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| 27. los invencibles |


♡ Capitulo súper especial, espero lo disfruten, como yo lo disfruté escribiendo. ♡



Antony, Leah y Megan se acercan a la banda de los invencibles para recibirlos con una gran sonrisa, Justin se asomó a penas algo ansioso mientras giraba su palillo con su mano. Antony fue el primero en saludar.

—¡Bienvenidos!, yo soy Antony, dueño de este humilde Bar y ellas son mis camareras más confiables Leah y Megan.—Dice el castaño con una amplia sonrisa, presenta a las chicas y extiende su mano a la chica que se llama Leire.

—Hola, señor Antony, aunque no seas tan _señor_—le dijo Leire con una amplia sonrisa burlona pero amable—. Un gusto conocerte, chicas feliz de saber que nos van atender bien—añadió, dirigiéndose a las dos chicas que sonreían con complicidad.

—Por favor solo soy Antony.—le da una amable sonrisa.—Pasen, siéntanse como en su casa. 

—Encantada de conocerlos chicos, he escuchado mucho de su banda gracias a mí primo que es muy fan de ustedes, Yo soy Leah.—dice ella con entusiasmo.—Perdonen si en algún momento estoy hablo mucho es que...

—Ya, calma...Yo soy Megan es un honor tenerlos a todos ustedes aquí.—Dice ella interrumpiendo a Leah y está más tranquila y les da una sonrisa de lado.

La manager de la banda asiente y vuelve a hablar. 

—Vale, lo siento—le devuelve la sonrisa con complicidad.

Luego un chico que es el pianista de la banda sonríe y habla. 

—Nosotros estamos encantados de estar aquí—les responde a las dos con calidez.

El guitarrista se acerca a las chicas, con una sonrisa traviesa y un poco juguetón. 

—Ho...—intenta hablar, pero el chico pianista lo jala del brazo sin dejar que terminará de hablar. 

Leah ríe por lo bajo y Megan arqueaba una ceja mirando al chico de arriba abajo, Antony sonríe y vuelve a decirles que pasen. 

—¿Leah podrías por favor llevarlos a sus mesas?

—Si.—Sonrie felizmente.—Siganme.—Haciendo un ademán para que la siguieran.—Los chicos pueden ir preparándose si quieren o probar sonido, espero que...—las voces de Eros y Henry la interrumpen. 

—No puede ser que te equivoques una y otra vez Henry. En serio.—deja su guitarra a un lado y se agarra del cabello frustrado. 

—Calmate, todo saldrá bien, vamos a tomarnos un descanso y ya.—deja su guitarra también y estaba por bajar del escenario. 

—Lo siento por eso.—dice Leah algo apenada.—Están algo nerviosos.

Justin se acerca a los chicos para tratar de calmarlos. No sin antes haber tropezado por ver a la banda que estaban atentos a la escena. Leah ríe mientras negaba con la cabeza. Justin también estaba nervioso pero trataba de disimularlo.

En ese momento, Kyler el guitarrista se acerca al escenario donde Eros y Henry se encuentran, ellos parecían estar frustrados. 

—Ey, no se frustren—les dice Kyler a los músicos con su tono divertido.

—Hola, ¿Tu eres Kyler verdad? Yo soy Justin el baterista y Líder de la banda, ellos son Henry y Eros, son ambos guitarristas, pero andan ahora algo tensos por lo que se ve..—Habla Justin en un murmullo a lo último mientras gira su cabeza para ver a sus amigos. 

—Es culpa de Henry, no puede pasar ni una maldita nota.—Habla serio Eros y mira a Kyler. 

—De seguro que cuando tomemos el descanso lo haré bien ¿De acuerdo?.—Rodea los ojos. 

—Si lo harán luego, así que bajen del escenario quizás los chicos quieran hacer prueba de sonido. Y no te preocupes Kyler será solucionado.—le da una sonrisa al chico. 

Mientras tanto Leah les está tomando la orden a toda la banda, pero después  solo queda una sola pareja, mientras que los demás se van preparando . 

