[Minho]

—Hola...

—Hola.

—¿Puedo hablar contigo?

—Por supuesto. ¿Qué sucedió?

—Félix, realmente me gustas y sé perfectamente que estás enamorado de otra persona, pero por favor, acepta este regalo que he comprado para ti— le pedí después de extender un peluche con figura de pollito que se ve extremadamente lindo y tierno, justo como el pelirrubio que sonrió abiertamente mientras lo tomaba.

—¡Me encanta! — exclamó. —Gracias, Minho.

—No hay porque agradecer. Por cierto, lamento mucho mi insistencia, pero te aseguro que encontraré la manera de dejarte en paz...

Félix posó su mano sobre mi hombro y dijo con tono suave—: Podemos ser amigos. Yo no estoy molesto ni nada de eso contigo— aseguró —Eres un chico agradable, así que, tengo la certeza de que encontrarás a alguien más que pueda aceptar tus sentimientos.

—No digas nada más porque logras que mi amor por ti vaya en aumento.

Félix soltó una linda carcajada que me hizo suspirar y no pude evitar admirarle; es bastante hermoso, tierno, lindo y un amor de persona, sin embargo, tengo la necesidad de que cierto chico dominante, mal educado y burlón sea el que me haga sentir en el cielo a causa de la satisfacción que me genera cada acción que lleva a cabo.

"¿Cómo es que cambió mi gusto en tan poco tiempo?", no pude evitar preguntarme.

Antes de tener esa satisfactoria noche con Hyunjin, no creía que pudiera mirar a nadie más que a Félix, el chico más angelical que pueda existir en todo el mundo, sin embargo, no puedo tener sentimientos, atracción o similar hacia el pelirrojo puesto que tiene novia y, además, está el hecho de que entre nosotros no hay nada más que atracción sexual y nada más que eso.

—Solo digo lo que pienso— dijo con tono suave que me hizo sentir muy tranquilo.

Me encontré con la mirada de Félix y no pude evitar extrañar cierta picardía, burla e indiferencia que goza Hyunjin cada vez que me encuentro con su mirada; evidentemente hay un mundo de diferencia entre ambos chicos y eso me genera más conflictos para entender lo que está sucediendo con mi cabeza.

—Espero que te vaya muy bien con Chan— dije con tono serio —Y no dudes que volveré a ti en el momento en que seas libre de nuevo porque me gustas demasiado y te estaré esperando.

Félix sonrió de nuevo y dijo—: Lo tendré en mente, pero por ahora, seamos felices con nuestras respectivas decisiones.