
🎸 Vᴀʟɪᴇɴᴛᴇs 🎸
Angie Jonh .
Estoy tan desesperada, tan nerviosa, tengo en mis manos al fin el análisis para saber si estoy embarazada o no, después de las dos semanas que han pasado, no me decidía más para hacerme esos análisis, Leah me convenció ya que el test de embarazo a veces no suele ser el cien por ciento; por dios mis manos tiemblan y no encuentro a mí amiga por ninguna parte.
Entre mi desesperación por encontrar a mí amiga pasé caminando por el baño de hombres donde de allí salían Paxton y Julián, al verlos me quedé quieta y mí corazón latía más de lo normal. Si llego a estar embarazada, ¿En serio él sería el padre de mí hijo?. Qué tan estúpida pude haber sido en no habernos cuidado y justamente con él.
Paxton al verme dejó de sonreír y me miraba confundido.
—Angie..—él no había terminado de hablar.
—Necesito que estemos en privado, por favor.—no quería, quería hacerlo sola, pero él debe enterarse como sea ¿No es así? En la primera me discutió sobre el aborto, ahora veremos qué dirá, seguro que lo mismo.
—¿Qué pasa? Puedes hablarlo delante de Julián.
—¿En serio quieres que se enteren todos tus amigos?.—le digo con molestia y le entrego el sobre con la hoja del análisis adentro.
—No sé qué es esto.—mira y trata de leerlo, cuando supongo estaba entendiendo arruga la frente y me mira, luego mira a su amigo y vuelve a mirarme a mí.
—¿Qué es eso amigo?.—pregunta curioso Julián.
—No te incumbe.
—Pero…creí que nos contábamos todo.
—Dije que no te incumbe, vete.—señala a un lado con la cabeza.
—Pero…
—Joder, vete.—le dice Paxton ya enojado.
Julián se va, no antes de darnos una mala mirada, Paxton sostiene aún el papel y me agarra de la muñeca, llevándome hacia la sala de música.
— Que mierda, jodida mierda nos mandamos.—él camina de un lado a otro frustrado. — Es obvio que no lo tendrás ¿Ok?.
—¿Y si quiero tenerlo que pasa?.
Él sonríe como si fuera que he dicho una broma, una sonrisa de cínico.
—¿En serio? No te cuidaste ni tú y ¿Quieres un bebé? JA, que graciosa eres, tenlo con otro, porque conmigo ni lo pienses.
Yo solo suspiro.
—No vas a tenerlo, no vas a joder mí vida.
—Tú ya jodistes la mía. Claro, porque el aborto me lo harán a mí, claro, porque tú no sentirás nada de dolor, ni miedo, ni angustia, ni arrepentimientos, no sentirás una mierda, maldigo el día en que me acosté contigo. —me acerqué a él para quedar frente a frente.
—Bien que no has dicho lo mismo esa noche, porque bien que eres una maldita perra.
Cuando dijo eso último mí mano ya estaba contra su mejilla, le dí una cachetada súper fuerte que le quedó marcado, él me miró mientras tocaba su mejilla, le saco la hoja con brusquedad que tenía en su mano, di media vuelta y me largué de ahí.
Tenía tantas ganas de llorar, tengo tanta rabia, sé que este bebé no tendría la culpa, pero no puedo tener un bebé, no ahora y menos con él, así que no tendré más remedio que abortar lo más pronto posible.
Leah Barnes
Me encuentro en las gradas, terminando de hacer mí tarea, aquí a veces es tranquilo, así que decidí venir, ya que en la biblioteca había muchas más personas que cuando iba; estoy tan concentrada en terminar el último ejercicio que luego algo llama mí atención.
Se trata del odioso, está haciendo ejercicios junto con Joe, corren ambos aunque no tan juntos, Henry está un poco más adelante que Joe, ese chico pareciera que intentaba decirle algo y el chico odioso trataba de alejarse de él, una leve sonrisa sale de mis labios.
Murmullos se escuchan cada vez más cerca de mí, se trataba de dos chicos a los que, los veo con curiosidad.
— Paxton ha contado cómo casi se aprovechaba de esa chica rarita, pero dice que Jonh no lo dejó hacerlo, dijo que arruinó la fiesta de haber tenido sexo con ella...—decía ese chico al pasar caminando con su supuesto amigo.
Ellos se dieron cuenta de que yo los miraba, se detienen en seco y me miran, hasta que uno de ellos habla.
— Mírala, aquí está la rarita..—decía con burla, yo solo trago saliva.— Quien no se quisiera acostar contigo, hasta yo haría lo mismo, si eres una perra sexy…rara, pero sexy.