—Perdonen por lo chismosa pero...¿Son todos parejas? No puedo evitar preguntar, es que son muy lindos todos. 

—Leah..no molestes con tus preguntas de chismosa—interviene Henry con una media sonrisa apareciendo a su lado mientras la toma de la cintura con suavidad.—Un gusto conocerlos chicos, Yo soy Henry.

—Sí, somos pareja—le responde el chico a Leah, él ríe mientras le lanza una mirada cómplice a la chica que está a su lado. Luego se vuelve hacia Henry—. Un gusto, Henry—dice con una sonrisa.—¿Eres guitarrista, no es así?

 —Oh, se ven muy bien juntos.—dice ella con una sonrisa.—Él es mí novio.—Mira a Henry con una sonrisa. 

—Si, y si, soy guitarrista de la banda. ¿Tu eres...?.—se dirige al chico. 

—Gracias—el chico le agradece a Leah—. Oh, pero mira qué casualidad. Se ven bien juntos—le guiña un ojo a Henry con burla.

—Yo soy Brad Fernández, pianista y líder de la banda Los Invencibles, y esta preciosura es mi novia—dice él con orgullo.

La chica a su lado sonríe y se presenta también 

—Hola, qué lindos se ven. Mi nombre es Kimberly Curie, pero pueden decirme Kim.

 —Kim, hermoso nombre me encanta.—Dice Leah con emoción.—Pianista ¿eh? Eso suena bien. 

—Bueno como verán está enana y chismosa es mí novia.—la mira Henry con media sonrisa y la abraza.—No dejará de hablarles si les dan mucha confianza.—Dice burlón Henry. 

—¡Oye!, no le hagan caso...pero ¿Saben que? Este chico era un odioso de corazón oscuro y congelado y ahora está con está enana.—Decia divertida ella y les habla con confianza.

Cuando los escucharon hablar por las palabras de Henry, se echaron a reír.

—No pasa nada, Henry. Creo que ellas se llevarían bien, ¿no es así, ma jolie?—dice Brad, mirándola. Ella se  cruzó de brazos y lo miró con burla.

—No, Brad—le respondo con una sonrisa—. Y bueno, Leah, esté hombre también es odioso, pero más engreído, así que te entiendo. Espero que sigan así de... enamorados y por cierto, me encanta tu cabello—le dice a Henry sin preocupaciones. 

Leah y Henry ven como Brad endurece el rostro y frunce el ceño.

Leah sonríe y mira a Henry, toca el cabello de Henry con su mano. 

—¿Verdad que tiene las onditas más lindas?. Los odiosos son muy lindos.Tu me entiendes Kim.—le guiña un ojo. 

—Gracias Kimberly.—luego frunce el ceño confundido. 

—Brad...¿Sabes francés? Le acabas de decir algo a Kim. Ya te digo, Henry también sabe.—dice ella con orgullo y con una sonrisa.  

Habla Leah al ver qué el ambiente estaba un poco tenso. Pero ella no era muy celosa así que sabía que Henry es un chico atractivo.

—De nada, Henry—le responde Kim.

Brad parecía pensativo, pero luego le sonrió a Leah.

Oui, je suis française, mademoiselle. Y ella también lo es—dice, pasando su brazo por encima del hombro de su novia y la empuja  un poco.

 —C'est super, ma copine ne l'est pas...y es una lástima.—Responde en francés Henry y mira a Leah con una sonrisa y ella frunce el ceño.

—Por favor, pongan subtitulos.—dice Leah con diversión. 

—Él dijo que es francés y que ella también.—Henry le responde con tranquilidad. 

—Ya, eso es lindo, una pareja de franceses.—dice Leah.

Brad y kimberly sonreían con picardía al escuchar a Henry.

—Entonces, tenemos que hablar normal y no en francés—dice Brad con una sonrisa juguetona.

—Ojalá tuviéramos tiempo—le habla Kim a Leah—, te enseñara unos trucos para aprender fácil francés. Me caíste bien pero es una lastima..

—Si, mí mejor amiga su hermana me está enseñando algunas palabritas.—responde con una linda sonrisa. 

