🦋⇢ Minho

Afortunadamente no consumí demasiado alcohol, de lo contrario, los tres nos encontraríamos muy perdidos en el antro. He querido emborracharme hasta el perder el conocimiento, pero no puedo hacerlo porque recuerdo el estado actual de mi padre y me siento tan asqueado que solo puedo tomar una cerveza.

Ese hombre se convirtió en un monstro cuando perdió su trabajo y al no poder conseguir otro, se sumergió en el alcohol y las drogas, eso hizo que la familia feliz que tenía se fuera directamente a la mierda.

Tengo muy claro que nunca seré como él.

—Minho...— murmuró Felix —Regresa a tu departamento en mi auto, ¿de acuerdo?

—No creo que sea una buena idea— admití.

—¿Por qué no? — preguntó Chan —Me dejas en mi casa y luego te vas a tu departamento.

No tuve otra opción más que aceptar a regañadientes.

La verdad es que no me gusta hacer uso de cosas que no me pertenecen porque podrían resultar dañadas y en este caso, no tendría dinero para pagar la reparación del auto si llegase a ser dañado.

Tan pronto dejamos a Felix en su departamento, nos subimos al auto y comencé a conducir hacia la casa de Chan.

—Amigo, ¿cómo te ha ido en tu nuevo trabajo? — me preguntó Chan sin abrir los ojos.

—Bastante bien— respondí.

—Me alegra escuchar eso.

Estoy muy agradecido con Chan porque me ayudó a obtener un buen trabajo, pero eso no significa que gane miles de dólares. Y lo peor de todo es que no puedo juntar dinero porque mi padre siempre me obliga a darle parte de mi suelo. Me encantaría negarme, pero no puedo hacerlo porque mi trabajo está en juego y es que no me gustaría que fuera a buscarme a la empresa. 

No he hablado con nadie acerca de la situación en la que me encuentro respecto a mi padre y madre a causa de que me da demasiada vergüenza la terrible vida que he estado sobrellevando desde que tenía doce años.

Y lo peor de todo es el hecho de que no pude estudiar en la universidad que yo quería a causa de que me fue negada la beca y todo gracias a que mi padre iba a pedirme dinero de una manera no muy amigable. Muchas veces intenté denunciarlo, pero la policía ni siquiera me prestó un poco de atención, así que no tuve otra opción más que aceptar a regañadientes mi destino.

Afortunadamente conocí a Bang Chan y Lee Felix, ambos chicos son muy agradables y amables. Y sí, admito que, en algunas ocasiones, siento que no debería relacionarme con ellos porque no me siento lo suficiente como para ser parte de su círculo de amistades. Ellos gozan de dinero, familias unidas y amorosas, amistades, entre muchas cosas más que yo nunca he tenido.

—Hemos llegado— anuncié tan pronto estacioné el auto frente a la lujosa mansión de la familia Bang que es demasiado perfecta para ser real. De hecho, hasta gozan de una belleza bastante peculiar que no suele encontrarse con facilidad. Y la familia de Felix también es especial. 

—Amigo, gracias por el aventón— dijo Chan antes de bajarse del auto.