer mi mamá tiene una cita con el papá de Vernon ¿puede creerlo?
—Noooo —dijo con evidente sorpresa—. Que cosa eso de las parejas, ¿verdad? Igual están en edad de tener una relación, no tienen trece.
Oh no, Minho sintió su corazón acelerarse, ellos iban a ser descubiertos. Sí, los tres.
El timbre volvió a sonar y esta vez eran Changbin y Félix, quienes estaban recién casados. Los ingratos se habían casado sin decirle a nadie, solo hablaron para avisarles que ya eran esposos.
—¡Suuuuuuung! Solo mírate qué precioso estas —Felix corrió a abrazar a su mejor amigo.
—Gracias, Lix.
—Aiiin, ya quiero que nazca mi sobri... Dejémoslo así, no quiero que se me escape.
—¿Tú sabes cuál es el sexo? —Preguntó Minho a Félix.
—Sí yo estaba con Sung cuando lo supo.
Platicaron un poco y fueron a cenar. Jisung estuvo toda la cena lanzando indirectas a los adolescentes y Minho sentía morirse porque el sabia la verdad los chicos estaban intentando una inocente relación, en donde iban al cine y demás. Sí tuvieron citas a las que él mismo llevaba a su hijo.
Félix y Changbin les dieron el cochecito y entre todos ayudaron a armarlo, Jisung estaba un poco incómodo con el dolor de espalda, pero no quería apartar la mirada de su hijo y la niña, hasta que el claxon de un auto sonó.
—Esa es mi mamá, me tengo que ir —la niña se levantó pues era su madre quien llegó.
—Te acompaño a la puerta —Al escuchar a su hijo Jisung se paró. Sí, ese era el momento de saber la verdad.
Después que los adolescentes salieron, camino a la puerta y los otros tres adultos no se dieron cuenta por estar "peleando" con el cochecito de bebé, entonces pasó algo que Jisung no esperaba.
¡Min acababa de darle un beso de piquito a Suni!
—¡Así te quería agarrar, niño! —Como si fuera poco, en ese preciso instante se le rompió la fuente—. Me lleva la mierda.
—Papá...
—Oh no, ustedes no se van a salvar.
—Sung, por dios acabas de romper fuente. —Yeri se había bajado al ver lo que pasó—. Le hablaré a Minho.
—¿Me pueden explicar como ustedes dos hacen cosas de adultos? Esos besos no se deben dar hasta que estén casados. Tú Minsung porque regalas tus virginales labios.
—Sung... amor... —Minho salió ante la advertencia de Yeri.
—Ningún amor... háganme el favor de lavarse la boca con cloro, noooo, con ácido.... —Jisung estaba muy alterado.
—Sung. Acabas de romper fuente.
—Esta niña no va a nacer hasta que.... —dejó de hablar cuando se dio cuenta que ya había revelado su secreto mejor guardado.
—¿Niña? —preguntaron ambos Min.
—oh por dios —y Jisung soltó el grito más inhumano del mundo.
[...]
Jisung estaba siendo preparado para la intervención y era la segunda vez que pasaba por eso.
El que estaba demasiado ansioso era Lee Minho, mientras se ponía la bata azul para entrar al quirófano, su corazón latía a mucha prisa y sorbía la nariz porque no había podido dejar de llorar.
—Estamos listos, pase joven —fue el cirujano quien habló.
Empezó a temblar y a sudar como si él fuera el que iba a parir. Cuando entró al quirófano Jisung ya estaba listo para empezar a ser intervenido.
—Hola, guapo.
—Sung.
—¿Por qué lloras, mi amor?
—Estoy feliz, estoy increíblemente feliz.
—Así fue cuando nació Min —Sung miro hacia el techo y continúo—. Solo que nadie tomaba mi mano en ese momento.
—Jisung, no quiero estar separado de ti nunca.
—Ni yo quiero que veamos crecer a nuestros hijos.
—Suena tan bonito "nuestros" aún recuerdo cómo me negabas a Min.
—Ya viene. —Uno de los cirujanos interrumpió la preciosa plática.
Minho escuchó un llanto, el más hermoso llanto que jamás escucharía. El de su hija.
—Es una hermosa y sana niña —anunciaron los doctores.
—¿Ya tienes un nombre gigante? —Preguntó un cansado Jisung.
—En este momento, solo puedo pensar en lo feliz que vamos a ser nosotros cuatro.
Beso la frente de su esposo y después los doctores le acercaron a su hija. Un momento más para la lista de momentos felices.
[...]
Min estaba en la sala de espera, nervioso, ser hermano mayor también lo tenía con los nervios de punta.
—Lo harás bien, gordi. —Suni no se había ido, pues igual esperaba noticias.
Min alzó la mirada y vio a su papá correr con una sonrisa en los labios.
—¿Quieres conocer a tu hermanita?
Se paró y lo abrazó, qué dichoso se sentían ambos.
El adulto lo llevó al área de cuneros y ahí justo delante había una bolita preciosa y rosada.
—Ella es tu hermanita. —Minho señaló el cunero que estaba más cerca.
—Se llamará Nevaeh.
—Tendrás que decirnos cómo se escribe. —Minho estaba tan orgulloso viendo como su Min estaba tan enamorado.
—Es Heaven al revés y para mí, significa mucho. —La enfermera sonrió y vio al niño haciendo puntillas, entonces la alzó y se la mostró con más claridad—. Hola, ángel.
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