Justo en ese momento, Leire la manager  aparece interrumpiendo la conversación de estas parejas. 

—Lo siento, perdón por interrumpir, pero... Brad, es hora de alistarnos para la presentación.

Brad se levanta de la silla y su novia hace lo mismo, mientras mira a Leah y Henry. 

—Fue un placer hablar con ustedes. Espero que disfruten de la presentación—les dice Brad a Henry y Leah con una pequeña sonrisa.

—Nos vemos en el escenario, Suerte chicos.—habla está vez Henry. 

—Fue un gusto conocerlos, me agradaron también.

Los Estrellas Nacientes estaban en el escenario del bar, listos para tocar y darles la entrada a Los Invencibles al terminar. Esa noche, el bar estaba completamente lleno, con muchos gritos de aliento. Jenna se colocó frente al micrófono y dio un suspiro profundo. Eros, con su guitarra en mano, tiró la cabeza hacia atrás, también suspirando. Henry estaba al otro lado al ver a Leah le guiña un ojo y sonríe de lado, Jenna queda en el medio. Por último, Justin se acomodó en su batería, ajustó sus audífonos y les dio la señal a los chicos para empezar a tocar mientras él también comenzaba.

Jenna empezó a cantar con cada vez más seguridad. La música era muy pegadiza, así que muchos se pusieron a cantar y a bailar. Leah aplaudía y gritaba, disfrutando de ver a Henry seguro y feliz tocando el solo de guitarra. Su cabello revuelto caía sobre su frente mientras fruncía el ceño, tocando con rapidez.

Al terminar, Jenna, Eros y Henry bajaron del escenario. Justin se dirigió al público y, mientras tocaba un solo de batería, dijo: 

—¡¿Están listos para recibir a Los Invencibles?!—. La multitud respondió con un estruendoso grito. Justin continuó: —¡Primero, denle la bienvenida a nuestro increíble cantante, Matheo!. 

Matheo apareció en el escenario y los gritos se intensificaron.

—¡Y ahora, el maestro de las cuerdas, Kyler!— anunció Justin mientras Kyler entraba con su guitarra y hacía un breve solo. 

—¡Aplaudan fuerte para nuestro talentoso pianista, Brad!.— dijo Justin. Brad entró con una sonrisa, saludando al público antes de sentarse al piano. Finalmente, Justin empezó a tocar más rápido y presentó: 

—¡Y por último, pero no menos importante, nuestro poderoso baterista, Dominik!.

 Dominik entró sonriendo y Justin le pasó las baquetas antes de retirarse, dejando que Los Invencibles tomarán el escenario.

Después de una noche muy alocada con ambas bandas llega la hora de despedirse. Y la primera en hablar es Leire, la manager. 


—Antony, muchas gracias por permitir que la banda se presentará en este increíble bar. Espero que les haya encantado.

—No hay de que agradecer señorita Leire, pueden venir cuando quieran. Espero que se hayan sentido cómodos.

—Perfecto, nuevamente gracias, Antony. Espero que su banda también tenga mucho éxito.

En el medio de la conversación entre la mánager de la banda y Antony, se acerca Justin con sus baquetas y con una sonrisa. 

—Quiero decirles que son una banda increíble y que ojalá lleguemos lejos como ustedes, pero debo agregar en que Dominik es mí favorito.—Sonrie y luego mira al baterista.—¿Puedes por favor firmar mis baquetas?.

El chico baterista Dominik, con una pequeña sonrisa, asiente con la cabeza y le firma las baquetas a Justin. 

—Seguramente llegarán lejos. Solo manténganse unidos y no se frustren por los errores que puedan cometer —le dice mientras le entrega las baquetas firmadas.

 —Si, muchísimas gracias, estos dos de aquí se frustran en seguida.—sonrie burlón y le señala con la cabeza a Eros y Henry que están detrás de él y Leah está a su lado mientras él tiene su brazo sobre los hombros de ella. 

—Es un gusto haberlos conocido chicos.—Habla está vez Jenna con una sonrisa.—Y por cierto Mateo, cantas muy bien. 