Bajo de las escaleras fingiendo una sonrisa y cuando me acerco a él no lo pensé más y le dí un fuerte rodillazo ahí abajo. Justamente venían Tyler con Scott y vieron la escena, ellos quedaron sorprendidos.
—¡Wow!, así se hace Barnes.—dice Scott con una sonrisa cómplice.
—¿Qué te ha dicho?.—Tyler se acerca a mí y los mira a ellos.
—Que haría lo mismo que Paxton y que es una perra sexy…
—¿Por qué mejor no te vas si no quieres quedar sin tu otra parte íntima, Samuels?.—él se acerca al otro chico mientras lo mira con seriedad.
—Vamonos Steve, déjalos a estos ridículos.—dice su amigo y se lo lleva, no sin antes darme una mala mirada.
—Esos dos son unos idiotas.—habla Scott.
—¿Estás bien?.
—Si, estoy bien.
En ese mismo momento quedamos en silencio, escucho como Scott fingió una tos.—Nos vemos adentro amigo.—y se va dejándonos solos.
Nos mirábamos mutuamente sin decir ninguna palabra, esto es algo incómodo, él está incómodo, yo estoy incómoda y ambos estamos incómodos.
—¿Ya has hablado con el entrenador?.—si, la única pregunta que se me ocurrió.
—Oh, si, ya he hablado con él y todo estará bien.
— Que bien.
¿En serio creo que está bien? Por dios, el chico está suspendido.
—¿Ya sabes por cuánto tiempo?.
—Dos semanas, Leah…
—¿Si?.
Él se notaba nervioso, estaba como preocupado, soltó un suspiro y me habló.
—Cuando vuelva, ¿Podemos intentarlo de nuevo? Me refiero a salir juntos, solos.
—Si, claro que sí, Tyler.—él asiente con la cabeza y una leve sonrisa sale de sus labios.
—De acuerdo, yo debo irme, pero nos vemos pronto.
Solo asentí con una sonrisa de labios sellados, él me sonríe de nuevo y se va.
Narrador omnisciente
Luego de una hora, Paxton y sus amigos, mientras todos están en el campus haciendo deportes, se dirigen al dormitorio de Henry y Joe.
Abrieron la puerta y Paxton les ordenó desacomodar todo, especialmente las cosas de Henry.
Luego, al ver la guitarra de Henry, la agarró con una sonrisa maliciosa. «No te meterás más conmigo, Jonh» dijo mientras la golpeaba contra la pared y reía. Uno de sus amigos le preguntó. «¿No es demasiado lo que hiciste con su guitarra?». A Paxton no le importó y siguió golpeándola. Después de tirar todas las pertenencias, salieron como si nada hubiera pasado. Paxton se cruzó con la mirada de Henry, quien no dejaba de observar hasta que un profesor lo llamó para continuar con la actividad.
Minutos después, Henry regresó a su dormitorio y encontró a Joe dentro, mirando todo confundido mientras sostenía un cuadro roto de él con su hermana. Henry no entendía nada y observó en silencio. Su guitarra estaba destrozada y tenía un papel que decía: "Espero que con esto te disculpes por haberme roto la cara. Con cariño, tu mejor enemigo". Henry arrugó el papel con fuerza y salió del dormitorio furioso en busca de Paxton.
Henry Jonh
La ira me consume mientras avanzo por el campus, empujando a cualquiera que se cruce en mi camino. Paxton ha destrozado mi guitarra, un tesoro que llevaba conmigo desde hace años. No puedo permitir que eso quede impune.
Una chica pasa por mí lado chocándo me pero luego otra más aparece en mí camino, ya fastidiado paro en seco. Una chica rubia con mechones de pelo rosa y ojos verdes, vestida con una chaqueta de cuero que parece sacada de una banda de rock. Se presenta con una sutil sonrisa. Pero yo no tengo tiempo para charlas. Los humos salen de mis oídos, y mi única meta es encontrar a Paxton.
—Me llamo Jenna. ¿Y tú eres? —dice, como si no notara mi fastidio.
La miro seriamente, sin decir una palabra. ¿Por qué me está hablando? ¿Por qué no me deja en paz? Pero ella sigue hablando.
—Disculpa a mi hermana por el choque. Su novio la dejó, es un idiota —explica.
¿Por qué siempre me aparecen chicas charlatanas?
fruncí el ceño sin decir ninguna palabra.
—Veo que eres un chico de pocas palabras.. ¿acaso eres mudo?.
Tensiono la mandíbula y quiero seguir mi camino, pero ella insiste.
— Pareces alguien que se toma las cosas muy en serio... pero eso no es malo. De hecho, es muy atractivo de tu parte —me mira de pies a cabeza, mordiendo su labio inferior lentamente con deseo.
