🦋⇢ Hyunjin

Me bajé de la camioneta y caminé hasta las grandes puertas de cristal que han sido abiertas por dos hombres; ambos hicieron una reverencia tan pronto pasé frente a ellos y me sentí tan satisfecho.

—Joven Hwang, me alegra tenerlo aquí— dijo el gerente de la tienda de diseñador que suelo visitar. —Le hemos preparado la mejor mercancía que recién nos ha llegado. Sígame, por favor.

Me quité los lentes oscuros y se los entregué a uno de mis guardaespaldas.

Caminé detrás del gerente y miré con detenimiento mis alrededores en busca de algo que captara por completo mi atención.

Obviamente van a hacer hasta lo imposible para hacerme sentir cómodo a causa de que gasto mucho dinero en la mercancía que venden.

—La tienda ha sido cerrada al público para que usted pueda disfrutar su momento de compras, joven Hwang— dijo el hombre tan pronto se detuvo frente a una docena de mujeres que tenían con ellas diferentes prendas exclusivas.

Asentí con la cabeza hacia el hombre tan pronto terminó de hablar y sin pensarlo dos veces, estudié con detenimiento cada prenda y después de unos minutos, dirigí la mirada hacia el hombre.

—Lo quiero todo.

El pelinegro no dudó en mostrar una radiante sonrisa mientras les pedía a las chicas que empaquetaran todas las prendas.

—Joven Hwang, ha sido invitado a la ceremonia exclusiva del diseñador— me informó tan pronto le entregué mi tarjeta de crédito. —Se llevará a cabo el viernes a las ocho de la noche.

Hice una señal, por lo que uno de mis hombres no dudó en tomar la invitación que el hombre extendió hacia mí.

—Gracias.

—¡No hay nada que agradecer, joven Hwang!

Suelo ser invitado a fiestas exclusivas de diversos diseñadores a causa de que soy amante de las compras y la verdad es que me gusta demasiado asistir a esas fiestas porque son demasiado divertidas, elegantes y son un buen lugar para conocer posibles socios.

Todos los viernes asisto a mis tiendas favoritas a comprar ropa pues no suelo usar una prenda dos veces, así que debo tener mucha ropa, accesorios y calzado.

El hombre me entregó mi tarjeta que no dudé en guardar.

—Gracias por su visita. ¡Espero volver a verle pronto, joven Hwang!

Las bolsas de compras le fueron entregadas a mis hombres y tras despedirme del gerente, salí del lugar.

En algunas ocasiones he soñado ser libre, pero la mayoría de las veces, no puedo negar que me siento feliz con lo que hago.

No tengo una vida normal porque el destino eligió este camino para mí, así que no tuve otra opción más que aceptarlo y disfrutar de mi trabajo, sin embargo, hay veces en las que siento que no puedo más, pero no dudo en alejar ese pesimismo para dar lo mejor de mí pues me gusta demostrar que tengo el poder en mis manos.

—¿A dónde quiere ir, joven Hwang? — me preguntó uno de mis guardaespaldas.

—Tengo que ir a la empresa— dije antes de subirme a la camioneta.

El hombre asintió con la cabeza y luego procedió a cerrar la puerta mientras el resto se encargaba de guardar las bolsas de mis compras.

La verdad es que no deseo ir a trabajar el día de hoy a causa de que me gustaría volver a casa para dormir, pero no puedo hacer eso ya que mi trabajo es primero.