Capítulo 3: Pasado no borrado.
El sudor se deslizaba desde su frente a su cuello y sentía su cuerpo caliente, se escuchaba el sonido de una esponja al estrujarse contra la pared. Mikasa limpiaba. Hanji le había pedido el favor de ayudarla a limpiar su taller a cambio de que ella repare su estufa, así estarían a mano.
Hanji estaba organizando sus herramientas alegremente.
– Mikasa entonces sigues peleando– le dijo – Me di cuenta por tu vestimenta ayer–.
– Si... ¿Estás enojada conmigo?– siguió tallando la pared sin mirarla.
– No,no ¡Para nada! La verdad me gusta que lo hagas– admitió – Pero invítame la próxima vez. Quiero ver en primera fila como pateas traseros–.
Ella rio divertida – Claro, lo haré. Pero, ¿Crees que él te permita venir?–.
– No me prohíbe nada. Además, tenemos dos meses de relación y siento que me tiene confianza. No subestimes a Erwin – la mujer se limpio los anteojos con su blusa – Creo que le encantaría acompañarme– dijo – Y tú también deberías invitar a tu novio ¡Un cita doble! Sería ideal, así como en la novelas– le brillaron los ojos.
– ¿Qué novio? – pregunto extrañada.
– ¡Ay, Mikasa no te hagas! ¡Ese muchacho ayer contigo! – exclamó.
Ella sintió un calor peculiar invadirla y no era el sudor posterior por limpiar tanto.
– ¡N-no es lo que crees! Es un médico o algo así que me ayudó cuando estaba herida gravemente-.
– ¡¿Te hirieron gravemente?!–.
– ¡Si pero no es importante! – gritó – E-es solo alguien educado. Lo he visto solo 2 veces en mis peleas –.
– Esa es una notable señal de que le gustas– indico la mujer jamaqueando a Mikasa – Amiga, date cuenta–.
La de rasgos asiáticos apartó los brazos de la mujer y le dijo con vergüenza:
– Por Dios, Hanji, deja de especular cosas así. Quizás solo le gusta ver ese tipo de peleas – aclaró – Además, a mí no me gusta–.
– ¿Pero te agrada? – pregunto poniendo una cara pícara.
– S-si– miro a otro lado.
– Si lo vuelves a ver pídele su número – aconsejó – Mereces conocer gente nueva para ser... –.
– Amigos– interrumpió rápidamente la chica.
– Si,si – rió – Amigos–.
(...)
Tenía su pelo largo envuelto en una pequeña coleta con algunos pelos cayendo sobre su frente, sus ojos verdes se movían mientras leían el contenido del libro delante de él y trataba de memorizar cada información recibida.
Sintió su puerta ser tocada así que dijo: "Pase", y continúo ojeando entre las páginas.
Un joven alto, rubio y de ojos azules entraba saludando con la mano. Su nombre es Armin y es mejor amigo de Eren desde hace años, suele ir con el a explicarle algunos puntos desde hace mucho. Alguna vez el, Eren y Mikasa fueron los más cercanos.
– ¿Solo eso?– pregunto mirando el libro en sus manos – No tardará más de 30 minutos–.
Y así Eren comenzó a escuchar atentamente a Armin mientras esté le explicaba durante varios minutos cada tema. Desde muy jóvenes el rubio fue fanático de la lectura lo cual le dió conocimiento superior que lo llevo a terminar la escuela cuanto tenía 15 años. Es todo un profesional.
Al terminar el rubio y el castaño se comenzaron a poner al día con sus asuntos personales.
– ¿Y Mikasa dónde vive ahora?–.
– Deberías preguntarle a ella– respondió apático.
Armin extrañado por su respuesta le miró – ¿Qué? ¿Aún se llevan mal? –.
– ¿Cuando nos llevamos bien?– respondió irónico.
– Eren... – dijo lentamente – Sabes que no me gusta casi meterme en tus decisiones pero como amigo debo hacerte reconocer que deberías respetar las cosas que a ella le gusta hacer– intento que entienda – Si a ella le gusta el boxeo deja que lo haga–.