En ese momento, Brad mira a Henry y a Eros con una sonrisa burlona y les dice:

—No pasa nada, nosotros también nos frustramos, solo que es culpa de nuestro guitarrista.

Kyler iba a hablar, pero Matteo el cantante lo detuvo al escuchar a Jenna. 

—Gracias —le guiñó el ojo Matteo, con complicidad.

—Son una buena banda —afirma Brad—. Y, señor Antony —dirige la mirada hacia él—, le agradezco en nombre de todos nosotros.

Henry asiente con la cabeza y le da una sonrisa de lado, Eros solo asentía. Pero luego vuelve a hablar Antony. 

—Como dije antes, no hay nada de que agradecer chicos, son bienvenidos cuando gusten. 

—Por ahí podremos tener una cita doble algún día.—Habla Leah está vez hacia Brad y Kim con una sonrisa.—O bueno, todos juntos.

—Algún día —le responde el pianista. 

—Todos —menciona Kyler, mirando a Leah con una sonrisa pícara—. Así, podré verte otra vez hermo...

—Kyler... —susurra su amigo pianista. 

El chico quedó confundido preguntándose quizás que dijo de malo y se encoge de hombros, sin entender muy bien a qué se refería Leah.

Ella sonríe tímida y agacha la cabeza pero Henry  mira al chico con seriedad. 

 Al haber un silencio incómodo tras lo que dijo Kyler, su manager rompe la tensión con un aplauso.

—¡Hora de irnos, chicos! Fue un placer conocerlos —anuncia con una sonrisa brillante.

Con eso, la banda de los invencibles salieron caminando hacia la salida del bar, dejando a todos felices por el gran show que hicieron, no podían creer que una banda muy reconocida haya ido ahí. 

—¡por dios! Eso estuvo increíble estoy completamente feliz.—dice Justin con entusiasmo. 

—A ver esa firma.—Leah le saca de las manos las baquetas y las mira con una sonrisa.—Cuidalas como oro. Me agradan mucho, son muy buenos. 

—A ti te agrada todo el mundo Leah.—dice Henry, mientras se sienta en una silla.—Ese guitarrista…me ha agarrado bueno, sino iba a decirle algo. 

—¿de qué hablas?.—pregunta Leah mientras se sienta en el regazo de él. 

—No podía disimular en decir que quería volver a verte y estaba por decirte hermosa.

—Son ideas tuyas, a mi me pareció gracioso.—Henry arquea una ceja.—Pero tú eres mi guitarrista favorito.—le da un beso. 

Justin al verlos besarse hace cara de asco y mira a Anthony que acomodaba unos vasos junto a Jareth. 

—¿Has pensado en la propuesta de hoy?. 

—No lo sé Justin, tengo un bar en el que administrar. 

—Bueno, dejaré que lo pienses, tranquilo.

—Serias un buen Manager Tony.—dice Jareth con una sonrisa. 

—Mi hermano tiene razón por una vez en la vida.—habla Eros después de tomar un trago de cerveza. 

—Si, tienes que hacerlo Antony, además eres un buen hombre.—habla esta vez Jenna y justamente a Jareth se le cae un vaso sin querer. 

—Lo siento.—Antony lo mira y rodea los ojos, luego mira a los chicos. 

—Está bien, pero lo pensaré.—todos se sintieron felices por la respuesta, sin saber aún si era un sí o un no.  

Al día siguiente era ya un dia sabado, Leah tenía su día de descanso así que aprovechó para seguir durmiendo hasta tarde pero en ese momento los ruidos de un abrir de puerta la despertaron, era Angie que se había olvidado algo, así que ella se dió la vuelta y siguió durmiendo, pero la interrumpe la alarma, asi que lo apaga sin darse vuelta y luego le entra una llamada, frustrada se da vuelta y atiende, era Deivon que quería ir a verla y presentarle alguien, así que le dijo que sí e intentó volver a dormir y la puerta se abrió, ya ella se hartó y le tiró la almohada con fuerza a la persona que había entrado y esa persona era Henry. 

