🦋⇢ Hyunjin

Me gusta estar en problemas, pero eso no quiere decir que todos los problemas sean de mi agrado. Soy amante de los golpes, burlas, bebida, sexo y todas esas mierdas, pero detesto enfrentarme a lo que es la vida real porque no tengo ni la menor idea de cómo debería manejarlo.

Y lo mejor de todo es el hecho de Kim Seungmin también ama los problemas, así que cuando nos vemos envueltos en ellos, no dudamos en hacer hasta lo imposible con tal de salir intactos.

Desde que inicié a estudiar la universidad, me percaté de lo difícil que sería la vida de adulto, sin importar que gozara de mucho dinero y de un apellido muy reconocido a nivel internacional. El hecho de que mi padre y madre sean personas muy poderosas, adineradas e inteligentes, por lo que yo debía seguir su ejemplo porque no quería sentirme inferior a ellos y afortunadamente lo estoy logrando.

Mi padre no dudó en elegirme como el único heredero de su fortuna y poder desde que nací, por lo que no tengo otra opción más que seguir sus pasos y así lo haré, solo que decidí darle mi propio toque y eso es lo que me ayuda a diferenciarme de él en muchos aspectos.

—Cuéntame, ¿qué te sucedió? — me preguntó Seungmin y eso me ayudó a traerme de regreso al presente.

—He tenido mucho trabajo— me quejé.

—Eso es bueno, ¿no?

—No siempre— respondí.

—Amigo, sé que tendrás buenos resultados en todo lo que hagas porque eres muy inteligente cuando es necesario.

No pude evitar bufar.

—Siempre soy inteligente.

Seungmin simplemente sonrió de lado antes de hablar—: No puedo llevarte la contraria si deseo seguir vivo.

—Me conoces tan bien.

—¿Diez años de amistad no son suficiente para conocerte bastante bien?

—No sé cómo he sido tu amigo durante diez años...— admití.

—Tenemos la misma duda.

—¡Hola, chicos! — nos saludó una atractiva chica. —¿Podemos sentarnos con ustedes?

La timidez que está usando la chica es tan jodidamente falsa, pero necesaria para dar inicio a un coqueteo que nos llevará directamente a la cama y la verdad es que no tengo problema con ello pues busco desestresarme y el sexo me ayuda demasiado a lograrlo.

—Por supuesto— respondió Seungmin.

Las chicas no dudaron en tomar asiento frente a nosotros y dieron inicio oficial a su coqueteo.

—¿Cómo te llamas? — me preguntó la castaña.

—Hyunjin— respondí tras darle una calada a mi cigarro.

—¿Eres soltero?

—Sí.

—Eso es maravilloso— admitió sin ocultar ni un poco su felicidad.

—Bastante— concordé.

Cada vez que una chica se acerca a mí, le dejo muy claro que solo busco sexo y nada de compromisos; cuando la chica acepta mis condiciones, procedemos a divertirnos al máximo y nunca más nos volvemos a ver porque no me gusta tener sexo dos veces con la misma persona.

Le di otra calada a mi cigarro antes de tirarlo al suelo para apagarlo.

—No estoy en busca de compromisos, solo tengo sexo y después cada uno toma su camino— dije con tono serio.

—Estoy de acuerdo con ello— aseguró.

—En ese caso, ¿deberíamos de ir a un lugar más divertido? — le propuse mientras me ponía de pie.