Armin solía ser un chico de buenos consejos que sabiamente decía en los momentos indicados ayudando varias veces a Eren, pero, hoy simplemente está irritado con solo escucharlo hablar de Mikasa. Se hizo el de oídos sordos y encendió su celular. Armin molesto se lo arrebató.
– ¡Eren, esto es serio! – exclamó – Deberías intentar disculparte con ella y sabes que no solo por no apoyarla, recuerda que tú mismo provocaste que ella se aleje de ti–.
Y aquí vamos otra vez...
Al Jaeger le dolía la cabeza tan solo de recordar el día en que se alejo ella de él.
Hace unos años cuando Eren y Mikasa tenían 17 años fueron invitados a una fiesta. Mikasa no estaba acostumbrada a ir a estás así que se sentía incomoda con la propuesta pero esto se desvaneció al escuchar de Eren que él asistiría.
Eren parecía desenvolverse perfectamente con la gente mientras Mikasa solo estaba sentada en el sofá. En un momento determinado Armin se le acercó y comenzaron a hablar para distraerse ya que Armin tampoco estaba acostumbrada a este tipo de actividades sociales.
No pasó mucho tiempo cuando dieron las 2:00 A.M (de la madrugada) cuando el de ojos verdes estaba tan borracho que apenas podía mantenerse de pie. Mikasa preocupada siguió a Eren hasta el balcón y le dijo:
– Eren, por favor vámonos. Es muy tarde y estoy segura de que puedo hacerte un té mañana para la resaca- fue interrumpida violentamente.
– ¡No me voy a ir! ¡Vete sola! – y empujó sus hombros alejándola de él – ¡Mikasa! ¡¿Acaso no puedes hacer nada?! Estoy harto de cuidarte tanto ¡Haz algo por ti misma y déjame en paz!– las venas de la frente se le marcaban y su rostro estaba rojo y no solo por el alcohol.
Mikasa estaba aterrada por ver esta nueva faceta de Eren. Sintió su cuerpo completo temblar y una ráfaga violenta de pena cubrirla.
– Mikasa... – la tomo fuertemente de la barbilla y la obligó a mirarlo – Te odio. Siempre desde que éramos pequeños me pareces una molestia y estoy cansado de verte la cara cada vez que estoy en la escuela, en mi casa o donde sea que vaya y tú vas–.
Ella sintió su cuerpo flaquear y sus lágrimas comenzaron a humedecer su rostro mientras muchas caían en silencio.
– E-Eren por favor... – rogó porque quería que se detenga.
Tan solo ver sus ojos verdes oscurecerse mientras la miraba la hacia sentirse peor. Quería creer que lo que él decía era por qué el alcohol le ganaba pero... algo le decía que parte de ello era verdad.
Desde una esquina, mientras iba camino al baño Armin escucho todo así que, observaba el rubio la escena. Se sentía con unas ganas enormes de golpear a Eren pero no sentía sus pies por el shock al verlo de tal manera.
Esa noche Mikasa no espero a Eren y fue escoltada por Armin a su casa mientras caminaba cabizbaja y no había hablado ni una sola palabra más que al despedirse de él.
– No lo haré – dijo en respuesta a Armin – No me arrepiento de nada–.
Muy incómodo, Armin se levantó y fue. ¿Acaso era su destino lidiar con idiotas como Eren siempre? Almenos no se arrepiente de haberle dicho que debía disculparse.
(...)
Jean estaba con su celular en mano cuando tomo la decisión de buscar el nombre de Mikasa en Instagram.
Desde la última vez que se encontraron no ha dejado de pensar en ella y lo tonto que fue al no pedir su número o alguna red social. Aunque debía se respetuoso y no quería arriesgarse en esos momentos. Se golpeaba la cabeza internamente cada vez que recordaba que no le pidió nada.
<< Mikasa Ackerman>>. Pensó.
Su nombre exótico era llamativo para un hombre como el. Apenas podía sacar de su mente aquellos momentos dónde la tuvo que curar y rozaba su piel con la de ella lo que hacía que tuviera unos escalofríos en toda su espina dorsal.
<< Es muy hermosa... >>.