¿Atractivo? No tengo tiempo para coqueteos. La aparto de mi camino y sigo adelante. Ella queda atrás, pero su voz sigue resonando en mi cabeza.
Finalmente, encuentro a Paxton riendo con sus amigos. Sin pensarlo, me lanzo hacia él y empiezo a golpearlo. Scott y Joe intentan separarnos, pero mi ira es incontenible. Justo en ese momento, el padre de Tyler aparece junto con él confundido por la pelea.
La adrenalina corre por mis venas mientras lucho contra Paxton. Mi guitarra rota sigue en mi mente, y no pararé hasta que él pague por lo que hizo. Ganas no me faltan de volver a romperle la otra mitad de la cara. La furia me consume, y no me detendré hasta que todo esté en su lugar de nuevo.
—¡Ya basta, chicos! —interviene el señor White y nos separa. Paxton, con rabia, se limpia los labios manchados de sangre y me acusa.
—Este enfermo está desquiciado, siempre me golpea.— Mi pecho arde de ira mientras lo miro con odio.
—El único enfermo aquí eres tú.— y apunto hacia él con mi dedo índice. Sin embargo, White se interpone en mi camino, y aunque lo empujo, se mantiene firme.
—¿Paxton? ¿Qué haces aquí? —pregunta el entrenador al llegar—. No estás en este trimestre; estás expulsado. Lárgate.
Todos lo miran confundidos, y Paxton frunce el ceño sin entender o mejor dicho se hace el que no entiende nada.
—¿Por qué estoy expulsado? —se acerca al entrenador.
—¿Acaso no ves que el señor White está aquí por una razón? Tyler me contó lo que hiciste.
—Manos atrás, Paxton —ordena el señor White, acercándose a él.
—¡No pueden llevarme de aquí!. Yo no hice nada, no es para tanto. Quiero hablar con mi madre o algún abogado ahora mismo —dice Paxton, desesperado.
—Lo verás en la prisión. Vámonos —White se lo lleva con fuerza. Paxton le lanza una mala mirada a Tyler y luego a mi que lo observo con seriedad.
—Tyler White, desde ahora eres el nuevo capitán del equipo —anunció el entrenador, y Tyler sonríe agradecido.—Pero recuerda, solo cuando vuelvas, por ahora te reemplazará Samuels.
Me alejo de allí, camino hacia mi dormitorio. Por un lado, me siento aliviado de que se lo hayan llevado, pero aún arde en mí la bronca por el destrozo de mi guitarra. En el camino, me cruzo con Leah y Angie, que salen de su habitación, pero se veían algo extrañas, como si escondieran algo, no sé si ya se enteraron sobre lo de Paxton. Por un instante, cruzo miradas con Leah y luego entro en mi habitación…
Leah Barnes
Me encuentro en el dormitorio con Angie, ella me acaba de mostrar su análisis de embarazo positivo, mientras yo leía ella caminaba de un lado a otro y luego la miro con preocupación.
—¿Quieres tenerlo?.
—No, claro que no, soy joven aún Leah, no quiero pasar por lo que pasó mí madre, tener un bebé con un maldito cobarde.
—Entonces te apoyaré en lo que decidas.
—¿Puedes por favor llamar a la clínica por mí?.
—Claro que sí.
Empiezo a marcar el número, pido un turno y tendrá para mañana a la mañana, ella aceptó aunque estaba completamente sola, obviamente que iba a ir acompañarla.
—Esto que sea un secreto, por favor.
—Quedate tranquila, que no se lo diré a nadie.
—Gracias por ser una buena amiga.
Después de unas horas, aún no podía creer que se llevarán a Paxton. Ojalá se quede ahí un buen tiempo. Tyler, al contarme que traería a su padre, hizo que me sintiera segura. Su padre iba a llevárselo. Luego me enteré de que no habría expulsión para Henry, eso fue un súper alivio.
El padre de Tyler hizo entrar en razón a la directora, de que su hijo debe ir a prisión por lo que me hizo. Agradecí a su padre cuando lo vi venir y fueron juntos hasta el campus en busca de Paxton. Después de un tiempo, Angie y yo estamos contentas pero preocupadas sobre el tema de Angie.
Hoy festejamos juntas, ya que Logan salía con sus amigos modelos, por así decirlo. Mi mirada se centró en Henry, que caminaba por el pasillo hasta su dormitorio. Cruzamos miradas unos segundos y entró a su habitación. Junto con Angie, nos preparamos para esta noche. Iremos a ver a Justin en el bar. Hoy toca nuevamente con la banda. Quiero que esta noche me olvide de todo lo que me ha pasado. Solo quiero pasarla bien con mi nueva mejor amiga.
