🦋⇢ Hyunjin

Cuando abrí la puerta de mi habitación, me quedé completamente pasmado al encontrarme con una hermosa escena que Minho ha decidido presentarme en mi cama. Mi miembro se endureció al ver al pelinegro meter y sacar el consolador que figura ser una colita de gato. Mierda... se ve tan jodidamente bien vistiendo ese atuendo que le queda de maravilla.

—El gatito ha estado esperando a su amo para jugar~

El ronroneo de Minho me hizo perder la cabeza por completo, por lo que no dudé en ir directamente hacia la cama y sin pensarlo dos veces, me puse de cuclillas y toqué la hendidura del trasero de Minho. El agujero ha sido preparado por el consolador, así que ya se encuentra suave y húmedo.

Le di una palmada en el trasero antes de tomar la cadena conectada a las pinzas para los pezones y tiré de ella.

—Gatito, tu trasero esta tan mojado después de jugar tanto sin mi permiso— dije con voz ronca —Déjame pensar como castigarte.

Antes de que Minho pudiera hablar, tomé el control del vibrador y aumenté la velocidad, lo que hizo que el pelinegro gimiera.

—No te correrás hasta que yo te lo permita, ¿de acuerdo?

—Uh...

—¿Entendido, gatito?

—Sí, amo~

De nuevo, una serie de gemidos comenzaron a salir de la boca de Minho y eso me hizo sentir más caliente. Minho se tumbó sobre la cama, levantando más el trasero y temblando, su pene se encuentra erecto y de pronto, una gran corriente de líquido brotó de su miembro.

—¡Aah...! — gritó Minho.

Tras chasquear la lengua, le quité el vibrador y lo reemplacé con mi pene. El agujero de Minho se encuentra tan húmedo y suave que no pude evitar perder la cabeza por completo y mis estocadas aumentaron de velocidad al escuchar a Minho rogar por más. Los cascabeles en las pinzas que se encuentran en los pezones comenzaron a tintinear mientras lo follaba.

Le mordí suavemente la oreja antes de hablar con tono ronco—: Gatito, no acataste la orden de tu amo y te corriste. ¿Qué deberías hacer ahora?

Minho levantó las nalgas y enterró mi pene en su agujero con fuerza, haciendo que el placer aumentara más.

—El gatito ayudará a su amo a succionar el semen de su pene~

Tan pronto terminó de hablar, el codicioso agujero del pequeño gato salvaje se envolvió alrededor de mi pene.

—¿Te atreves a ignorar mis ordenes? — le pregunté tras darle una fuerte estocada.

—No... ¡No me atrevo! — exclamó.

Abrí más las nalgas del pelinegro y lo follé violentamente hasta que mi pene quedó completamente sumergido en él y luego me corrí con fuerza en su interior, por lo que me sentí tan jodidamente satisfecho. 

Debo admitir que esta es la primera vez que me reciben de una manera demasiado deliciosa. En el pasado, nunca había deseado que mi pareja hiciera uso de atuendos sexis, pero ahora que he privado la gloria que es Minho con esa clase de atuendos, no dudaré en comprarle muchos para que los use durante nuestras sesiones de sexo.