🦋⇢ Minho

Yo mismo me he metido en la boca del lobo y no hay duda sobre ello.

Sabía perfectamente lo que debía hacer por lo que no me sorprendió para nada el mensaje que me envió Hyunjin con la ubicación del lujoso hotel en donde nos encontraríamos.

Evidentemente, no era para hablar de negocios, sino para hacer algo más divertido que eso. Y la verdad es que me sentí demasiado excitado tan pronto me encontré con la belleza que posee el pelirrojo y es por lo que no tuve problema alguno en chuparle el pene pues si hubiera sido un tipo viejo y pelón me hubiera negado rotundamente a pagar con algo más que dinero.

Por un lado, no puedo negar que me parece demasiado atractiva la propuesta del peligris, pero también me siento un poco nervioso puesto que no tengo información alguna sobre él, así que es por lo que decidí agregar algunas condiciones antes de aceptar ir más allá con él.

—¿Cuál es tu nombre? — le pregunté.

—Hyunjin.

—¿A qué te dedicas?

—Soy empresario.

«No te creo», pensé.

—¿Cuál...?

—Es suficiente— me interrumpió. —No te daré más información personal, ¿entendido?

No pude evitar rodar los ojos ante lo dicho por el pelirrojo.

—Minho, te juro que te daré una fuerte nalgada si vuelves a hacer eso— advirtió con tono ronco y mi cuerpo tembló por completo. —¿Entendido?

—Sí, sí— murmuré. —Y, por último, solo podemos comunicarnos por medio de mensajes y espero que tampoco te encuentres con alguien más durante estos treinta días.

—Pensé que serías más inteligente al momento de poner condiciones— se burló.

No pude evitar mostrarle el dedo medio y me arrepentí tan pronto la mirada del pelirrojo se oscureció por completo.

—Te mereces un castigo inolvidable— dijo con tono ronco que me erizó la piel.

—¿Me lo darás ahora? — le pregunté con falso tono inocente.

El pelirrojo sonrió de lado antes de responder—: No.

—¿Por qué no?

—Porque no tengo conmigo lo que necesito para castigarte de una manera bastante placentera para mí.

De pronto, su celular comenzó a sonar por lo que nuestra conversación se vio interrumpida y el pelirrojo no dudó en atender la llamada.

Y tan pronto se fue, me levanté del suelo y me senté sobre el sofá en espera del regreso del pelirrojo pues no me quedó claro si debía marcharme o no. Considero que debería sentir miedo por verme envuelto en una situación tan peculiar, pero no es así pues lo único que siento es curiosidad y atracción.

Después de unos minutos, el pelirrojo regresó y dijo—: Me tengo que ir.

—¿Tan pronto?

—¿Qué pasa? ¿Quieres que te folle duro ahora mismo?

—No es una mala idea...

Hyunjin soltó una risita burlona antes de decir—: Te llevaré a tu casa.

—No, gracias. Yo puedo volver solo— le aseguré mientras me ponía de pie y cuando estaba dispuesto a salir de la habitación, el pelirrojo me tomó del brazo y me dijo con tono serio—: Me gusta cuidar de lo que es mío y como serás mío durante treinta días, yo cuidaré de ti, ¿entendido?

No pude evitar relamer mis labios antes de responder—: Entendido.