Ya en el bar disfrutando junto a Angie,
La música vibraba en el aire, una mezcla de acordes y risas que llenaban el ambiente del bar. Mi primo Justin y su banda acababan de terminar su set, y la energía aún resonaba en las paredes. Me abrí paso entre la multitud hacia la barra, intentando captar la atención del barman entre el bullicio.
—¡Una cerveza, por favor!.—intenté decir, pero mi voz se perdió en el mar de conversaciones. Fue entonces cuando sentí una presencia a mi lado, y una voz más fuerte se hizo eco de mi pedido
—¡Dos cervezas aquí! Por favor.
Me giré para encontrarme con un chico de cabello oscuro, tiene mechones rojos y ojos verdes.
—Soy Eros.—dijo él, extendiendo su mano.—El bajista.— me miraba con una sonrisa pícara.
—Encantada Eros, Soy…—él me interrumpe.
—Tu eres la famosa Leah, la prima de Justin.—sonríe y me entrega una cerveza que nos da el barman.
—Ella misma.—le sonríe tímida.
—He oído mucho sobre ti, aunque Justin olvidó mencionar que eres muy bonita.
Sonreí, mis mejillas estaban ardiendo.
— Míralo, observándonos no está soportando que esté aquí hablando contigo.—sonríe burlón, levanta su cerveza mirando a Justin, mí primo arquea una ceja y negaba con la cabeza.
—Si, Justin es muy cuidadoso conmigo.—le dije divertida.
—Lo he notado.—toma su cerveza.
—Gracias por la cerveza, debo volver con mí amiga, fue un gusto conocerte Eros.
—No hay de que, ve tranquila, espero encontrarnos nuevamente, se que Justin estará celoso de nuestra amistad recién descubierta.
—De seguro volveré.—Le sonreí y agarro mí cerveza para luego dirigirme hasta Angie.
Luego de despedirnos de Justin y su banda al salir del bar el cielo se encontraba muy feo, caían ya unas pequeñas gotas.
La lluvia caía con insistencia, y mis pies chapoteaban en los charcos mientras corría hacia la universidad. Aunque Angie me apuraba, no pude evitar levantar la vista hacia el cielo gris. La lluvia siempre me había fascinado desde pequeña, y en ese momento, cerré los ojos para sentir cada gota en mi piel.
Cuando los abrí de nuevo, algo captó mi atención en la terraza. Allí estaba él, parado bajo la lluvia, empapado, era Henry.
Angie me jaló hacia el interior de la universidad, y le pedí que fuera al dormitorio mientras yo me quedaba en la terraza. No podía evitarlo; la curiosidad me impulsó a acercarme a Henry. Cada paso que daba resonaba en el suelo mojado. ¿Por qué estaba allí? ¿Qué lo atormentaba? Mi corazón latía con fuerza mientras me acercaba a él, y la lluvia seguía cayendo, como si también quisiera descubrir sus secretos.
Él se encuentra mirando a la nada, su cabello no estaba revuelto como siempre lo solía tener, estaba húmedo, y tiene finos mechones pegados en su frente, hasta que nuevamente habla.
—¿Por qué tiene que pasarme esto?.—murmuró con voz apagada.—¿Por qué tengo que pasar por esto?.—Sus ojos estaban cautivados.
—¿Qué pasó?.—pregunté mientras me puse a su lado.
—Paxton destrozó mí guitarra.—Su voz era entrecortada.—Quizás para ti sea solo una guitarra pero…—lo interrumpí rápidamente.
—No, no pienso eso…sé cuánto significaba para ti esa guitarra.
Gira para verme, sus ojos grises azulados se veían húmedos, como si quisiera aguantar las lágrimas, no puedo verlo así.
—Lo siento mucho.—digo en un susurro y sigo mirando sus ojos.—Si pudiera hacer algo por ti, lo haría ahora.
—No puedes reparar lo que siento dentro de mí.—dijo con frialdad, pero su voz sonaba quebrada.
Lo sigo mirando en silencio detenidamente, la lluvia estaba parando, pero aún sigo a su lado o mejor dicho frente a él, por unos segundos nos miramos mutuamente.
Por un momento Henry se acerca a mí lentamente, pero algo dudoso, fruncí el ceño preguntándome ¿Por qué me mira de esa manera? ¿Porque se acerca a mí aún más?, las palabras de mí boca no salían.
Se encuentra muy cerca de mí, podía sentir su respiración junto con la mía.
¡Por dios! ¿Va a besarme? ¿Que..?.
—No puedo hacerlo..—dice en un susurro.
Él se detiene, estábamos muy cerca, se aleja más de mí y se va sin decirme nada.
¿Pero qué acaba de pasar.?
¿Por qué no pudo hacerlo?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro