Capítulo 4: Confusiones de la vista.
Movió con sus dedos la pequeña cuchara en la tasa de café para disolver el azúcar. Mikasa entonces tomo un sorbo.
Ha estado con Armin hablando en una cafetería hace unos minutos, no iba a mentir con que se sentía nerviosa, sabía que Armin quería hablarle sobre Eren lo que más la perturbó.
– Mikasa... – llamo la atención de la chica – Lo siento por ser tan repentino con todo esto pero es que es algo ¿Extraño? Verlos a ustedes aún asi–.
Con preocupación ella le miró y hablo:
– Armin ¿Por qué quieres unirnos?– preguntó ella – No logro entender. Eren está bien en sus estudios y todo eso, yo también estoy bien. Ninguno sufre por el otro, además él ya no me necesita y quizás nunca lo hizo–.
– ¿De verdad te crees eso?– dijo levantando una ceja incrédulo – Mikasa, repite eso hasta que te lo creas–.
Ella solo hizo un puchero con sus manos y las cruzo.
– Me lo creo, Armin... Solo es que no lo entiendes–.
– ¿Qué no entiendo?–.
– Armin, ya no siento lo mismo por Eren–.
El joven rubio se sobó la frente con frustración. ¿De verdad Mikasa cree que es sobre eso? Armin no estaba ahí para ser casamentero.
– Lo sé– dijo queriendo explicar su punto– No estoy aquí para nada más que hacerlos amigos, como antes–.
– No será como antes–.
– ¡Lo sé! Pero ¡Puede ser mejor!– alzó un poco su voz.
– ¿Desean algo más?– un joven hombre de pelo negro, ojos grises y estatura baja estaba frente a ellos.
– No, gracias Levi– respondió Armin quien lo conocía.
– Pues mueve el trasero Arleth, no puedes estar aquí toda la tarde–.
– ¿Me das 10 minutos? – le pasó dinero – No tardaré mucho más–.
Levi solo tomo el dinero con desdén y se fue.
<< ¿Porque me da este dinero si podía comprar otro café y quedarse más tiempo? >>. Pensaba el hombre.
Quizás Armin no era tan inteligente como pensaba.
El rubio suele ir a beber un café todas las noches con una pila de libros para estudiar y su laptop. Así que si, lo conocía hace mucho. No pudo evitar sentir curiosidad por saber quién era aquella al lado de el ¿Su novia quizás? Que mal es con las citas.
Volviendo a Armin y Mikasa, ambos estaban nerviosos.
– Como te decía, no quiero que sean novios sino amigos. No puedes simplemente tirar a la basura más de 10 años de amistad Mikasa... Eren estuvo ahí cuando perdiste a tus... - fue interrumpido.
– Por favor, no hablemos de eso– pidió – Es verdad, Eren me ayudó pero no solo fue él, fue su familia. Tengo una gratitud infinita por ellos, a Eren también le agradezco pero lo que hizo sabes que no estuvo bien. Me humilló, me insulto y me aclaro que no le intereso– su ánimo decayó considerablemente al recordar ese día – Armin, ¿Yo te importo?– dijo para luego mirarlo a los ojos.
Armin sabía la respuesta. << Si>>. Entonces ¿Por qué no salía de su boca? Le rompía en mil pedazos ver a Mikasa así... tan triste y afectada. Probablemente está sea la única oportunidad que tiene para encontrar una solución.
– Mikasa ¡Claro que me importas? ¡¿Pero qué preguntas haces?! Quiero que estés bien con Eren por esa razón. Son mis amigos; mi mejor amiga y mi mejor amigo. Por favor, almenos intenta hablar con el sobre todo, sabes que es orgulloso y no dará el primer paso por su maldito orgullo – entonces tomo las manos de Mikasa sobre las suyas y bajo sus cejas rogándole – Por favor, Mikasa...–.
Noto la desesperación en sus azules ojos al hablarle de Eren sabía que estaba afectado.
– Armin... – ella apretó sus labios y afiló su mirada – Lo siento pero no podré. Armin, Eren fue quien me daño y simplemente no puedo rogarle que se disculpe conmigo, él debe saber ya hace mucho que me daño su comportamiento– aclaró – Además, debe estar ocupado divirtiéndose con otras chicas como cada domingo. Estoy segura que no me necesita–.
– ¿Qué?– preguntó el rubio confundido – ¿Domingos? ¿Eren saliendo con chicas?–.
Mikasa asintió – Yo tampoco lo podía creer hasta que lo ví, en una de esas fiestas de Reiner ya sabes. Lo veía con gente diferente siempre llegando a su casa cuando yo estaba cenando con los Jaeger– y bajo su cabeza por la vergüenza – Ya lo que él haga no es mi problema–.
