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Por fin aquella plática había terminado. Seungmin dejó que Hyunjin y Jeongin se quedaran unos días en el castillo, pues el camino a Daegu era muy largo y acababan de llegar.

El Rey de Seúl les dio una habitación a la pareja, pero Seungmin logró notar que su hermano tenía un aroma diferente y más dulce pero lo dejó pasar. 

— Hyung, voy a salir al jardín — avisa Jeongin.

— Esta bien, ve con cuidado — Hyunjin se acercó y plantó un beso en la frente de su Omega.

Jeongin salió de la habitación, había extrañado su nuevo hogar, pero no tanto debido al trato que recibía por parte de su hermano. El Omega fue hacia donde está el jardín y se adentró a él.

Iba caminando con calma, hasta que llega al lago, aquel lago donde solía jugar con su madre y su hermano cuando era más pequeño. Un sentimiento de nostalgia se hizo presente en cuanto recordó a sus padres fallecidos; pero ahora tenía a su Alfa, y algo más...

— ¡Jeongin! — aquella voz hizo que el Omega volteara.

— ¡Minho Hyung! — se acerca a abrazar a su primo — ¿Cómo has estado? — sonrió el menor.

— Muy bien ¿Qué tal te va a ti con tu Alfa? — pregunta con una sonrisa pícara.

— Oh... Hyunjin Hyung es muy... Amable y se preocupa por mi— sonrió enamorado el Omega al recordarlo.

— Ya veo... — Suspiro Minho.

Jeongin posó su mirada en un rubio detrás de su primo, aquel rubio tenía la cabeza gacha y se notaba su timidez en el, por lo que Jeongin se acercó a el.

— Hola, ¿Cómo te llamas? — preguntó en cuanto estuve frente a el rubio.

— C-Christopher Bang C-Chan — respondió tímido.

— Yo me llamo Hwang Jeongin — sonrió.

— ¿Usted que es del Rey? — preguntó con curiosidad el rubio.

— Soy su hermano mayor — le respondió.

— ¿Mayor? Pero si el no le tenía respeto — jadeó sorprendido el rubio.

— Digamos que... Nuestra relación no es fácil. Me trata mal por ser Omega — Jeongin sonríe falsamente — Y... ¿Tú eres el Omega de Seungmin? — preguntó, sorprendiendo a los dos Omegas.

— Y-Yo... — el rubio fue interrumpido por una voz.

— Si, si lo es — Seungmin apareció repentinamente — Hace mucho no hablamos, hermanito — sonríe.

— ¡Seungmin, soy mayor que tú, no me digas hermanito! — reclama Jeongin frunciendo el ceño.

— Yo soy Alfa, debes respetarme — Seungmin se acercó demasiado a su hermano — O no querrás que sea igual que cuando éramos más chicos — sonríe con maldad.

— A-Aléjate —Jeongin empuja al Alfa. 

— ¡Dije que respetarás! — dijo con voz de mando. Aquella voz que durante años había atormentado a Jeongin, haciéndolo caer en total sumisión, pero inconscientemente, soltó un pequeño gemido casi inaudible, llamando a su Alfa.

— ¿P-Por qué le haces eso a tu hermano? — Chan se acerca a Seungmin, tratando de alejarlo del otro Omega.

— Para que aprenda a respetarme — gruño el Alfa — Y para que le quede claro quien es más fuerte — sonrió y se volteo  hacia el peliazul — ¿Acaso crees que no he notado tu cambio de aroma, hermanito? — Seungmin se acerca nuevamente.

— A-Aléjate, n-no te atrevas — Jeongin contesta con enojo, dispuesto a defenderse.

— ¿A que? ¿A pegarte a ti? — Seungmin acerca su mano al vientre de su hermano, asustándolo.

— ¡N-No me toques! — Jeongin empezó a derramar lágrimas, debido a que un Alfa toca una zona muy intima para los Omegas.