—¡Auch! Lindo recibimiento.—atrapa la almohada y la deja a un costado y se acuesta a su lado. 

—Lo siento, hoy es mi día de descanso y se supone que iba a dormir hasta tarde, pero creo que no pasará.

ma jolie… Son las tres de la tarde. 

—¿¡qué!? Por dios, no puede ser..

—Tranquila, ma belle au bois dormant..—sonríe burlón. 

—No sé qué habrás dicho pero me levantaré a cepillarme los dientes.

—Apurate que te extraño..

Leah se fue a cepillar sus dientes, mientras que Henry se queda acostado en la cama y hace como almohada sus brazos cruzados, mientras mira al techo. Leah no tardó mucho y se acostó con él no sin antes haber agarrado un libro. 

—¿Qué lees? —le preguntó, curioso.

—Es un libro que me recomendó Angie —respondió, levantando la vista por un momento—. Es de dark romance.

—¿Dark romance? ¿Qué es eso?—él frunce el ceño.

Leah sonrió y cerró el libro, girándose ligeramente para mirarlo.

—Es un género de romance que explora temas más oscuros y complejos. Las relaciones suelen ser intensas y a veces un poco perturbadoras, pero siempre hay una conexión profunda entre los personajes.

Con una sonrisa burlona, le quitó el libro de las manos y lo dejó a un lado.

—¿Te gustaría que yo fuera como los personajes del libro? —le preguntó, acercándose más a ella—. ¿Que te hiciera todo lo que hacen en esas historias?

Leah soltó una risa suave y juguetona.

—¿Tú? ¿En serio? —dijo, sus ojos brillando con diversión.

—Claro que sí —respondió él, con una sonrisa desafiante—. Quiero ver cuánto aguantas un verdadero dark romance.

Leah se mordió el labio, tratando de contener la risa.

—Bueno, si te atreves, adelante.

Leah se mordía el labio, sus ojos están fijos en los de él, desafiando, retando a dar el siguiente paso. No podía dejar que su sonrisa burlona se quedará sin respuestas. 

—¿quieres ver entonces si soy capaz de hacer que vivas un verdadero dark romance?.—le murmura, acercándose a ella con la mirada fija en su boca. 

Henry no le dió el tiempo de responder, la sujetó de la cintura, tirando de ella hacia él. Sintió como su cuerpo cedia a su toque, rendida, mientras él deslizaba sus manos lentamente hacia abajo, hacia el borde de su pijama. Su pulgar rozó su piel desnuda, haciendo que ella soltara un pequeño y suave jadeo. La tentación de quitarle esa prenda de un solo movimiento era casi insoportable, pero él prefirió hacerla esperar, sentir como ella se retorcia bajo sus dedos, estaba necesitada y ansiosa. 

Henry deslizó la tela hacia arriba, descubriendo poco a poco su abdomen hasta que su pijama voló por el suelo. Él la miró, sus pechos expuestos, los pezones endurecidos, al verla así humedece sus labios. 

—¿segura que estás preparada para esto?.—le susurra en su oído, dejando que su boca rozó su cuello. 

—Estoy completamente preparada. 

Henry la miró y se levantó de la cama, fue hacia la puerta y le puso seguro, para que nadie los interrumpiera. Se acercó a ella y la acomodó en la cama poniendo sus manos hacia arriba de su cabeza. 

—¿estás lista, ma jolie?.—ella asiente con la cabeza. 

Sus manos descendieron a su pantalón de pijama, fui sacándolo lentamente mientras la miraba, su pantalón cayó hasta sus tobillos, dejándola en bragas, él miraba cada parte de su cuerpo como si fuera suya, porque si lo era. 

Su mano subió por su muslo, hasta la cinturilla de sus bragas, tiró de ella hacia abajo con la misma calma que había utilizado ya antes, su vagina expuesta y húmeda, no podía resistir el deseo que le quemaba, pero sabía que ella disfrutaba la espera. 

—Mierda.—gruñó.—Vas a ser mia una y otra vez ¿me escuchastes? Eres mia. 