Entonces Armin acaricio sutilmente y con ternura las manos de Mikasa. Quizás Mikasa tenga sus manos fuertes y entrenadas y pueda mostrar aquella figura de mujer impotente pero, por dentro es la mujer más blanda y pura que podía existir. Si Armin hubiera sido Eren jamás hubiera lastimado a Mikasa, y si lo hubiera hecho pues jamás se lo perdonaría ¿Y a quien no le gustaría tremenda mujer a su lado?
– Tienes razón – comprendió – Entonces evitarás a Eren el resto de tu vida–.
– Probablemente–.
Armin sonrió negando mientras se ponía de pie y recogía todas sus cosas y Mikasa lo imitó. Ambos salieron de la cafetería y allí se dieron un abrazo.
– Perdoname por ponerte en esta situación– dijo la pelinegra durante el abrazo.
– No, perdóname tu a mi – Armin se apartó un poco para acariciar una de sus mejillas de madera fraternal – No debí presionarte con esto. Soy un completo idiota–.
Ella solo soltó una hermosa risa – No pierdas contacto conmigo "idiota", que te quiero–.
Y así ambos se fueron por sus caminos distintos.
(...)
Jean salía, con notoria falta de ganas de vivir, de la academia. Se pasó una mano por la cara para intentar avivarse pero, joder, no sentía ganas de hacer nada y probablemente se duerma caminando. Su capacidad para soportar cosas era increíble pero hoy de alguna forma le está jugando una broma no muy divertida.
"Cafetería" leyó en uno de los carteles frente a él iluminandose por luces parpadeantes.
<< ¿Un café? Nada mal>>. Pensó.
Esto era perfecto para levantarle el ánimo 100%. Un cafecito con leche bastaría. Entonces, se acercó a la mencionada cafetería y abrió la puerta.
<< ¿Esa no es...>>.
Mikasa.
Sentada con... un chico.
¿Agarrándose las manos?
Parecían arreglando las cosas.
Jean entro en pánico y con cuidado cerro la puerta de la cafetería y salió mirando a todas partes. ¿De verdad ella tenía novio o es él imaginándose cosas? De verdad la vida quiere darle una buena patada en el trasero hoy por sus decisiones.
Se dió un golpe mental.
No debió ilusionarse con esa mujer sin conocer nada de ella, apenas sabe su nombre bien. Probablemente ese haya sido el hombre de su vida y este solo metiéndose entre ellos y lo que menos quería era un escándalo.
Soltó un suspiro algo fuerte.
<< ¡Eres un idiota!>> Su mente le decía.
No sabe cuándo pero comenzó a caminar (después de hacer semejante berrinche en la calle).
Ya había cruzado la acera y su mente divagaba en qué quizás no debió ver esa pelea clandestina esa noche en su primer día.
– ¿Jean?– escuchó una voz a su lado.
Giro la cabeza e inmediatamente se encontró con el objetivo de sus pensamientos. Mikasa estaba detrás de él, con cautela Jean miro detrás de ella como en la otra dirección iba aquel tipo con el que ella hablaba. Aún con todo y su decepción quiso mantener el respeto y hablarle cortésmente.
– Ah, Mikasa ¿Qué tal?– y rasca nerviosamente su nuca.
– Bien. No pensé verte por estos sitios. Estaba acá en una cafetería y al salir te vi ¿Está perdido?– le pregunto.
– No,no, solo estaba caminando por gusto – respondió.
<< ¿Caminando por gusto en la plaza, de verdad? >>. Se preguntó Mikasa mirándolo extrañada.
– ¿Puedo acompañarte?–.
– Ah, cla-claro– respondió él.
¿Y así es que pensaba en alejarse de ella? Pero ¡Un aplauso para el genio!
Entonces, ambos comenzaron a caminar uno al lado del otro. Para cualquiera que los mire pues son quizás personas normales haciendo lo más normal: caminar. Pero, la verdad el ambiente estaba algo denso entre ellos. Mikasa por que reconocía sus problemas con Eren sin embargo no haría nada para solucionarlos, y por el lado de Jean porque creía que esta chica junto a él tenía novio así que respeto su espacio.
– Y ¿Vives cerca?– preguntó ella en un intento de romper el hielo.
– Si– afirmó él– Justo doblando por aquí– se paró en la esquina mientras ponía sus manos en su bolsillo – Bueno. Un gusto verte denuevo–.
– Ah, e-espera por favor– lo detuvo la chica – Mira, sé que apenas nos conocemos bien y solo nos hemos visto de casualidad unas veces pero... ¿Podrías darme tu número?–.
– A-ah, c-claro– y vio a la chica sacar su celular.
Se fijó en sus bonitos ojos grises siendo iluminados por la pantalla de su celular, sus hermosas resaltantes pestañas, sus bonitos labios... ¡Como desearía poder estar con alguien así! Le desesperaba el hecho de tener está incógnita en su mente de si era su novio o no.
"Pero estaban tomando de la mano".
<<¿Y si quizás solo son amigos?>>.
" ¿Y si quizás no? ¿Tanto quieres a alguien que no conoces? ".