Y probablemente la mujer más hermosa que ha visto. Pero no quiere guiarse solo de sus apariencia a pesar de que fue lo primero que le gustó de ella. No era un idiota y sabía que ningún físico hermoso podía reemplazar la belleza que alberga su corazón.
Desearía verla otra vez y al menos invitar por un café o algo.
Había encontrado un perfil en IG de Mikasa Ackerman pero no estaba seguro si realmente era ella. No tenía foto de perfil ni una sola foto publicada. Con esperanzas le escribió un tímido: " Hola".
Esperaba que sea realmente ella y le responda. Quizás después de un tiempo hablando la logré invitar. Sonrió ilusionado mientras apagaba el celular y lo ponía en su pecho.
(...)
La pelinegra seguía algo decaída en el fondo por su pelea perdida. Así que pensó en un plan B para poder avanzar más sin solo sustentarse de sus enfrentamientos ilegales así que ha ido a tiendas de ropa, reposterías, incluso a bares preguntando por trabajo pero nadie tenía algo disponible.
Ahora solo estaba cansada mientras se detenía en una tienda a comprar una botella de agua para hidratarse.
Mientras caminaba por unos pasillos se dió cuenta que alguien la observaba o almenos eso creía. Miraba atrás y no encontró a nadie. Entonces se posiciono estratégicamente en una esquina cuando salió de la tienda hasta chocar con un individuo.
Alto, robusto, rubio peinado hacia atrás, con ojos color miel. Su mirada fría dirigida hacia ella le dió un pequeño susto a ella. Quería recordar esta cara en algún sintió ya que lo sentía familiar. El chico no se detuvo y siguió caminando haciéndola a un lado como si no supiera ni de quién se trataba.
¿Quizás de la escuela? No recuerda a nadie se su clase así ¿Tal vez un vecino? Mucho menos recordaba que alguien así viviera por su casa ¿Boxeo?
¡Bingo!
– Disculpa – Mikasa le llamo – ¿Tu entrenas boxeo en el centro olímpico? – le preguntó mirándolo seriamente. Mikasa nunca abandonaba esa cara estoica con las personas.
– Hm, si – dijo simplemente mientras volteaba a verla – Ackerman–.
Apenas estaba acostumbrada a que la llamen por su apellido.
– ¿Tú?–.
– Porco Galliard–.
Ella asintió. No quería hacerlo perder más tiempo así que se despidió con la mano y se fue por su camino.
¿Conoces el efecto mariposa? Se dice que mientras una hermosa mariposa aletea en un lado al otro lado del mundo un huracán podría estar pasando. Cómo pequeños eventos podrían afectar nuestra vida o la de otros.
Quizás un simple encuentro pueda cambiar el futuro.
(...)
Eren acostado en su habitación apenas podía sacarse de la cabeza su conversación con Armin.
<< Maldición. Armin, no debiste hablar de eso >>.
Maldecir eternamente tener que hablar de Mikasa. Sus ojos grises llorosos venían a su cabeza y como el la sostenía fuertemente dañandola. Apenas podía mirarla y hería su orgullo tener que aceptar que debía disculparse.
Debía si
Pero, no es su obligación.
Tuvo fé de que eventualmente ella solo olvidaría lo que pasó y volvería a hablarte pero, paso todo lo contrario. Quizas Mikasa esperaba una disculpa que nunca llego, exigiéndole más a Eren de lo que podría dar.
¡Boom! Dió un golpe fuerte en el espaldar de la cama y se hecho para atrás.
<< Se supone que no debes pensar en nada que no sean tus estudios tienes un examen mañana>> le recuerda su mente.
¿Y eso qué? Lo tenía todo en mente. Pero,de todos modos no es como si iba a ahogarse en un vaso de agua al pensar en lo que pasó con Mikasa.
A él no le interesa Mikasa ¿Verdad?
De repente recordó que ella salió con un chico (confesado por ella misma), y su corazón se estrujó ¿Debería investigar sobre eso?
Es tan contradictorio...
(...)
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Por cierto #happypridemonth 🏳️🌈 a la comunidad LGBTQ+ a los lectores que me siguen y forman parte. Los amo un montón.
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¡Nos vemos en la próxima actualización!
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