🦋⇢ Minho

—¿Y ahora que haremos con él? — me preguntó Chan tan pronto dirigimos nuestras miradas al suelo. No cabe duda de que ha sido una pésima idea ingerir más alcohol del límite. Chan me dio un golpecito en el brazo y volvió a preguntar—: ¿Qué haremos con él?

No pude evitar fruncir el ceño.

—No tengo idea— respondí.

Chan bufó y tras cursarse de brazos, me miró.

—Fue tu idea venir aquí.

—Sí, pero no fue mi idea tomar hasta perder el conocimiento— contraataqué.

—¿Por qué todo da vueltas? — preguntó Felix desde el suelo.

Sin pensarlo dos veces, le di una patada en el costado mientras le ordenaba—: Ponte de pie.

—¡No puedo! — se quejó.

¿Por qué acepté salir con ellos?

Me he quedado sin paciencia, por lo que estoy a punto de explotar, pero no puedo permitirlo porque Felix ha sido buena persona conmigo desde que lo conocí, así que no tengo otra opción más que llevarlo hasta su casita.

—Te llevaré a casa— sentencié.

Chan dirigió su mirada de nuevo hacia a mí.

—¿Sabes conducir?

—El hecho de que no tenga un auto, no quiere decir que no se conducir— le respondí mientras intentaba levantar a Felix que parecía pesar más que hace unos momentos atrás. —¿Por qué no dejas de hablar y llevar a Felix en tus brazos?

—¿Por qué yo?

—Eres más fuerte que yo— respondí sin rodeos.

El pelirrubio asintió con la cabeza a modo de respuesta antes de tomar a Felix en sus brazos como si de un osito de peluche se tratase y sin pensarlo dos veces, salimos del antro para ir al auto.

No quería visitar un antro, pero era la única opción que tenía disponible para ahuyentar toda la mierda que ha ido apareciendo en mi vida desde hace un tiempo atrás y es que mi padre decidió buscarme para pedirme dinero para solventar sus vicios, de lo contrario, no dudará en ir a mi trabajo para hacer un gran lío y no puedo permitir eso puesto que podría perder el trabajo que tanto me ha costado obtener.

Por otro lado, mi madre se encuentra viviendo con otra familia y me quedó muy claro que no le importaba tan pronto me pidió que no la buscara más porque ya tenía una nueva familia y no deseaba recordar su oscuro pasado.

He sido yo contra el mundo. Y muchas veces me he quedado al respecto, pero no tengo otra opción más que seguir adelante, de lo contrario, mi vida se volverá una completa mierda. 

¿Cuándo será el momento en que las cosas cambien para bien?

—¿Por qué no conduces tu? — me preguntó Chan tan pronto cerró la puerta del auto.

Chan y Felix son dos chicos que no carecen de nada, ni siquiera de amor por parte de sus familias y no tengo celos, mucho menos envidia de ellos, sino que es todo lo contrario pues me alegro de que no tengan las mismas carencias que yo.

—No creo...

—Ya está decidido— dijo antes de cerrar la puerta del copiloto.