– Solo se lo voy a preguntar– dijo de repente llamando la atención de la pelinegra que lo miro extrañado– N-no, es decir si. Bueno, es raro lo que te voy a preguntar– intento remediar.
– Adelante– insistió ella.
– Lo que yo te quería preguntar es... – dudo unos segundos.
¿Estaría bien? Quizás estaría invadiendo su privacidad. ¿No seria notoria su intención? Lo que menos quisiera es dejar tan claro sus intenciones a la primera, almenos estaría bien con que sean amigos.
– ¿Estás libre para darme clases de boxeo?– soltó – Claro es que peleas tan bien–.
– Es extraño que lo pienses después de la golpiza que me dieron la última vez – y cruzo sus brazos divertida – ¿Clases de boxeo entonces?–.
– Te voy a pagar, no soy nada impuntual. ¿Qué días tienes disponible?– pregunto nervioso.
– Yo siempre estoy libre ¿Que días tienes libre tu?–.
– Yo estudio, tengo libre las noches– aunque si calculaba a esas horas debía estudiar las tareas – o creo que las madrugadas–.
Ella levanto una ceja – ¿Qué? Tienes tu horario completo ¿Cómo harás esto?–.
– Podría sacar un día, o todos de noche. No lo se pero lo haré– afirma – ¿Qué dices?–.
Analizandolo, se veía impaciente y emocionado ¿Acaso ella sería capaz de rechazarlo? Además le di un favor por ayudarla aquella vez después de su derrota.
– Está bien– le afirmó– No es que sea la más profesional pero sé lo fundamental y podría pasártelo. Me escribes una vez que estés desocupado y te recibiré– le dice.
– Gracias, mil gracias– le dijo tontamente sonriendo.
Quizás no salió tan mal como pensó ¿Habría algo mejor que pasar noches con esa chica? Quizás también surja una que otra conversación y le saque información de su estado romántico.
<< Que suertudo soy>>. Se dijo orgulloso.
– Buenas noches, Mikasa– se despidió sonriéndole y caminando hacia atrás solo mirándola.
– Buenas noches, Jean– repite la chica observándolo.
Mikasa estaba feliz, almenos tendría un compañero agradable y no se sentiría tan sola está vez al hacer lo que le gusta.
(...)
– Pasa querida– le indico Carla cuando abrió la puerta.
– Ah, no se preocupe. Vera, solo quería conseguir algo para el dolor muscular que tenga el señor Jaeger– le explicó.
Desde atrás escucho decir al hombre – Mikasa tienes desde los 9 años con nosotros,no tengas tantas formalidades– y se colocó junto a su esposa – Iré por un ungüento para ti– y se fue después de saludar con su mano a la joven.
– Mikasa, buenas noches– una voz detrás de ella que le helo el vello.
Al girar su cabeza vio a este hombre de pelo rubio y barba con unos anteojos redondos saludarle.
– Zeke, mucho sin verte–.
El hombre era el primer hijo del primer matrimonio de Grisha Jaeger. Su madre murió hace años cuando apenas era un niño.
– ¿Está papá?– preguntó mientras se acercaba a la puerta.
Mikasa asintió. El solo procedió a entrar.
Aveces Zeke era muy misterioso para Mikasa. Siempre desde que era niña y el un adolescente lo veía ir y venir de la casa de los abuelos de Grisha, muchas veces era alguien callado que prefería observar el panorama. Solo sabía que era un hombre profesional pero desconocía la profesión.
– Aquí tienes Mika– salió Zeke – Te lo mandó– y le entrego el ungüento en sus manos.
– Gracias– y lo agarro para irse.
– Oye Mikasa ¿Ya tienes novio?– le pregunto el hombre.
A la pelinegra la pregunta la agarro desprevenida. Aveces le daba vergüenza decir que "no" porque claro es una adulta y solitaria para colmo.
– No– dijo incómoda – Buenas noches, Zeke– y solo se alejo.
El rubio solo acaricio su barbilla pensante.
<< ¿Entonces ella y Eren no son nada aún?>>.
Le resultaba curioso que ambos mejores amigos no estén ahora haciendo planes de boda y esas cosas. Siempre fueron tan unidos y tenían ese notorio sentimiento mutuo...
Escucho la bocina de un auto estacionando frente a la casa y detuvo su pensar. Ahí pudo ver a Eren desmontandose mientras despedía a una chica (que era que manejaba), con un beso en los labios. Eren luego paso junto a él sin siquiera mirarlo y entro a la casa. El olor increíble a alcohol hizo que Zeke tapara su nariz con molestia.
<< Así que es por eso...>>.
Eren lleva una vida muy diferente a la tranquila de Mikasa, claramente no son compatibles y ella no merecería a alguien así.
(...)
Capítulo de la semana. Gracias por leer y recuerden votar y comentar.
✨¿Estuvo bien lo que hizo Jean?
✨¿Qué hubieras hecho en su lugar?
¡Nos vemos la próxima actualización! ❤️🇩🇴
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