Justo en el momento en donde Seungmin formó su mano un puño para pegarle a Jeongin en el vientre, alguien agarra su mano. Al voltear, pudo ver a Hyunjin enojado y con los ojos rojos, aquellos ojos rojos daban a entender que el lado animal del Alfa estaba dominando.

— No toques a mi Omega —    suelta Hyunjin y empuja lejos a Seungmin.

— Que no se olvide que ese Omega, es mi hermano — le reclama.

— Ahora lleva mi apellido, ya no es nada tuyo —  Hyunjin siguió usando la voz de mando.

Mientras los dos Alfas empezaron a pelear, Minho y Chan se acercaron a Jeongin, quien estaba llorando, acariciando su plano vientre.

— Jeongin... ¿Estás en estado? — Minho preguntó.

— S-Si... — sollozó el Omega.

Ambos Omegas jadearon sorprendidos — Felicidades Jeongin — dio Minho abrazando a su primo.

Ambos Alfas siguieron discutiendo, pero Hyunjin le faltaban las ganas de golpear al Alfa contrario. Cuando Seungmin lanzó el primer golpe, Hyunjin no dudó en devolvérselo, y siguieron peleando hasta que unos guardias aparecieron, deteniendo la pelea que tenían ambos.

— ¿Cómo aguantas a mi hermano? — Jeongin le preguntó a Chan.

— ¿Eh? — Chan se confundió.

— El dijo que eras su Omega , pero no veo ninguna mordida en ti — inmediatamente el rubio se sonrojo.

— Es que yo... — el menor fue interrumpido.

— Entren todos al castillo —   un guardia se acercó a ellos — Hace mucho no nos vemos, Jeongin — sonrió aquel guardia.

— ¿¡Seongwha!? — Jeongin jadeo sorprendido — ¿Ahora eres capitán de la guardia real? — pregunto el Omega.

— Si, me ascendieron meses después de la coronación del Rey — sonrió con orgullo el Alfa —  Es mejor que los tres regresen al castillo, el Rey está molesto y ya saben como se pone — suspiro.

— Tienes razón — Minho dijo y se llevo a los otros dos Omegas de allí.

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Cuando fue la hora de la cena, todos fueron al comedor. La cena era incomoda, pues después de la pelea de esos dos Alfas, estos no querían dirigirse ni una mirada.

— Chan ¿Cómo conociste a Seungmin? —  pregunto Jeongin rompiendo ese incomodo silencio.

—  Pues... Yo llegue al castillo y luego... Me tomó como prisionero — dice el rubio, sorprendiendo a la pareja.

— ¿Tomaste como prisionero a tu Omega? — Jeongin se dirige a su hermano.

— Y-Yo no soy... —  Chan fue interrumpido.

— Si, pero ahora es libre — el rubio solo miraba con confusión al Rey.

— Pero... — Chan no terminó de hablar por la mala mirada que le dio el Rey.

Todos siguieron cenando, hasta que por fin todos acabaron. Cada uno se dirigió a su habitación. Jeongin y Hyunjin dormían en la que era la antigua habitación del Omega, la cual estaba cerca de la habitación de Seungmin, pues la habitación de la familia real estaban en un pasillo especifico, mientras que las habitaciones de visitas estaban en otro lugar y las habitaciones de los sirvientes estaban cerca de la cocina.

Chan estaba en su habitación, estaba apunto de acostarse en la cama, pero su puerta es repentinamente abierta, sorprendiéndose de ver al Rey y atravesar la puerta.

— Escúchame bien —  el Rey se acercó a el — Necesito que te hagas pasar por mi Omega — 

— ¿¡Qué!? — exclamó — ¿Porqué? — 

— No debo quedar como un Alfa sin Omega frente a mi hermano y su esposo —  le reclama Seungmin —  si no consigo Omega, son capaces de quitarme todo el poder por no dar herederos — 

—  ¿Y por qué yo? —  pregunta con confusión.

 — Por que eres el único Omega que no es sirviente y esta viviendo aquí y no es familiar mío — gruñe el Alfa — No tienes opción, por que es una orden — y tras decir eso, salió de la habitación del rubio.