🦋⇢ Minho

He estado pensando en lo que me dijo la líder Kim y no puedo evitar admitir que tiene toda la razón. Mi padre es una persona que me hace sentir tan estresado todo el tiempo porque tengo miedo de perder mi trabajo a causa de sus tonterías, pero no he encontrado la manera correcta para alejarlo de mi vida para siempre y eso me hace sentir más frustrado.

Y luego también está el hecho de lo sucedido con el auto de Felix.

Afortunadamente, ya transcurrió una semana desde que tuve aquel encuentro con ese hombre de dudosa procedencia y lo mejor de todo es que ni siquiera me ha llamado, así que puedo sentirme más tranquilo al respecto.

La verdad es que, si tan solo tuviera mucho dinero, mi vida fuera más fácil de sobrellevar.

Durante estos días no había tenido tiempo para encontrarme con mis amigos a causa de que he tenido demasiado trabajo, así que no dudé en aprovechar el fin de semana para salir con ellas. Ambos chicos son muy agradables, pero hay ocasiones en las que no puedo seguirles el paso porque hay una gran diferencia en cuestiones económicas.

He de admitir que en algunas ocasiones siento muchos nervios de encontrarme con aquel chico de cabello rojo, pero es obvio que la ciudad es muy grande, por lo que sería un poco más difícil encontrarme de nuevo con ese hombre. Y es bastante tonto lo que pienso ya que, si él se desea encontrarse conmigo no dudará en llamarme puesto que le he dado mi número a causa de que él mismo me lo ordenó y no porque yo quería dárselo.

—¿Y luego que sucedió? — me preguntó Felix tras darle un sorbo a su cerveza.

—¡Tuve que fingir un desmayo! — no pude evitar quejarme.

Ambos chicos soltaron una estruendosa carcajada que me hizo rodar los ojos. He decidido contarles todo lo que sucedió aquella madrugada y al parecer, les parece demasiado cómica mi terrible y vergonzosa experiencia, que prácticamente fue causada por ellos.

Había evitado contarles todo al respecto porque no me sentí capaz de hacerlo y cuando tomé el valor suficiente para quedar como un estúpido, no pude desaprovecharlo ni mucho menos pensarlo dos veces. Ah, soy un completo idiota por creer que no iba a recibir burlas por parte de mis amigos.

—Amigo, te merecías ir a la cárcel— dijo Chan.

—¿Estás loco?

—Es una bromita— me aseguró.

—No debí si quiera de haber conducido esa madruga. ¡Todo fue gracias a que decidieron tomar hasta no poder más!

—Mira el lado positivo de lo sucedido— habló Felix —Tienes una anécdota divertida para contarle a tus futuros hijos.

Bufé al escuchar las tonterías dichas por el pelirosa.

—¡Ese hombre parecía un mafioso! ¿Cómo puedo tomar lo sucedido con diversión?

Channie frunció el ceño antes de preguntarme—: ¿De qué estás hablando?

—Es un hombre bastante apuesto. Es alto, tiene buena forma, una sonrisa bastante hermosa pues tiene un toque de sensualidad con superioridad que le queda de maravilla. Ah y su porte es la perfecta definición de elegancia... — hice una corta pausa antes de continuar hablando—: Su cabello en color rojo y es un poco largo, por lo que hace uso de una coleta. Todo en él deja muy claro que es una persona adinerada y con poder.

—No me digas que te gustó...

—¡Para nada! — le aseguré a Felix. —Ese hombre me hizo sentir tan incómodo que preferí desmayarme.

—¿Incómodo? Sí, claro— se burló.

—¿Vinieron a apoyarme o burlarse de mí?

—Las dos cosas— me respondió Channie tras mostrarme una radiante sonrisa.

—Yo creo que... — mis palabras fueron interrumpidas gracias a la llamada entrante.

Miré la pantalla de mi celular y no pude evitar hacer una mueca de completo disgusto al percatarme de que mi padre me está llamando. ¿Y ahora que tontería tiene por decirme?