Henry se quitó la camisa de un solo movimiento, dejándola caer al suelo sin ninguna importancia, desabrochó sus pantalones y los dejó caer con su ropa interior, su miembro estaba erguido, mientras ella lo observaba, deseando más. 

Él se inclinó sobre ella, su boca capturó la suya en un beso duro, demandante, sus lenguas se entrelazaron mientras que él la sujetaba por las muñecas, las levantó nuevamente sobre su cabeza inmovilizandola. Henry quería que supiera que él tiene el control. Quería que entendiera que no tendría escapatoria. 

—Dime lo que quieras.—le susurró contra su boca, sus labios apenas rozando los suyos, mientras sus caderas se frotaban contra su centro, haciendo que despertará cada parte de él. 

—Te quiero dentro de mi ya...

—Aún no.—besa su cuello y luego agarra su mejilla y su cuello, la mano de henry era grande. 

Él besa cada rincón de su cuerpo, empieza por el cuello, su clavícula, sus pechos. Ella quiso hundir sus uñas a su espalda pero él no la dejó. Por cada beso y caricias ella se arqueaba hacia él, como si no pudiera soportar la intensidad. Mis manos vagaron por sus pechos, tiré de su cabello, su boca mordió su cuello dejándola con una marca.

—Avísame si te hago daño ¿si?.—le preguntó, su voz estaba ronca.

—Quiero que lo hagas Henry, por favor. 

—voy hacerte sentir cada maldita palabra de esos libros, Leah. ¿Sabes lo que te haré ahora verdad?. 

Después de haberle dicho eso, bajó lentamente hasta su entrepierna, sus dedos acarician su clítoris con una suavidad casi insoportable. 

—Henry, por favor...—Gimió ella, su voz cargada de necesidad. 

—Eso es linda, súplica por ello.—mueve sus dedos con rapidez. 

El primer contacto de sus labios en sus pliegues hizo que sunespalda se arqueara, su cuerpo respondiendo a cada movimiento de su lengua, explorando como si fuera la primera vez. 

Sus dedos se movían lentamente, entrando en su interior mientras seguía trabajando con su lengua, él quería que se retorciera, que lo necesitara tanto que no pudiese soportarlo. 

Finalmente se separa de ella, sus labios brillaban mientras la miraba con una sonrisa peligrosa. Se aseguró de que el preservativo estuviera listo antes de posicionarse entre sus piernas, luego empuja lentamente, entrando en ella, centimetro a centimetro, dejando que sintira cada maldito segundo. 

Las uñas de Leah se clavan en la espalda de él, pero él no se detuvo. Sus manos se aferraban a sus caderas. 

—Dime lo que sientes.—ordenó, su control colgaba de un hilo mientras se movía dentro de ella. 

—Me vuelves loca, no pares...por favor.—jadeó ella, su voz quebrada por el placer. 

Y se lo dió, se inclinó sobre ella, sus labios capturando los suyos en un beso feroz, mientras él aumentaba el ritmo, empujando más fuerte, más profundo, hasta que sus gemidos llenaron la habitación. 

Cada vez llegaban más cerca al clímax, y cuando finalmente lo alcanzaron, su cuerpo se arqueó bajo de él, su boca estaba entreabierta mientras temblaba de placer. 

Henry se apoyó sobre un brazo, observándola mientras sus ojos lo seguían con esa mezcla de deseo y sumisión. 

—No creas que hemos terminado.—le dijo con una sonrisa, pudo notar como el cuerpo de leah se tensaba de nuevo, anticipando lo que vendría. 








  

No desesperen, el capitulo continuará. Quiero agradecer a esta hermosa chica que se copó en hacer que nuestros personajes se encontrarán y ella es Daiwriterbooks, me divertí mucho en hacerlo.

Y, otro agradecimiento para ella también que me ayudó bastante a escribir esas escenas explicitas entre Henry y Leah, que aún falta más fairycigarwrite si les gusta el dark romance ella lo escribe. En su libro de "Tentaciones prohibidas"

En fin, espero lo disfruten mucho, las amo ♡

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